ROBERT GORDON: CON LA CARA LAVADA Y RECIÉN PEINADO.-







Red Hot


La cueva del sur.- Verán, yo nunca lo había visto, pero aquel domingo de julio acudí junto a mi hermana al Gruta 77, un garito del suroeste madrileño cuyo nombre hace acopio claro de qué te vas a encontrar, una auténtica boca de lobo, con escenario estrecho, columnas laterales para sostener el inmueble donde se haya situado, lavabos década de los 70, grafitis por doquier, barra enfrente según se entra, mercachesing junto a la puerta de salida y adherida a ésta la cabina de disjokey, enfrente el escenario en cuestión.
 Cuando llegamos a eso de las 10, todo estaba repleto, lo cual nos sorprendió porque la actuación de Robert Gordon estaba anunciada a las 9.30, pero es que era julio y en el Gruta antes de las 12 nada empieza. Al parecer existían razones contra actuales que obligaban al organizador y al garito de turno a comenzar en hora. Ya se encargaría el neoyorkino de desbaratar el asunto. Al parecer después de casi una hora sin aparecer por el escenario, la gente seguía consumiendo sus cervezas a buen ritmo, alguien desde el escenario indicó que el señor Gordon y su banda estaban atrapados en un atasco en la M-30, por entonces levantada en obras por obra y gracia de nuestro querido alcalde Álvarez del Manzano, o Ruíz Galladón presidente de la Comunidad, individuo con aires de faraón que convirtió este territorio en lo que Danny De Vitto dijo, es una ciudad muy bonita, vendré cuando acaben de encontrar el tesoro. Siempre en obras.
 Al parecer Gordon y Chris Spedding habían realizado su puesta de sonido por la tarde, con achicharramiento estupendo, pues el sol mesetario pega de lo lindo por esas fechas, entre trago y trago de vodka, el cantante se llevó una botella para él solo según nos aseguró una de las muchachas que trabajan en el Gruta. Tocaba esperar, salir a echarse unos pitillos a la calle, regresar al garito, aunque se podía todavía fumar dentro antes de la ley antitabaco en recintos cerrados, a eso de las 11 de la noche Gordon y Spedding acompañados por bajo y batería hacían acto de presencia en el Gruta, digo hacían,  no que empezasen a tocar. Era domingo, mal día para conciertos en Madrid, si aquello iba  empezar cuando debía de haber terminado, nosotros llegamos casi 2 horas antes, no digo lo que de verdad pensarían aquellos que de verdad creyeron que el evento comenzase, como decía la entrada: a las 9.30.



Boppin´The Blues



Directo.- Reivindicar el rock and roll simple, contundente, a finales de la década de los 70, en un siglo convulso en todo, no sólo en la música, tenía cierta gracia, pero también de misil suicida.
 ¿ De dónde venía esta criatura?  Su estilizado tupé, su reivindicación del rockabilly, no lo surgió de un día para otro. Antes era un chaval espigado, hijo de un funcionario del Estado, como otros muchos chicos de su edad la radio y la televisión debieron de marcarle, ¿Quién no se asombraría de los primeros movimientos de cadera de Elvis, antes de ser domesticado y masticado? Algo de eso debió de ocurrir en el pequeño Gordon, también hay que tener, en su caso voz, cierto porte, sobre todo si uno quiere ser cantante, cosa que logró en un campamento de verano a comienzos de los 60, su éxito, ocasional y fruto de la imaginación y del entorno adecuado, fraguó una cierta esperanza en lograrlo de manera profesional.
 Como todos, en esa edad de indefinición que todos tenemos en el largo proceso de crecimiento, esa piel de serpiente que se muda, formar algunos grupos, con más entusiasmo que otra cosa, pero que servía, para saber si esto era de verdad y podía poner lentejas en la mesa. Confidetials y Newports aparecen en su curriculum primitivo, pero no sería hasta su traslado a la capital del mundo, y en el Greenwich Village en particular, que encontraría su espacio creativo, el barrio bohemio neoyorkino. Todo en parte se vería truncado por el servicio militar obligatorio que el muchacho evitó entrando en la Guardia Nacional, entre otras cuestiones, entiendo, porque podría haber sido enviado a Vietnam, estamos a finales de los 60, y por si fuera poco, Gordon, se casa a los 19 años y en poco tiempo es padre de 2 vástagos. Menucias para sobrevivir, poco encanto con el rock and roll que un día soñó, pues su familia abrae una tienda dedicada a la configuración del cuero. Así, más o menos por lo que he podido averiguar pasa el tiempo ese roquero de estampa espigada hasta que en 1975 acontece en divorcio y la llama, nunca apagada de la música, surge de nuevo con nuevos vientos.
 Algunas consideraciones que me temo inevitables para encontrar esa dualidad en Robert Gordon. Originario de Maryland, fronterizo entre el Norte y Dixieland, y su posterior asentamiento en Nueva York, crearon una peculiar personalidad creativa. Y si a mediados de los 70, el punk, la new wave compartían espacio entre el CBGB y el Max Kansas City, observar de primera mano a Ramones, The Cramps o Blondie, que por otra parte se hacían sus apartes en el barra de dichos establecimientos entre otros con el espigado Gordon, que ya tenía un grupo en el que militaba con entusiasmo con sonido nuevaolero: Tuff Darts.
 Patear escenarios con más pena que gloria, cuando Gordon lo que llevaba dentro era el engranaje de la Sun y el sonido primigenio del rock and roll, debió de hartarse de ir de moderno ambulante de un sitio a otro, sin encontrar salida apropiada, y la puerta estaba abierta con Richard Gottherer, veterano productor, forma The Wildecats, un nombre sugerente, es el avión de caza americano que luchó en el Pacífico durante la II Guerra Mundial.  Allí, en el grupo en cuestión, afila voz, se peina tupé, sale al escenario con la cara lavada y da rienda suelta a lo que quiere cantar.
 Por esos escenarios se encontrará con dos apaches salvajes, los hermanos Wray, y ahí ahora, y de verdad, empieza la corta, pero intensa carrera de Robert Gordon.




Flyin´Saucers Rock And Roll



ROBERT GORDON & LINK WRAY.- Abril de 1977.-
 Directo, vetusto, el productor Richard Gottehrer saca provecho del talento, la voz y el arrojo de Gordon, de paso coloca en su sitio al apache de Link Wray, el rey del reverb, que juega con su guitarra como un dios endiablado, I Sure Mis You es un ejemplo de balada rock and roll.
 De paso se tantea en todo el disco las diversas posibilidades que puede tener un artefacto de este calibre en pleno auge del punk y la new wave, como una cuña que abre el leño, entre medias de los nuevos sonidos y las bandas mastodontes de finales de la década de los 70. Rock and roll básico, revival de rockbilly, reverdecer los laureles de tipos fundamentales en este invento, Billy Riley,  Eddie Cochram, Carl Perkinks…
 Entre los surcos, maravillas como Swett Surrender, I Sure Mis You… y trallazos, secos, como rayos que caen en tus espaldas: Red Hot, Bobbpin´The Blues, Flyin´Saucers Rock And Roll, The Fool. Los 3 últimos temas de cosecha propia, llevan la firma de Wray y no desmerecen con todo lo anterior que es bueno y lo siguiente: It´s In The Bottle, Woman (You´re My Woman) o Is This The Way.



The Way I Walk


 Uno nunca encuentra lo que busca, sino lo que la realidad le entrega.-  Me alegro de haberme criado en la década de los 70, lejos de tanto artificio digital que acabó dando la razón a Orwell, donde la Policía del Pensamiento ha acabado por asfixiar la vida de todos nosotros. Todavía se podía uno sorprender con discos como el de Robert Gordon & Link Wray – 1977 en medio del maremágnum de modas y movidas varias. El cine, la música o la literatura marcaron mis pasos de por vida, y hasta hoy.
 Habrá cientos de discos más, películas y cómo no, libros en los que bucear y vivir vidas ajenas y propias. Gordon se aventuró en un terreno que parecía hecho a la medida de sus posibilidades, respaldado por el genial guitarrista Link Wray, y viendo lo bien que salió el disco, hasta la voz de Gordon está impresionante en su siguiente álbum, con el mismo respaldo de The Wildecats, pero ahora añadiendo en las partes vocales a The Jordanaires, se marcaran, tal vez, su mejor disco.
 Parecía salir del circuito del CBGB, su talento y su enorme voz traspasaban las orillas del rio Hudson, sólo hacía falta sacar un Lp estupendo para ponerlo definitivamente en órbita. Apenas unos meses después de su 1º Lp, sale al comienzo de 1978: Fresh Fish Special.





Fire




FRESH FISH SPECIAL.- Enero de 1978.- 
 La guitarra incendiaria de Wray abre con el reverb característico, el tema original de Jack Scott, los coros a cargo de los legendarios The Jordanaires, sonido vintage, Elvis, pero en la voz de Gordon, la genial The Way I Walk dotada de un toque macarra sutil, sencillo, directo.
 Nada decae en este disco, Red Cadillac And A Black Moustache, esa guitarra salida del sonido Sun con hermosas armonías; ni siquiera el toque hawaiano de If This Is Wrong, desmerece con esos coros maravillosos.
 Rock and roll clásico, sonido de los 50: Five Days, Five Days Twenty Flight Rock. Rob Stoner nos introduce con sus notas de bajo en Fire, el tema de Springsteen, sin cortarse un pelo no palidece y mejora el original. Como no podía ser de otro modo, una vez que uno coge confianza, por qué no acercarse a Elvis y retratar el viejo tema de Leiber/Stoner: I Want To Be Free. Huey Smith se ve reflejado en su Sea Cruise o Johnny Burnette en el magnifico Lonesome Train (On A Lonesome Track ).
 Fresh Fish Special catapultó definitivamente a Robert Gordon hacia el exterior de los muros neoyokinos. Estupendo disco de rock and roll.







Love My Baby



Gloria y cambios.- Como era lógico y normal, la publicación de sus 2 Lps le auguró un techo comercial interesante. El éxito, si entendemos éste por ventas curiosas y actuaciones más allá del circuito al que estaba acostumbrado Robert Gordon, ensanchó sus miras y durante 1978 se suceden las giras por Estados Unidos, un tipo espigado y casi mal encarado, agarrado a un micrófono saca los colores a quien daba por muerto al rock and roll más clásico. Sin un ápice de nostalgia, coloca un buen número de canciones en las emisoras radiofónicas y sus directos son buenos, correctos, no exentos de grandes dotes técnicas y sobre todo, su maravillosa voz.
 La carrera en solitario de Link Wray hace que se descuelgue del combo de Gordon, en su lugar entra otro maestro: Chris Spedding, quien aporta una energía brutal heredera de los cimientos del rock and roll, a saber, rockabilly, toques country, y mucho rhythm & blues. También en The Wildcats hay novedades, Billy Cross, 2º guitarrista deja paso a Scotty Turner que ya aparece acreditado en su siguiente álbum: Rock Billy Boogie.
 Cerrando la década de los 70, Gordon tiene contrato con la poderosa RCA, pieza clave para su desarrollo artístico y para que sus aullidos lleguen a fronteras allende de las americanas, ahora  sus discos cruzan el Atlántico y su distribución se hace a nivel mundial. Con el respaldo de un gran grupo, echando mano de grandes compositores de 2 décadas anteriores, pongamos que hablo de Eddie Cochran o de grupos como los Sparkletones, saca su nuevo artefacto.



Black Slacks



ROCK BILLY BOOGIE.- Febrero de 1979.-
 Mira que tardé en encontrar este disco. No elegí una copia hasta que la halle en perfectas condiciones de vinilo limpio y carpeta impecable, como debe de ser. Nuevo y lustroso, la introducción a cargo de la versión de los hermanos Burnette, que da título al asunto, se arregla con temas impecables y esas versiones que también sabe aliñar Robert Gordon, en esta ocasión secundado por el guitarrista británico Chris Spedding.
 Algunas cositas imperecederas como I Just Found Out, la guitarra eléctrica oscilante y de sabor caribeño que saca Speedding y el trote western en la voz de Gordon para la adaptación de los Burnette. Rock and roll supinos como Rock Billy Boogie, Love My Baby, All By Myself… Los Sparkletones se verán reflejados en el eterno Black Slacks, para no dejar los pies quietos en su sitio ni un segundo.
 Las cuerdas vocales se tensan en The Catman, sonido vintage y piano saltarín, para homenajear al maestro Gene Vincent.  Y ya puestos, por qué no abrir la cara B con la genial  It´s  Only Make Believe, esa impresionante balada de Conway Twitty, ese doo-wop del americano y la punzante  guitarra de Spedding. Tampoco puede faltar en ese armario repleto de joyas Eddie Cochran : Am I Blue.
 Walk On By está entre lo más completo del lote, luego los sonidos añejos y canciones en blanco y negro, televisión de salón y muebles años 50; la balada I Just Met A Memory con silbido que ata al pasado y cerramos en familia: Blue Christmas.








Prove It


Ambigüedad.-  Metido en el estudio durante el otoño de 1979, sacará a comienzos del año siguiente su nuevo Lp: Bad Boy, donde hay virtudes en el tratamiento de algunas canciones como Swett Love On My Mind, Crazy Man Crazy o Nervous. Pero también una cierto desasosiego en algunos arreglos de canciones no muy acertados o en la composición del propio Gordon: Born To Lose. Tal vez el rockabilly no daba un sustento muy adecuado viendo como otros grupos de menos solvencia eran capaces de crear y desarrollar nuevos proyectos que le llevaban a lo más alto de las listas.
 Quuizás Bad Boy era un intento de abrirse a nuevas gentes, con el peligro consiguiente de la huida de los habituales. Todo esto hace una imagen de cierta ambigüedad en su música actual, caladero claro de rock and roll clásico, esto sólo hace llevar al peligroso acantilado del pasteleo, es una metamorfosis un poco cruel, pues sus directos se basan en la eficacia y el tratamiento de clásicos en una voz poderosa, huérfana aún más desde el deceso de Elvis Presley, que salvando distancias, veían en Gordon sino el sucesor, si al menos un claro continuador de su obra más impactante.
 No en vano, pese a su escasa discografía, si tenía un cierto crédito, Are You Gonna The One – 1981, ya nos los muestra claramente indeciso, con canciones como Standing On The Outside Of Her Door y avanzar en un sonido más contemporáneo: Someday, Someday. Curiosamente y lo que son cosas, este Lp es el más vendido en la carrera de Robert Gordon, unas 200.000 copias y entrada en la listas del Billboard.
 Como la cuestión no estaba nada clara en cuanto a su carrera, si seguir por los senderos trillados de los primeros trabajos o ahondar en la nueva dinámica, se saca un recopilatorio extremadamente recomendable, sobre todo si no se tiene nada o poco de lo anterior: Too Fast To Live,Too Young To Die – 1982, de título claramente “jertrotuliano” si se me permite, que venía a colocar las cosas en su sitio de esa ambigüedad que reinaba en su vida y en la carrera de Gordon. La jugada no sale mal, recoger temas grabados con la incendiaria guitarra de Link Wray y de Chris Spedding no era para menos, incluso la portada es toda una declaración de principios.
 La ruptura con RCA, cambios de productor y la utilización de otros guitarristas como Duke Robillard, Jack de Keyser o Danny Gatton, necesarios complementos musicales para Robert Gordon, le ayudan a su continúas giras durante parte de la década de los 80, ahora en pequeños clubs de los Estados Unidos hasta la publicación, esta vez con la ayuda de Spedding de Live At The Lone Star – 1988, fiel reflejo de la época de incertidumbre y devaneo que se traía entre manos. Todavía encierra buenas canciones, mantiene el tono vocal adecuado, mejor que todo lo publicado en años posteriores, muchos sin su consentimiento y su desaparición casi absoluta durante la década de los 90, con escasos conciertos, algunos en Europa, más viviendo de la nostalgia que de los nuevos discos que Gordon pudiera publicar como novedades.
 Y de pronto, con el paso de los años pero con su figura esbelta, de negro de pies a cabeza, con su cabello en forma de tupé, recién lavado y con la cara limpia, se desmarca con un amor incondicional hacia el rock and roll, como si atravesase un desierto escaso de agua, donde la luz del sol parecía en aquel paisaje telúrico de su vida, como un anuncio robado a los dioses que le daban por perdido, contemplamos los pobres mortales un disco excesivo, un trabajo bien hecho ayudado por una cohorte cuan faraón neoyorkino, adjunto a los adoquines de la ciudad, con más luces de neón, avenidas abiertas y llenas de gente para descolgarse con un gran trabajo.



Movin Too Slow




ALL FOR THE LOVE OF ROCK AND ROLL.- Junio de 1994.-
 Sonido poderoso, impoluto, cuesta reconocer la voz de Gordon tras el inicio espartano, duro: Attacked, Seduced And Abandoned, toda una declaración de principios, bordeando el R&B, con la ayuda de la armónica de Jon Parris, Jeff Salen controla las guitarras, estará en varios temas, pero también Danny Gatton y cómo no, el incombustible Chris Spedding que acude en varios cortes del disco.
 La modulación aparece en temas tan magníficos como You Stepped In It Now, pero predomina la adicción callejera y dura, diversas canciones que engrasan con el rock poderoso: Prove It, con coros añadidos y la guitarra de Spedding pidiendo justicia. I Need You Girl, con reverb añadido, contundente y fiable. Movín Too Slow, acopio claro de la esa poderosa voz que Robert Gordon posee, ¡que poco necesita para hacer un buen tema! La canción que da título al disco: All For The Love Of Rock And Roll, tema más propio de ser tocado y coreado en espacios abiertos que en salas pequeñas en las que las huestes de Gordon se mueven, no deja de ser una canción poderosa, rayando en el rock duro. Más tradicional pero contundente, prosigue en Slash, Middle Of The Night.
 También en estos 12 cortes encontramos cosas reconocibles del pasado más inmediato, tal vez lo más parecido que encuentro sea: I Found You, Goodbye Baby, Love & Touble (de cuya modulación me recuerda al Lou Reed más pendenciero y callejero). Cierra con la nostálgica Beside You, en apenas 40 minutos despacha uno de sus mejores trabajos cuando parecía que el sol telúrico de la tarde se lo iba a comer.




A Mess OF blues



 Silencio.- Años de sequía, apenas nada sobre Robert Gordon cantante, más allá de algún cameo cinematográfico, pasará más de una década hasta que vuelva a actuar en pequeños locales de Escandinavia en un tour acompañado por el guitarrista británico Chris Spedding (el cual seguía su propia carrera). Algún que otro disco lanzado en sellos independientes y con escasa distribución y difícil localización, un DVD rodado en Amsterdam en 2005, hasta que llega agosto de 2007 y conmemorando el deceso de Elvis Presley, 30 años a, saca un artefacto con 15 canciones , cuando Gordon alcanza la memorable cifra de 60 años, se atreve con “el rey”, su fantástica voz y el conocimiento de la obra de su paisano le hace realizar un disco muy bueno.
 Siempre a cuentagotas, salvo los primeros discos, enlazados entre el final de la década de los 70 y comienzos de los 80, el resto deslavazados en el tiempo, en el espacio que nos damos los mortales para entender eso que llamamos vida, se le envejecen a uno las palabras en la boca cuando quiere seguir el hilo discográfico de Gordon, siempre cabe la esperanza de que saque algo nuevo brillante, pero pasa tanto tiempo entre una cosa y la otra que la luz telúrica del espacio te come la memoria.









I Beg Of You



IT´S NOW OR NEVER.- Octubre de 2007.-
 Con un sello irreconocible, Rycodisc, con la colaboración inestimable de Chris Spedding, que además firma el disco a medias con Gordon y con producción de ambos, más el acicate de The Jordanaires, ya veteranos, pero todos lo son en este disco, comienza con el piano de Johnny Neel en el magnífico tema A Mess Of Blues, sonido honky-town que ya entrevé que nos encontramos con un buen disco. Si añadimos la extraordinaria voz de Gordon, ya estamos en el camino de la sutilidad.
 I Beg Of You, tema de 1957 que desencadena la labor vocal de The Jordanaires que no son unos invitados de piedra o de pose, se implican en toda la canción y de paso en el disco entero. ¡O se graba bien o no!. Algunos temas se les da arreglo siglo XXI, así Don´t Leave Me Now, más artificioso que en el original aparecido en el film Jailhouse Rock. El matiz country lo coloca en I´m Left, You´re Right, She´s Gone, más cercano a Johnny Cash, pero que Gordon sabe darle el tratamiento adecuado, desde luego el tono vocal no desluce en nada.
 Por los senderos de las praderas seguirá el disco, Peace In The Valley, no es difícil experimentar la sensación de estar viendo un wertern, orquestado demasiado rompe el ritmo del disco. Pero el honky-town, ese sonido añejo rock and roll se asienta enseguida con la exitosa Don´t Be Cruel, no desmerece de la original. Lawdy Miss Clawdy, con tratamiento más rudo que la versión de Elvis para RCA, encaja en todo este tratamiento que Gordon/Spedding dan al disco.
 My Baby Left Me, con tratamiento duro, más cerca del tono que emplearon la Credence Clearwater Revival en su disco Cosmo´s Factory que el que empleara en su momento Elvis. Too Much encauza el asunto, para colocarnos en el vintage más suave, coros celestiales y envolventes en Love Me, todo el grupo trabajando en una canción interesante, la balada, donde es tan fácil errar. A medio camino entre el R&B y el añejo R&R se marca Trying To Get To You, con sabor a barra de bar, sonido de los 60 para saltar a (You´re So Square) Baby I Don´t Care donde una vez más el piano de  Johnny Neel vuelve al trotón rock and roll y la voz de Gordon coge el tratamiento adecuado desde mi punto de vista. Visceral.
 Nada que objetar el decoroso It´s Now Or Never, con toque especial de Spedding dando un espacio original a la guitarra, casi con toque siciliano. Baladón. Si de lo que se trata en el disco, así lo entiendo, de homenajear a Elvis, lo consiguen con nota. It Feels So Right, canción de 1960 en el Lp Elvis Is Black, aquí con tratamiento más duro para cerrar el trabajo con Young And Beautiful, con la portentosa voz de Gordon, los coros arrulladores y la guitarra de Spedding sincronizada.




(You´re So Square) Baby I Don´t Care


Desconozco qué hace Robert Gordon en su tiempo libre.-  Perdido durante las décadas de los 90 y la 00 del siglo XXI, con apenas 2 discos que llevarnos a las orejas, escaso rendimiento para tanta voz grave y excelente para esto del R&R, justitos como andamos de recursos vocales tan volcánicos como las del americano, Gordon transita por tugurios y clubs de mala muerte, tanto en Estados Unidos como en Europa.
  De vez en cuando se lanza a un tour, más alimenticio que otra cosa, junto a su partenier particular, Spedding, durante 2009/2010, acompañado a la batería del Stray Cats: Slim Jim Phantom y el bajista de Sex Pistols: Glen Matlock. Buen combo sin duda, deambula en algún festival de los llamados "pedrigrí"y saca un nuevo disco:  I´m Coming Home - 2014, que le entretiene promocionándolo en USA y Europa; eso sí, en pequeños clubs con audiencias entendidas, el asunto no da más de sí.
 En cualquier caso, la esencia en frasco pequeño también puede servir para pasar un buen rato.  Del resto de lo que hace Robert Gordon entre tour y tour, disco y disco, desconozco el asunto. 



DISCOGRAFIA SELECCIONADA




ROBERT GORDON &
LINK WRAY.- 1977

FRESH FISH ESPECIAL.- 1978

ROCK BILLY BOOGIE.- 1979

BAD BOY .- 1980

TOO FAST TO LIVE, TO
YOUNG TO DIE .-(Recopilatorio) .- 1982











ALL FOR THE LOVE OF
ROCK AND ROLL.- 1994


IT´S NOW OR NEVER.- 2007









Robert Gordon: 29 de Marzo de 1949.- Bethesda (Estados Unidos).-


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