ORIOL LLOPIS: ESCRITOS POCO FIABLES


  
 Permítaseme que me siente cómodo en mi silla frente al escritorio y abra el ordenador. Antes deberé de degustar un Nexpreso y con unos cubitos de hielo me ponga un licor de melocotón, en vaso corto y de culo ancho. ¡Ah… casi se me olvida! Colocaré en el plato del tocadiscos algo de Johnny Thunders, brizna suave, nada de Luke A Mother Fucker ni de los New York Dolls. Más que nada porque no son horas y no me apetece ponerme los cascos.
 Oriol Llopis, escritor, seamos concisos: crítico de rock antes y después del tardofranquismo que escribía Paco Umbral, debía de haber publicado 1º este Escritos Poco Fiables que su predecesor, a saber, La Magnitud Del Desastre. Pero la vida qué tal va transcurre por un lado mientras tú haces otros planes.
 ¿Tiene validez repasar los papeles desde 1974 – 2014? Pues todo depende. Si coleccionas todos los números de la revistas Star y Vibraciones, quizás sí… no. A saber cómo se encuentran y dónde se hallan. De cualquier modo, déjenme que les comente que Oriol comenzó a escribir, narrar, recitar, pero en prosa, a comienzos de los 70 de aquello que le apasionaba: el rock. Sus textos llegaban a modo de kamikaze, difícil leer una crítica de un grupo o concierto, pues él colocaba su sello particular y en eso se distinguía bastante del resto de los plumas coetáneos.  Pocas concesiones técnicas, se trata de captar el ambiente.
 En ese camino tramposo, oscuro, lleno de ciénagas que era el país, España, y la música Rock en concreto, para hacerse oír, leer, revistas especializadas y otras no tanto, donde nuestro crítico debía de colocarnos sus artículos, sus impresiones, en ese reino pacato, hortera, de pandereta, tiempos difíciles ( ¿ acaso algunos no lo son?), donde predicar casi era peligro y a saber quién lo leía y qué comprendía, el asunto era ir abriendo senderos y ver qué pasaba con unos cuantos, un pequeño puñado de gentes que observaban y leían en la sana intuición de asesorarse, de poder llevarse unos cuantos discos interesantes a sus colecciones. Los que se publicaban en el país, claro, otro asunto era  los que podían ir Pirineos arriba o los viajes a Londres.
 Hijo de la burguesía acomodada y culta, Oriol eligió el rock and roll como medio de vida, primero con artículos, luego trabajando en redacciones, vendiendo los muchos Lps que caían en sus manos a modo de promoción para pagar las diversas adicciones a los que sometió a su cuerpo, pero eso ya lo explica a corazón abierto en La Magnitud Del Desastre; aquí, en los artículos pocos fiables opta por reunir un pequeño grupo de trabajos publicados en 4 décadas, alejado de convencionalismos y andando por el lado salvaje, este Oriol, nuestro outsider particular, a la manera del maestro Hunter S. Thompson, nos sitúa en épocas muy pretéritas y que en ocasiones según la cultura musical del lector, le pueden ayudar a completar discografías o simplemente pasar un buen rato leyendo artículos y crónicas sustanciales.
 En mi caso puedo apuntar a Tod Rundgren, desconocedor como soy de su discográfica, bien pues tomo nota de algunos Lps dobles que los sitúa muy favorablemente. Debo de matizar que todo éste último trabajo está realizado en artículos del Vibraciones de marzo de 1978; luego desmiembra piezas de algunas cositas de Kim Foley, Ted Nugent & Amboy Dukes, Flaming Grovies o The Pretty Things, que por diversas razones me interesan a lo largo de los años en los medios en los que colaboraba.
 Hay más cosas, coloco lo que me sirve de guía, me sorprende que escriba de King Crimson, no lo hacía yo a nuestro gonzo particular en esos menesteres, y sin embargo esperaba con devoción que colocase algo de Burning, New York Dolls, Johnny Thunders, Lou Reed, el Punk, hablase de Detroit, de la iguana, como no podía faltar Iggy Pop, The Stooges, Detroit… hasta de Gay Mercader y de un combate de boxeo.
 Lo mejor del libro, pues lo que siempre ha sido Oriol Llopis, su pasión por el rock en particular y por lo que escribe en general. Quiero decir que cuando se coloca frente a la Olivetti, hablamos de un época donde no hay internet, ni móviles, ni Wikipedia, lo hace con amor y fervor, o eso… o no lo hace. Extender el veneno del rock and roll nunca ha sido fácil querido Oriol, ni en 1974 ni en el 2015. Sólo hubo un instante a finales de la década de los 70 y parte de los 80 en que parecía que aquello tomaba cuerpo. Luego, cronistas, espectadores, lectores, hemos regresado a las madrigueras de disfrutar de lo bueno casi para nosotros solos, los paladares exquisitos son escasos, pero haylos.
 Sigue por libre, hasta el punto de que este Escritos Pocos Fiables se lo financia él. Merece la pena. Textos necesarios para juzgar el papel esencial de la crítica musical en este país.
  Cuando acabe de escuchar a Johnny Thunders me pondré a Peter Case, el disco que me regalaste en la presentación de tu anterior trabajo.






BIBLIOGRAFIA


LA MAGNITUD DEL DESASTRE .- 2012

ESCRITOS POCO FIABLES .- 2014



José Oriol Llopis Valero - Barcelona ( España ) - 1955

Comentarios

  1. Hay cosas que solo se agradecen con el corazón...y esta es una de ellas. Te lo agradezco de TODO corazón.

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