NEW YORK DOLLS : LOS GUIÑOLES DE TRAPO



  Hace muchos años.-
  El pitillo se dejaba al borde de la mesa, los más chulos se lo colocaban con la lengua en las comisuras de los labios y jamás se les caía, es que ni la ceniza. Entornaban la mirada cejijunta y con el palo del billar atizaban a la bola blanca que se deslizaba por el tapete verde en dirección a otra de distinto color. Cuando le daba y entraba por un agujero lateral, bien… si no el borde ancho del palo daba estrepitosamente sobre el suelo… El juke box no dejaba de sonar nunca. Y entre humo de pitillos, la musiquilla de las máquinas tragaperras, las de a peseta y las diversas voces de la concurrencia, se pasaban las tardes, algunas de viernes, otras de sábado. El asunto era reunir unas cuantas monedas y quien iba perdiendo se quitaba de la mesa de billar americano, y el opositor depositaba cerca del cenicero la correspondiente calderilla y esperaba su turno de reto.
 Según como había ido el asunto uno estaba más contento o no. La paga semanal se iba en el juego de billares, coches de choque, cines, pipas, algún pitillo suelto y tal vez en el juke box. New York Dolls pertenece a este mundo primario tuyo, aquel que comprendía entre los 15 y 20 años. Puede que sonase Trash o The Milk Man, pero aquello ardía de verdad. Existían más canciones, muchas en la maquinita en cuestión, todo dependía de la hora y de los diversos especímenes que por allí os juntabais. Lo más sencillo era colocar el Satisfaction de los Stones o Fortune Son de la Credence Crearwater Revival. Había muchas y bien pensado en esa España provinciana, pacata, paleta, pero bien intencionada, uno podía escuchar hasta a Sweet, Slade, The Runaways, T. Rex ,The Pretty Things y hasta Flaming Grovies.
 Es decir, música ratonera, pero oye… te ponía el cuerpo tranquilo y salvo unos cuantos “enterados”, el sector femenino era escaso, pero existía, pues pasabas las tardes con poco dinero y mucho orgullo. Escuchabais emisoras nuevas de FM y en las normales triunfaba a todo trapo Comes Alive de Peter Frampton, si el frío acuciaba el cuerpo, teníais 2 salidas, quedaros dentro del garito, pero si el presupuesto ya escaseaba, la cuestión era salir a la acera y, o bien tirar a la izquierda en dirección a La Corredera y adentraros en las murallas romanas que rodeaban parte de la ciudad. Y La otra era salir a la derecha y caminar en dirección a la calle Tres Peces. Dependiendo del horario y soportando la levedad del ser de cada uno, el asunto era no ir a casa hasta el horario marcado, huir de una idiosincrasia rural rebozada con maneras de paletos bullangueros y ecos al vudú gitano; y en la cabeza con varias canciones de las escuchadas en el juke box proseguir un poco más, alargar las monotonías de vuestras existencias que compartidas eran mucho más llevaderas.

 Muchos años después.-  Cambian los jugadores, ahora si acaso sois 3, el lugar, mucho más grande, la metrópolis, los años del cuerpo, si antaño con greñas cuan luengas, salvo excepciones, ahora todos rapaditos, con corte de navaja en el cuello y las patillas, y bien vestidos y perfumados. También puede ser un viernes a la tarde o un sábado verspertino, pero las mesas de billar son múltiples, ya no hay desafíos, uno juega lo que le da la gana y según su presupuesto, su compañía y sobre todo el ambiente y las risas.
 Ahora no hay juke box, alguien desde la cabina coloca Lps enteros: Led Zeppelin son los reyes, pero si te acercas y hoy le pides New York Dolls te los suelta. También a los Stones, Rod Stewart… música de la década de los 70, apenas algo de los 80. Y no, no esperes mucho más pues estamos a finales de ésta y enfrente tenéis una Comisaria de Policía, algunos vasos vacíos de ron y un palo de billar que frotas como la lámpara de Aladino en busca de colocar todas las bolas que te tocan en las ranuras, salvo la negra, y ganar, y echarse unas risas, y seguir escuchando rock en un ambiente sano, donde el único peligro viene de que si ya no fumas, estás envuelto en una niebla permanente, pero es lo que hay.




Lone Star Queen



 Un desastre.-  Los tenías como olvidados, como esos cromos que coleccionabas de crío en el baúl de los recuerdos y un día te acercas a esos recuerdos, a esa nostalgia, y de pronto caes en la cuenta de que han formado parte de tu vida, que los escuchaste mucho en las salas de billares, que contemplabas con ilusión sus carátulas con apenas 2 Lps, pero que ocasionalmente te los colocabas en el plato.
 Un día frío del otoño, que ya tienes metido en tus huesos, te encuentras al lado de tu casa con un enorme cartel de que New York Dolls tocan en tu ciudad. ¡Coño! En esta época de internet, de que ningún secreto es posible, no te habías enterado de que el combo neoyorkino se acercaba a tu metrópolis. No hay lugar a dudas, tu que conservas una memoria estupenda ( todavía ) ves una enorme foto del grupo, y reconoces al instante al pequeño y enjuto Sylvain y al macarra con pinta de travestido que es Johansen, los otros 4 con formas de muñecas de trapo y los cabellos recién salidos de la peluquería, como pinchos, no los colocas.
 Claro, no pueden ser los miembros originales. Estamos al comienzo del otoño, en apenas unos días, concretamente el 7 de Noviembre de 2007 tocan en Madrid y en alguna ciudad más de la Iberia. Vaya con los Dolls. Así pues vas a tener la ocasión de enfrentarte a una banda que ha formado parte de tu existencia, delante de tus narices, o lo que queda de ella. No sería la 1ª vez que los que tocan son mejores que los originales, 30 años atrás. 
 Porque hay que decir que New York Dolls son una pandilla impresentable a comienzos de la década de los 70. Si entendemos no sólo por sus pintas y actos vandálicos y pasados, todo hay que verlo en la perspectiva y el contexto del que hablo, no espero ahora que se metan un pico de heroína en escena ni aparezcan borrachos ni sean capaces de dar dos acordes juntos. ¡Menudo timo, que me devuelvan la entrada intacta y con ella el dinero de la misma, faltaría…!
 Estar en la vanguardia de algo suele ser una desgracia, sobre todo si se quiere subsistir dentro de ella. Y ya teníamos bastantes ejemplos coetáneos con respecto a New York Dolls. La escena de Detroit daba buena cuenta de ello con varios platos a digerir, a saber: MC5, Stooges. Todo llega demasiado pronto, se atragantan con lo que comen, beben y se meten en vena. Si encima se disfrazan de muñecas, travestis, me rio yo de Walk On The Wild Side del amigo Reed. Porque fueron escupidos por el denominado Glam-Rock, propuestas muy salvajes que muy pocos podían entender, asimilar, y ellos, New York Dolls la perdieron antes casi de salir a la escena, porque estos no vinieron al asunto rockero ni nacieron para perder como su paisano Springsteen cantaría algunos años después. Ellos llegaron para pasarlo muy bien, divertirse, reventarse y si caían en el intento, pues chico, mala suerte. Live on the dangerous side of rock llevado a sus últimas consecuencias.
 Aquí no hay ningún mecenas que financia el asunto, los protege y los encandila a la prensa. No entremos en detalles de cómo se juntan unos cuantos depravados locos por el rock and roll, que se disfrazan de muñecas de tacones estratosféricos, pintados los rostros como indios sioux, tocan sucio, hablan mal, dicen tacos, beben, fuman y se meten heroína.   No me queda muy claro si tocan para sacar su música adelante o para pagar los muchos vicios que van adquiriendo. Más bien lo 2º.
 Tienen varias canciones compuestas, a saber: Trash, The Milk Man, Babylon, Looking For A Kiss, Lone Star Queen, Puss ´N´Boots, Bad Girls… en fin, suficientes para grabar un Lp consistente, debemos de estar por los comienzos de los 70 y todavía en 1972 no tienen nada en la calle que canalice en vinilo las supuestas glorias y virtudes de los neoyorkinos. Fuera del circuito americano, y no en todos los sitios claro, son capaces de que alguien les contrate sin que acaben a palos, tirándoles de todo al escenario y ellos respondiendo con las palas de las guitarras y algún micro que vuela en dirección a la testa de algún osado espectador que les ha abucheado, escupido, insultado, o simplemente estaba allí. Pero ni ellos ni su público están dispuestos a cambiar nada.
 Alguien decide que aquello no puede continuar, que son un completo desastre en Estados Unidos, mejor que vengan a la cosmopolita, civilizada Europa. Y acá que vienen dispuestos a comerse el mundo. Críticos sesudos de las revistas especializadas tipo Rock & Folk y Best están dispuestos a escucharles, venerarles, en la sala Bataclán de París. ¿Y qué hacen los chicos de New York Dolls? Nada de represiones, colocados de alcohol y sustancias varias salen a tocar ante un público escéptico, lleno de moteros, tipos duros, algo así como Hell Angels, que no soportan a estas “mariconas” disfrazadas con pelucones, tacones altos, y con sus caras pintadas de coloretes. No están preparados, pero si avisados, para una provocación tan viciosa. Rock And Roll en su estado más puro y salvaje.
 Aquello acabó a guantazo limpio, donde roadies, encargados de seguridad, policías, músicos y espectadores envueltos en un aquelarre tipo Gimme Shelter, había sido toda una lección de rock and roll si salías vivo, y si no, un mártir que añadir a la gloria de la fama y de la estupidez.



Personality Crisis



Siguen sin compañía de discos.-  Con estos antecedentes como para que alguien les cogiera cariño y bajo su protección y distribución. Sólo en bebidas y sustancias varias se les iba el presupuesto de colocar a New York Dolls en la carretera, en un tour serio.
 Las escasas referencias del grupo había que buscarlas en el apartado de sucesos, jamás en las noticias musicales. Hacían un Rhythm & Blues sucio, colocándonos Rock And Roll que arranca a toda máquina y nunca se sabe muy bien cómo va a acabar aquello, si medianamente bien o cada cual por su lado. Ninguna discográfica quiere hacerse cargo de ellos pese a ver un enorme potencial en el grupo. En Inglaterra, en un tour catastrófico como todo lo que les rodea, se les muere el batería, un tal Billy Murcia a consecuencia de una sobredosis de alcohol y Mandrax. No se les ocurrió otra cosa que meter al muchacho en la bañera llena de agua fría para reanimarle y lo que consiguieron fue ahogarlo… Tal cual. Salieron de Inglaterra por piernas y como pudieron antes de que la policía se pusiese a investigar en serio. Por ahora… buscan batería nuevo.



Red Patent Leather



Johnny Thunders.- Este sujeto anda en apenas 20 primaveras, es un guitarrista con muchas virtudes y defectos, vamos, una especie de Keith Richard´s, otro más, con pintas de cíngaro callejero y atracador de bancos, con unas rasgadas medias de red que asomaban bajo unos desastrosos pantalones de cuero. Es la pinta que se gasta cuando alrededor de él quiere formar un grupo de rock, la piedra filosofal sobre la que girará New York Dolls. Quien recluta al futuro ahogado, Bylly Murcia para la batería, un tipo bajito de ascendencia egipcia que no sé muy bien porque insiste en su procedencia parisina y que responde por el nombre artístico de Sylvain Sylvain, 2 veces, por si no ha quedado claro así a la primera. Alguien tendría que cantar, y se decantan por un larguirucho y escuálido David Johansen. Con unas pintas tremendas y ganas de tocar se plantan en Inglaterra y allí sucede el deceso de Murcia.
 Como no se habían asustado demasiado, reclutan a un nuevo batería que aparecía en escena con tetas postizas, corsé, medias y demás parafernalia, Jerry Nolan, que desde entonces se encarga de las baquetas. Al bajo se encargaría Arthur Kane, Jr. Desde luego debieron de pasárselo muy bien, pues consiguen que una discográfica les haga caso y les contrate. Como experiencia y canciones tenían de sobra, no tardaron mucho en materializar esa fama en un excelente disco y tener un productor de relumbrón, no por su experiencia como tal, pero si como músico reputado, nada menos que Todd Rundgren.





Looking For A Kiss





 NEW YORK DOLLS .- Julio de 1973.-
 Rock and roll simple y genuino endurecido por 2 guitarras en estado salvaje de las que se encargan Johnny Thunders y Sylvain Sylvain. Todo lo que esperaba de ellos sale a relucir en vinilo. Ecos y coros callejeros, como si te encontrases con ellos en un callejón, apártate: Trash, lo macarras que son, esas eléctricas arrastradas y ese piano respingón de honky town, Personality Crisis.
 Pese al relumbrón de la producción de un grande en estos momentos, Todd Rungren, que no sé si supo sacarles todo el partido a esta pandilla de teenagers, pero el Lp echa humo, canciones como Looking For A Kiss, la oscura Vietnamese Baby, hasta meten vientos en la pausada Lonely Planet Boy. Y nos dejan pildorazos eternos al margen de los ya mencionados como Private World, Bad Girl o Jet Boy. Y hasta una  versión que hacen completamente suya: Pills, de Bo Diddley, la única adaptación, pues todo el grueso del Lp lo firman mayormente Johansen, Thunders y Sylvain.
 Sabor a clásico que como las buenas barricas es mejor cuanto más tiempo pasa, fieles a su generación y a su contexto, realizan un rock and roll de patillas y greñas cuan luengas, speed en vena y al corazón, drogas duras, y limpian de un plumazo tanto heavy de salón que vendría 10 después. Decir soberbio disco, es quedarse muy corto.



Jet Boy



Caña al mono que es de goma y viene por la calle dando de guantazos.-  No hay cambios. Sólo observo, con la distancia necesaria, de que desde mi punto de vista New York Dolls se divide en 2 + 1 + 1 + 1. No, no es una táctica baloncestística, el asunto del balón de la canasta se me escapa por completo. Me explico, Thunders y Nolan forman un dúo peculiar, unido su compromiso con el grupo, viven la vida de estrellas callejeras de rock and roll, a saber, drogas, juergas, vida noctívaga y cuantos vicios puedan asociarse o imaginarse. En el otro lado el resto, un Johansen que camina como puede, Klane, un alcohólico devorado por los celos de su novia que le llega a dar tajos en los dedos para que no salga de gira con los Dolls y un Sylvain que se esconde en el fondo del baúl para que no lo encuentren.
 Thunders se lía con una teenagers quinceañera en Los Ángeles y se la trae a Nueva York. Resulta que la mocosa es hija de un adinerado joyero californiano que le manda a la policía detrás con el fin de que traiga a su retoño a sus brazos paternales, olvidando el asunto.¡ Cosas de la edad ! La cosa se soluciona, pero mientras tanto Jerry Nolan entra en un clínica de desintoxicación por su adicción continuada a la heroína.
 Y que pasa mientras tanto, pues que el primer disco New York Dolls grabado hace unos meses en los rimbombantes estudios Record Plant de Nueva York, pese a salir en los calores del estío, nadie le hace caso en cuanto a ventas por más que las críticas sean favorables, y que al comienzo de 1974 lo intentan de nuevo en la capital, esta vez en A&R Studios, con el mismo planteamiento y resultados. O sea rock and roll, es decir… la nada.


Bueno, estaba muy pasado cuando los polis me preguntaron de donde venía.
Uno miró mis neumáticos, otro mi carnet de identidad.
 Con aquella cara de drogado, era fácil de comprobar
 Que yo venía de Babilonia…



Babylon



 TOO MUCH TOO SOON.- Mayo de 1974.-
 Miren, hasta puede que la producción sea más sofisticada de Shadow Morton (que no tengo ni idea de quién era o es y tampoco me voy a poner a investigar), pero por los surcos del vinilo fluyen las arcaicas razones por las que yo soy y seré rockero.
 Vale que hasta se marcan 4 adaptaciones y el resto son 6 originales. Pero vaya trallazo. Sí, tal vez el título ya lo refleja y no sean tan tozudos para no ver en la niebla de su colocón que todo era demasiad fuerte y demasiado temprano, pero escuchar la versión que se marcan de Johnny Holiday en el instrumental Courageous Cat Theme te tira de espaldas. Pocos frotman como Johansen hay y había, tipo que es capaz de vocalizar correctamente en su lengua vernácula, excelente inglés, pero que le sirve para recitar, ser arrogante, insultar y decir en directo ( lo he comprobado 2 veces a apenas 2 metros de su larga figura), lo que le da la gana, cuando quiere y le apetece.
 Trallazos chulescos y macarras como Babylon los he escuchado pocas veces, intentos de imitación, varios, pero tan auténticos como se muestran aquí los Dolls, pocos poquitos. Incólumes y precisos en varios temas, me quedo con Lone Star Queen, vaya armónica de tranviario que se marca David Johansen. Rocks concisos en Chatterbox, adaptaciones gloriosas como Don´t Mess With Cupid o Stranded In The Jungle;  rock and roll etilícos:  Who Are The Mistesry Girls?, It´s Too Late, o el punk adelantado a su tiempo que es Puss ´N´ Boots.




Puss ´N´Boots


De aquí a la eternidad.-  Si no fueran unas cabras locas, tal vez ahí radique su magia y fuerza, podrían haber continuado, pero pese a que el disco Too Much Too Soon entró en el top - 200 de Estados Unidos, sus actuaciones eran más bien caóticas. Ahora, dirigidos por Malcolm McLaren, salían al escenario de cuero rojo y con una amplia bandera comunista a sus espaldas, todo provocación claro, o eso pretendían. Lo que aguantaban en pie era demoledor, pero no se sabía cuánto tiempo. Cuando aquello se sostenía, ni que decir que New York Dolls prendían fuego con sus pildorazos, llevar al directo a sus 2 Lps publicados eran suficiente para pasar un gran rato de rock and roll; además le añadían recetas ajenas que en directo cobraban más fuerza, por ejemplo a Bo Diddley le obsequiaban con Pills, Willie Dixon con Hoochie Coochie Man, Sony Boy Williamson salía bien parado con Don´t  Start Me Talking.
 Todas estas canciones y lo publicado por los Dolls se encuentra en una caja triple titulada  From Here To Eternity – The Live Bootleg Box Set – 2006, grabada en directo en los años 1973/74 en París, Detroit, Vancouver, Dallas… De sonido defectuoso pero sirve para hacerse una idea de lo que eran capaces de tocar en directo.
 La anfetamina hecha rock and roll, pero hete aquí que el dúo que forman Johnny Thunders y Jerry Nolan dejan tirado al grupo en plena gira americana en 1975, regresan a Nueva York donde unos meses más tarde ya se hacen llamar Hearbreakers. El resto de los Dolls sigue adelante con la ayuda de un nuevo batería y un teclista, e incluso unos meses más tarde se van de tour por Japón. Pero irremediablemente sin el batería Nolan ni la gracia y composición guitarrista de Thunders, aquello no tiene ningún futuro. Y No, no lo tiene.




Lonely Planet Boy



Cada muñeca se va a su cajón.- El bajista Arthur Kane reformó su antigua banda tras la experiencia más que fuerte de haber estado 3 años en New York Dolls, es decir Lock. Se me escapa por completo si su novia seguía cortándole parte de los dedos o ya más relajada. O si seguían juntos. Tanto Johnny Thunders como Jerry Nolan logran hilar una gran banda, Hearbreakers, y con un gran sentido del humor titulan a su primer trabajo Great Hits Of Hearbreakers, pero el segundo es canela fina: Like A Mather Funker – 1979, un soberbio doble Lp. Rock de perdedor, de aquellos que saben que nunca alcanzarán la  gloria, opino que jamás la buscaron en los canones mainstraim. Luego se separaron y la “muñeca” Nolan estaba por Nueva York con nuevas ideas y Thunders iba y venía, jeringuilla en brazo, tocando por unas dosis e incluso una temporada larga se instaló en Francia donde era venerado. Varios discos de él merecen la pena, pero sin el concepto de grupo en el que desarrolló su carrera más potente.
 Sylvain se escondió de nuevo en el baúl del trastero. Allí se le podía encontrar cuando uno quería jugar con su hermana pequeña y sacar el trapo, hacer teatrillo con él. De hecho el único que sobrevivió tanto artística como vitalmente es David Johansen con su carrera en solitario, sin pena ni gloria.
 Parece casi mentira, pero hasta que Johnny Thunders muere en extrañas circunstancias en Nueva Orleans, pasan muchos más años de los que procedía viendo la vida errante y caótica que llevaba. Con 38, en abril de 1991, dejaba 3 hijos y por supuesto, toda la mitomanía que con ella conlleva. Jerry Nolan aguantó 9 meses más que su excompañero, en enero de 1992 una combinación letal de meningitis y neumonía se lo llevaba con 45 años.



Runnin´ Around




 Teoricamente esto debería de acabar aquí.-  Si entendemos que el grupo como tal no existe. Pero mira tú por donde, las muñecas sobrevivientes, la del baúl y la larguirucha sobre unos tacones kilométricos, deciden que aquello puede tener vida. Y no sólo en directo, sino apoyando el proyecto en un nuevo disco. Al asunto se suman Steve Conte, Sami Yaffa, Brian Delaney y Brian Koonin. Convertidos en sexteto y sin pretender reverdecer viejas glorias, creo que tanto Sylvain Sylvain como David Johansen saben que estamos a mediados de la 1ª década del siglo XXI, y que nunca sonaran como con Johnny Thunders ni Jerry Nolan, pero ganan hacer giras profesionales apoyados en excelentes músicos y con un contenido sustancioso que defender encima de un escenario. Pues bien, deciden en 2004 poner de nuevo el proyecto de New York Dolls en pie, o lo que queda de él, 30 años después de su último disco, lo cual puede ser osado, pero meritorio si se hace con calidad y honradez.
 Es ahí donde los ligo por 1ª vez en directo, el famoso cartel que me encontré al lado de casa. Esperé a verles en el show y poder comprobar su estado. Luego vino el Lp  acompañado de un vídeo con varias canciones de la gestación del mismo. Si el regreso de The Stooges hubiese tenido el contenido en disco que llevan los Dolls, todavía estaríamos dándonos la enhorabuena. Pero en el rock, como en las familias, las felices todas son iguales, aquellas que no lo son, cada una lo es a su manera.




Dance Like A Money






 ONE DAY IT WILL PLEASE US TO REMEMBER EVEN THIS.- Julio de 2006. -
  El disco tiene fuerza, carácter, buenas canciones, marketing siglo 21, sonido actual y rock. Ahora los Dolls ejecutan un rock de alcurnia, sólo rock and roll en directo, en disco, rock, que no es lo mismo, ni mucho menos. 
 Hay unos cuantos trallazos, sin importarles mucho si entran en las listas o serán bien recibidos cuando todos cumplen las 6 décadas de existencia en este negocio. Pero son muy buenos profesionales y se marcan un magnifico disco, si éste es el regreso, pues bien venidos sean a esta mediocridad musical que nos invade.
 Desde Dance Like A Money, Punishing World, We´re All In Love, Gotta Get Away From Tommy, Gimme Luv & Turn On The Light  dejan el listón muy alto.
 También saben jugar con los tiempos, le tienen cogido el asunto de la grabación, son muchos lustros con el mismo asunto. Así, son capaces de marcarse bonitas tonadas relajadas: Maimed Happiness, I Ain´t Got Notthin´ o Take A Good Look At My Good Looks.
  Conjugan las guitarras eléctricas de Sylvain y Conte, con ramalazos de vientos y un piano de Koonin, que sabe cuándo debe ser protagonista o solo mero acompañante.  Por no faltar, ni siquiera una versión de Bo Didley: Seventeen;  ni algunas ayudas extras como Iggy Pop en Gimme Luv & Turn On The Light o Michael Stirpe en Dancing On The Lip Of A Volcano.
  Bonito disco, buen regreso de vuelta.


David Johansen :.- Voz – Armónica
Sylvain Sylvain : Guitarra
Steve Conte: Guitarra
Brian Delaney : Batería
Sami Yaffa: Bajo
Brian Koonin : Piano









I Ain´t Got Notthin´



 Ya no son un puñado de guiñoles de trapo, ni su sonido un rosario de canciones que decoraba el escenario con actuaciones caóticas, ni los gamberros del underground neoyorkino que influyeron en tantas bandas;  New York Dolls, padres putativos de The Ramones, aunque ambos son de la misma generación, simplemente aparecieron 3 años antes, discográficamente hablando, forman ahora un compacto grupo de rock donde son capaces de salpicarnos con temas  que compusieron hace más de 30 años y los actuales, arreglados a mediados y finales de la década 1ª del siglo 21.
 Su regreso no sólo a los escenarios sino con la publicación de otro disco, lejos de encontrarnos con la nostalgia decaída y una revisión a su pasado, inyectan nueva sangre. Johansen y Sylvain son conscientes de las décadas transcurridas y adoptan una actitud positiva a sus nuevos trabajos, sin un ápice de revisionismo barato ni caer en la paranoia de hacerse un harakiri. Sin van a hacer otro álbum, que sea bueno y siga el sendero del anterior, con título tan premonitorio: One Day It Will Please Us To Remember Even This,  lejos de complacerse en abusar de un tipo de rock and roll que ellos tienen más que sabido, buscan nuevos entresijos y dejarnos nuevas canciones.



 This Is Ridiculous



CAUSE I SEZ SO.- Mayo de 2009.- 
 Guiño a su pasado, Todd Rundgren vuelve a producirles 36 años después de su debut con aquel entrañable y lejano  New York Dolls – 1973.
 Sonido actual, inauguran con el tema que da título al álbum, un rock conciso y preciso, bien pulido y single de avanzadilla. Pese a  que abunden los medios tempos, consiguen facturar un buen puñado de canciones interesantes y de calidad: Muddy Bones, Lonely So Song            La dulzura en mayúsculas, Better Than You, En ese eclecticismo de que hacen gala los nuevos New York Dolls, nada mejor que colocarse entre la psicodelia pantanosa que nos retratan en My World, Drowning; el R&B de This Is Ridiculous, Yobody Got No Bignens. La chulita Temptation To Exit, los ecos del otoño con esa guitarra acústica de Steve Conte en Making It Rain. Se marcan un reggae vacilón en Trash ( Johansen/ Sylvain ), nada que ver con el que incluyeron en su primer disco y firmado por ellos mismos.
 Para temas cañeros, Cause I Sez So y Exorcism Of Despair.




DISCOGRAFIA SELECCIONADA




 NEW YORK DOLLS .- 1973

TOO MUCH, TOO SOON.- 1974                                     


FROM HERE TO ETERNITY .- TRIPLE
DIRECTO.- THE LIVE BOOTLEG BOX SET .- 2006

ONE DAY IT WILL PLEASE US TO
REMEMBER EVEN THIS .- 2006

CAUSE I SEZ SO .- 2009.-









 Jhonny Thunders : 15 de Julio de 1952 – Nueva York (USA) .- 23 de Abril de 1991 .- Nueva Orleans (Estados Unidos).-
Arthur Harold Kane : 3 de Febrero de 1949 – Nueva York (USA) .- 13 de Julio de 2004 .- Los Ángeles (Estados Unidos ).-
Gerard Nolan : 7 de Mayo de 1946 – Nueva York (USA) .- 14 de Enero de 1992 .- Nueva York (Estados Unidos).-
David Roger Johansen : 9 de Enero de 1950 – Nueva York (USA).-
Sylvain Mizrahi : 14 de Febrero de 1951 .- El Cairo (Egipto).-








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