BURNING : ROCK DE CINTURA PARA ABAJO
La primera vez
que le vi fue en el metro, no sé si ya estaba cuando llegué o entramos
juntos, era una tarde de primavera, hermosa, esa en que los árboles despuntan
con sus hojas, las sombras se pierden en las aceras, las flores tienen ese
aroma especial y las chicas aún están más hermosas y apetitosas que de
costumbre.
Cuando me senté observé enfrente mío a una
pareja que fumaba sentada a su vez en esos asientos para seis personas, él con
una camiseta de Sid Vicious, blanca de mangas recortadas hasta los hombros y
entre sus piernas sostenía una cazadora de cuero negro que a su vez portaba un
“zippo” y una cajetilla de Malrboro, allí, bailándole todo encima de su cintura
mientras con la mano derecha cogía una de las manos de su chica; ésta con vaqueros y una camiseta
de Burning aunque con su cazadora puesta, también fumaba ante las miradas de
algunos pasajeros que se le reprobaban, pero les traía al pairo. Era, ya dije
primavera, la línea 6 de metro, por la tarde, camino inmediato de la noche: él
era Pepe Risi y ella Marifé. Estamos a comienzos de los años 80, esto es Madrid
y en el metro aún se podían hacer gamberradas de este tipo sin que te multasen,
echasen… y todo lo que ustedes quieran, incluso con esta falta de educación de
lo más elemental. A mí me gustó y los observé durante largo rato, no sé quién
se bajó antes, pero por ahí por ahí, yo vivía en el centro y mi jornada laboral
acabó hacía un rato, la de ellos no sé si empezaba.
Me quedé con la copla. Tardé en verles en
directo, en la Sala Jácara cuando presentaban Atrapado En El Amor con Toño todavía en la voz. Poco después
desapareció. Hasta un San Isidro del 88 no los volví a capturar encima de un
escenario, en el Auditorio de la Casa de Campo aquella vez junto a Mermelada y
Frank Zappa que era quien tenía que terminar, pero por razones logísticas fue
él quien abrió el asunto y lo terminaron, bien entrada la noche: los Burning.
La segunda fue mediada la década siguiente, en
los 90 y la manera no pudo ser más kafkiana. Yo estaba entusiasmado porque
tenía coche y siempre que podía y juntaba algo de “pasta” me largaba fuera del Foro a ver mundo, o sea, España o lo que
quedaba de ella, que la gente, como siempre, era lo mejor y su paisaje. Como me
entretengo con facilidad escuchando el sonido del cuco o las estrategias
guerrilleras de las hormigas y con una cámara en mis manos soy mi perdición, el
asunto es que se me echó la noche encima. Sé que andaba por la provincia de
Burgos pero debía de buscar alojamiento y algo para llenar el estómago pues a
la mañana siguiente debía estar en casa. Decididamente no encontraba nada,
carreteras comarcales que me parecían iguales hasta que al fondo del camino
observo luces, de esas de pueblo que parece que entras como un pistolero
solitario y sí, aparco a la entrada de lo único que parece una taberna con
farolillo colgante en la puerta de entrada y escasas luces interiores. Cuando
penetro en él, llamémosle bar, hay unos quince parroquianos entre los que
deduzco al que es el dueño, su señora con un mandil blanco y una corrobra de
gentes más o menos de mi edad, con sus chupas de cuero, fumando y riendo. Mi
entrada les calla por unos segundos y varios pares de ojos me observan en
cuanto abro la puerta, descorro la cortina con su ruido de cascabeleo en cuanto
la toco, ¡coño, me paro en seco! Tanto
que pregunto, aquello parecía una secta en reunión de comando.
-
Buenas noches… ¿se puede?
Claro, varias manos hacen el ademán de
adelante y entro, digo si puedo cenar y alojarse o si saben… Nada hombre, aquí se puede hacer de todo. Y se ríen. Entre la
humareda de pitillos descubro un rostro que me es familiar: Pepe Risi. ¡No
puede ser! Es.
Ahora es invierno, hace frío, hay niebla, el
pueblo es el de Marifé, la cena la pago pero a la mañana siguiente el tabernero
no me quiere cobrar la estancia nocturna porque soy amigo de Risi… y a los de
la capital como hermanos. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, a
veces hasta buenas.
La tercera y última apareció en Navidad, el
día ese que la gente anda como loca y en todos los bares, calles, etc.; suene
el sonsonete de los niños de San Ildefonso con la lotería a cuestas. Fue a la
salida del metro de Palos de la Frontera, hacía un frío del carajo, yo iba con
mi abrigo y al ascender del todo las escaleras me subí los cuellos y me ajusté
mis gafas de sol que siempre las llevo aunque sea invierno, me molesta mucho la
luz, no es una pose y a mi lado, parado,
sí, otra vez Pepe Risi con su cazadora de cuero, sus gafas de rock para
entender el mundo, una coleta escasa por encima del cuello de su chupa y sin
más le saludo, le hablo de aquella noche en la provincia de Burgos y después de
mirarnos unos segundos a través de los cristales oscuros como dos topos
reconociéndose si son de su misma familia, me echa una mano por encima del
hombro y me dice:
-
¿Qué haces tronco, tienes tiempo?
-
¡ Claro, hombre!
Yo sé que tenía algo que hacer, sino no me
levanto de la cama hasta media mañana, pero podía esperar… Fue casi una hora
charlando con el tipo que más he admirado en este país, musicalmente se
entiende; como si nos conociésemos del barrio, yo me crie a 300 Kms de la
Elipa, pero era como ese hermano mayor que quizás quise tener, ardua cuestión,
yo siempre he sido “el mayor”. Después del café cayeron dos martinis de mi
parte y el sol se abría paso entre la niebla que levantaba, pero el frío se
agarrotaba en los huesos como en cada esquina de este Madrid que no se paraba ni
en Navidad. Apenas cinco meses después, un 9 de Mayo de 1997, Pepe nos dejaba
solos, con sus canciones… y con su
negrita. De la pena, ni lloré…
LA FLOR QUE CRECE EN MEDIO DEL ASFALTO.
Pequeños hierbajos que se adhieren al tronco de cualquier árbol buscando sus raíces, intentando resguardarse, ser acogidos; curriquis de barrio que se levantan temprano para poder tener algo en la nevera cuando regresen, frío invierno, luces de neón, país gris, ciudad mesetaria en medio de todo y de la nada. Chicos que juegan al billar, que se apostan en las esquinas para ver pasar a las chavalas mientras desafían al mundo con un pitillo entre los labios, mesas y sillas de barra de bar, serrín en el suelo, olor a bocatas de calamares, máquinas tragaperras golpeadas mil veces en sus laterales como espuelas en el lomo de un caballo para que la bola no baje del todo y hacer otra partida gratis. Barrio obrero como cualquier otro en alguna gran ciudad, con sus peculiaridades, pero todos son iguales, pobres gentes que necesitan madrugar para poder comer y tomarse un cubata el fin de semana, echarse novia, casarse,” sentar la cabeza”, ir a comer paella los domingos a casa de los padres, tener un par de críos, un plan de pensiones, ¿qué iba a ser de este país cuando el general se muriese?¿Qué hacer con estos chicos que vestían cazadoras de cuero, con pintas de malos muy malos, qué no les dejarías a tu hermana ni para una partida de billar? En su bolso hay colorete y una botella de ron, y en su brazo un tatuaje con el nombre de su amor.
Así pues ¿qué hacemos sino queremos trabajar
en un taller mecánico para los restos, llevar el bar de mis padres o en un
polígono diez horas diarias para emborrarse el fin de semana porque la realidad
les aplasta? ¿Qué hacer si lo que nos gustan son las chicas malas, los chicos que cantan en inglés y se trasvisten,
si esto no es Nueva York, sólo Madrid?
Una banda de rock and roll, ahí está la solución
sino te convertirás como cualquier otro de los que ves cada día yendo o
viniendo del trabajo con su cara más gris, el pitillo más torcido y cada año
más semejante a tu padre, encima no eres feliz pese a que sonrías, y todavía,
aún, no sabes que un día te vas a morir cuando te debía de quedar mucha
gasolina en el depósito, pero diste con la “heroína” y el carburador se
agrietó. Barrio proletario, La Elipa, Madrid, mediados de los 70, Franco
agoniza, la población está que no respira, Burning, un grupo de rock mesetario,
del foro hasta lo imposible, hijos de pobres que no tenían futuro más allá de
un alquiler o casa de protección oficial tiran por la tangente, y de los
pitillos en las esquinas, de las mesas de billar pasan a la acción; un tal
Enrique Pérez ( que pasa a ser Lastrung) toca el bajo y ha leído y oído a New
York Dolls, se junta de tanto verse las caras por “ahí” con Toño que sólo
escucha a los Stones y que se ha enamorado de un tipo que se tiñe de rubio y se
pinta los ojos que ahora se hace llamar Lou Reed y su voz le vuelve loco, él,
que sabe mejor que nadie como chulear la piba delante de su padre y enciende y
tira la colilla de los pitillos con un arte macarril que echa atrás al más
pintando. Bien, pues éste a su vez tiene un colega que hace manitas sobre el
mástil de un vieja guitarra, así día tras día sin nada especial, cuando tienen
algo de dinero dale que te pego al billar y a zurrar los lomos de las máquinas
tragaperras, cuando el asunto se pone serio unos cubatas y a ligar, el chaval
sólo quiere ser Keith Richard´s… Sueños húmedos, canciones agarradas como
garrapatas a la piel de asfalto, ideas, proyectos, falta gente para el invento,
se busca un lugar donde tocar, los baterías van y vienen y al otro lado de la
pared del local de ensayo un tipo de Carabanchel mueve sus dedos sobre un
teclado y de vez en cuando saca melodías, aquello suena como en los discos,
parece que hasta sabe lo que hace. Mejor observarlo bien, ¡este no es del
barrio! A ver si va a resultar que es más listo que nosotros, pues no, no lo
era ni lo aparentaba pero poseía un
teclado y en estos tiempos era casi mejor que morrearte con tu chavala en el
asiento trasero del coche o sobre el tapete verde de la mesa de billar delante
de los colegas.
¡Ya está, tenemos banda! Nombre, algo
ardiente ya que siempre estamos calientes. ¡Coño, Burning! Alguien acierta a
decirlo en inglés, de tanto repetirlo aquella mañana se queda el nombre, sobre
el núcleo duro de Antonio Martín (Toño) , José Antonio Casas ( Pepe Risi) y
Juan Antonio Cifuentes (Johnny), se forma la banda con el arreglo del siempre
discreto Enrique Lastrung que aguanta unos cuantos años. La flor que se ha
desarrollado de entre la basura al menos ha sacado sus primeros pétalos al sol.
EN MEDIO DE LA NADA.
Mediados de los setenta, ya no hay nada que perder, esta gente ya sabe que
no puede volverse atrás porque lo que les espera es una barra de bar pero
detrás de ella, no delante, y ¡joder!, eso cambia el romanticismo; hacer algo
de FP ¿qué?, llevar un camión ¡glub! Ya
lo veían cada día, ir a trabajar en cualquier polígono, que vida más poco rock
and roll. Por eso cuando están horas ensayando les va la existencia en ello,
sin saber inglés, entonces no era materia en los institutos, sólo el francés
gozaba de beneplácito, pero sin atreverse aún a expresar todo lo que llevaban
dentro de su ADN tan de barrio, en castellano, no sea que ofenda demasiado, se
lanzan a trabajar en el idioma de Shakespeare con las únicas referencias de las
portadas y de los discos de las bandas que aman: Los Stones, New York Dolls,
Lou Reed… la ciudad de los rascacielos como sintonía perpetua, apenas algunos
magazines con páginas y fotos en blanco y negro: Ajoblanco ,Star ,Disco Exprés…
Eso y unos y otros que se animaban a sacar aquello adelante, referencias a los
grandes bluesman de la otra parte del Atlántico, pequeños matices de los
británicos y nada de España, ¿qué había, de dónde fijarse?
El desarrollo económico occidental también
afectaba a España a mediados de los 60, millones de personas fueron emigrando
poco a poco del campo a las grandes ciudades en busca de un porvenir un poco
mejor, y en esa sociedad urbana que se iba forjando apareció el fenómeno del
pop y el rock, y todos aquellos productos que de una manera u otra comenzaron a
forjarse en el ocio, la televisión, el seiscientos, el frigorífico y los
primeros grupos como Dúo Dinámico, Los Brincos, Los Sirex,Los Bravos ,Pekenikes;
las radios en esa apertura gubernamental abrían espacio a una juventud ociosa que iba forjándose un
sistema de vida más elevado que el de sus padres :universitarios formados,
atentos a las innovaciones de Inglaterra y no sólo musical sino
indumentariamente, las patillas se ensanchan por debajo de los lóbulos en ellos
y ellas se entusiasman con la falda por encima de la rodilla: el twist, los
guateques… pero estos chicos de la meseta venidos alguno del sur de la
península eran una especie de Pijoaparte que describía Juan Marsé en Últimas
Tardes con Teresa; grabaron un single: I'm
Burning , y luego otro que contenía Like
a shot y eran de ninguna
parte. Si unos chavales de Sevilla “eran hijos del agobio”, Burning “eran hijos
de la nada”; proletarios macarras en busca de una oportunidad en la tierra estéril
del rock. Nada de lo antes les servía de referencia, ni Miguel Ríos, ni los niños
bien de Madrid que hacían “pop”, ni la nova canco, ni los grupos progresivos;
tal vez, y sólo tal vez Lone Star, Bruno Lomas, Pop-Tops ,Los Bravos… Hay una
grieta en esa España pre-transición: Los Salvajes, estos estuvieron tocando en
RFA y ya entonces eran “otra cosa”.
Tocar, tocar y pulir el directo; Burning
recorren toda la provincia de Toledo y alrededor de la Comunidad de Madrid (entonces
no era comunidad), discotecas, garitos infrahumanos donde cambiarse y tocar,
tipos duros con los que pelearse las perras después de la actuación. Todos
dentro de una furgoneta, equipos incluidos, se toca y para casa, no hay “parné”
para pernoctar, hostal más adelante, nada de hoteles, carretera manta y rock
and roll, eso es la música en España, en aquel entonces ¿entonces? Cuando las
cosas se ponen duras y en alguien asoma la impaciencia mejor mirar cada uno
para su casa: padres trabajadores hasta la extenuación para una mísera paga con
derecho a jergón y mesa, polígonos industriales, baretos de barrio, a Burning les
salvó el rock de levantase a las seis de la mañana para ver amanecer en la
nada. Franco muere, pero no hay sueño americano.
Bien, ya sabíamos algo: el rock español no
existe, no tiene ni tendrá infraestructura, mejor no engañarse más, no tiene
denominación de origen como el jamón de bellota. Tampoco el cine y se hacían
películas. Hay que seguir. Se erige el “espíritu Burning”, resistir. No creo que estos chicos leyesen a Cela, venía a decir
más o menos que el que resiste en este país gana; es cierto, cualquier
político, artista, puta ;etc.; con el tiempo si aguanta lo suficiente acaba en
el subconsciente colectivo como respetable. Tocar en discotecas del Madrid de los
70, en la meseta castellana, les pule el sonido
y las cabezas. Ya saben lo que
hay y es más, lo que no va a haber, esto no es USA donde unos yonquis
son capaces de vender su adicción como ejemplo de mala vida y sobrevivir al
intento. Aguantan porque lo que les espera fuera de la música es peor, ¡y lo saben!
ACERTARON CON LA MÚSICA, SE EQUIVOCARON CON EL NEGOCIO.
Ese es todo el bagaje que se
puede ofrecer cuando el General palma. Iban por libre, grababan en una compañía
que no tenía idea ni de cómo llevarles y ni de rock and roll y Chapa Records recogía los restos del
naufragio y bajo la dirección de Vicente Romero (Mariscal) con emisora de radio
y todo, promocionaba a sus grupos, eso que se empezó a llamar “rock urbano”, y
luego los chicos progresivos del “rock-Catalá”, y el “rock con raíces del sur”.
¿ Y Burning? Como siempre, en tierra de nadie.
Pasa el tiempo y entre actuación
y actuación Tequila, Moris, un renacido Miguel Ríos, Triana… les comen el
terreno, no sólo éstos tienen discos, es que encima venden, salen en la tele,
con club de fans ,se les radia con frecuencia en las nuevas FM parecen felices
y algunos comen perdices, y ¿ Burning? Bueno, andan por ahí, ¿pero oye tú, no
iban a sacar un Lp? Si, iban y entre que iban se les caía el agua del jarro. Son
los hermanos mayores pero les hacen los deberes los pequeños. ¡Qué vergüenza!
Dónde está la “canalla”, las noches de wiski y ron, las madrugadas frías.
Cuanto peor, mejor, Burning se había pateado tanto las discotecas MM, el Red Gold o tugurio que los contratase donde poder tocar sus dos singles rellenas con unos cuantos “rockitos” con sonido stoniano y finalizar a todo trapo con el Johnny B. Good, quizá uno de los grandes obstáculos a los que se ha tenido que enfrentar Burning a lo largo de su trayectoria ha sido, además de los cambios constantes de formación y las tragedias personales, la incapacidad de rentabilizar uno de los mejores cancioneros del rock español. “Nunca tuvieron a un Andrew Loog Oldham que supiese cómo sacar partido a un grupo y por dónde llevarles”, eran autodidactas en sus negocios, nadie les aconsejaba.
Cuanto peor, mejor, Burning se había pateado tanto las discotecas MM, el Red Gold o tugurio que los contratase donde poder tocar sus dos singles rellenas con unos cuantos “rockitos” con sonido stoniano y finalizar a todo trapo con el Johnny B. Good, quizá uno de los grandes obstáculos a los que se ha tenido que enfrentar Burning a lo largo de su trayectoria ha sido, además de los cambios constantes de formación y las tragedias personales, la incapacidad de rentabilizar uno de los mejores cancioneros del rock español. “Nunca tuvieron a un Andrew Loog Oldham que supiese cómo sacar partido a un grupo y por dónde llevarles”, eran autodidactas en sus negocios, nadie les aconsejaba.
Pasados los periodos de la mili
y bajo la batuta de Quique Lanstrung que era el que tenía “alguna idea”,
currados y curados como el jamón de bellota, ¡por fin se meten en el estudio! para
grabar Madrid, con Belter, que si los de antes no tenían ni puntera idea
de rock estos ni sabían pronunciarlo y además ni llevaban en su sello ni un
solo grupo de este estilo.
MADRID –
1978 .-
Sonido sucio, letras que reflejan la realidad social y temas irrepetibles. Elegía cañí al maniqueísmo de ese rock que hace de la perdición un ideal romántico, años de estructurar el sonido de los Stones y de Lou Reed a las catacumbas de la transición española, a las sirenas de barrio, a los curriquis que conocían, a las pibas que se aliñaban como una ensalada, a feria ambulante por los pueblos, a toneladas de ilusión de unos chavales que ponían en unos surcos todos los sueños. Tras los primeros sonidos de unas flautas en la introducción de "Madrid", irrumpe el piano de Johnny, tras lo cual el riff a lo Keith Richards de Risi y el estremecedor Hammond de Cifuentes nos adelantan ya lo que nos espera en el resto del disco. Da título al Lp y es con la que abren y por si había alguna duda a estas alturas de estas páginas, Tendrías que verla vestirse por las noches para salir, y hacerse a la calle apoyada en un farol. O sea, que Madrid es una puta. Continúa el rock enérgico, furioso, con “Rock and roll mama” y “Hey nena”. Esta última incluye la efectiva guitarra de Risi, herencia de Chuck Berry y Keith Richards, y unos coros femeninos que son un guiño al “Simpathy for the devil” de los Stones.
Las letras son de ellos, de su barrio de su entorno de lo que habían mamado desde que levantaban dos palmos del suelo. Personajes de carne y hueso que están en todos los sitios, pero sólo ellos y La Banda Trapera del Barrio en Cornellá supieron reflejar en vinilo y encima de un escenario. Temas arraigados para siempre en el patrimonio colectivo de varias generaciones, en el infradesarrollo tecnológico de aquel momento, también hay mucho de inocencia y de sangre derramada en cada estrofa. Cierran la cara A con Lujuria y la colaboración de Pedro Iturralde en el saxo, Toño imprime esa voz canalla y chulesca en esta hermosa balada con un piano derramando notas… los chicos tenían “ideas”, no sólo eran capaces de hablar de los suburbios, drogas, prostitución y de colegas delincuentes. Para eso ya tenemos a dos joyas Miéntelas y Jim Dinamita y cerrar con un tema de 11 minutos: Sin tiempo para vivir donde intercalan todos los recursos de los que eran capaces en ese momento. Joya del rock español y eso, “no me juzguéis con demasiada dureza”.
Sonido sucio, letras que reflejan la realidad social y temas irrepetibles. Elegía cañí al maniqueísmo de ese rock que hace de la perdición un ideal romántico, años de estructurar el sonido de los Stones y de Lou Reed a las catacumbas de la transición española, a las sirenas de barrio, a los curriquis que conocían, a las pibas que se aliñaban como una ensalada, a feria ambulante por los pueblos, a toneladas de ilusión de unos chavales que ponían en unos surcos todos los sueños. Tras los primeros sonidos de unas flautas en la introducción de "Madrid", irrumpe el piano de Johnny, tras lo cual el riff a lo Keith Richards de Risi y el estremecedor Hammond de Cifuentes nos adelantan ya lo que nos espera en el resto del disco. Da título al Lp y es con la que abren y por si había alguna duda a estas alturas de estas páginas, Tendrías que verla vestirse por las noches para salir, y hacerse a la calle apoyada en un farol. O sea, que Madrid es una puta. Continúa el rock enérgico, furioso, con “Rock and roll mama” y “Hey nena”. Esta última incluye la efectiva guitarra de Risi, herencia de Chuck Berry y Keith Richards, y unos coros femeninos que son un guiño al “Simpathy for the devil” de los Stones.
Las letras son de ellos, de su barrio de su entorno de lo que habían mamado desde que levantaban dos palmos del suelo. Personajes de carne y hueso que están en todos los sitios, pero sólo ellos y La Banda Trapera del Barrio en Cornellá supieron reflejar en vinilo y encima de un escenario. Temas arraigados para siempre en el patrimonio colectivo de varias generaciones, en el infradesarrollo tecnológico de aquel momento, también hay mucho de inocencia y de sangre derramada en cada estrofa. Cierran la cara A con Lujuria y la colaboración de Pedro Iturralde en el saxo, Toño imprime esa voz canalla y chulesca en esta hermosa balada con un piano derramando notas… los chicos tenían “ideas”, no sólo eran capaces de hablar de los suburbios, drogas, prostitución y de colegas delincuentes. Para eso ya tenemos a dos joyas Miéntelas y Jim Dinamita y cerrar con un tema de 11 minutos: Sin tiempo para vivir donde intercalan todos los recursos de los que eran capaces en ese momento. Joya del rock español y eso, “no me juzguéis con demasiada dureza”.
EL FINAL DE LA DÉCADA – 1979.-
El cine se cruza en su camino, Fernando Colomo busca un tema para su segunda película, no le acaban de convencer las que tiene, por esas casualidades de la vida el encargo cae en los Burning por mediación de Jesús Ordovás que les pone en contacto; se juntan un fin de semana y salen con una magistral canción que desde el riff inicial de Pepe Risi hasta el final es una pura obra maestra. Desbancan a Aute, que era el elegido en principio y a su canción, y de rebote se cuelan en la película como actores secundarios. Esa canción se incluirá en el fantástico El Final de la Década junto a otros temas magistrales.
El cine se cruza en su camino, Fernando Colomo busca un tema para su segunda película, no le acaban de convencer las que tiene, por esas casualidades de la vida el encargo cae en los Burning por mediación de Jesús Ordovás que les pone en contacto; se juntan un fin de semana y salen con una magistral canción que desde el riff inicial de Pepe Risi hasta el final es una pura obra maestra. Desbancan a Aute, que era el elegido en principio y a su canción, y de rebote se cuelan en la película como actores secundarios. Esa canción se incluirá en el fantástico El Final de la Década junto a otros temas magistrales.
Algunas consideraciones: el Lp se graba en Barcelona donde los chicos
se habían ido haciendo con una amplia clientela de actuaciones o teloneando a Dr.Feelgoog;
discusiones al margen Teto su batería abandona o le echan porque no tiene claro
si estudia o rockanrolea, le sistuye en varios temas Ramiro Penas que era de
Leño aunque en el disco aparece Lito, que ocupa las baquetas de ahora en
adelante. La portada es una maravilla, con los componentes del grupo
junto a una mesa en la que vemos una revista porno con una rubia haciendo una
felación, un disco de Led Zeppelín, uno de los punks ingleses Slaughter &
the Dogs, pastillas, porros, una jeringuilla hipodérmica, un diario con
noticias y una foto de Adolfo Suárez, una corbata para el torniquete del pico,
unas rosas, una baraja de cartas, el primer LP de la banda, una navaja
automática, un despertador, una zapatilla deportiva, billetes de 100 y 1.000 ptas.
y una botella de vino. En la contraportada todo ello roto y manchado de vino.
El crítico más audaz del rock estatal, Oriol Llopis les hace un artículo
extenso en Vibraciones, en la película de Colomo, Toño toca la guitarra rítmica
mientras que José Lage hace de cantante. El disco es el mejor del rock español
en esta década y no admito discusión, los sueños húmedos de la banda se hacen
realidad.
Mueve Tus Caderas, ¿Qué Hace
Una Chica Como Tú En Un Sitio Como Éste?, Bajo los Focos, Un Poquito Nada Más…el
disco rebosa calidad en todas las composiciones, y como es habitual en el
grupo, combinan excepcionales muestras de rock demoledor (“Seducción”,
“Puedes Sentirlo”) con baladas magistrales convertidas también en
clásicos de la formación (“Balada Para Una Viuda”, “Lo Que El Tiempo No Borró”,
“Las Chicas Del Drugstore”), interpretadas de modo sublime por Toño, al
igual que los medios tiempos (“Un Poquito Nada Más”, “Bajo Los Focos”)
en los que se puede apreciar la clara influencia de Lou Reed.
BULEVAR -1980.-
Colorines, los muchachos duros se
ven envueltos en la marejada de la nueva ola madrileña y británica, pese a
vivir como unos hippies de finales de siglo XX en una comuna en Torrejón –
Un Poquito Nada Más – habla algo de ello. Se marcan un disco “pop” con remaches
de rock; pero eso sí, sacan unos cuantos temas que décadas después siguen
tocando en directo para beneplácito del personal que los escucha, a saber:
Es Especial, Es Decisión, No Es Extraño
Que Tú Estés Loca Por Mí y Baila Mientras Puedas, suficientes para seguir llenando discotecas del
estado español. Añadir que su idilio con el cine sigue, Eloy de la Iglesia
incluye varios temas en su película sobre el Jaro, titulada Navajeros.
Dos matices: No Es extraño…
dedicada por Toño a la que era por entonces su mujer, Esther; y Es decisión tema cantado por Risi a la
manera de su querido Richard´s empieza a calentar “voces”.
SIN TIEMPO PARA VIVIR.-
Se acabó lo que se daba, la banda vivía como unas rock-stars de la meseta y lo llevaban al límite de sus posibilidades. Quique Lastrung abandona el grupo, la persona con cierto sentido del ritmo se asusta de esa vida y de sus posibles consecuencias y desaparece del mapa musical hasta finales del 2012. Toño y Risi caminan en la lengua de un caballo llamado muerte porque han decidido hace años que esta es y será su vida aunque le cueste la existencia en ello, y las relaciones entre ellos y por su puesto los álbumes se resienten, tanto que dos años más tarde firman Atrapado En El Amor -1982, casi todo compuesto por Toño Martín, él y Pepe salen en la portada como si el resto del grupo no importase. Penas, amores, baladas en busca de la redención de culpa, sobre todo por parte del cantante que sería su último disco con el grupo. Desaparece a la vera de su amor, de quitarse de las drogas, de descubrir a su hija pequeña… todo inútil como luego sabremos.
Burning en estado puro de
desgracias, pero no sólo personales, sino también musicales. Era cierto lo de
sexo, drogas y rock and roll. Lo llevaron hasta el final. Disco baladista,
flojito, si el anterior era rescatable algunas cosas, en este, que quieren que
les comente. Déjenlo, pasen al siguiente donde la pareja: Risi-Cifuentes se
hace con el mando del barco tambaleante para firmar un disco “decente”, de
vueltas a las raíces de los que son: un grupo de barrio, apestados de la nueva
ola madrileña donde no son bienvenidos porque éstos chicos del barrio si son R&R
y no admiten ni media mirada de sospecha.
NOCHES DE ROCK AND ROLL – 1984.-
Si llevaban tiempo ensayando y tocando en directo, si decidieron qué para que meter otro cantante si podían ellos, si la gente en directo les había dado su beneplácito, pues hala… para adelante. Abrimos con un rock enérgico, macarra y optimista ¿necesitamos pasta? Pues atracamos un banco, antes en los 80 se hacía así: recortá, chupa de cuero y gafas de rock; ahora ya sabemos que no, que para atracarnos debemos de ir a votar y confiar en los señores de “los mercados”. Eran otros tiempos…No faltan las historias personales de personajes de su barrio convertidas en canción: “Cristina” o “Johnny el Seco”. Como tampoco podían faltar referencias a su ex-cantante Toño, que había abandonado al grupo para llevar una vida familiar alejada del rock. Risi lo refleja en el tema “Y no lo sabrás” del siguiente modo: “Es bonito tener coche y ser papá, pero a ti la corbata no te va. El nudo es cada vez más fuerte, y tú solo te ahogarás”. Mención destacada merece una de sus obras maestras, igualmente dedicada a Toño. La emotiva balada “Una noche sin ti”.
Pepe y Johnny se turnan en las voces, incluyen con asiduidad el saxo de
la mano de Miguel Slingluff, este disco marca una nueva etapa en la banda y una
vuelta al rock más crudo y callejero, a las letras sentidas y desgarradas historias
escuchadas en los billares y las barras de los bares, al calor de un viento
ardiente. A pesar de no contar con el reconocimiento de la crítica ni del
público masivo, poseen ya un público fiel y cierto reconocimiento por parte de
algunos de los grupos de rock de la época como Loquillo o
Ramoncín, con el que Risi colabora en 1984 para escribir “La chica de la
puerta 16”. A partir de aquí Burning continúa su camino al margen de
las modas y los criterios de la industria discográfica, apoyándose en sus
principios de fidelidad al rock and roll. Siguen recorriendo el país
dando conciertos en los que demuestran noche tras noche su pasión por el rock y
la auténtica dimensión del grupo.
HAZME GRITAR – 1985.-
Se mantiene el dúo de origen Risi-Johnny, completando la banda el nuevo bajista burgalés Esteban Cabezos, algunos temas destacables de un disco irregular pero apetecible de tener: “Tú y yo”, “Dieron las diez”, “No pares de gritar”, aunque en general el sonido pierde algo de agresividad, sobre todo en la guitarra. Buenas canciones, sonido cuidado, letras ahora intranscendentes, pero eso sí, como sus queridos Stones, de cada Lp sacan 2 o 3 temas que se quedan ahí en el subconsciente colectivo durante años y que incorporan a sus directos. CUCHILLO – 1987.- Con una portada horrorosa se ven las 4 imágenes de Risi-Cifuentes movidas, dedicado al fallecido por suicidio Tono, expropietario del bar Pentagrama y amigo de Johnny; cambios de bajo y batería con la llegada de Suso Rey (bj.) y Lolo Beceiro (btr.) además de Pablo Vázquez (trompeta), y la colaboración nuevamente de Pichacho en la guitarra. En este disco volvemos a tener rock al más puro estilo Burning: una mezcla de rock and roll para disfrutar, historias urbanas y baladas cargadas de emoción. Burning va completamente “ a su aire” sin importarles modas, sonidos, ni la industria, habían llegado a la conclusión de que no serían estrellas pero el rock les liberó de levantarse a las seis de la mañana de lunes a viernes, para no tener c así nunca dinero mejor tocar y disfrutar de la vida. A fin de cuentas tenían una “parroquia” que les escuchaba y acudía a sus conciertos; los Lps eran dignos, no enloquecían pero tampoco enfurecían a la masa pensante. Ajenos a cualquier dolor tenían un punto que no han perdido: tocar en cualquier sitio que les contrate, sea feo o hermoso, pueblo o ciudad y eso con los años volvemos a lo que dijo Cela: quien resiste triunfa y para estos ya señores, era la vida. Recuperan para este disco “Ginebra seca”, el rock más potente lo encontramos en “El diablo vendió su alma” o “Atrapado”.
REGALOS PARA MAMÁ – 1989.-
Dos años entre disco y disco, cambio de formación: entra Carlos Guardado en el bajo y Nacho Blanco ocupa las baquetas. Se han hecho mayores, son como Miguel Ríos pero en banda, a sus conciertos ya “acudimos” familias, no es extraño que algunos vayamos con retoños o amigos con hijos seduoadolescentes. (Hubo una época, esta, que se podía entrar e conciertos de rock siendo menor de edad o acompañado, ahora somos más modernos). La banda lleva toda la década con el mismo disco desde Noches de Rock And Roll, han conseguido gente que les sigue y sobre todo lo más importante: un sonido que le hace sonar a Burning, siguen regalando pequeñas joyas de rock and roll: “Tan Celosa Como Tú”, “En La Noche Te He De Encontrar” o “Una Rara Sensación”,
Alguna baladita marca de la casa: Como Un Huracán o Hay Que
Arriesgar; sólo rock, no alteran, no provocan, no entusiasman pero tampoco
estorban y son agradables de escuchar. Eso sí, ¡Ya no asustan!
LA ESTRELLA VUELVE A BRILLAR.-
Como el canto del cisne, dos discos el doble En Directo - 1990 y No Mires Atrás -1993 les pone en órbita. El disco grabado en doble sesión en la Universal de Leganés con una nómina interesante de invitados: Ríos, Loquillo, Sabina, A. Vega, Los Secretos… y la enorme colaboración del guitarrista Jaime Asúa y de Javier Mora en los teclados, quizás para mi gusto a la misma altura que el soberbio Rock And Ríos -1982, joyas enormes del rock español al nivel de los mejores, lo cual hay que cuidar.
EN DIRECTO -1990 – DOBLE LP.-
Si alguien a estas alturas no tiene ningún disco de Burning, ¡por dios, cojan este! Los chicos son una banda de directo y aquí con medios, ganas, invitados (que no molestan, no es que aporten gran cosa pero dan lustre y no deslucen al original, que ya es mucho) se marcan un soberbio doble Lp. Lo que hay en los surcos es lo que encontraran cuando degusten los chuletones del mejor rock en castellano de una banda de esta piel de toro. Excelente repaso a sus dos décadas con temas de los últimos dos álbumes, pero sin abusar, sólo se trata de recordar que ellos son muy grandes y con la ilusión intacta del primer día pese al reguero de cadáveres que iban dejando a un lado y otro, y no por ellos, es que son rock and roll life y eso tiene algunos sacrificios. Burning en estado puro, 19 temas, no sobra ninguno, todas ganan con respecto a las grabadas en estudio y la mayoría lo mejoran, esa Qué Hace Una Chica Como Tú… es demoledora, hicieron del rock'n'roll cantado en castellano digna seña de autenticidad. En Directo brillan, hicieron lo que sus queridos Stones desde que se volvieron unos vagos redomados a partir de los 80, coger temas para sus directos de su amplia discografía. Burning siguió el ejemplo, después de los dos primeros discos cada Lp contenía 3 o 4 temas destacables, bien, pues los grabaron en este doble Lp. Para que la cosa relumbre y de esplendor lo mejor es llamar a compañeros de la generación anterior, Miguel Ríos; pongamos a un colega coetáneo: Rosendo; que aparezca el alumno más aventajado: Loquillo; a otros que en la distancia nos admiran pero que no se juntan porque nos movemos por sitios distintos, como Antonio Vega o los hermanos Urquijo; para que la farra no decaiga a un Sabina que era un crápula. Así, mientras tanto, Burning lucen sus encantos de currantes encima del escenario, nada de poses, se lo creen , porque lo son, apegados al asfalto de barrio parecía que todos los años tirando del carro dio finalmente sus frutos y empezaban a ser reconocidos como pieza fundamental del rock, quedaba lejos la crisis interna de principios de los ochenta junto con la pérdida de Toño, carismático vocalista fundador del grupo y coautor junto a Risi de casi toda la totalidad de las canciones de la primera etapa de la banda, ahora Johnny y Risi parecía que habían vuelto para hacer aún más grande la leyenda. De vez en cuando tocaban en escenarios grandes, solos o con otras bandas, pero son todo terreno, no se engañan por las alharacas de las luces de neón ni las campanas que ahora están a su alrededor. De las dos noches del concierto asistí a la segunda, me alegro de haberlo vivido “in situ” y formar parte de una leyenda, la nuestra y de este doble Lp.
Grabado en la Universal Sur de Leganés los
días 18 – 19 de Diciembre de 1990.
Para reforzar a
Pepe Risi y porque no para dar más fuerza al grupo, se incorpora Eduardo
Pinilla en 1992 soberbio guitarrista, con él en el grupo ya graban NO MIRES
ATRÁS – 1993.-
Lo acabo de decir,
vuelta a la cruda realidad, tres años después del magnífico “ En Directo”
se ven con problemas para sacar el siguiente álbum, el estupendo No Mires
Atrás, tanto que Burning ya sabían en que terreno se movían: conciertos en
cualquier sitio y bajo escasas condiciones donde poder ofrecer sus rockitos con
una amplia legión de seguidores allá donde iban con su música; más de una
docena de temas excelentes en su discografía, suficientes para dar hora y media
del mejor rock en castellano que un grupo podía aportar. Eso, y la chulería y
elegancia que adquirieron con los lustros encima de un escenario valía de sobra
la entrada del concierto.
No Mires Atrás al margen de ser el
último disco que graba Pepe Risi, la entrada de Edu Pinilla, la portada
preciosa, cierra un ciclo en Burning, es nueva década, mismo sonido, buenas
canciones pero dejando atrás como dice el título el pasado. Pero con un matiz:
el álbum tiene una dedicación a Toño Martín fallecido el 9 de Mayo de 1991;
Casas-Cifuentes se encargan de las
letras y música excepto Te Quiero Tanto que es de Risi, preciosa balada
con la segunda voz “a lo Pink Floid” de Yolanda Campa.
De Vicio es con la canción
que abren, un rock muy Burning, festivo, bonito. Después más de lo mismo que es
lo que queremos, baladas como la citada o la que da título al Lp: No Mires
Atrás, con un saxo de Javier Paxariño muy preciso, Weekend, enérgica
con esa clase callejera, alguien sale de la cárcel y tiene que aprovechar el
fin de semana y si le metes una armónica lo conviertes en un ritman and blues a
cargo de Fernando Terminal. Estrella De La Noche ya no habla de la chica
joven, aquí la moza va por los 42 y mira bien a Johnny y queremos saborear sus
labios aún mojados con un toque de ron, por eso esa ella es la estrella de la
noche. El disco desprende un sabor
a rock añejo, recordando por momentos tiempos pasados, con varios
temas, que consiguen estar a la altura de los de tiempos pasados, no sobran
temas como en anteriores trabajos y es recomendable.
¿Quién dijo que
los hombres no lloran? Hoy quiero llorar ti, contigo sumergirme en el mar de
tus ojos y cantarte un blues. A Mi hermano Toño, con una sonrisa. (Risi).
Pepe Risi, fallecido el 9 de mayo de 1997, que
había dejado grabado antes de su muerte “SIN MIEDO A PERDER – 1998 fue su último trabajo al frente
de Burning, su obra póstuma a la que él
no llegó a ver. Demoledor comienzo
con “Sin miedo a perder”, “Estrella fugaz”, “Como un
huracán” (ésta última es otra versión, no la que aparece en Regalos Para
Mamá), la excelente “Jack Gasolina” o “Estrella fugaz” que poco a
poco no faltaran en sus conciertos de ahora en adelante. Otra vez Los Stones,
su influencia, en Miéntelas de su Madrid aquí lo convierten en un
country, señal de que la banda en estos lustros había mejorado técnicamente e
insisto, la llegada de Pinilla es muy importante en el abanico de posibilidades
que se abre en el Lp.
MAREANDO LA PERDIZ
Johnny Cifuentes, quien había registrado el nombre de Burning decide seguir. A las incorporaciones de Carlos Guardado en el bajo en 1987, la de Eduardo Pinilla en 1992 se une un extraordinario batería uruguayo: Kacho Casal, y lo que es la vida, la banda desde entonces mantiene la formación y es excelente como cualquiera que haya podido verlos en directo. ¡Son profesionales! No digo que antes no lo fuesen, pero ahora se toman la vida con otra perspectiva, ya habían dado algunos cadáveres al rock, ahora se trata de tocar, pasarlo bien y sobre vivir y si es menester, marear la perdiz durante 25 años, sacando acústicos y sólo un disco nuevo: Altura – 2002.
Los días 11 y 12 de diciembre de 1997 se
organiza en Madrid un concierto homenaje a Pepe Risi en el que aparte de
Burning colaboran en el evento Loquillo, Gabinete Caligari, Ramoncín; etc,
bajo el título de UNA NOCHE SIN TI – 1998
se graba un doble Lp con 25 temas del grupo. Johnny Cifuentes y Loquillo se ponen al timón de un merecido homenaje que tendrá una
doble intención, homenajear al finado y recaudar algo de dinero para su viuda. Eduardo
Pinilla queda entonces como guitarra solista, que hace una excelente labor,
como se demuestra en los temas que Burning toca en solitario.
El
grupo continúa, dando lecciones magistrales de rock and roll allá por
donde va, escenario tras escenario. Su empeño y constancia les hacen no mirar
al pasado y enfrentarse a cada concierto como si fuera el último, rodando por
todos los rincones de España, tocando por pequeños bares en ciudades y pueblos
perdidos por la geografía nacional. También explotan ante las nuevas generaciones
ese aire de malditismo que vende y el
“cariño” entre los más veteranos que los tenemos como esos hermanos que se
dedican al rock las 24 horas y les vimos nacer, crecer, morir, revivir. Sacan
en 2002 ALTURA, Lp menor en su discografía, lo
que ganan en directo lo pierden en el estudio, ni fuerza, ni magia, ni
chulería, el resultado está lejos de su mejor nivel, hay muestras de rock con Desde
El Pantano, Soy Yo, Tú, Ruina Total o El Perro.
Siguen las extensas giras por todo el país y en 2005 graban un disco revisando dieciséis temas clásicos del grupo en formato acústico: “DULCES DIECISÉIS” (Música Bus, 2005). Una mirada inédita al rock de Burning, pero con un resultado excelente. Cuentan con la colaboración de músicos como Quique González, Ñaco Goñi o Tito Dávila. La gira posterior, tocando en formato acústico por pequeñas salas y teatros, es todo un éxito. Su concierto en la sala Joy Eslava de Madrid es publicado en el año 2008: “DESNUDO EN EL JOY” (Warner, 2008), reflejando fielmente la calidez de los conciertos y el buen hacer de los músicos. Como curiosidades destacan la versión de sus admirados Rolling Stones: “Sweet Virginia”, y la recuperación de otro clásico del grupo “Baila mientras puedas”, que aparece bajo el título de”Rock and roll”.
Siguen las extensas giras por todo el país y en 2005 graban un disco revisando dieciséis temas clásicos del grupo en formato acústico: “DULCES DIECISÉIS” (Música Bus, 2005). Una mirada inédita al rock de Burning, pero con un resultado excelente. Cuentan con la colaboración de músicos como Quique González, Ñaco Goñi o Tito Dávila. La gira posterior, tocando en formato acústico por pequeñas salas y teatros, es todo un éxito. Su concierto en la sala Joy Eslava de Madrid es publicado en el año 2008: “DESNUDO EN EL JOY” (Warner, 2008), reflejando fielmente la calidez de los conciertos y el buen hacer de los músicos. Como curiosidades destacan la versión de sus admirados Rolling Stones: “Sweet Virginia”, y la recuperación de otro clásico del grupo “Baila mientras puedas”, que aparece bajo el título de”Rock and roll”.
Seguimos mareando la perdiz, es cierto que
estos dos últimos Lp son muy buenos, pero ya dijimos que atesoran más de una
docena de canciones excelentes y no podemos estar 15 años sin nada “nuevo”,
algo de verdad, un “churrasco en condiciones, no un pollito de granja”.
Al parecer para este otoño del 2013 tienen disco al caer” Déjalo Sangrar” era
la última elección del título, con Burning, nunca se sabe, mejor aquello de que
cuando dios creó el mundo, ellos ya iban por el segundo disco.
Demasiado sucio
Lo han vuelto a conseguir.- Han pasado varios meses desde que sacaron el último Lp. No,
no se llamó como puse líneas arriba Déjalo
sangrar… estamos hablando de los Burning y nada es lo que parece.
Desconozco el porqué del cambio del título tan stoniano, claro que todo el
álbum es muy Stone, que es decir muy Burning y eso equivale a que es bueno.
Con una banda enorme, un guitarra como Eduardo
Pinilla, sobrio y elegante en su papel de ser él mismo, jamás le he visto
intentar ser Risi; primer eslabón para madurar y seguir adelante. Con Casal y
Guardado en la sección rítmica, la mejor que jamás han tenido y Johnny, ¡ ay
Johnny ¡; ya alcanzó la madurez de maestro, incluso desde las fotos interiores
del disco está sentado en un sillón rodeado de los otros miembros del grupo.
Sí, lo han vuelto a conseguir y han sacado el
Lp que les demandábamos varios burnianos de pro, aquel disco perdido en varias
décadas de lamentos y salen con un trabajo soberbio: Pura Sangre. Tanta es la confianza depositada en el nuevo trabajo
que con la presentación en Madrid, en la sala Penélope allá por el mes de
Noviembre de 2013, tocaron limpio y claro todo el álbum, de un tirón para luego
pasar a sonar con los clásicos, esos que
tú y yo sabemos para seguir soñando con un sábado a la noche continuo.
He esperado muchos meses para ver por dónde se
desarrollaban Burning con su nueva entrega. Buena gira, estables en su
formación pese a la baja de Alfredo Esposito (Pitu ) en las guitarras,
rápidamente reemplazado por Nico Alvárez, un bluesman madrileño de
consideración. Hasta ha regresado Maykol (saxo), que ha asumido rosas y
espinas. Los he vuelto a ver verbeneros
en las fiestas de San Isidro – 2014. Están en forma, diría que ya saben cuánto
vale un corazón, llevar un grupo que es una leyenda, han alcanzado la madurez,
si no se equivocan ojalá no haga falta esperar 2 décadas para un nuevo trabajo
de enjundia, de calidad. Lo tienen todo: rock, blues, la senda country, las
baladas; la magia y una en enorme legión
de seguidores que no dudaran en llenar sus conciertos y comprar sus discos y
cantar sus canciones que se convertirán en himnos.
Willie Dixon
PURA
SANGRE .- Noviembre de 2013 .-
No todo se ha hecho de un tirón. De eso nada.
Para empezar el disco es familiar, es decir, nada de discográficas, Cifuentes
ha embarcado a su familia en el proyecto y sale con la etiqueta de “Cocodrilo”,
es decir, el garito que regenta desde hace años. Bien, todo comenzó tiempo ha…
digamos que los primeros esbozos salieron de gotas de sangre entre la primavera
y el otoño del 2012, dejamos el verano que es tiempo de “bolos”. Todo se retoma
un año después y esta vez a los sones primaverales se les une los calores del
solsticio para encerrarse en los estudios Manitu Producciones de Vallecas, cómo
para no salir un Lp trabajado y callejero. Hasta ver la luz en los albores del
otoño y cuajar 11 temas con algunos cambios y títulos nuevos.
Pura Sangre es un gran disco, ya
lo he dicho y con canciones que así a la 1ª te vuelan. A mí me encantan ese
sonido americana que llevan al estasis con Demasiado
Sucio, pero el Lp se abre con un rocanrolito marca de la casa: Tú Te Lo Llevas Todo, single de
avanzadilla, la cosa promete. Willie
Dixon, que no hay que engañarse, no está dedicado ni es un homenaje a dicho
blueman americano, ¡ que va!, habla de un tugurio en tierras platenses que debe
de ser la leche de bueno según cuentan los Burning de cuando anduvieron por
allá en algunos bolos… Todo A Cien
una sorprendente aproximación al hard-funk bailable y con vientos huracanados. Bestia Azul tiene su miga, algún agente de
la seguridad pública parece que aparecía por El Cocodrilo para amargar la noche con amenazas fuera de lugar, por
supuesto amenizados con coros stonianos. La maravilla, la joya, esa canción que
escuchas mil veces y deseas volver a colocar la aguja sobre el surco otra vez, Demasiado Sucio, un medio tempo
orgiástico que habla de malos presagios, de traición, todo se vuelve sombrío y
hasta amenazador, pero no me importa, méteme un tajo y sácame lo sucio.
Honky Town al que
parecen haberse aficionado, Al Final De
La Botella sigue en esa línea efervescente de saltarines de caminos y
polvorientos, claro, siempre con pasión por el R&B tipo Faces/Stones.
Baladas variadas y
sangrantes: Corre Conmigo se me
aparece la sombra de Pepe (Risi), de verdad siento que las manos de Pinilla
están sumergidas en su magia,¡ joder, es Burning!; los teclados de Cifuentes
sobrevuelan por encima de sus letras, esas en las que Madrid es una nena a
punto de volcar donde nacerán nuevos colores. Dejarlo Que Sangre, toda una
declaración de amor al Rock, puedes dejarme, puedes marcharte pero tú, te irás
con el corazón tan roto, tan roto como yo…
Pura Sangre cierra el disco
con piano de protagonista. Toda una declaración de principios, de madurez
personal, pero que me da un aire a Lujuria
, pero en esta ocasión sabiendo ya el peaje que se ha de pagar, corazones
salvajes que se acercan al sol; Esther Muñoz coloca el violín en el preciso
momento y Nico Alvárez la guitarra steel en punto.
Los Burning del siglo
XXI ya no hablan, mejor, ya no cantan al Madrid que es un burdel, ni a la chica
despistada que qué hace aquí, ni a las fiestas del drugstore o a las que se
montaban en Torrejón; han madurado mucho, los textos transitan hacia el sol,
ese final del camino que todos llevamos dentro y acabará por extinguirnos, seres
que caminan sin amor, con esa torpeza que te entra cuando estás mal y te pones
feísimo. Pero siempre queda un corazón,
no sé si tendido en la cuerda de secar la ropa; Pura Sangre es el testimonio de 40 años de rock en el honky town
mesetario, quizás la última gran banda de España, el otoño del rockero.
Como anécdota, el
Lp va numerado, han sacado 500 copias, bien, a mí me ha correspondido la 114,
buen número. También está en cd, claro, en las tiendas de siempre y en internet
y en su página web.
Tú Te Lo
Llevas Todo
Deja que fluya .- Nada me
gustaría que Cifuentes y compañía fueran capaces de parir otro álbum como Pura Sangre muy por encima del resto de
su producción discográfica, pueden mirarle a los ojos directamente a Madrid, El Final De La Década, Noches
de Rock And Roll, Directo y a No Mires Atrás, se los lleva por delante. La pena, la duda, es que
quizás estamos ante el último tajo que nos van a dar, esa encrucijada de no
poder superar lo grabado. Eso sí, siempre estarán los directos, con una pléyade
de una veintena de canciones en el subconsciente colectivo de varias
generaciones que les harán los coros en sus shows; si esto acaba aquí, si ésta
es la última gota, déjenme que me encienda un purito, salga a mi terracita y
abra la ventana del cuarto de música, me eche en mí hamaca y de nuevo, una vez
más la aguja se agarre a los surcos de Tú
Te Lo Llevas Todo.
DISCOGRAFIA
Larga duración
- 1978
- Madrid
- Rock and roll mama
- Hey nena
- Lujuria
- Miéntelas
- Jim Dinamita
- Sin tiempo para vivir
1979
- Mueve tus caderas
- ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?
- Un poquito nada más
- Bajo los focos
- Puedes sentirlo
- Seducción
- Las chicas del drugstore
- Lo que el tiempo no borró
- Balada para una viuda
1980
- Es especial
- Tú eres mi amor
- Ja, ja, ja
- Es decisión
- Quiero ser un robot
- No es extraño que tú estés loca por mí
- Baila mientras puedas
- Días de lluvia
- Escríbelo con sangre
1982
- Chica de moda
- Hermano
- Loco por ti (Penny)
- No puedes dejarme
- Jugando con la noche
- Baila
- Policía sideral o guerrero estelar
- Extraño en la ciudad
- Motor love
1984
- Esto es un atraco
- Corazón solitario
- Una noche sin ti
- Cristina
- Johnny El Seco
- Y no lo sabrás
- Tú de azul y yo no
- El sueño de tu sonrisa
- Nena
1985
Victoria
- Tú y yo
- Déjate llevar
- Eres para mí
- La cabeza se me va
- Dieron las diez
- No pares de gritar
- Tiempo atrás
- Entre tus brazos
- Vas bien
- Quémate
1987
- Muévete en la oscuridad
- Chueca
- Todas las noches
- Hombres sin honor
- Víctima del silencio
- Ginebra seca
- Dime quién se equivocó
- El diablo vendió su alma
- Atrapado
- Cuchillo
1989
- Tan celosa como tú
- Hay que arriesgar
- En la noche te he de encontrar
- Golpéales
- Vengo cargao
- Sólo por amor
- Madrid sin D
- Una rara sensación
- Como un huracán
1990
Disco 1
- No pares de gritar
- Es decisión
- Baila mientras puedas
- Jim Dinamita
- Muévete en la oscuridad
- Ginebra seca
- Johnny el Seco
- Golpéales
- Tú y yo
- Dieron las diez
Disco 2
- No es extraño que tú esté loca por mí
- Una noche sin ti
- Como un huracán
- ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?
- Chueca
- Esto es un atraco
- Es especial
- Mueve tus caderas
- Johnny B. Goode
1993
- De vicio
- Perdiendo tu corazón
- Te quiero tanto
- Jamás te arrepentirás
- No mires atrás
- Weekend
- Estrella de la noche
- Ojos de ladrón
- Coge la onda
- Todo por nada
- Sigue a tu vida
- Un trago más
- Las chicas del Drugstore
1998
- Sin miedo a perder
- Estrella fugaz
- Como un huracán
- Jack Gasolina
- Al otro lado (versión rock and roll)
- Soy un preso
- Al otro lado (versión country)
- El viento le vino a buscar
- Miéntelas
- Ella me espera
1998
Disco 1
- Una noche sin ti (Antonio Vega)
- Mueve tus caderas (M-Clan)
- Cristina (Canallas)
- Lujuria (Tahúres Zurdos)
- Chueca (Los Enemigos)
- Baila mientras puedas (Jaime Asua)
- Un poquito nada más (Enrique Urquijo)
- Dieron las diez (Javier Andreu)
- Jack Gasolina (Burning)
- Como un huracán (Burning)
- Ginebra Seca (Burning)
- No pares de gritar (Burning)
- Esto es un atraco (Burning)
Disco 2
- Qué hace una chica como tú en un sitio como éste (Loquillo y Trogloditas)
- Ja, ja, ja (Matando Gratix)
- Like a Shot (Gabinete Caligari)
- Te quiero tanto (Ñu)
- No es extraño que tú estés loca por mí (Neverly Brothers)
- Es especial(Carlos Segarra)
- Jim Dinamita (Ramoncín)
- Estrella fugaz (Burning)
- Miéntelas (Burning)
- Extraño en la ciudad (Burning)
- Balada para una viuda (Burning)
- Johhny B. Goode (Burning)
2002
- Soy yo
- El perro
- Zenkiu sugar
- Es una roca
- Tú, ruina total
- Ojos grandes
- Desde el pantano
- Un poquito de rock and roll
- A ella no le gusta nada ser como es
- Altura
2005
- Como un huracán
- Jack Gasolina
- No es extraño que tú estés loca por mí
- Las chicas del Drugstore
- Esto es un atraco
- Ojos de ladrón
- ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?
- Weekend
- Madrid
- Una noche sin ti
- Miéntelas
- Jim Dinamita
- Es decisión
- Nena
- Lujuria
- Mueve tus caderas
- Una noche sin ti.
- Balada para una viuda
2008
Disco 1
- Es decisión
- Miéntelas
- Desde el pantano
- Jack Gasolina
- Weekend
- Madrid
- Jim Dinamita
- ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?
- Como un huracán
- Las chicas del Drugstore
- Ojos de ladrón
Disco 2
- Nena
- Lujuria
- Rock and roll
- Esto es un atraco
- Mueve tus caderas
- Es especial
- No es extraño que tú estés loca por mí
- Sweet Virginia
2013 .- PURA SANGRE
ALGUNAS FOTITOS
Falta el ultimo disco en solitario de Cifuentes.
ResponderEliminarHaras algo?