VAN MORRISON: ESCULPIENDO CON SU VOZ UN CÓSMICO AULLIDO SEGUNDA PARTE: 1990 - 2015




 Ordinary Life


  Bueno, creo que ya ha quedado claro que voy haciendo “blues místicos”, que casi todo el mundo sabe lo que hago y que ya no hay equivocaciones del tipo de qué hace este hombre y de qué va.
 Sigo siendo un tipo pequeño y huraño, poseído por mi arte, tímido y melancólico, ajeno a las diversas inquisiciones sobre mi obra, a fin de cuentas mi legado para este mundo; me importa nada lo que diseccionen sobre mi persona, soy un náufrago voluntario en los universos paralelos y explorados por mi voz. Por cierto, universos a los que he llegado mirando hacia dentro y escuchando el inarticulado discurso del corazón.
 Mis conciertos transcurren en penumbra con una economía de luces, y no porque mi aspecto les resulte envejecido, yo no soy una estrella del pop a la vieja usanza. Yo soy músico, me llamo Van Morrison, artísticamente hablando y no escondo nada. Mi voz es mi privilegio, soy bajo y calvo,  no es un delito; y desde hace un tiempo me ajusto las gafas oscuras permanentemente y un sombrero. Unas porque me quitan la luz, tengo problemas con tanta luminosidad; la otra, estéticamente me gusta, no tiene nada que ver con mi alopecia. Ya he dicho, yo su músico, no estrella del pop mirándose todo el rato el ombligo y los centímetros de más de la barriga.
 Intento en cada show marcar la diferencia con la parafernalia que rodea a este circo que se llama rock. No compito con nadie, si acaso conmigo mismo, y la banda que me acompaña trata de sacar el mejor partido posible en cada actuación.  Puedo parecer antipático y alejado del personal que ha pagado una entrada, me consta que a veces cara, pero no es así... soy profesional y deseo que todo quede bien, yo no vengo a felicitarles el cumpleaños ni las fiestas de su pueblo, vengo a tocar y si ustedes están al otro lado del escenario es porque desean una buena actuación, no que sea simpático, amable, cuente chistes y les haga reír. La verdad, tienen otros sitios y lugares, no en mis conciertos. Pero eso ya lo saben.
 Soy un poco francotirador en cuanto a las entrevistas se refiere, la mercadotecnia esta. No me siento cómodo en ese apartado de tener que vender mi producto como un frutero normal, con todos mis respetos a los demás gremios, necesarios al fin y al cabo para existir. Pero no me vendo por una portada, un vídeo. Trato de que el duende esté en cada show y en cada disco, que lo consiga o no depende de varias cosas, pero cuando grabo algo y lo público, es justo lo que quería reproducir y publicar, ténganlo muy claro, queridos lectores.



So Complicated


 Como un monje, retirado en el más amplio sentido. Con mi cerebro escuchándome lo que me dice y lo que calla. “Mis himnos del silencio”. Pulcritud, misticismo, como un viejo estajanovista, sí, aquel movimiento obrero socialista que nació en la antigua Unión Soviética por el minero Alekséi Stajánov, y que propugnaba el aumento de la productividad laboral, basado en la propia iniciativa de los trabajadores. Pues así me siento, generando mi propia energía que me permita seguir creando y viviendo de esto que se llama música.
 Soy consciente de mi minimalismo, mi sectarismo en cuanto al combo que propongo de eso llamado folk – rock, o música de raíces que lo engarzo con el soul, el viejo y mal tratado blues. ¿Acaso no soy un pequeño bluesman gruñón cuando canto, recito o balbuceo en el misticismo profundo de mi alma en busca de redención? Belleza melódica en el sendero de encontrar un camino que me aísle y me perfeccione en la media de lo posible, y cuando consigo hallarme a mí mismo soy capaz de crear, supongo, canciones hermosas, regadas con modelos e instrumentos procedentes del medievo, como una especie de juglar de finales del siglo XX. A eso me dedico, en ello me entretengo. Quien busque pasión y fuego lo encontrará, quien sea vulgar que no se gaste sus pequeños maravedíes ni libras esterlinas en mis trabajos, perderá el tiempo y me temo que la paciencia.



Why Must I Always Explain?



HYMNS TO THE SILENCIE .- DOBLE LP .- Septiembre de 1991.-
 Obra monumental de Van Morrison, nada menos que 21 temas, a la altura de lo mejor jamás publicado y que puede mirar de tú a tú a cuanto disco editado por los más grandes. Desde el sosiego, la tranquilidad que le da su nueva existencia en su tierra, Irlanda, lo lleva en los huesos hasta la última estrofa de que es capaz de  cantar.
 Poderosa lírica, sonidos campestres, éxtasis espiritual que cuenta con alguna colaboración, por ejemplo en 2 temas con sus paisanos The Chieftains, I  Can´t Stop Loving You, que también es una adaptación adaptación de Don Gibson, que curiosamente alcanzó el éxito masivo en otra versión a cargo de Ray Charles, y en Be Thou Mi Vision.
 En Hymns To The Silencie no falta de nada, de todo aquello de lo que se compone el ser humano. Hechos de piel y de sentimientos, los celos aparecen en la pausada y solemne Profesional Jealousy, que acaban dejando a un hombre resentido de por vida. Su escudero principal, Georgie Fame, le secunda con su órgano en el medio tempo que es I´m Not Feeling It Anymore, otro guiño a lo irónica que puede ser la vida. Cambia el ritmo momentáneamente en un glorioso blues socarrón y sucio, de taberna, con su voz y empuñando la armónica se marca Ordinary Life, con un piano honky –tonk, como debe ser. No nos podemos olvidar de esos coros celestiales a los que Van Morrison nos acostumbra en sus diversos trabajos, la piel te la acaricia en el suave soul que es Some Peace Of Mind, marca el paso el saxo barítono de Steve Gregory, el mismo que coloca su instrumento en temazos del calibre Honky Tonk Woman de los Stones. Y repite en varios, las pinceladas jazzy se multiplican, cierra la cara A con el encantador So Complicated, hay más temas con el jazz de fondo y el swing de protagonista, como All Saints Day.
 La melancolía, el sosiego, incluso en adaptaciones del calibre de  I Can´t Stop Loving You; el júbilo, la alegría, ¿se puede ser más irlandés que en Why Must I Always Explain?. Introspectivo en Village Idiot o en Take Me Back; al socaire del buen dios y del góspel de See Me Through Part II ( Just A Closer Walk Whit There). Predominan en este doble Lp los cortes de entonación media, donde  la nostalgia, el recuerdo, la soledad y hasta el desconsuelo toman las más diversas formas, una búsqueda quizás excesiva de ese esquivo “dios” totémico y dictador que intenta regir nuestras pobres existencias: By His Grace, Hymns To The Silencie, el murmullo que envuelve On Hyndford Street con solo su voz y un sintetizador que le arropa en su soliloquio; Carrying A Torch o Green Mansions,  todo envuelto en melodías aterciopeladas, hipnóticas, siempre con la voz envolvente de Van Morrison invocando tus sentidos. Formas de entender la vida, el paso del tiempo y creyendo que tal vez ya hayas vivido más de lo que te queda por existir. Reflexiones profundas, maduras.



Lonely Avenue



Nada, apenas un ratito después.-  Mientras otros grandes monstruos se perdieron en la década de los 80 y descarrilaron definitivamente en la de los 90, apenas nos quedan unos cuantos que merece la pena llevarse a los oídos y llevar debajo del brazo un buen puñado de Lps, de trabajos exquisitos para orejas despiertas.

Tras el monumental doble Hymns To The Silencie prosigue su andadura con otro par, en esta ocasión el no menos fenomenal Too Long In Exilie, con menor número de  temas que el anterior, pero escarbando en sus viejas heridas y recuperando hasta el bueno del bluesman americano, John Lee Hooker, que por estas fechas parecía haber renacido para los medios. Se marcan una versión de Gloria memorable.
 No parece que a Van Morrison le sentase nada mal el cambio de decenio. Si en la anterior, hasta muy al final no sacó discos interesantes, si acaso amenos, pero ya he dicho, a los genios hay que exigirles que se froten la lámpara y nos dejen perlas en cada trabajo, encarrila esta década de los 90 en plena forma, y con Georgie Fame con su órgano Hamond de fiel y contribuidor escudero.




Big Time Operators




TOO LONG IN EXILIE.- Junio de 1993.-
 Es un disco de blues, no aquel que se hace a las orillas del Mississippi, sino el que colinda con las fronteras del Atlántico, transmite olores y colores frescos, verdes, sutiles, de una elegancia asombrosa y de una caricia en la voz de terciopelo que arrastra Van Morrison desde el comienzo, en esta ocasión 15 temas para otra obra maestra.
 No escucharemos blues arrastrados con serpientes venenosas en aguas pantanosas, ni brujas con pociones mágicas, si acaso el órgano de Georgie Fame que todo lo envuelve desde el inicio, con maestría y saber estar, Too Long In Exilie, la guitarra eléctrica de Ronnie Johnson en Big Time Operators. No aparecerán gatos negros, ni navajas cortantes con filos que traspasen pasiones. Y la jugada se repite, apenas algunos matices como el que Van Morrison empuñe el saxo alto, para otro tema excelso, por encima de los 6 minutos, como los 2 anteriores: Lonely Avenue.
 No es fácil que el irlandés cambie el tranco del Lp, blues comedidos y tempos medios a lo largo de casi todo el álbum, irán cayendo tonadas: Ball & Chain, Wasted Years, I´ll Take Care Of You;  algunas baladas marca de la casa: In The Forest, Till We Get The Healing Done o Moody´s Mood For Love. Desarrollará sus mensajes en tono de jazz: The Lonesome Road, Close Enouhg For Jazz.
 Cambia el paso y cede la voz principal a John Lee Hooker, en el siempre eficaz y sempiterno Gloria, dejándonos una versión R&B a más no poder. Ejercicio sudoroso que perdura en la adaptación de  Sonny Boy Williamson: Good Morning Little Schoolgirl.
 Demasiado Tiempo En El Exilio,  no deja de ser una apuesta por la juventud pasada, él que todavía es joven, o quizás un viejo prematuro resabiado a la altura de la literatura que tanto le ha inspirado, desde Óscar Wilde, Samuel Beckett o el eterno James Joyce, queda un trabajo perdido en las ensoñaciones más características de Van Morrison, tiznadas de puestas al día del blues más contemporáneo, del jazz más clásico, y todo relleno y envuelto con la maestría de su cálida voz.


Howard Francis: Órgano Hammond y piano.



I´ll Take Care Of You






Nada mal.- Con dos Lps dobles publicados en lo que llevamos de década de los 90, más los añadidos de discos menores, tales como Enlightenment  - 1990,  el directo A Night In San Francisco -  1994, como siempre los “live”, salvo excepciones, para los más acérrimos. Encontramos también en este periodo  diversos proyectos y colaboraciones con otros músicos, incluso trabajos de jazz. Se encuentra en pleno periodo de madurez creativa y personal. De ahí que su siguiente trabajo destacado, se publicará en 1995, y sobresale esa “placidez”, inluso el que su compañera apareciese en la portada del mismo, muestra a Morrison y a su novia Michelle Rocca paseando con dos galgos, algo inusual desde luego tratándose de semejante personaje. Eso sí, ya parece con su sempiterno traje negro, gafas y sombreros oscuros. Fue el primer álbum en veinticuatro años en el que el músico es acompañado por una mujer en la portada, la última sería en el Lp Tupelo Honey, con Janet Planet. 
 Days Like This ve la luz en junio de 1995, contiene 12 canciones de índole reflexivo. Cuenta en 2 de ellas con la colaboración de Shana Morrison como parte vocal co- principal: You Don´t Know Me e I´ll Never Be Free. Con profusión de vientos en varios temas, siempre comandados por el eficiente Pee Wee Ellis: No Religion,  Perfect Life, Russian Roulette… todo el álbum es un trabajo bien documentado y trabajado, excelentes las partes vocales, predominio del soul tranquilo, y algunas canciones dentro de una cierta homogeneidad que sobresalen, la hermosa Songwriter, o la misma que saldría de single y daría título al disco: Days Like This. Destacaria a Ancient Highway, no sólo por ser un gran tema, sino también  por el gran trabajo da Van Morrison al órgano. Álbum nocturno, sosegado y de plena madurez en alguien que ha llegado a establecerse y mantenerse entre los mejores.





Songwriter




HOW LONG HAS THIS BEEN GOING ON .- Enero de 1996.-
 Si alguien ha llegado hasta aquí leyendo sobre la obra de Van Morrison, supongo que es porque está interesado en dicho personaje, o la prosa de este humilde escriba le gusta, o ambas. El asunto es que este músico irlandés se marca un álbum de estándar de jazz y de bep-bop capitaneados por el saxo alto de Pee Wee Ellis, pese a que en la caratula aparezca el gran Georgie Fame junto a míster Morrison.
 No hay lugar a engaños, ambos comparten calidad a raudales, voces y acoples varios para un trabajo muy compacto, negro, oscuro, nocturno y de Jazz. Así tal cual suena y nunca mejor dicho. En los 14 cortes no faltan entregas animadas y entusiastas de grandes del género: Lester Young en The New Symphony Sid; Louis Jordan en Earley In The Morning; luego está mi favorita, la excelsa Sack O´Woe ( Adderley – Hendricks). Y guiños al pasado, una nueva revisión a Moondance o Heathrow Shuffle, composiciones del propio Van Morrison.
  Según cuentan los créditos del disco que tengo, el álbum fue grabado en vivo, pero sin público, en un club de jazz londinense, a comienzos de mayo de 1995, el Ronnie. Que la verdad, suena a nombre de mafioso rocoso y de ascendencia, como no, italiana.


Sack O´Woe




Buen rollo.-  Nada, apenas un ratito después de que se pusiera a la venta el disco de jazz que acaba de publicar, How Long Has This Been Going On, sin haberlo ni comprado ni escuchado, sólo bastaba con que era de Van Morrison, iba a tener la ocasión de verle en directo en La Riviera de Madrid, además una noche curiosa, un 29 de Febrero, que tiene su gracia. Sólo una vez, como el bolero, me bastó para entusiasmarme con él y su banda. Nunca he acudido a más conciertos del irlandés, o las fechas no me cuadraban o el presupuesto se me iba, pero a tenor de los que han insistido, dicho evento y tal fecha es de los mejores shows que ha dado el irlandés, ( escribo sobre Iberia ) y además, de buen humor, lo cual es miel sobre hojuelas.
 La mariconada de que una nube rosa sobrevolaba el escenario cuando la banda salta al escenario. Relajados, entregados, con ganas, vaya, 9 músicos para enterrar la legendaria actitud arisca, a su lado Georgie Fame, y Van escogió esta vez las sendas del blues y el rythman 'n' blues para dar un repaso de más de dos horas a algunas de las páginas más bellas de su inabarcable repertorio, si hasta cerró con un tema lleno de alegría como es Brown Eye Girl.  
 Insistiría por el camino del jazz unos meses después, publicando en el otoño de 1996  Tell Me Something: The Songs of Mose Allison. Al igual que su predecesor, grabado en pocas tomas y en un solo día, curiosamente dicho trabajo alcanzó el número 1 en las listas americanas de dicho género.



Rough God Goes Riding 



GAME THE HEALING. - Marzo de 1997. - 
  Van Morrison sigue repitiendo hipnóticamente líneas, acaricia cada palabra, llena cada sílaba. Con una banda más que consolidada a su lado, nunca deja de sonar el saxo alto de Pee Wee Ellis, ni la guitarra eléctrica de Ronnie Johnson, y para asentar algún hueco, el sempiterno Georgie Fame con su órgano Hammond.
 De nuevo otra vez está aquí, como esperándonos en cada esquina. Los caminos del Señor deben de escrutables y claros para Morrison, su insistencia en el tema le lleva a joyas del calibre de Rough God Goes Riding e It Once Was My Life, arregla heridas y tensa nervios para iniciar el camino del soul.  La espiritualidad se condensará en varias canciones de las 10 que forman el trabajo, todas con las firma del  irlandés, como Fire In The Belly, Waiting Game o Sometimes We Cry.
 También le encontramos introspectivo, con guitarra acústica y sonidos celtas, acunando sus versos: Piper At The Gates Of Dawn. La pasión y visceralidad aparecerá en gotas pequeñas, pero suficientes, el rock conciso, tales como Burning Ground.
 Una joya de disco, de todo aquello que atesora Van Morrison, dando las migajas exactas de néctar para no atragantarnos.



Burning Ground



Faltaba.-  Dentro de sus devaneos, de la inmensa paleta de colores y de voces que Van Morrison es capaz de crear, que van desde el soul al jazz, todavía echaba en falta un gran disco de blues, del sempiterno 12 compases, o que se asemejase a dicho entramado.
 Ajeno a modas y demás vaivenes mediáticos, éste hombre se propone finalizar la década de los 90 con su mejor trabajo, Back On Top, que como era habitual apenas promocionó en directo, escasas apariciones públicas que no iban más allá de 2 conciertos a la semana, cuestión que llevaba a rajatabla desde finales de los 70.
 Independientemente de que el álbum es muy bueno, alcanzó puestos de cabecera en las listas americanas, cuestión nada menor, a tenor de que Morrison debe de vivir bien, pues casi todas las canciones son suyas, lo cual le debe de dejar pingües beneficios en cuestiones de copyrihgt.



Goin´Down Geneva




BACK ON TOP .- Marzo de 1999.-
 Se marca 10 canciones de enorme calibre. R&B pegajosos y ritmo de honky –tonk en el inicio, con piano saltarín a cargo de Geraint Watkins, Goin´Down Geneva. Las expectativas no decaen, varios R&B marca de la casa : Black On Top – que dará título al disco-, la hermosa, no tengo otro calificativo para High Summer. New Biography o Precious Time siguen con la cadencia.
 Temas asentados en la introspección, a elegir entre varios de gran calibre, Philosophers Stone, In The Midnight, When The Leaves Come Falling Down – con sorprendente arreglo de cuerdas -; alguna puya, aunque más que nada en cuestión de añoranza, por lo que se desprende del baladón, Reminds Me Of You, canción que desde luego está escrita pensando en el adiós de su entonces compañera, Michelle Rocca.
 Aparte de componer todo el disco, Morrison se dedica, al margen de cantar, a acompañar algunos temas con su guitarra acústica y de nuevo en varias de ellas, a manejar la armónica, instrumento por el que siento predilección. Trabajo de enorme calibre pasado por la voz majestuosa del irlandés, cada tono y entonación según se necesite, todavía es capaz de lograr subidas, bajadas y murmullos a la altura de muy pocos.



High Summer


Cuadrando la cuadratura.- Poco le queda por hacer a Van Morrison en cuanto a música se refiere. Si ya se extendió en varios trabajos donde predominaban el soul, o el folk –rock con sus raíces celtas, no deja pasar la ocasión de añadir gotas de clase a álbumes de jazz o el tamiz de calidad que le infunde al blues. Todo dando un trato exquisito, bien cultivado y a buen ritmo, pues si sus actuaciones son distanciadas pero constantes, sus discos van a 1 obra cada pocos meses.
 Ahora le toca al rock and roll, su siguiente paso da el certero zarpazo de sorprendernos con un dúo  al lado de Linda Gail Lewis, en lo que será su Lp número 28, ahí es nada. Y desde luego se marca otro gran trabajo y en el sello que Morrison ha creado, Exile Productions Ltd, por si algo le faltaba de cara a querer publicar aquello que desease y en el momento que estimase oportuno. Desde luego, problemas de distribución no creo que encontrara un tipo de su calaña y carácter.



Boogie Chillen



YOU WIN AGAIN .- Octubre de 2000 .-
 Con un grupo de excelentes músicos y a elegir los temas que les da la gana, tanto Morrison como Lewis escogen un elenco de 13 canciones, que van desde el más puro rock and roll marca de los 50: Let`s Talk About Us, Real Gone Lover o Baby ( You Got What It Takes ) . Pasajes country, que menos cuando adaptas temas de Hank Williams , bien en baladas tiernas: You Win Again  o Why Don´t You Love Me, o en plan en honky –tonk : Jambalaya.
 También se acerca al cancionero del histriónico Jerry, faltaría, teniendo de comparsa a la sobrina, de él cae Old Black Joe. Hay joyas que jamás se destruirán, pasajes que te acomodan a tu tierna infancia y tal vez, si has ido por el camino equivocado, que te acompañarán hasta la extinción de tu ser como homínido transitorio en este Planeta, además con un título tan apropiado, me refiero a la composición de Al Smith, Think Twice Before You Go. A este mismo Van Morrison se atreve a colocar una composición nueva, No Way Pedro. Clásicos, a la tarea se suma Bo Diddley con Cadillac y el maestro John Lee Hooker, con el siempre magistral, Boogie Chillen.

  • Van Morrison : Voz, guitarras acústicas y eléctricas – armónica. 
  • Linda Gail Lewis : Voz – piano.
  • Ned Edwards : - Guitarra eléctrica solista.
  • Paul Godden  : Steel guitarra eléctrica
  • Peter Hurley : Bajo
  • Colin Griffin: Batería
  • Lee Goodall : Saxo
  •  


Blue Monday




Música morrisiana.- Van Morrison ha sabido mezclar con insólita maestría las mil influencias de sus viajes y etapas vividas por todo el mundo, dando vida a un cóctel musical plácido, elegante, refinado y emotivo. A estas alturas de su carrera, recién estrenado el nuevo siglo XXI, no representa ningún género en concreto, ni siquiera dentro del rock, pero es uno de los más claros referentes
 En toda su trayectoria, desde vocalista en el grupo Them, y en solitario, jamás ha sido un ídolo pero sí una figura muy respeta, una voz de cantante blanco, muy conocida, entre las diversas veredas y meandros que encuentra acomodo en el folk, el blues o el jazz, un compendio de estilos interpretativos de manera muy singular, pero nunca de grandes conciertos entendidos éstos como de amplias aglomeraciones. Salvo Gloria, nunca ha obtenido el beneplácito de la prensa y de las listas de éxitos, hay que escudriñar en toda su obra en forma de álbumes soberbios, que saltan de un lado a otro del panorama musical, manteniéndose en discretas posiciones comerciales, pero al margen de tales consideraciones numéricas, cada una de sus composiciones puede definirse como una gema que uno haya, un minúsculo ejemplo del genio artístico del de Belfast.
 Down  The Road – 2002 persevera en su icono nostálgico mezclando blues y R&B con country y folk, algunas excepciones en forma de música popular de la década de los 50 en canciones como Georgia On My Mind. Hasta la misma portada, una tienda de discos, fue retocada para la ocasión, demostrándonos una vez más que Van Morrison hace música de “otro tiempo”, para unos oyentes cálidos y expertos, nada de prisas, como los grandes jazzman. Rock entretejido en las musarañas, 15 temas que no aportan nada nuevo, pero si bueno. Sus canciones de aires místicos nos llevan en volandas hacia la música espiritual, a plasmar sentimientos simples y complejos, tonos y colores, semblanzas que solo un espíritu genial y creativo saben encontrar.
  What´s Wrong With This Picture – 2003, claramente volcado en el blues, hay varios momentos interesantes: Too Many Myths, Somerset. Instantes íntimos, introspectivos a los que nos tiene acostumbrados, juegos de órgano que todo lo llenan:  Meaning of Loneliness, que se va por encima de los 6 minutos. Little Village, Sant James Infirmary.
 Magic Time – 2005 siguen presentes el blues y el R&B a lo largo del disco. También se inmiscuye con más asiduidad en el folk celta. En un intento de poner al día algún viejo tema, caso de The Lion This Time, que en el álbum  Saint Dominic´s Prewiew – 1972 aparecía con el título de Listen To The Lion. Como siempre, Van Morrison nos ofrece pasajes irlandeses, en forma de memorias, de historias de su entorno más cercano, una canción hermosa en toda su dimensión: Celtic New Year. La armónica del león de Belfast ruge en varios temas, algunos de los mejores los encontramos en  Keep Mediocrity At Bay, Evening Train. Dentro de la gama de registros de este monstruo se atreve hasta con un tema de Frank Sinatra, This Love Of Mine. Algún guiño al pasado, en forma de cinematógrafo: Just Like Greta o blues sofisticados: Magic Time.
 Van Morrison no sólo ha sabido cantar soul como tal vez ningún blanco ha conseguido, quizás ni siquiera acercado, capaz de aportar matices y una espiritualidad, incluso concepto religioso profundo, algo que se puede decir del blues y el rhythm and blues, pero también ha sabido entrar de lleno en el country. Tal vez sus años vividos en Estados Unidos llegó a empaparse de tanta " americana ", que puede tocar todos los palos.
 A su nivel de creación casi infinita, se le añade la capacidad para hacer adaptaciones espléndidas, incluso superiores a las originales y dotándolas de un talento del que carecían. Su siguiente trabajo va por ahí, 15 canciones donde 12 son versiones y 3 originales. Busca entre composiciones de las décadas de los años 50 y 60 para dejarnos lo que para mí es su última gran obra: Pay Int Devil - 2006.



Playhouse



PAY IN THE DEVIL .- Marzo de 2006 .-

 Me detengo en este disco de Van Morrison por la peculiaridad que tiene de ser country. Y lo primero que te puede llevar a error es pensar que ha sido grabado en Nashville con músicos de ahí. Pues nada, todo hecho y recogido en Irlanda.
 Varias canciones, 15 en total para 12 adaptaciones que van desde There Stands The Glass ( Webb Pierce ), o el gran Hanks Williams, imprescindible en este apartado: Your Chetain´Heart, Emmyloy Harris :'Til I Gain Control, etc;  que obvíamente, un estilista como Van Morrison sabe llevar a su terreno, a su voz, a su cadencia, a su estilo. Del resto de los temas, no soy un gran conocedor del género, poco puedo opinar de si superan, igualan o empeoran al original. Lo que me queda claro es su potencial en esa voz de soul que posee, y aunque muchas canciones lleven el barniz de Steel en la guitarra eléctrica y acompasados de violines, Morrison entrega esa cadencia vocalistica tan propia del irlandés, a esa negritud visceral que posee.  En Pay The Devil, Morrison explora. ese no sé si el cowboy que lleva dentro, al menos en la portada, pero se mete de nuevo en un género que domina, como todos los palos que toca, pero ahora de manera absoluta en un disco repleto de tonadas country. Para mí el valor del disco está en añadir a esas canciones, algunas clásicas, la peculiaridad de Van Morrison y hacerlas atemporales.
 Varios temas llevan su firma, 3 en total: Playhouse, This Has Got To Stop y el que da título al álbum, Pay In The Devil.
 Después de este trabajo, ha publicado varios, incluidos recopilatorios y directos, pero ningún disco destacable aunque jamás descartable, el dicho de que Van Morrison no tiene álbum flojo o malo, lo suscribo. Pero salvo sorpresa venerable, con Pay The Devil, cierro su discografía.
 Ni que decir tiene que sigue con sus giras, siempre cortas, y a poder ser poder dormir terminada la actuación en su casa de Belfast. ( Previo avión privado que le traslada ). No es extraño verle tocar y por el rabillo del ojo observar las manecillas de su reloj controlando el tiempo. Lo dicho, su actuación que pude ver en Madrid, en 1996, de las mejores. Con eso me quedo y aún espero otro gran disco. ¡ Otro más! Para una discografía incomparable.


 Otro más.-  Soy consciente, ya no volverá a rugir como antes, es obvio. Después de 4 largos años sin lanzar nada nuevo, Keep Me Singing - 2016 , viene a romper el silencio, con sabiduría, prudencia, la voz como siempre bien colocada y algún que otro instrumento que Morrison toca, como suele ser habitual, y para romper esa quietud necesita música para sentir que existe, destacando esa embelesada serenidad de la que hace acopio en las nuevas canciones, 12 para ser exactos, para que ahora sí, el viejo león de Belfast parece olfatear el futuro sin ira, pero con clase, mucha.




The Pen Is Mightier Than The Sword



KEEP ME SINGING.- Septiembre de 2016.-
 Ya avisa desde el inicio, pop baladista de muchos quilates: Let It Rhyme, elegante y fluida con esa voz de terciopelo que te atrapa, te arrulla y te lleva a dónde Van desea.Y como no todo está perdido, cada vez que avista un río, se vuelve a enamorar en Every Time I See A River. Y en aguas cristalinas y puras se desarrolla el comienzo del álbum, la misma Keep Me Singing que da título al artefacto, se mantiene fiel, Van Morrison lleva varias décadas en este negocio y sabe muy bien cómo encarrillar el asunto, exquisito y relajante por ahora.
 En ocasiones abandona los tonos de su armónica y se coloca detrás de la batería. Sí, con su voz aterciopelada nos endosa una hermosa balada: Out In The Could Again. Y sigue con las baquetas para continuar en el susurro, Memory Lane. Van Morrison no e aparta de las baldosas con las que a edificado sus enorme discografía en estos últimos años: blues y jazz, alguna gota de música celta y compone canciones standars, que no molestan, que encima son buenas y casi hasta parece dulzón.No se olvida de los grandes logros que dado a la música en forma de R&B: The Pen Is Mightier Than The Sword o Going Down To Bangor; algún clásico que nos suelta bluesero: Share Your Love Whit Me. La joya, siempre aparece en un buen disco, para mí una de ellas es sin dudar un instante, ésta última. 
 Toques de jazz en Look Beyond The Hill que para eso Van coge el saxo alto que tanto le gusta. Termina con una delicatessem, Caledonia Swing, un instrumental. Entre medias de las 2 canciones, otra joyita pop: Too Late.




DISCOGRAFIA SELECCIONADA


HYMNS TO THE SILENCIE .- DOBLE LP .- 1991

TOO LONG IN EXILE .- DOBLE LP .- 1993

DAYS LIKE THIS .- 1995

HOW LONG HAS THIS
BEEN GOING ON .- 1996

THE HEALING GAME .- 1997

BACK ON TOP.- 1999                                                 

YOU WIN AGAIN .- 2000

DOWN THE ROAD .- 2002

WHAT´S WRONG WITH PICTURE? .- 2003

MAGIC TIME .- 2005

PAY THE DEVIL .- 2006

KEEP ME SINGING .- 2016





George Ivan Morrison - 31 de Agosto de 1945 - Belfast ( Irlanda )

Comentarios

Entradas populares