DAN FANTE: UNA HISTORIA DE SOBREVIVENCIA








  Pasión por la vida y el alcohol.- A veces te encuentras con textos libres, autores que descubres porque esto de la literatura nunca se acaba, si acaso tú vida, tan efímera. Pero mientras hojeas páginas, curioseas, compras y lees vas progresando y creando tu propia obra, en ocasiones en forma de biblioteca, y los textos te hacen vivir vidas ajenas, en otras te asustas porque te ves reflejado, en métodos, vivencias, sueños, temores…
 Dan Fante es un escritor marginado por él mismo, lo tenía todo para vivir bien pero su cerebro no le dejaba. Por eso su mayor parte de su existencia vivió atormentado por sus funciones cognitivas y alcoholizadas, era un hombre mareado metido en un cuerpo que no le gustaba y encajonado en una mente brillante pero que le torturaba.
 Su vida es realidad y ficción en su ente, ¿por qué iba a leer la gente si la novela no la condujera de nuevo hacia eso que llamamos verdadera vida? Pero conviene no abusar de ninguna de las dos, porque entonces la mente se desequilibra y entramos en un proceso de deliriums tremens, en ocasiones sin alcohol de por medio.
 Sí, Dan Fante es hijo, el 2º, del gran escritor y guionista hollywoodense John, y conviene leer la obra de ambos, desde luego la del primero no se entendería sin haber echado largas lecturas al progenitor, porque en ella se vierte la vida sobre los textos, sangrantes desde luego y para estómagos agradecidos de buena literatura, pero como todo manjar, no es para cualquier paladar.
 Antes de someterse a la tortura etílica y existencial de Dan Fante, conviene haber leído a algunos autores americanos que describen el complejo mundo en el que sobreviven, aman, gozan, sufren… no es los mismo Estados Unidos que Malta, por ejemplo, aunque un borracho de tumbos igual y su mente se vea perforada por los extremos. En el país de los sueños se pueden alcanzar metas más fácilmente, aunque haya más gente dispuesta a atrapar al guepardo con sus manos, a veces te mata, otras se escabulle, pero en ocasiones se puede dejar acariciar.
  Sin caer en la pedantería, uno ha leído a Hemingway de cabo a rabo, incluido libros difíciles, y su manera de escribir es cómo fue su vida: pletórica, llena, vino, mujeres, juerga, pasión sería el término exacto. Cuando ya no pudo consigo mismo y viendo que aquello no lo podía mantener, el deterioro físico se iba acumulando, se pegó un tiro con su escopeta de caza a los 61 años. Da igual premios Nobel y demás liturgia, la vida se le iba, él la sorprendió en una madrugada cualquiera. Queda la obra para los demás mortales que no somos tan fieros, algo cobardes por seguir aquí. Dan Fante sobrepasa el término…
 Ni la elipsis de Raymond Carver, ese escritor sencillo y directo que en pocas páginas te remueve el alma. Literatura de calle, callejón oscuro, noches sombrías, días soleados y grises. Dan Fante sobrepasa el término…
 Ni el burgués y alcoholizado cónsul M. Laurelle que se pierde en las estrechas callejas de Quauhnáhuac, a la hora del crepúsculo en el día de Los Muertos, en ese noviembre mejicano en la obra de Malcolm Lowry en Bajo El Volcán y llevada al cine por John Houston en 1984. Dan Fante sobrepasa el término…
 Los bajos fondos de personajes siniestros, tahúres de la vida que se mueven entre las luces frías y brillantes de una ciudad adusta, personajes canallas de William Kennedy, bien descritos en Albany, la capital del estado de Nueva York. Dan fante sobrepasa el término...
 Ni el atolondrado John Kennedy Toole en su genial La Conjura De Los Necios, personaje perdedor de un mundo que no contemplaba un vago redomado como él, es víctima de su circunstancia y de la estupidez de los demás, y aunque te atrapa, no te destripa las entrañas, Dan Fante sobrepasa el término...
 Y se lleva por delante a la hora de beber la vida y absorberla al propio progenitor, John. Queda Bukowski, y ahí estamos a la par. Literatura de barrio, de calidad, pero que en grandes almacenes pierde encanto, es como tener un cachorro de pantera en el salón de tu casa. Es mona de lactante, luego te observa y ella sólo ve comida, te liquidará…
  Sajalín editores es una editorial barcelonesa empeñada en publicar lo difícil de tipos que devoran la vida y algunos llegan a plasmarlo en páginas para que los demás podamos disfrutarlas. Traducido de Dan Fante tienen poco, pero lo suficiente para que la pantera te lama unos segundos y tú no sepas si correr, quedarte quieto o esperar su benevolencia. Pensemos en lo último, que esto sea lo que suceda y nos deje un ratito más por aquí por aquello de que todos queremos respirar.
 En Sajalín sacan adelante proyectos de gran calidad para escritores atormentados, marginales, aquellos que describen la parte de la vida menos graciosa, agradable, etc. Son muy elitistas con quienes traducen, por eso hay que estar siempre atentos como lector para ver qué sacan de vez en cuando. Ahora Dan Fante ocupa mi espacio.



 CHUMP CHANGE.- 1998.- 
 Calderilla, poco significante o incluso una persona sin trabajo o de escaso y bajo salario, todo esto puede ser Chump Change en su traducción como ya indica en la página interior inicial de la novela.
  
 Lo que quiero decir con esto es que existe otro lugar, un mundo alejado de las preocupaciones y el dominio que ejercen sobre nosotros mismos, un lugar donde la gente puede refugiarse, donde los valores y las responsabilidades de la vida diaria cambian por completo. Un lugar donde lo que de verdad importa es la supervivencia diaria y conseguir evitar el tormento al que nos somete la mente.


  A través de su alter ego Bruno Dante, Fante nos destripa las entrañas, nos golpea una y otra vez tantas como él hace con el personaje, un paria que una vez más es encerrado en  el Hospital San Giuseppe Di Cupertino en el Bronx por 3ª vez, en esta oportunidad por intententar suicidarse clavándose un cuchillo en la barriga. Casi esto es una anécdota, en un tipo cuya conducta autodestructiva para todos los que le rodean o tienen la desgracia de cruzarse en su camino, tambièn para él mismo por supuesto, y para los cuidadores del centro, su familia, su mujer, todos están hartos del despojo humano en el que se ha convertido Bruno Dante. 
 Hay textos que te golpean muy duro, Chump Change te sacude a base de bien, el saco eres tú mientras alguien lo golpea y sólo hace que balancearse de un lado a otro del gancho del que pendes, en esta ocasión la vida. Cuando colocas tus pies en el suelo, descubres que Bruno Dante se gana la vida, en los escasos ratos que está sobrio, de vendedor de puerta en puerta, venta fría de aspiradoras, pero cuando no necesita un lingotazo de bourbon es una docena de latas de cerveza, para ir cogiendo el pulso al día.
 Ni que decir que Bruno Dante es un alcohólico que pasa por los centros de rehabilitación con más ganas de salir de huyendo que de volver al redil. Su mujer, Agnes, no puede más, y el seguro médico ya no cubre las estancias de él en dicho centro. Por si fuera poco, el progenitor de Dante, Jonathan, está hospitalizado, muy grave, y lo que más teme Bruno es que se muera sin despedirse de él, pero también tener que regresar a California, ver a su familia y el recuerdo constante de una infancia y adolescencia que no le gusta, por eso huyó a Nueva York, donde malvive, pero sobrevive a base de alcohol y en ocasiones mezclado con barbitúricos y si tiene dinero, con cocaína. ¡Todo un personaje!
 Su estancia mientras dura la convalecencia de su padre entre su familia y en las brumas de Beverly Hills, no ayudan a que su cerebro se sosiegue, al revés, le transmite sacudidas suicidas cada vez más fuertes, lo que le hace acudir a Perro Loco, su licor favorito en horas bajas y escasas de economía, además, en el tiempo, la atmósfera según Bruno Dante, en el mes de diciembre en Los Ángeles, se torna especialmente majara.
 Sólo quedan algunas esperanzas para él, sus pequeños poemas que aún es capaz de componer, una rendija de luz por la que pueda aspirar la vida sin derretirse del todo. La relación amor/odio con su padre, venerado escritor y guionista del Hollywood más resplandeciente ocupa un lugar destacado en Chump Change entre orgías de alcohol, sexo barato y desquiciamiento total del personaje.
 Primera novela de Dan Fante publicada en España, sólo si puedes levantarte del suelo y seguir la pelea, en pie se entiende, podrás seguir leyendo el resto de su obra.


 Bueno, he trabajado en corrección de historiales de crédito, préstamos garantizados, implantes capilares, monedas antiguas, herramientas, suministros para oficinas, tinta para impresoras, arrendamiento de gasolina y gas, películas piratas, publicidad en medios impresos, recaudación de fondos, porno, comunicaciones por cable...


Primero la vida, luego la literatura.-  Hay quien se pone a escribir desde pequeño, esos cuentos o relatos infantiles llenos de monstruos y héroes y heroínas, como quien coge un rotulador, lápiz o bolígrafo y realiza bocetos sobre personas, paisajes en un folio en blanco. Todos tenemos alma de artista a edad temprana, otros se dedican a montar piezas, a romperlas, a peqar patadas a un balón... Dan Fante lo tiene a su alcance, un padre escritor profesional, una madre culta, lectora empedernida y que domina con el paso de los años varios idiomas, y sin embargo él quiere absorber la existencia, bebérsela de manera literal y luego, si todavía queda algo de él, escribirla.
 Chump Change es su 1ª novela que supuso su debut literario, una trilogía donde el papel de su álter ego, Bruno Dante, desarrolla todo tipo de excesos, en muchas ocasiones minimizados con lo que en realidad Dan Fante hizo, o creyó hacer. En cualquier caso lo pule, es un decir, para que sea publicable, después de muchos rechazos en editoriales americanas ha encontrado un cauce para desarrollar su rabia a través de una editorial gala, y de ahí se ha ido traduciendo en pequeñas gotas a otros países.
 El mismo camino han seguido 2 obras de teatro y un par de textos de poesías, quedemos pues con que lo que podemos leer y tener a nuestro alcance. Como botón de muestra, sólo haré un resumen de Chump Change, por si no había quedado claro de qué va la novela.
 A fin de cuentas vida y obra de Dan Fante se juntan, colisionan y a veces explotan, la mayoría de las veces en su propia cara. Es capaz de viajar de Nueva York a Los Ängeles para ver a su padre moribundo, como sucede al comienzo de Chump Change, junto a su esposa Agnes, y mientras ésta se toma unos somníferos para ir dormida, pues el vuelo es largo y no lleva bien los aviones, Bruno Dante se pasa el viaje flirteando con la azafata mientras ésta le va colocando botellitas de bourbon, de paso contempla la cintura y las caderas de la muchacha que le sirve. Entre excitado y ya algo cogorza, es capaz de coger el abrigo y colocarselo a modo de resguardo sobre la cintura mientras consigue masturbarse a gusto. Como lleva 5 años sin sexo oral con Agnes, cuando ha acabado la faena, no se le ocurre otra cosa que limpiarse los dedos en los labios de su mujer...


 Jimmie Valiente también era nueva en Consumibles Orbit. Tenía un culo sensacional, duro, apretado y redondo como una almohada de goma espuma del Motel 6. El nombre que su madre le había puesto era Masume, pero ella prefería que todo el mundo la llamara Jimmi. Era exótica y bella, medio mejicana y medio iraní. Su escritorio se encontraba justo detrás del que me habían asignado en la incubadora, la zona de prueba aislada donde los teleoperadores hacían sus pinitos. Eddy Kammegian nos entrevistó y nos contrató el mismo día.


MOOCH.- 2000.- 
 Gorronear, persona que mendiga, ingenua... es el argot inglés del título de la novela. Ya lo coloca Dan Fante en el inicio para que no haya equívocos.
 Ya metido en faena, es la mejor novela hasta ahora leída por mí del escritor americano. Advertido de la anterior entrega y levantado del suelo, aún en pie, seguir las andanzas de Bruno Dante no cuesta tanto, es más, se agradece que un tipo te hable de cosas que te pueden acaecer en un santiamén, no hay nada de surrealismo aunque en ocasiones la vida real y palpable te parezca un cuento inenarrable.
 Bruno Dante sigue resacoso de día, de tarde, de noche, y a veces simplemente borracho. No es capaz de escribir, lo intenta una y otra vez, pero no lo consigue. Ni soporta el calor de Los Ángeles, abrasador, ni el sueño a menudo rácano hecho de palmeras, sol, chicas, playas, surf... Llega tarde a su trabajo, su Chrysler es un automóvil viejo que le deja tirado muy a menudo, dentro huele a cigarrillos, humo condensado como pedo de gato y en unas horas será despedido de el sustento que le mantiene con vida y cubre sus vicios variados, se acabó ir de puerta en puerta bajo un sol nada clemente vendiendo aspiradoras.
 Tampoco desea ir a la reunión de Alcohólicos Ánónimos 3 veces a la semana, pero por mediación de un miembro de este clan, consigue trabajo en Consumibles Orbit, empresa dedicada a la venta telefónica de cintas genéricas para impresoras y cartuchos recargables para grabadores láser. Allí Bruno Dante se convierte en un tipo triunfador, su labia en el teléfono le da enormes beneficios semanales, quizás porque en dicha empresa también se nutre de tipos descarriados socialmente como él.



 Sabes chico, a veces eres el parabrisas y otras el insecto.


 Por una temporada Bruno Dante parece que deja atrás el sueño de convertirse en escritor de verdad, su egolatría y el buen hacer de teleoperador le deja suculentas ganancias, lo cual acrecienta su deseo de beber y de consumir la vida a borbotones. Tampoco ayuda haberse enamorado de Jimmi Valiente, alcohólica, drogadicta adicta al crack y ex bailariana de strippte. Ambos mantendrán a lo largo de la novela duelos interpretativos severos, de recaídas y convalecencias, como una ruleta rusa su relación es un sube y baja continuo que les desestabiliza, pero se atraen como presa y depredador.


 Éramos dos perdedores colgados de la vida por las uñas.



 Dan Fante construye un personaje a su medida, sabiendo bien que cuanto más dinero tenga peor le irá, sólo le será más fácil acceder a todo tipo de ingredientes que le suministre mantenerse en pie para el resto del día. Mooch en esa calderilla en la que se convierte Bruno Dante, se maneja mejor siendo un pobre diablo, un mendigo de su mente, esclavo de sus vicios y aprisionado por una mente que no se libera del mal camino continuo, ¿ que sería de el pèrsonaje si acertara a tomar buenas decisiones? Que no podría desarrollar su instinto asesino. Y de vez en cuando saca su lado romántico, sosegado, lúcido, capaz de contemplar la perfección en el cuerpo de Jimmi Valiente, simplemente se acerca a la cama  y contempla como su pecho subía y bajaba apaciblemente. Contempla cada detalle como si acabara de ser creado: sus dedos, sus brazos, sus manos largas y elegantes, y la línea del cuello que bajaba por la espalda hasta su culo. Era un cuadro de Degas. Le hacia temblar su ser, allí estaba la perfección y no podía tocarla, alcanzarla.


Sepa que cuando se sigue el rastro del coño salvaje se acaba en el condado del vino.


 Mooch rastrea el sueño americano, la desfachatez llevada al extremo en los concursos y carreras por mantener el éxito a cualquier precio, el aguijoneo constante de los jefes por superarse, vender más, siempre más, da igual a costa de la salud y el equilibrio mental, el asunto es producir beneficios, propios y ajenos, el globo nunca se acaba de hinchar lo suficiente. El asunto es que Bruno Dante se lo cree, o eso supone él. Hay dinero, y mientras sea capaz de mantener la billetera llena más hondo caerá en el pozo de la desesperación, bañado en alcohol, y otras sutilezas que aporta la vida moderna para mantenerte en pie hasta que te des cuenta de que ya sólo eres un cadáver.
 Mooch es devastador, pero qué menos tratándose de Dan Fante. Y eso lo hace exquisito, a mi siempre me han gustado las flores que crecen en la basura, poseen un encanto especial, único, y desde luego un olor impar.



  Mi motivo para escribir no es hacer que cambies, sino hacerte saber que puedes cambiar. Yo escribo sobre vivir y morir, sobre enamorarse y tirarlo todo a la basura...y luego sobrevivir a todo eso. Escribo sobre la muerte y la locura. Escribo para que mi corazón sobreviva. Vivo engullido por, y enamorado de , el milagro de la condición humana.



FANTE, UN LEGADO DE ESCRITURA, ALCOHOL Y SUPERVIVENCIA.- 2011.-
 Y llegamos a los demonios interiores, una novela real ficcionada, especie de memorias para desenterrar las muchas frustraciones que acumula el alma con el paso de los años.
 Una familia, un hogar, un proyecto, muchas dudas, alguna ilusión, fracasos, escasos éxitos, y lo más temerario de todo, Dan Fante aborda la vida, la coge por el cuello, y ésta le zarandea hasta dejarle claro que ella manda, otorga, quita, da, pone y especula, apenas eres un papel en medio de la calle que se mueve según sople el viento. Vives a base de probabilidades.
 Fante, un legado de escritura, alcohol y supervivencia, es a juicio de Dan un libro de no ficción, recordando desde su mente atormentada la familia a la que vino al mundo, con esos padres biológicos que te tocaron en suerte, y a lo largo de algo más de 400 páginas y una veintena de fotos, ese largo recorrido que le ha llevado a seguir vivo pasada la 6ª década, de verdadero milagro,¡cosas que pasan! Y lo desarrolla de manera amena, sin ahorrar adjetivos, palos diversos que te da la existencia, y también un descontrol absoluto, buscado en su mayoría de las veces.
 Dan Fante observa a su padre John, y de paso en ese trazo firme con el que desarrolla la biografía, no esconde la rabia que le produce ver a su progenitor fastidiado por no haber logrado el triunfo literario que él cree merecer, absorbido por la corriente de Hollywood donde otros grandes de las letras americanas sucumbieron al cheque fácil, a vivir para curar sus demonios y diferentes vicios, sean Faulkner o Fitzgerald, cualquiera de ellos ganaba más en una semana que por el resto de los derechos de autor de sus obras a lo largo de su vida.



 Yo venía de una familia en la que había un centenar de secretos ocultos de los que nadie hablaba nunca. Por fuera mi familia no tenía mala pinta, pero por dentro era un nido de víboras. Había sido criado por personas inteligentes que se expresaban muy bien y nunca hablaban de su demencia o de sus diferencias salvo para culpar a los otros.


 Dan Fante viene al mundo en 1944 y es el 2º hijo del matrimonio Fante/Smart y nunca quiso estar a la sombra de Nick, el primogénito, que le trata mal, así pues tuvo que buscarse su hueco entre él y su padre. Además según cuenta en el libro, no era bueno estudiando, si su hermano, y su madre se dedicaba a sus cosas y a sus otros hermanos pequeños cuando llegaron, casi nunca a Dan. Pero observa las muchas celebridades que por la casa pasan, visitas ilustres y canes que dejan huella en la familia, como el gran Rocco, que será protagonista de una novela de su padre, Mi Perro Idiota.
 Los muchos problemas de John Fante con el alcohol agravados por la diabetes en 1959, no conducían a nada bueno en la relación familiar cotidiana, ni a que Nick se sacase el carnet de conducir y llevase diariamente a sus hermanos en su Studebaker al instituto. El refugio de Dan Fante es el béisbol, los libros que le llegaban, la masturbación y el final abocado al alcohol, una tradición que inauguró su abuelo, siguió su padre y él le dio una status especial en su existencia.
 Todo el desarrollo del libro es una dicotomía: una parte va al asombro que le produce su familia, y la otra Dan es el narrador de su existencia. Sus anhelos, sus disgustos cuando acaba en un instituto católico para chicos problemáticos sólo hace que las cosas empeoren en su cerebro y en su día a día.
 Dan Fante se busca la vida, de carny, esos tipos que vemos que trabajan en las ferias y parque de atracciones. Allí se va convirtiendo en un muchacho fuerte, que bebe, se pega con quien sea, pero le gusta. Tiene dólares en el bolsillo y se plantea irse de la casa de su padres y buscar la independencia que tanto anhela. A comienzos de 1963 el parque donde trabaja quiebra y apenas está unos meses matriculado en la Universidad, donde sólo las clases de arte dramático le llaman la atención. Huyendo de sí mismo, del entorno, Dan Fante se larga con 20 años a Nueva York con la ilusa esperanza de estudiar para actor, nada de eso sucederá, las urgencias alimenticias le desbordan y acaba sacándose una licencia de taxista, allí pule la vida, apenas duerme y por las noches deambula en la gran manzana, donde para una mente despierta, pero atormentada como la suya, no deja de conocer gentes y y muy variadas en el asiento de atrás de su coche.
  


 Después de que ella se fuera seguimos manteniendo relaciones sexuales de manera regular. Yo había sido su primera pareja y Vonnie nunca me decía que no. Sin embargo la mayoría de las veces yo bebía en los bares locales de la calle 14 e iba detrás de las putas del final de La Tercera Avenida; a veces entraba a ver una película porno y algún tío me hacía una mamada.


 Algunas veces Dan Fante acude a clínicas de desintoxicación y a realizar el programa para Alcohólico Anónimos, pero otras acaba dejando el taxi después de mucho tiempo y juega a detective en ese Nueva York cosmopolita donde un día recoge a un borrachín diurno, ex agente del FBI, un tal Schroeder, y acaba trabajando para él. Será otra visión de la realidad a la que acceda Dan Fante, y de paso sus lectores. Nunca pierde de vista lo que publica y hace su padre, en esa idea en la que se mueve todo el libro, en esa escritura y ritmo narrativo tan interesante y que no decae jamás. Sus muchos pasos, maltrechos por el exceso de alcohol en la mayoría de las oportunidades, sus numerosos trabajos para sobrevivir a lo largo de más de 2 décadas, hasta que pasados los 50 años, regresa, se convierte en escritor profesional y da sentido por fin a su vida, la dota de algo, pasión sería el término, intentando convencernos a todos de que en los estantes de las librerías cada vez hay menos escritores dispuestos a arriesgarse y escribir sobre sus propias experiencias de un modo que contribuya a mejorar la condición humana, hablándole al alma del lector. Para Dan Fante, el mero hecho de cautivar durante horas y días, con sus palabras compartiendo su verdad, ya es un gran don.
 Desde luego, a lo largo de Fante, un legado de escritura, alcohol y supervivencia, lo consigue y de sobra. Claro que ya ayuda si antes te has leído sus 2 novelas anteriores.





BIBLIOGRAFIA  SELECCIONADA








CHUMP CHANGE .- 1998

MOOCH.- 2000

FANTE, UN LEGADO DE  ESCRITURA, ALCOHOL Y SUPERVIVENCIA. 2011






 Dan Fante: 19 de febrero de 1944 .- Los Ángeles (USA).- 23 de noviembre de 2015.- Los Ángeles (USA)






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