LA MUJER DE UN SOLO HOMBRE: ( A. S. A. Harrison ).-




Las personas no están aquí para satisfacer nuestras necesidades ni cumplir nuestras expectativas.


LA MUJER DE UN SOLO HOMBRE.- A.S.A. HARRISON.- 2013.- 
  La autora canadiense debutó con este thriller y consiguió publicar otras novelas, 3 obras que desconozco, la lástima es que falleció poco después de la publicación de esta que reseño con apenas 43 años. 
 Residente en Toronto ( Canadá ) donde vivía con su marido, el artista plástico John Massey, nos deja una obra curiosa.
 Las intrigas conyugales de una pareja que lo tiene todo, aparentemente, para ser felices, y así parece, pero cuando rascas en cualquier relación, salen "pelusas", grietas difíciles de observar al comienzo, pero que se van extendiendo de a poquitos.
 Harrison halla las maneras para tenernos entretenidos durante poco más de 300 páginas, donde en capítulos alternos vemos la visión no sólo de la pareja, sino de la vida, sentimientos, alegrías, penas, dudas...y cada cual: ELLA / EL, van desgranando sus anhelos, con su punto de vista, único e intransferible.
 Porque Jodi y Todd llevan 2 décadas juntos, poseen un lindo apartamento con vistas al lago Michigan donde se asoman desde su planta 27 para recrear la vista y el espíritu. Ella es psicoterapeuta y desarrolla su actividad profesional en casa, y de vez en cuando saca al perro, Freud, a pasear, también le da por la cocina, donde le salen platos exquisitos y a realizar ejercicios de Pilates para mantener el cuerpo en forma y despejar la mente, que para problemas ya tiene los de su pacientes o clientes que desean ayuda profesional.
 El, Todd, lleva una empresa constructora, por lo que pasa gran parte de la jornada fuera de casa, en la oficina y entre albañiles y obras. De vez en cuando tiene alguna aventura con alguna mujer, más joven que él, para que el tópico se cumpla, a lo que Jodi hace oídos sordos, pero ciertas cuestiones empiezan a tejer un mundo opaco entre ambos cónyuges, pero ninguno es consciente de la tela de araña que el destino les va tejiendo hasta atraparlos en un mundo kafkiano.
 Ahí radica la maestría de la novela y de la narrativa de Harrison, dotar a ambos personajes de oportunidades para explicarse a sí mismos, justificarse si llega el caso o acusarse sin más de haberse equivocado.. Será Jodi la 1ª en darse cuenta de que el buque comienza a coger agua y no la echa afuera, la sombras aparecen como en el ocaso del atardecer.


 La serenidad se consigue aceptando a las personas tal y como son y enfatizando lo positivo.


 Con trazo firme, Susan Harrison nos desvela el juego de las apariencias en las que todos nos movemos, esa especie de hipocresía social que nos mantiene en pie en busca de un día más, una noche, un mes, quizás hasta una vida.
 Novela de escasos personajes, pero bien trabajados y profundizados, mantiene al lector alerta, sin bajar la guardia. Un enredo amoroso por parte de Todd Gilbert con la hija de un amigo, ¡también hay que tener ganas!, desencadenará una serie de situaciones traicioneras, como el rabo del diablo que juega a los dados con nosotros, cada alternativa parece mejor que la anterior pero cada vez el callejón es más estrecho y oscuro, y además, complicado dar marcha atrás.
 Curiosamente Harrison narra en 3º persona, buscando mayor distancia emocional con los personajes, y poder desarrollar una cierta objetivad con los asuntos a tratar y el matrimonio, con sus luces y sus sombras.. Y aunque es cierto que todos se aman, cada cual resuelve la cuestión según su conveniencia en cada momento. Todd es un tipo hecho a sí mismo, muy distinto de Jodi, con sus títulos y tesis universitarias, hace tiempo que sabe que en Estados Unidos, el Santo Grial no son los estudios, sino el dinero.
 Cada cosa y acción responde a un acontecimiento, pero los estados de ánimo juegan un papel determinante en cada uno de los personajes, ELLA / El.


Tomas tus decisiones cuando eres demasiado joven para entender sus consecuencias, y con cada decisión que tomas, el campo de las posibilidades se reduce.





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