ZACH WILLIAMS AND THE REFORMATION

SALA GRUTA 77 .- 03 - 06 - 12


ZACH WILLIAMS . VOZ, ARMÓNICA, GUITARRA ACÚSTICA.

RED DORTON . BAJO

ROBBY RIGSBEE. GUITARRA ELÉCTRICA - SLIDE

JOSH COPELAND . GUITARRA LED

CREED SCATER. BATERÍA.


 Se cierra el círculo mágico: Dirty York, Hogjaw y ahora Zach Williams And The Reformation, en apenas dos meses hemos asistido a lo más granado del rock sureño actual.
 Polvo de carreteras secundarias, moteles, mujeres, risas, alcohol, madrugadas resacosas y pastosas como su sonido, pantanoso; los nuevos adalides de la bandera confederada dieron un extenso y excelente concierto de rock sureño si nos atenemos a etiquetas.
 Que son hijos de The Allman Brothers o Lynryd Skynrd no se necesita nada más que un minuto para atestiguarlo: su pinta y su música nos acerca invariablemente hacía esos caminos.

 Por si existía alguna duda, su nuevo álbum que nos venían a presentar ya lo deja muy claro desde el título: " A Southern Offering " - 2011, segundo disco tras " Electric Revival " - 2008, si el primero era obra de Zach, en este segundo colaboró toda la banda, y eso le da un empaque a toda la obra. Desgranaron sobre el escenario del Gruta casi todo su 2º disco, empezaron puntuales, algo inusual en dicha sala, no sé si por convencimiento o porque era domingo. Sonido compacto, sobrio, sin estridencias, pero contundente sabedores de que tienen un excelente material del que tirar, y cuando desean siempre cae algún tema de sus amados Allman Brothers, The Band -  memorable su homenaje al gran Levom Helm - y sobrecogedor el final con una gran versión de The Black Crowes.

 No buscan el aplauso fácil, saben meter tiempos medios y alargados en su ejecución de varios minutos para desarrollar la "idea ". Las cuerdas vocales de Zach suman ecos raciales de blues, gospel, soul, el resto del grupo con dos buenos guitarras repartiéndose la tarea : Robby Rigsbee en los solos y Josh Copeland arrastrando el slide, bien secundados por un participativo toda la noche: Red Dorton, especie de oso de Alaska cazador de los que sea y un magnífico Cred Scater al fondo de todo, con su batería.

 Dos veces tuvieron que salir los de Arkansas una vez finalizado el set, la última de una tacada se tocaron tres temas más como el que se mete un buen ron, casi 20 temas para dos horas de concierto certero y festivo.
 Una gozada de buen rock.