MAVIS STAPLES: We´ll Never Turn Back .-
Hay que saber de quien se habla para opinar. En el caso de la cantante chicagüense, palabras mayores cuando se empieza con la saga familiar que contribuye en las mañanas dominicales en la iglesia, allí su garganta se pule de gospel y más tarde en emisoras locales de radio, el asunto se engrandece y llega a más almas que desde el púlpito. Con la llegada de Mavis Staples al grupo familiar The Staples Singers a mediados de la década de los 60, se agudiza la calidad, el compromiso social y étnico con los derechos civiles que proclama Martin Luther King. Luego, ella volaría sola y sería en 1969 que empieza a sacar singles con su nombre y el primer Lp homónimo en el mismo año. Desde entonces, puede que haya llovido mucho, sí, pero lanzar We´ll Never Turn Back en 2007 es un regreso a sus orígenes en toda regla, además de firmar un trabajo de altos kilates.
Down In Mississippi
WE´LL NEVER TURN BACK.- Abril de 2007.-
No se anda por las ramas,, de la fibrosa versión que se marca en el inicio, así, para empezar del clásico de J,B. Lonoir: Down In Mississippi, ya intuimos que estamos ante un disco de reivindicaciones.
Destacar la mano firme en la producción de Ray Cooder como sus guitarras y mandolinas a lo largo del álbum; también en la batería el siempre eficaz Jim Keltner. Luego como aparte la voz de de Mavis Staples. Portentosa, eficaz, certera. Todo es hipnótico, caen temas de soul, gospel... Eyes On The Prize, In The Mississippi River, Turn Me Around en la garganta de Staples los eleva al máximo, arreglos de Cooder, coros celestiales y densos, rotundos arpegios que nos dejan un viaje por el sur americano, en tiempos, si alguna vez fueron pacíficos, tenebrosos siempre para dejarlos a los tiempos actuales, traspasados los primeros albores del siglo XXI.
Luego, claro, hay temas que te pueden tocar la fibra sensible, esas canciones eternas, maravillosas que en la voz de Staples alcanzan la sublimidad, a mi entender We Shall Not Be Moved, On My Way, We´ll Never Turn Back que además da título al disco; se atreve a rockear ¡ que también ! en This Little Light Of Mine, 99 And 1/2 y a la postre nos deja un menú exquisito, digno de los paladares más exigentes.Siempre queda ganas de más... álbumes como éste merecen mucho la pena, cuando de lo que escribo es de discos de calidad.
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