NEIL YOUNG: EL CABALLO LIBRE Y SALVAJE - SEGUNDA PARTE (1980 - 2003)



El salto del canguro.-  Esa es la impresión que saco al cabo de los años con Neil Young. Uno en solitario. Guitarra acústica y armónica por los caminos polvorientos y la corriente alterna de su mente, y otra, muy distinta con Crazy Horse. El montañés y el urbano se conectan perfectamente, el asunto es si es capaz de sostener en su obra, discográficamente, ese sostén de calidad. Y a fe que en la década de los 80, desbarra barranco abajo, no muere en el empeño, si acaso rasguños, pero no le hace claudicar en su deseo de hacer lo que le da la gana.
 Como otros muchos compañeros de generación, la época del videoclip, los colorines, la canción instantánea, el efecto imagen/sonido igual a ventas, no iba con él. Ni con otros muchos. Sin embargo siempre ha hecho lo que ha querido, cuando le apetece y saca cada Lp al considerar que eso es lo que desea realizar y plasmar. El asunto, entre otros, es si los peces pican a semejante anzuelo, o sea, nosotros.
 Hawks & Doves – 1980 se lanza a finales de octubre, una amalgama de canciones que tenía en su cosecha particular, en el cobertizo de su rancho, temas que van desde 1974 – 1977; el resto parecían de nuevo cuño tras la extensa gira con Crazy Horse los meses anteriores. Así pues, ahora el salto del canguro iba hacia lo acústico, temple serio y sereno para materializar un trabajo bien compuesto, pero que ¡ay! Ya habíamos escuchado y que no llega al criterio selectivo de Harvest o Comes A Time. Siempre comprometido con su tiempo, los textos son muy sociales en varias ocasiones, de hecho la cara B se acerca más a American Stars´n Bars con ramalazos country.
 Pero esto no había hecho más que empezar, los saltos hacia delante y atrás serán constantes. Le llevará casi una década, luego volverá a recoger los muchos años de carretera, experiencias varias y plasmarlas en obras magnas.



Get Back On It



REACTOR.- Noviembre de 1981.-
 Échale leche de nuevo al café. Cargado, ¡por favor! De nuevo con Crazy Horse, habrá que recargar el granero con heno, hierba, forraje y paja, de esta mucha, porque Neil Young nos descabezará poco a poco a lo largo de los próximos años. Mientras tanto, te da tiempo a hacerte con su discografía, que es amplia, selecta en varias ocasiones y disfuncional en el resto.
 ¿Qué esperar de Reactor? Un disco complicado, hay que escucharlo con la mente puesta en el cambio de década, la dicotomía entre guitarras eléctricas y sintetizadores. Como “los caballos locos” están presentes, nada mejor que empezar con electricidad, Opera Star, Surfer Joe And Moe The Sleaze. Hay más trotes que puedo destacar, Motorcity. Luego encontraremos esquizofrenias varias que Young irá plasmando con los años, T.Bone, es simplemente para que nos vayamos acostumbrando, de una monotonía atroz consigue poner de los nervios machacando una y otra vez la misma estrofa: Got Mased Patotoes, Ain´t Got No T-Bone,¡ojo, sólo son 10 minutos de nada!
 Guitarras saturadas, la mezcla del viejo estilo con la new wave imperante, Neil Young llena la atmósfera de ritmos pendencieros, llevando la estupidez suprema a los textos, pero cuando les la da la gana se marcan un espacio agradable: Get Back On It. Pero como es un genio, por tal hay que tomarlo, la delicia que se marca en Southern Pacific a métrica de western, que para eso bajó de los bosques boreales de Canadá a la pradera americana. Sólo por este tema, ya merece la pena salvar a Reactor.


Southern Pacific


Pasaran varios años.- Dará varios saltos de canguro, siempre hacia adelante, sin duda, en busca de adecuar sus canciones, sus textos a los nuevos vientos que corren. Pero se equivoca en mi opinión, tiene mucho que decir y su manera tan particular de contarlo. Pero en lo musical desbarra y bastante durante todo el periodo de la década de los 80. Sin hacer un mal disco, se entretiene dándonos cuenta de sus melancolías y sin sabores, y acierta de pleno en algunas canciones aquí y allá desparramadas por discos descoyuntados, jugará con las nuevas tecnologías: Trans – 1982, intentará en vano transformarse en un rocker de los años 50, peinado incluido, él, que no se peina las crines y es como mejor le sienta el asunto de la cosmética, el fallido intento de Everybody´s Rockin – 1983.
 Regresará quemado pero no hundido a las genuinas razones por las que es un buen compositor de hazañas campestres, o a contar el mundo rural y simple en historias hogareñas en el dulce Old Ways – 1985 y en cosas totalmente olvidables como Landing On Water – 1986 y echará mano de un socorrido Life- 1987 porque material tiene y de sobra, pero ha tirado toda una década en la nada, soltará de nuevo las bridas en dicho disco con Crazy Horse, con el fin de reanudar el camino perdido y errado, y cuando parecía que el videoclip se lo iba a comer, a ser devorado como otros muchos de su generación que parecía que en directo sí, pero con canciones nuevas llevábamos casi 10 años que nada de nada, da un vuelco a su carrera espectacular, se abona a algo tan viejo como el R&B y el soul y con formato y grupo nuevo, el ave fénix renace para gloria de oídos rockeros y mentes audaces.


Ten Men Working


THIS NOTE´S FOR YOU .- Abril de 1988.- 
 A mí desde la portada ya me interesa el asunto, sin saber todavía lo que hay dentro, que es bueno y variado. Volviendo a la caratula representa una fotografía de lo que en su día albergó el Blue Note Café, donde Neil Young llegó  a tocar en varias ocasiones. Es un bloque de edificios, tampoco hay que volverse loco con el asunto.  
 Ya desde el inicio uno se da cuenta de que estamos ante el mejor Lp de Neil Young no sólo desde  hace tiempo, sino en lo que va de década. No, no están escuchando a los Blues Brothers, Ten Men Working, todo parece estar muy definido: voces, vientos, guitarras. Con los Bluenotes de acompañantes, se puede explayar todo cuanto quiera son su guitarra eléctrica, que no se perderá. Además el tema salió en sencillo y tocó cielo en las listas, que tanto necesitaba para relanzar su carrera Young.
 Una de las canciones más elaboradas, rastreras y ratoneras es This Note´s For You que da título al álbum. Reivindicativo en sus críticas con las empresas que comercializan giras, tours de variados artistas, aquí no se corta con Coca-Cola o cerveceras como Budweiser. Todas las piezas encajan como un guante, los metales sirven para canciones electrificadas como Life In The City ,Married Man, Sunny Inside o Hey Hey.
 El trabajo presenta temas tranquilos, bien condimentados, en la frontera con el blues se marca Coupe De Ville, Twilight o Can´t Believe Your Lyin´. De lo que se trata, y a fe que lo consigue, This Note´s For You es un cambio radical en su sonido, en su elaboración de enfrentarse a sus demonios, y desde luego con la sección de metales más la aportación de Frank Sampedro y Rick Rosas, ese acercamiento al soul y al R&B le siente pero que muy bien.¡Discazo!.



Sunny Inside




Nunca hay que perder la fe.- Aunque uno no regente ninguna anomalía en forma de creencia espiritual más allá del ratito que se está por aquí. Me refiero a nivel discográfico, y eso, pasados los años y hasta los lustros, me lo han ratificado dos viejos sabios, como el diablo Cojuelo, Young y Dylan, no sólo cuando menos te lo esperas renacen y dejan discos mejores que los anteriores y que pueden mirar a cualquiera de sus trabajos más nobles, sino que todavía son capaces de sorprendernos, gratamente.
 En el caso de Neil Young enlazará varios proyectos memorables en el final de la década de los 80 y comienzos de los 90, justo cuando parecía que un tsumani se lo iba a tragar dejándolo en un grato recuerdo de los 70. Antes de cerrar este ciclo, y como si hubiese una llamada superior, mantiene el pulso con sus ex compañeros, ahora en forma de cuarteto, otra vez C, S, N & Y se meten en el estudio y nos dejan Americam Dream – 1988, un especie de reposo o standby, porque en lo que se refiere a los discos en solitario de Neil Young, no sólo cada vez va a mejor, superándose, sino que su siguiente Lp es una radiografía, certera a mi juicio, de la política armamentística, económica y social de la era Reagan, él, que desde luego me da que siempre ha tenido un regusto republicano y que incluso llegó a apoyar públicamente al cawboy presidencial.



Eldorado


FREEDOM.- Octubre de 1989.-
 No sólo ha recuperado el alma y el estilo, es modelo hasta para parte de la generación del grunge, que lo ve más como un apóstol que discípulo.  Su obras son sus mejores aliados, todavía a estas alturas del yuppismo imperante nos lleva por la senda de la desolación, violencia, alcohol y drogas se disparan en una retahíla de canciones, que como Neil Young es como es, comienza con una guitarra acústica y su voz para desgranarnos los versos del comienzo que es Rockin´In The Free World, tema con el cerrará Freedom, pero esta vez con Sampedro, Rosas y Cía, o sea, que lo electrifica.
 Tampoco se olvida de The Bluestones, su apabullante sección de metales hace acto de presencia en 2 temas, suaves, pero que llevan agujas en los textos: Crime In The City y Someday.
 Como si fuese un viejo guerrillero, con su gorra de estrella y su armónica y guitarra acústica en las manos, nos encierra en un callejón de difícil salida, como si se tratase de un notario, levanta acta de lo que ve y siente, y no parece que le guste mucho. Este Freedom es reivindicativo, de casi todo, de la estructura económica americana y una sociedad más preocupada por la apariencia que en la esencia del ser humano. Cantos al destino, Don´t Cry, Eldorado;  une su voz y su guitarra a la de Linda Ronstad en Hangin´ On A Limb e insiste en “Los Caminos Del Amor”, pero esta vez acompañados por parte del grupo. Dentro del aroma que se desparrama por Freedom y del buen tono en general del trabajo, algunos arañazos hay, On Broadway, un medio tiempo muy interesante con Cromwell en la batería, Rosas en el bajo y Young en las guitarras.



Over And Over


La década de los noventa.- Difícil encuadrar a Neil Young en un solo concepto musical. Comprometido con su tiempo, reivindicativo en sus discos y en sus actos, más allá de cuando se esté de acuerdo o no, podría significarse con la más rancia tradición del country junto a leyendas como Waylon Jennings o Willie Nelson, o la formación de grupos californianos tipo Eagles, Poco o Flying Burrito Bros.
 Pero sus muchos saltos de canguro, lo podían convertir en un granjero del asfalto sin pestañear y a base de guitarrazos de su Gibson, esa con pedigrí, la Old Black con acabado de spray del mismo color. Sus muchos discos publicados hace imposible la clasificación, sus colaboraciones, él mismo es un estilo.
 A la mayor gloria que significó el lanzamiento del mejor o casi, Lp, Ragged Glory – 1990, le seguirían en esta década dominada por bandas que llenaban estadios, tipo U2, Springsteen, REM o Pearl Jam, con quienes grabaría Mirror Ball – 1995, tendría arrestos para acometer una nueva versión del multimillonario Harvest, esta vez dando varias vueltas de tuerca y regresando a las sonoridades campestres como es Harvest Moon – 1992, recurriendo en esta oportunidad a los Stray Gators, pero acompañado a ratos de James Taylor, o compañeras de viaje como Nicolette Larson o Linda Ronstand.
 Y sin embargo me queda un poso de que podía dar más de sí. Su enorme talento se desperdicia en múltiples Lps desgajados, desafortunados, y ni siquiera la comparecencia de sus viejos amigos Crazy Horse levantan el vuelo en Broken Arrow – 1996, un monstruo que parece arrastrarse lento, perezoso, como forzado por las circunstancias. Hay que tener un enorme cuidado a la hora de solventar discos de Neil Young, te puedes encontrar maravillas y desastres. Sólo canciones aquí y allá, pero complicado hacerte con trabajos duraderos, buenos, y siempre me queda la duda existencial de desperdicio. La década de los 90 naufraga artística y comercialmente, pero sobre todo al nivel de categoría, como si los rescoldos de la hoguera de finales de los 80 y apenas retazos del comienzo de la siguiente, hubiesen sido cantos del cisne.
 Pero con Young siempre cabe esperar cualquier cosa. Un día cualquiera te encuentras con un artefacto de disco doble, con una portada que te deja tiritando y que te lleva inexorablemente a pensar en su época de electrónica, y sin embargo lo adquieres, es una recopilación con varios temas nuevos, 5 para ser exactos, recogido de canciones entre 1982 – 1988, me refiero a Lucky Thirteen – 1993, y es un trabajo a tener en cuenta.



Love And Only Love


RAGGED GLORY .- Septiembre de 1990.- 
 No hay más leches, estamos ante una obra noble no sólo en la discografía de Neil Young & Crazy Horse, sino del rock en general y tal vez su mejor Lp. El grado de compenetración, la sabiduría, el buen hacer, el conocerse como viejos zorros todas las madrigueras del monte para saber que con una simple mirada los 4 saben qué hacer, que guitarra sonará alta, punteará, el tambor de Ralph Molina y las aportaciones vocales de Talbot más su bajo. Todo encaja, ya da que pensar los más de 7 minutos de cabalgada que es Country Home, más que en el estudio parece que están en el rancho de Neil Young, ese que aparece en la portada. Bien sonorizado, a todo volumen que no estropean tímpanos de nadie, y allá los bisontes en los prados pastando o haciendo lo que tengan que realizar semejantes criaturas.
 Estas, los homínidos músicos, al rock. La magia de White Line, corta y directa con guitarras eléctricas afiladas. De los 10 temas de que se compone Ragged Glory, varios rondan o pasan de los 5 minutos, tenemos canciones de amplios ventanales y diáfanas en su recorrido: F!#In´Up, Mansion On The Hill  o Mother Eart. Otras 2 que pasan de los 10 minutos: Love To Burn, un desarrollo instrumental amplio, como de jam-session, donde dan rienda suelta a sus instintos más primarios. La otra, Love And Only Love, sigue los mismos parámetros, las guitarras eléctricas son las protagonistas por encima de cualquier atisbo de estribillo.
 Mención aparte para Over And Over, más de 8 minutos de cabalgada insuperable, de guitarras eléctricas saturadas, compenetradas y paralelas: Young/Sampedro, y sí, una y otra vez vuelven a la carga tras unas estrofas cantadas, un estribillo melódico, y demuestran el excelente estado de forma en el que se encuentran.
 Ragged Glory es un disco de otra época, espacio y vigor, cuando afirmo lo de que Neil Young es un caballo libre y salvaje, prueba inexorable es este trabajo, hay muchos más, pero es un álbum vigoroso, rodeado de un océano de electricidad y de buen hacer, momento culmen de la carrera del canadiense y Crazy Horse, sin duda alguna. Más de 1 hora de edificante rock.

Neil Young: Guitarra eléctrica – Voz
Frank Sampedro: Guitarra eléctrica –Voz
Billy Talbot: Bajo – Voz
Ralph Molina: Batería - Voz






Depresion Blues


Experimentos y otras vacilaciones.- Tras el monumental trabajo Ragged Glory, se desprende de las bridas y demás aparejos que parece que le atan y se refugia en el enésimo intento de cantar al mundo rural, ese country tan arraigado que lleva, Harvest  Moon – 1992 planea sobre el original de 1972, 20 añitos atrás. No deja de ser un Lp resultón, elegante, con estupendas armonías vocales y una buena cosecha en una docena de canciones, pero que a mí ya me resultan escuchadas y que más que añadir y sumar a su magna obra, simplemente es un disco más. Bueno para quien no tenga el “original”, pero poco más.
 Como no sólo es un culo muy inquieto y una mente muy despierta, Geffen Records, su anterior aliado discográfico, lanza Lucky Thirteen – 1993, es un recopilatorio con matices. Éstos son variados, plena experimentación de Neil Young con sonidos electrónicos: Sample And Hold, Around The World o Mideast Vacation;  canciones hermosas y de toda la vida: Depresion Blues ( inédita ). El disco en cuestión atesora 13 temas elaborados a lo largo de diversos años que comprende la etapa de 1982 – 1988, la de su contrato con dicha disquera, 6 de ellas inéditas y las restantes de Lps como Trans – 1982 (1); Old Ways – 1985 ( 2), Landing On Water – 1986 ( 2 ) y Life – 1987 ( 2 ). Trabajo a tener en cuenta debido a su enorme eclecticismo y muestra del talento de este músico excepcional para todo, incluso para lo peor. Por este doble Lp caen cosas como Get Gone y Don´t Take Your Love Away From Me, ambos tomas recogidas en directo, temas hasta ahora no publicados.
 Lucky Thirteen  cerrará el álbum con otras 2 canciones en Live e inéditas, Ain´t It The Truth y This Note´s For You, ambas son una barbaridad de temas. Al margen de gente como Sampedro y Molina, el elenco de colaboradores es abrumador en este trabajo, no en vano abarca 6 años en la trayectoria de Neil Young, y eso en este hippie, es un mundo.
 No entiendo mucho el desgaste al que somete a Crazy Horse en su 7ª colaboración en el desmadejado Sleeps With Angels – 1994 ni al desaprovechado intento, pese a contar con una de mis bandas favoritas, Pearl Jam, en Mirror Ball – 1995, al margen de las ventas millonarias y su posterior tour exitoso. Prueba de ello es que no volvieron a colaborar, quizás carreras independientes o agendas múltiples, pero Neil Young pica acá y allá y nadie le podrá reprochar sus muchos intentos por experimentar, desarrollar un rock más alejado de los parámetros normales, es un investigador científico en esto de la música contemporánea, y como tal hay que tenerlo en cuenta. Los 90 son un laboratorio de ideas, quejas, incluso Lps irregulares con Crazy Horse: Broken Arrow – 1996, mucho menos el empalagoso Silver & Gold – 2000, no en vano es un atrás – adelante en su sonido, y una cruz seguir cronológicamente sus trabajos, los saltos de canguro se hacen evidentes en este etapa de Young.
 Así, casi sin darnos cuenta hemos cambiado de década y de siglo, y viendo los duros acontecimientos acaecidos en su país de adopción, él no se libró de la estupefacción que a todos nos produjo el atentado del 11 – S en Nueva York, y da una vuelta de tuerca a su sonido, el soul hace acto de presencia para desparramar el dolor que se siente por acontecimientos como el reseñado, se centra en el disco Are You Passionatte? – 2002, eso sí, alguna canción es memorable como suele acontecer en cada álbum, Let´s Roll o Goin´ Home (ésta con Crazy Horse, de las sesiones de grabación de un disco inédito, al parecer). Las canciones son largas improvisaciones en algunos casos, o me da esa impresión, debido a sus largos desarrollos, las hay de 4 minutos largos y hasta de 9.




Devil´s Sidewalk


GREENDALE.- Doble Lp .- Agosto de 2003.-

 Terco como una mula, se mete en este siglo de cachivaches con un nueva obra de corte ecológico, en 80 minutos nos relata la historia, documentada en con un libreto en el disco, de una aldea, salida de su cabeza. La familia Green, como si fuese un cuento de Hansel y Gruetel, pero este no parece que sea para niños. Esto es una saga, desde el viejo abuelo hasta el nieto más joven, la coartada viene de la mano de Sun Green, que da voz a la trama, porque esto parece una novela musicada.
 La joven, activista y en parte protagonista de la historia, se pone mano a la obra viendo como tratan las administraciones a los pequeños pueblos y aldeas, como son absorbidos por las grandes multinacionales en beneficio propio. La muchacha hará lo que vemos en los telediarios y a veces en directo, se encadenará frente a la sede de Powerco, proveedora de gas y energía, empresa con sede en Nueva Zelanda.  Sutilmente, Neil Young da indicios de dicha corporación en el texto de la canción Be The Rain, que cierra el disco.
 Con Crazy Horse, con Molina y Talbot, sin Sampedro en esta ocasión, pero con toda la energía y mala bis de que es capaz, nos saca una obra maestra, quizás con exceso de minutaje, pero indeleble al paso del tiempo. Sabe crear buenas canciones, es aditiva porque no puedes dejar de escuchar el álbum, genera atmósferas hipnóticas y va presentando a los personajes del disco mientras va soltando sus reflexiones siempre con la carga del ecologismo, que es de lo que va Greendale. Desfilan Falling From Above, sube el listón con Duble E y lo mantiene con Devil´s Sidewalk.
 Como al margen de la guitarra eléctrica, tengo instrumentos que siempre han llamado mi atención, y cuando alguien interpreta bien y a conciencia algo con la armónica, me tiene ganado casi de antemano. Young la utiliza a menudo en este disco, pero está especialmente sublime en Leave The Driving, otra excelente melodía dentro del buen nivel del Lp.
 Carmichael viene precedido de una larga introducción instrumental, aquí está uno de los momentos hipnóticos curiosos del álbum, esa creación de atmósferas que te absorben a medio tempo, con las guitarras tensadas, acopladas al texto. Y apenas estamos en la mitad del trabajo, se va por encima de los 10 minutos, y ni mucho menos es el tema más largo. En un cambio de registros, tenemos los susurros de Bandit, voz sugerente y guitarras acústicas para mantenerte en la historia.
 Predominan en Greendale los largos pasajes de guitarras eléctricas, las introducciones de constantes atmósferas tormentosas, Grandpa´s Interview o Sun Green, ambas por encima de los 12 minutos; otras es el órgano el instrumento dominante: Bringin´Down Dinner.
 No sé si Greendale sirve para salvar la Madre Tierra, pero si es una obra excelente de reflexión, y una vez más, el rock como aguja punzante, mosca cojonera o Pepito Grillo, indagando en las conciencias de cada cual.


Bringin´Down Dinne


Mucho más que un músico.- Neil Young es un tipo complejo, que muta a cada paso que da en su carrera. Al margen del ya comentado en su música como acústico y eléctrico, de que en el escenario cambie poco, las ideas y conceptos de que es capaz de orientar a su dilatada trayectoria siempre me ha llamado la atención.
 Greendale es la colección de canciones con hilo conductor común, argumental, digamos su disco conceptual. Young nos sitúa en un pueblo ficticio en el cual una familia llamada Green. Bajo la voz de una joven, activista y heroína de la historia, se tratan temas como los valores de la familia, la rendición permanente a la Madre Tierra, y los conflictos para su explotación a cargo de empresas, digamos que con poco margen de sutilidad. Las energías y gas quieren explotar una parte del territorio, aún dañando su entorno de manera irreparable.
 No sólo Greendale es un disco, también Neil Young dirigió el film, no era la primera vez que intentaba colarse detrás de la cámara. Posteriormente al lanzamiento del álbum, se publicó un cómic donde el propio artista hace el prologo del mismo.
 Durante el tour de presentación del Lp, existía un logotipo de la empresa explotadora de gas y energía con sede en Powerco ( Nueva Zelanda ), que se hace alusión en el disco y en la película. El músico, siempre atento a su entorno, realiza una crítica a la administración pertinente por el abandono de los pueblos pequeños, aquellos que tal vez atesoran más historias de una país, USA, que apenas llega a los 2 siglos.
 Durante el tour del 2004, interpretaba integro el Lp, lo cual le creo algunos problemas debido a que parte de los espectadores deseaban escuchar también un buen set de temas conocidos, pero al parecer Young no deseaba acabar tocando sus últimos días en Las Vegas como una atracción más.
 Ya digo, mucho más que un músico, un tipo especial y de corte único.




DISCOGRAFIA SELECCIONADA


REACTOR .- 1981                                           

THIS NOTE´S FOR YOU .- 1988

FREEDOM .- 1989

RAGGED GLORY .- 1990

LUCKY THIRTEEN .- 
DISCO DOBLE .- 1993

GREENDALE .- DISCO
DOBLE .- 2003










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