NEW YORK DOLLS : LOS GUIÑOLES DE TRAPO
Hace muchos años.-
El pitillo se dejaba al borde de la mesa, los
más chulos se lo colocaban con la lengua en las comisuras de los labios y jamás
se les caía, es que ni la ceniza. Entornaban la mirada cejijunta y con el palo
del billar atizaban a la bola blanca que se deslizaba por el tapete verde en
dirección a otra de distinto color. Cuando le daba y entraba por un agujero lateral, bien… si no el borde ancho del palo daba
estrepitosamente sobre el suelo… El juke box no dejaba de sonar nunca. Y entre
humo de pitillos, la musiquilla de las máquinas tragaperras, las de a peseta y las diversas voces de la
concurrencia, se pasaban las tardes, algunas de viernes, otras de sábado. El
asunto era reunir unas cuantas monedas y quien iba perdiendo se quitaba de la
mesa de billar americano, y el opositor depositaba cerca del cenicero la
correspondiente calderilla y esperaba su turno de reto.
Según como había ido el asunto uno estaba más
contento o no. La paga semanal se iba en el juego de billares, coches de
choque, cines, pipas, algún pitillo suelto y tal vez en el juke box. New York Dolls pertenece a este mundo
primario tuyo, aquel que comprendía entre los 15 y 20 años. Puede que sonase Trash o The Milk Man, pero aquello ardía de verdad. Existían más canciones,
muchas en la maquinita en cuestión, todo dependía de la hora y de los diversos
especímenes que por allí os juntabais. Lo más sencillo era colocar el Satisfaction de los Stones o Fortune Son de la Credence Crearwater
Revival. Había muchas y bien pensado en esa España provinciana, pacata, paleta,
pero bien intencionada, uno podía escuchar hasta a Sweet, Slade, The Runaways,
T. Rex ,The Pretty Things y hasta Flaming Grovies.
Es decir, música ratonera, pero oye… te ponía
el cuerpo tranquilo y salvo unos cuantos “enterados”, el sector femenino era
escaso, pero existía, pues pasabas las tardes con poco dinero y mucho orgullo. Escuchabais
emisoras nuevas de FM y en las normales
triunfaba a todo trapo Comes Alive de
Peter Frampton, si el frío acuciaba el cuerpo, teníais 2 salidas, quedaros dentro del garito, pero si el presupuesto ya escaseaba, la cuestión era salir a la acera y, o bien tirar a la izquierda en dirección a La Corredera y adentraros en las
murallas romanas que rodeaban parte de la ciudad. Y La otra era salir a la
derecha y caminar en dirección a la calle Tres Peces. Dependiendo del horario y
soportando la levedad del ser de cada uno, el asunto era no ir a casa hasta el
horario marcado, huir de una idiosincrasia rural rebozada con maneras de paletos bullangueros y ecos al vudú gitano; y en la cabeza con varias canciones de las escuchadas en el
juke box proseguir un poco más, alargar las monotonías de vuestras existencias
que compartidas eran mucho más llevaderas.
Muchos años después.- Cambian los jugadores, ahora si acaso sois 3, el lugar, mucho más grande, la metrópolis, los años del cuerpo, si antaño con greñas cuan luengas, salvo excepciones, ahora todos rapaditos, con corte de navaja en el cuello y las patillas, y bien vestidos y perfumados. También puede ser un viernes a la tarde o un sábado verspertino, pero las mesas de billar son múltiples, ya no hay desafíos, uno juega lo que le da la gana y según su presupuesto, su compañía y sobre todo el ambiente y las risas.
Ahora no hay juke box, alguien desde la cabina coloca Lps enteros: Led Zeppelin son los reyes, pero si te acercas y hoy le pides New York Dolls te los suelta. También a los Stones, Rod Stewart… música de la década de los 70, apenas algo de los 80. Y no, no esperes mucho más pues estamos a finales de ésta y enfrente tenéis una Comisaria de Policía, algunos vasos vacíos de ron y un palo de billar que frotas como la lámpara de Aladino en busca de colocar todas las bolas que te tocan en las ranuras, salvo la negra, y ganar, y echarse unas risas, y seguir escuchando rock en un ambiente sano, donde el único peligro viene de que si ya no fumas, estás envuelto en una niebla permanente, pero es lo que hay.
Lone Star Queen
Personality Crisis
Siguen sin compañía de discos.- Con estos antecedentes como para que alguien les cogiera cariño y bajo su protección y distribución. Sólo en bebidas y sustancias varias se les iba el presupuesto de colocar a New York Dolls en la carretera, en un tour serio.
Las escasas referencias del grupo había que buscarlas en el apartado de sucesos, jamás en las noticias musicales. Hacían un Rhythm & Blues sucio, colocándonos Rock And Roll que arranca a toda máquina y nunca se sabe muy bien cómo va a acabar aquello, si medianamente bien o cada cual por su lado. Ninguna discográfica quiere hacerse cargo de ellos pese a ver un enorme potencial en el grupo. En Inglaterra, en un tour catastrófico como todo lo que les rodea, se les muere el batería, un tal Billy Murcia a consecuencia de una sobredosis de alcohol y Mandrax. No se les ocurrió otra cosa que meter al muchacho en la bañera llena de agua fría para reanimarle y lo que consiguieron fue ahogarlo… Tal cual. Salieron de Inglaterra por piernas y como pudieron antes de que la policía se pusiese a investigar en serio. Por ahora… buscan batería nuevo.
Jet Boy
Un
desastre.- Los tenías como
olvidados, como esos cromos que coleccionabas de crío en el baúl de los
recuerdos y un día te acercas a esos recuerdos, a esa nostalgia, y de pronto
caes en la cuenta de que han formado parte de tu vida, que los escuchaste mucho
en las salas de billares, que contemplabas con ilusión sus carátulas con apenas
2 Lps, pero que ocasionalmente te los colocabas en el plato.
Un día frío del otoño, que ya tienes metido en tus
huesos, te encuentras al lado de tu casa con un enorme cartel de que New York
Dolls tocan en tu ciudad. ¡Coño! En esta época de internet, de que ningún
secreto es posible, no te habías enterado de que el combo neoyorkino se
acercaba a tu metrópolis. No hay lugar a dudas, tu que conservas una memoria
estupenda ( todavía ) ves una enorme foto del grupo, y reconoces al instante al
pequeño y enjuto Sylvain y al macarra con pinta de travestido que es Johansen,
los otros 4 con formas de muñecas de trapo y los cabellos recién salidos de la
peluquería, como pinchos, no los colocas.
Claro, no pueden ser los miembros originales. Estamos al comienzo del otoño, en apenas unos días, concretamente el 7 de Noviembre de 2007 tocan en Madrid y en alguna ciudad más de la Iberia. Vaya con los Dolls. Así pues vas a tener la ocasión de enfrentarte a una banda que ha formado parte de tu existencia, delante de tus narices, o lo que queda de ella. No sería la 1ª vez que los que tocan son mejores que los originales, 30 años atrás.
Claro, no pueden ser los miembros originales. Estamos al comienzo del otoño, en apenas unos días, concretamente el 7 de Noviembre de 2007 tocan en Madrid y en alguna ciudad más de la Iberia. Vaya con los Dolls. Así pues vas a tener la ocasión de enfrentarte a una banda que ha formado parte de tu existencia, delante de tus narices, o lo que queda de ella. No sería la 1ª vez que los que tocan son mejores que los originales, 30 años atrás.
Porque hay que decir que New York Dolls son
una pandilla impresentable a comienzos de la década de los 70. Si entendemos no
sólo por sus pintas y actos vandálicos y pasados, todo hay que verlo en la
perspectiva y el contexto del que hablo, no espero ahora que se metan un pico
de heroína en escena ni aparezcan borrachos ni sean capaces de dar dos acordes juntos.
¡Menudo timo, que me devuelvan la entrada intacta y con ella el dinero de la
misma, faltaría…!
Estar en la vanguardia de algo suele ser una
desgracia, sobre todo si se quiere subsistir dentro de ella. Y ya teníamos
bastantes ejemplos coetáneos con respecto a New York Dolls. La escena de
Detroit daba buena cuenta de ello con varios platos a digerir, a saber: MC5,
Stooges. Todo llega demasiado pronto, se atragantan con lo que comen, beben y se
meten en vena. Si encima se disfrazan de muñecas, travestis, me rio yo de Walk On The Wild Side del amigo Reed.
Porque fueron escupidos por el denominado Glam-Rock, propuestas muy salvajes
que muy pocos podían entender, asimilar, y ellos, New York Dolls la perdieron
antes casi de salir a la escena, porque estos no vinieron al asunto rockero ni
nacieron para perder como su paisano Springsteen cantaría algunos años después.
Ellos llegaron para pasarlo muy bien, divertirse, reventarse y si caían en el
intento, pues chico, mala suerte. Live
on the dangerous side of rock llevado a sus últimas consecuencias.
Aquí no hay ningún mecenas que
financia el asunto, los protege y los encandila a la prensa. No entremos en
detalles de cómo se juntan unos cuantos depravados locos por el rock and roll,
que se disfrazan de muñecas de tacones estratosféricos, pintados los rostros
como indios sioux, tocan sucio, hablan mal, dicen tacos, beben, fuman y se
meten heroína. No me queda muy
claro si tocan para sacar su música adelante o para pagar los muchos vicios que
van adquiriendo. Más bien lo 2º.
Tienen varias canciones compuestas, a saber: Trash, The Milk Man, Babylon, Looking For A
Kiss, Lone Star Queen, Puss ´N´Boots, Bad Girls… en fin, suficientes para grabar
un Lp consistente, debemos de estar por los comienzos de los 70 y todavía en
1972 no tienen nada en la calle que canalice en vinilo las supuestas glorias y
virtudes de los neoyorkinos. Fuera del circuito americano, y no en todos los
sitios claro, son capaces de que alguien les contrate sin que acaben a palos,
tirándoles de todo al escenario y ellos respondiendo con las palas de las
guitarras y algún micro que vuela en dirección a la testa de algún osado
espectador que les ha abucheado, escupido, insultado, o simplemente estaba
allí. Pero ni ellos ni su público están dispuestos a cambiar nada.
Alguien decide que aquello no puede continuar,
que son un completo desastre en Estados Unidos, mejor que vengan a la
cosmopolita, civilizada Europa. Y acá que vienen dispuestos a comerse el mundo.
Críticos sesudos de las revistas especializadas tipo Rock & Folk y Best
están dispuestos a escucharles, venerarles, en la sala Bataclán de París. ¿Y
qué hacen los chicos de New York Dolls? Nada de represiones, colocados de
alcohol y sustancias varias salen a tocar ante un público escéptico, lleno de
moteros, tipos duros, algo así como Hell Angels, que no soportan a estas “mariconas” disfrazadas con pelucones, tacones altos, y con sus caras pintadas de coloretes. No están
preparados, pero si avisados, para una provocación tan viciosa. Rock And Roll
en su estado más puro y salvaje.
Aquello acabó a guantazo limpio, donde
roadies, encargados de seguridad, policías, músicos y espectadores envueltos en
un aquelarre tipo Gimme Shelter,
había sido toda una lección de rock and roll si salías vivo, y si no, un mártir
que añadir a la gloria de la fama y de la estupidez.
Personality Crisis
Siguen sin compañía de discos.- Con estos antecedentes como para que alguien les cogiera cariño y bajo su protección y distribución. Sólo en bebidas y sustancias varias se les iba el presupuesto de colocar a New York Dolls en la carretera, en un tour serio.
Las escasas referencias del grupo había que buscarlas en el apartado de sucesos, jamás en las noticias musicales. Hacían un Rhythm & Blues sucio, colocándonos Rock And Roll que arranca a toda máquina y nunca se sabe muy bien cómo va a acabar aquello, si medianamente bien o cada cual por su lado. Ninguna discográfica quiere hacerse cargo de ellos pese a ver un enorme potencial en el grupo. En Inglaterra, en un tour catastrófico como todo lo que les rodea, se les muere el batería, un tal Billy Murcia a consecuencia de una sobredosis de alcohol y Mandrax. No se les ocurrió otra cosa que meter al muchacho en la bañera llena de agua fría para reanimarle y lo que consiguieron fue ahogarlo… Tal cual. Salieron de Inglaterra por piernas y como pudieron antes de que la policía se pusiese a investigar en serio. Por ahora… buscan batería nuevo.
Red Patent Leather
Johnny Thunders.- Este sujeto anda en apenas 20
primaveras, es un guitarrista con muchas virtudes y defectos, vamos, una
especie de Keith Richard´s, otro más, con pintas de cíngaro callejero y
atracador de bancos, con unas rasgadas medias de red que asomaban bajo unos
desastrosos pantalones de cuero. Es la pinta que se gasta cuando alrededor de
él quiere formar un grupo de rock, la piedra filosofal sobre la que girará New
York Dolls. Quien recluta al futuro ahogado, Bylly Murcia para la batería, un
tipo bajito de ascendencia egipcia que no sé muy bien porque insiste en su procedencia
parisina y que responde por el nombre artístico de Sylvain Sylvain, 2 veces,
por si no ha quedado claro así a la primera. Alguien tendría que cantar, y se
decantan por un larguirucho y escuálido David Johansen. Con unas pintas
tremendas y ganas de tocar se plantan en Inglaterra y allí sucede el deceso de
Murcia.
Como no se habían asustado demasiado, reclutan
a un nuevo batería que aparecía en escena con tetas postizas, corsé, medias y
demás parafernalia, Jerry Nolan, que desde entonces se encarga de las baquetas.
Al bajo se encargaría Arthur Kane, Jr. Desde luego debieron de pasárselo muy
bien, pues consiguen que una discográfica les haga caso y les contrate. Como
experiencia y canciones tenían de sobra, no tardaron mucho en materializar esa
fama en un excelente disco y tener un productor de relumbrón, no por su
experiencia como tal, pero si como músico reputado, nada menos que Todd
Rundgren.
Looking For A Kiss
NEW YORK DOLLS .- Julio de 1973.-
Rock and roll simple y genuino endurecido por 2 guitarras en
estado salvaje de las que se encargan Johnny Thunders y Sylvain Sylvain. Todo lo
que esperaba de ellos sale a relucir en vinilo. Ecos y coros callejeros, como
si te encontrases con ellos en un callejón, apártate: Trash, lo macarras que son, esas eléctricas arrastradas y ese piano
respingón de honky town, Personality Crisis.
Pese al relumbrón de la producción de un grande en estos
momentos, Todd Rungren, que no sé si supo sacarles todo el partido a esta
pandilla de teenagers, pero el Lp echa humo, canciones como Looking For A Kiss, la oscura Vietnamese Baby, hasta meten vientos en
la pausada Lonely Planet Boy. Y nos
dejan pildorazos eternos al margen de los ya mencionados como Private World, Bad Girl o Jet Boy. Y hasta una versión
que hacen completamente suya: Pills, de
Bo Diddley, la única adaptación, pues todo el grueso del Lp lo firman
mayormente Johansen, Thunders y Sylvain.
Sabor a clásico que como las buenas barricas
es mejor cuanto más tiempo pasa, fieles a su generación y a su contexto,
realizan un rock and roll de patillas y greñas cuan luengas, speed en vena y al
corazón, drogas duras, y limpian de un plumazo tanto heavy de salón que vendría
10 después. Decir soberbio disco, es quedarse muy corto.
Jet Boy
Caña al mono que es de goma y viene
por la calle dando de guantazos.- No hay cambios. Sólo
observo, con la distancia necesaria, de que desde mi punto de vista New York
Dolls se divide en 2 + 1 + 1 + 1. No, no es una táctica baloncestística, el
asunto del balón de la canasta se me escapa por completo. Me explico, Thunders
y Nolan forman un dúo peculiar, unido su compromiso con el grupo, viven la vida
de estrellas callejeras de rock and roll, a saber, drogas, juergas, vida noctívaga
y cuantos vicios puedan asociarse o imaginarse. En el otro lado el resto, un
Johansen que camina como puede, Klane, un alcohólico devorado por los celos de
su novia que le llega a dar tajos en los dedos para que no salga de gira con
los Dolls y un Sylvain que se esconde en el fondo del baúl para que no lo
encuentren.
Thunders se lía con una teenagers quinceañera
en Los Ángeles y se la trae a Nueva York. Resulta que la mocosa es hija de un
adinerado joyero californiano que le manda a la policía detrás con el fin de
que traiga a su retoño a sus brazos paternales, olvidando el asunto.¡ Cosas de
la edad ! La cosa se soluciona, pero mientras tanto Jerry Nolan entra en un
clínica de desintoxicación por su adicción continuada a la heroína.
Y que pasa mientras tanto, pues que el primer
disco New York Dolls grabado hace
unos meses en los rimbombantes estudios Record Plant de Nueva York, pese a salir
en los calores del estío, nadie le hace caso en cuanto a ventas por más que las
críticas sean favorables, y que al comienzo de 1974 lo intentan de nuevo en la
capital, esta vez en A&R Studios, con el mismo planteamiento y resultados.
O sea rock and roll, es decir… la nada.
Bueno, estaba muy
pasado cuando los polis me preguntaron de donde venía.
Uno miró mis neumáticos,
otro mi carnet de identidad.
Con aquella cara de drogado, era fácil de
comprobar
Que yo venía de Babilonia…
Babylon
TOO MUCH TOO
SOON.- Mayo
de 1974.-
Miren, hasta puede que la producción sea más
sofisticada de Shadow Morton (que no tengo ni idea de quién era o es y tampoco
me voy a poner a investigar), pero por los surcos del vinilo fluyen las arcaicas
razones por las que yo soy y seré rockero.
Vale que hasta se
marcan 4 adaptaciones y el resto son 6 originales. Pero vaya trallazo. Sí, tal
vez el título ya lo refleja y no sean tan tozudos para no ver en la niebla de
su colocón que todo era demasiad fuerte y
demasiado temprano, pero escuchar la versión que se marcan de Johnny Holiday
en el instrumental Courageous Cat Theme
te tira de espaldas. Pocos frotman como Johansen hay y había, tipo que es capaz
de vocalizar correctamente en su lengua vernácula, excelente inglés, pero que
le sirve para recitar, ser arrogante, insultar y decir en directo ( lo he
comprobado 2 veces a apenas 2 metros de su larga figura), lo que le da la gana,
cuando quiere y le apetece.
Trallazos
chulescos y macarras como Babylon los
he escuchado pocas veces, intentos de imitación, varios, pero tan auténticos
como se muestran aquí los Dolls, pocos poquitos. Incólumes y precisos en varios
temas, me quedo con Lone Star Queen,
vaya armónica de tranviario que se marca David Johansen. Rocks concisos en Chatterbox, adaptaciones gloriosas como Don´t Mess With Cupid o Stranded
In The Jungle; rock and roll etilícos:
Who
Are The Mistesry Girls?, It´s Too Late, o el punk adelantado a su tiempo
que es Puss ´N´ Boots.
- David Johansen - Voz, armónica.
- Arthur Kane - Bajo
- Jerry Nolan - Batería
- Sylvain Sylvain - Guitarra, piano, voces
- Johnny Thunders - Guitarra, voces
Puss
´N´Boots
De
aquí a la eternidad.- Si no fueran unas cabras locas, tal vez ahí
radique su magia y fuerza, podrían haber continuado, pero pese a que el disco Too Much Too Soon entró en el top - 200
de Estados Unidos, sus actuaciones eran más bien caóticas. Ahora, dirigidos por
Malcolm McLaren, salían al escenario de cuero rojo y con una amplia bandera
comunista a sus espaldas, todo provocación claro, o eso pretendían. Lo que
aguantaban en pie era demoledor, pero no se sabía cuánto tiempo. Cuando aquello
se sostenía, ni que decir que New York Dolls prendían fuego con sus pildorazos,
llevar al directo a sus 2 Lps publicados eran suficiente para pasar un gran
rato de rock and roll; además le añadían recetas ajenas que en directo cobraban
más fuerza, por ejemplo a Bo Diddley le obsequiaban con Pills, Willie Dixon con Hoochie
Coochie Man, Sony Boy Williamson salía bien parado con Don´t Start Me Talking.
Todas estas
canciones y lo publicado por los Dolls se encuentra en una caja triple titulada From
Here To Eternity – The Live Bootleg Box Set – 2006, grabada en directo en los años 1973/74 en París, Detroit,
Vancouver, Dallas… De sonido defectuoso pero sirve para hacerse una idea de lo
que eran capaces de tocar en directo.
La anfetamina
hecha rock and roll, pero hete aquí que el dúo que forman Johnny Thunders y
Jerry Nolan dejan tirado al grupo en plena gira americana en 1975, regresan a
Nueva York donde unos meses más tarde ya se hacen llamar Hearbreakers. El resto
de los Dolls sigue adelante con la ayuda de un nuevo batería y un teclista, e
incluso unos meses más tarde se van de tour por Japón. Pero irremediablemente
sin el batería Nolan ni la gracia y composición guitarrista de Thunders,
aquello no tiene ningún futuro. Y No, no lo tiene.
Lonely Planet Boy
Cada muñeca se va a su cajón.- El bajista
Arthur Kane reformó su antigua banda tras la experiencia más que fuerte de
haber estado 3 años en New York Dolls, es decir Lock. Se me escapa por completo
si su novia seguía cortándole parte de los dedos o ya más relajada. O si
seguían juntos. Tanto Johnny Thunders como Jerry Nolan logran hilar una gran
banda, Hearbreakers, y con un gran sentido del humor titulan a su primer
trabajo Great Hits Of Hearbreakers,
pero el segundo es canela fina: Like A
Mather Funker – 1979, un soberbio
doble Lp. Rock de perdedor, de aquellos que saben que nunca alcanzarán la gloria, opino que jamás la buscaron en los
canones mainstraim. Luego se separaron y la “muñeca” Nolan estaba por Nueva
York con nuevas ideas y Thunders iba y venía, jeringuilla en brazo, tocando por
unas dosis e incluso una temporada larga se instaló en Francia donde era
venerado. Varios discos de él merecen la pena, pero sin el concepto de grupo en
el que desarrolló su carrera más potente.
Sylvain se escondió de nuevo en el baúl del trastero. Allí se le podía encontrar cuando uno quería jugar con su hermana pequeña y sacar el trapo, hacer teatrillo con él. De hecho el único que sobrevivió tanto artística como vitalmente es David Johansen con su carrera en solitario, sin pena ni gloria.
Sylvain se escondió de nuevo en el baúl del trastero. Allí se le podía encontrar cuando uno quería jugar con su hermana pequeña y sacar el trapo, hacer teatrillo con él. De hecho el único que sobrevivió tanto artística como vitalmente es David Johansen con su carrera en solitario, sin pena ni gloria.
Parece casi mentira, pero hasta que Johnny
Thunders muere en extrañas circunstancias en Nueva Orleans, pasan muchos más
años de los que procedía viendo la vida errante y caótica que llevaba. Con 38,
en abril de 1991, dejaba 3 hijos y por supuesto, toda la mitomanía que con ella
conlleva. Jerry Nolan aguantó 9 meses más que su excompañero, en enero de 1992
una combinación letal de meningitis y neumonía se lo llevaba con 45 años.
Runnin´ Around
Teoricamente
esto debería de acabar aquí.- Si
entendemos que el grupo como tal no existe. Pero mira tú por donde, las muñecas
sobrevivientes, la del baúl y la larguirucha sobre unos tacones kilométricos,
deciden que aquello puede tener vida. Y no sólo en directo, sino apoyando el
proyecto en un nuevo disco. Al asunto se suman Steve Conte, Sami Yaffa, Brian
Delaney y Brian Koonin. Convertidos en sexteto y sin pretender reverdecer
viejas glorias, creo que tanto Sylvain Sylvain como David Johansen saben que
estamos a mediados de la 1ª década del siglo XXI, y que nunca sonaran como con
Johnny Thunders ni Jerry Nolan, pero ganan hacer giras profesionales apoyados
en excelentes músicos y con un contenido sustancioso que defender encima de un
escenario. Pues bien, deciden en 2004 poner de nuevo el proyecto de New York
Dolls en pie, o lo que queda de él, 30 años después de su último disco, lo cual
puede ser osado, pero meritorio si se hace con calidad y honradez.
Es ahí donde los ligo por 1ª vez en directo,
el famoso cartel que me encontré al lado de casa. Esperé a verles en el show y
poder comprobar su estado. Luego vino el Lp
acompañado de un vídeo con varias canciones de la gestación del mismo.
Si el regreso de The Stooges hubiese tenido el contenido en disco que llevan
los Dolls, todavía estaríamos dándonos la enhorabuena. Pero en el rock, como en
las familias, las felices todas son iguales, aquellas que no lo son, cada una
lo es a su manera.
Dance Like A Money
ONE DAY IT WILL PLEASE US TO REMEMBER EVEN THIS.- Julio de 2006. -
El disco tiene fuerza, carácter, buenas canciones, marketing
siglo 21, sonido actual y rock. Ahora los Dolls ejecutan un rock de alcurnia,
sólo rock and roll en directo, en disco, rock, que no es lo mismo, ni mucho
menos.
Hay unos
cuantos trallazos, sin importarles mucho si entran en las listas o serán bien
recibidos cuando todos cumplen las 6 décadas de existencia en este negocio.
Pero son muy buenos profesionales y se marcan un magnifico disco, si éste es el
regreso, pues bien venidos sean a esta mediocridad musical que nos invade.
Desde Dance Like A Money,
Punishing World, We´re All In Love, Gotta Get Away From Tommy,
Gimme Luv & Turn On The Light dejan el listón muy alto.
También saben jugar con los
tiempos, le tienen cogido el asunto de la grabación, son muchos lustros con el
mismo asunto. Así, son capaces de
marcarse bonitas tonadas relajadas: Maimed Happiness, I Ain´t Got Notthin´
o Take A Good Look At My Good Looks.
Conjugan las guitarras eléctricas
de Sylvain y Conte, con ramalazos de vientos y un piano de Koonin, que sabe cuándo
debe ser protagonista o solo mero acompañante. Por no faltar, ni siquiera una versión de Bo
Didley: Seventeen; ni algunas
ayudas extras como Iggy Pop en Gimme Luv & Turn On The Light o
Michael Stirpe en Dancing On The Lip Of A Volcano.
Bonito
disco, buen regreso de vuelta.
David Johansen :.- Voz – Armónica
Sylvain Sylvain : Guitarra
Steve Conte: Guitarra
Brian Delaney : Batería
Sami Yaffa: Bajo
Brian Koonin : Piano
I Ain´t Got Notthin´
Ya no son un puñado de guiñoles de trapo, ni
su sonido un rosario de canciones que decoraba el escenario con actuaciones
caóticas, ni los gamberros del underground neoyorkino que influyeron en tantas
bandas; New York Dolls, padres putativos
de The Ramones, aunque ambos son de la misma generación, simplemente
aparecieron 3 años antes, discográficamente hablando, forman ahora un compacto
grupo de rock donde son capaces de salpicarnos con temas que compusieron hace más de 30 años y los actuales,
arreglados a mediados y finales de la década 1ª del siglo 21.
Su regreso no sólo a los escenarios sino con
la publicación de otro disco, lejos de encontrarnos con la nostalgia decaída y
una revisión a su pasado, inyectan nueva sangre. Johansen y Sylvain son conscientes
de las décadas transcurridas y adoptan una actitud positiva a sus nuevos
trabajos, sin un ápice de revisionismo barato ni caer en la paranoia de hacerse
un harakiri. Sin van a hacer otro álbum, que sea bueno y siga el sendero del
anterior, con título tan premonitorio: One
Day It Will Please Us To Remember Even
This, lejos de complacerse en abusar
de un tipo de rock and roll que ellos tienen más que sabido, buscan nuevos entresijos y dejarnos nuevas
canciones.
This Is Ridiculous
CAUSE I SEZ SO.- Mayo de 2009.-
Guiño a su pasado, Todd Rundgren
vuelve a producirles 36 años después de su debut con aquel entrañable y lejano New
York Dolls – 1973.
Sonido actual, inauguran con el tema que da
título al álbum, un rock conciso y preciso, bien pulido y single de
avanzadilla. Pese a que abunden los
medios tempos, consiguen facturar un buen puñado de canciones interesantes y de
calidad: Muddy Bones, Lonely So Song La dulzura en mayúsculas, Better Than You, En ese eclecticismo de
que hacen gala los nuevos New York Dolls, nada mejor que colocarse entre la
psicodelia pantanosa que nos retratan en My
World, Drowning; el R&B de This Is Ridiculous, Yobody Got No Bignens. La
chulita Temptation To Exit, los ecos
del otoño con esa guitarra acústica de Steve Conte en Making It Rain. Se marcan un reggae vacilón en Trash ( Johansen/ Sylvain ), nada que ver con el que incluyeron en
su primer disco y firmado por ellos mismos.
Para temas cañeros, Cause I Sez So y Exorcism Of
Despair.
DISCOGRAFIA
SELECCIONADA
NEW YORK DOLLS .- 1973
TOO MUCH, TOO SOON.- 1974
FROM HERE TO
ETERNITY .- TRIPLE
DIRECTO.- THE
LIVE BOOTLEG BOX SET .- 2006
ONE DAY IT
WILL PLEASE US TO
REMEMBER EVEN
THIS .- 2006
CAUSE I SEZ
SO .- 2009.-
Jhonny Thunders : 15 de Julio de 1952 – Nueva York
(USA) .- 23 de Abril de 1991 .- Nueva Orleans (Estados Unidos).-
Arthur Harold Kane : 3 de Febrero de 1949 – Nueva York (USA)
.- 13 de Julio de 2004 .- Los Ángeles (Estados Unidos ).-
Gerard Nolan : 7 de Mayo de 1946 – Nueva York (USA)
.- 14 de Enero de 1992 .- Nueva York (Estados Unidos).-
David Roger Johansen : 9 de Enero de 1950 – Nueva York
(USA).-
Sylvain Mizrahi : 14 de Febrero de 1951 .- El Cairo
(Egipto).-
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