NO ES LO QUE COMES, SINO COMO MASTICAS




 " Si obedecía se reducían lo errores, claro, pero también la satisfacción "




M se encontraba con un gran dilema : ahora sólo tenía una certeza y varias dudas, al revés de cuando fue joven que era poseedor de un manojo de ideas claras y muy pocas incertidumbres le asaltaban a la cabeza.
 Caminaba cabizbajo acompasando cada paso con un leve balanceo de su cuerpo e intentando no chocar con ningún viandante que a esta hora irían camino de su casa o de un restaurante para comer; sí, porque hubo un tiempo que M paraba a yantar a la salida de la carrer Tallers donde tenían el estudio de arquitectura y de su casa, en el Barc Gòtic; pero eso fue hace meses, antes de las Navidades, desde que comenzó el año M va a su domicilio... y andando, dejó de comprar el bono transporte " para ahorrar "... bueno... más bien para poder seguir sobreviviendo. Todo  se ha juntado al comienzo del nefasto año, los recortes en el estudio porque han bajado considerablemente los trabajos, casi hasta la mitad desde hace cinco años cuando empezó esta crisis que sólo era desaceleración de la economía, luego que ya surgían brotes verdes, más tarde que esto lo arreglamos nosotros, meses después que somos independientes  verás que bien nos va a ir ... total que a M  le han recortado un 25% de su sueldo mensual igual que al resto de sus compañeros o iban todos a la calle ¿ y a dónde iba a ir M con su edad pasados los cincuenta ? Si se quedaba sin trabajo y no encontraba nada, agotado el paro ni siquiera podría solicitar el subsidio de desempleo pues no llegaba a tener aún 55 años y del INEM no sabía qué le podía quedar... Perdón... M se ha chocado con una señora y da media vuelta  sobre sí mismo para tropezar con dos adolescentes femeninas que se han echado a reír, supone que de él, claro. Imperdonable, M debe de centrarse y no ir golpeándose con el personal mientras desciende por Las Ramblas en dirección a su casa, eso sí, terminada de pagar hace un lustro junto con el coche y demás reformas... pero ahora se acuerda que hace dos días le llamó A confirmando que iría K a vivir una temporada con él.
 Hay que decir que K es su hija que tuvo con A, una vicetiple que trabajaba en la Gran Vía por la noche y que él conoció por el día en la Plaza del Rey vendiendo hachís... lo  que son las cosas; M pasaba todas las tardes al salir de trabajar por allí y ella se convirtió en su proveedora de hierba y poco a poco la cosa se fue liando... sí, y un día le dijo que estaba embarazada y no se sorprendió ni hicieron planes de pareja ni de futuro... siguieron a los suyo hasta que A tuvo que dejar de trabajar de vicetiple por su bombo y acabó durante medio año en el guardarropas del club. Mientras tanto M en aquella época tocaba en un orquesta que recorría Catalunya desde la primavera hasta  mediados de octubre, así todos los fines de semana y fiestas de guardar. Se sacaba sus buenos dineros y lo hizo durante una década, lo que entre otras cosas le permitió comprarse una Stratocaster Fender nueva.
 Tal vez piensa M fuese su mejor época, aunque como todo es efímero y él es un solipsista convencido, en esa creencia metafísica por la cual de lo único que está seguro es de la existencia de su propia mente.
 Ahora cuando abre el portalón que da acceso a su domicilio y se cruza con un vecino: " Bona tarda " y asciende en el ascensor, y luego mientras se prepara con parsimonia el menú de lo que va a degustar, cree que fue un buen momento de su existencia, ahora tampoco puede quejarse, tiene un grupo de  rock con una nueva savia joven en la sección rítmica y él y J y J, dobles jotas como se les conoce, están felices. Grabaron hace años un Ep con cuatro canciones, han salido de gira abriendo de teloneros para bandas de medio país que pasan por Cataluya, son conocidos en el circuito de Barcelona y a su manera son felices ensayando martes y jueves en el sótano de uno de los J.
 No, no lleva mala vida M, aunque ahora ande un poco triste... empieza a nevar en la ciudad, ve caer los copos a través del ventanal del salón, entra luz, pero en el Barri Gòtic las calles son estrechas y él vive en un segundo piso. Quizás le deprime su trabajo que antaño tanto le entusiasmaba, ser arquitecto es muy importante y le ha permitido vivir muy bien, ganar dinero, status y tener la sensación de respetarse a sí mismo, pero estos últimos años lo único que hace son reformas para pisos que cualquier albañil o jefe de obra con cierta experiencia, incluso alguno de su pueblo, lo haría igual o mejor; eso y que le ha dado en pensar en sus padres ya octogenarios y nada bueno puede esperar, le da pánico que uno de los dos falte y tenga que hacerse cargo del que quede. No sabría que hacer si tuviese que cuidar de su padre, aquí, en Barcelona, ellos que son de Biescas, o con su madre... Hay que decir que M es hijo único. No sabe, hoy tiene el día nublado y que A le llamase para decirle que tiene que recoger a K en el aeropuerto el viernes, que viene para quedarse, ¿ pero qué quiere decir con eso de quedarse ?
 Sí, porque A se fue a vivir a Méjico Distrito Federal hace años, ella es mejicana, y la niña ha pasado temporadas acá y allá, pero ahora su madre requiere una educación " europea y fina " para su hija, allí se matan con cierta facilidad y no quiere eso para ella, así pues se hará cargo de ahora en adelante... No sé, pero M está hoy preocupado, cuando termina de pelar el plátano mastica aún de pie en la cocina y ve el noticiario 24 horas en el pequeño televisor que tiene colocado en una tarima por encima de la nevera, luego pasa al salón, se pone un Nexpreso y enciende un pitillo; otra, M ha reducido por razones económicas la cajetilla de Marlboro de una al día a una a la semana, así pues tres pitos por jornada  y el domingo dos y un purito para compensar.
Todo parece dar vueltas pero hoy no quiere pensar más, se echa la siesta y luego limpiará algo por casa, hoy toca el baño principal, sí, porque también tuvo que despedir a la asistenta que venía dos horas una vez a la semana...  Ahora el trabajo en el " estudio " se ha reducido de 09 a 15 horas. Como tiene tiempo hasta las ocho que han quedado en el sótano de uno de los Jotas, hoy hay ensayo y mañana aeropuerto al mediodía...
 Parece que no, pero la quema de adrenalina en el entrenamiento le ha dejado como si le hubiesen limpiado las venas por dentro. Cuando acaban, dos horas más tarde son las diez pasadas; él marcha con los dos Jotas a cenar a una tasca cercana, mientras que la sección rítmica se va cada por su lado en sus Harley Davinson de gran cilindrada. Pulen el sonido, este fin de semana abren para una banda sueca de gira por España y ellos tienen tres bolos en Catalunya abriendo para los escandinavos... también preparan un Lp que se van a financiar ellos mismos viendo como están las cosas y sabiendo  desde hace años que las discográficas no dan la felicidad.
 M sabe que el estado natural de la vida y de la mente es la complicación,  tal vez casi lo único real que tiene nuestras pequeñas existencias, con lo cual cree que lo que justifica a un sistema es que sus ciudadanos no sufran más de lo que su existir privado requiere; así pues bienvenida será de nuevo a su vida K, mejor acá que  no allá pese al enorme sacrificio que están haciendo los ciudadanos a esta orilla del Mediterráneo. No tiene nada más que darse una vuelta por la Diagonal, la Gran Vía, Las Ramblas... todas llenas de anuncios en las marquesinas de los autobuses de gente desesperada ofreciendo sus servicios ,o en la farolas empapeladas de reclamos de habitaciones en alquiler cuando en otros tiempos eran para pisos, apenas nada de trabajos, si acaso de gente ofreciéndose para cualquier cosa como leones en el circo romano.
 M sale con  tiempo después de comer en dirección al aeropuerto, tiene que atravesar L´Hospitalet de Llobregat y luego aparcar. Cuando llega a la T1 y espera impaciente la llegada de la niña lo primero que se da cuenta, es que ya no es su niña, sino toda una mujer, aunque adolescente, brilla en todo su esplendor, ese que sólo se tiene una vez en la vida y que concentra toda la luz del misterio en un cuerpo; ella arrastra tras de sí un carrito grande con ruedas, lleva un gorro en su cabeza y unos auriculares en sus orejas, cuando lo ve, allí, parado, tieso, se para y levanta sus brazos para llamar su atención mientras se va quitando los aparatos de las orejas y poder observar mejor a esa persona, que es  su padre.
 Cuando se funden en un largo abrazo M piensa que la vida a veces tiene sentido y que esas gotitas  de felicidad son el motor para abrir cada mañana los ojos.

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