THE WHO: LA BANDA CICLOPEA
Londres, 1965.- Una nueva generación, hijos de los
guerrilleros de la II Guerra Mundial, proliferan en la Inglaterra de mediados
de la década de los 60 del siglo XX, se hacen llamar mods y es una tribu urbana que quiere alejarse de sus mayores. Un
tipo seco, alto, que se llama Pete Townshend, entendió de inmediato que la
rabia adolescente de esos chiscos/as que deambulaban por las calles de las
grandes capitales en vespas, podía canalizar ese sonido directo a una banda que
el muchacho llevaba tiempo fraguando, con otros tres, uno de ellos espectacular
a la batería, un tal Keith Moon y un
frotman de calidad, Roger Daltrey, todos rondan los 18/20 años. Como son un
cuarteto, por allí deambulaba con su bajo, un hombre de nombre impronunciable y
de difícil escritura, John Entwistle. En directo hacían mucho ruido, aquello de
entrada sonaba a lata, todos decían ¿Quiénes son?, rock ruidoso tocado a todo
volumen creado por 4 muchachos que
tenían la habilidad de hacer del caos, su disciplina.
Bueno, pues ponerse The Who no era descabellado. Hacer versiones, muchas y ser uno más,
o menos, según… de las muchas bandas que en el Londres de 1965 tocaban por ahí…
había que realizar temas propios que reflejasen la realidad de los jóvenes de
su generación. ¡Un momento, quizás era el lugar idóneo para escribir sobre gente de tú
misma edad! Claro, eso era, My Generation…
plasmar en apenas 3 minutos esa rabia contenida o soltar lastre por lo que
acontecía a su alrededor. Bueno, a fin de cuentas estos muchachos eran salvajes,
sus escasas actuaciones acababan con el guitarrista Townshend dando golpes
contra el suelo de su mástil, y el tipo que estaba detrás, al fondo, cuando
aquello parecía que acababa, se deshacía a patadas de los bombos, herrajes, y el
mecanismo del pedal saltaban por los aires, qué decir de las baquetas… La
gracia radicaba, pasado el efecto del asombro, de que eran pobres, pero parecía
no importarles acabar cada show así. Claro, sería cuestión de llamar la
atención en esa época. Mira tú.
Kit Lambert era un empresario que se dedicaba
a la cinematografía, nada extraño que tuviese de socio a Chris Stamp, sí, el
hermano del actor británico Terence, y que se fijase en los muchachos y su
formidable y descacharrante directo. A fin de cuentas los denominados The Who tenían un single ya publicado,
de autoría propia, I Can’t Explain, pero seguían haciendo versiones, no se sabe si porque no confiaban
mucho en sí mismos, más bien Townshend, quien era el que le daba a la pluma
para componer, el asunto es que el tal Lambert insiste en que diera un
contenido intelectual a su rabia y también debió de presionar para que
compusiera temas propios.
My Generation
Madrid, 2007.- Bueno, vale, era la primera y única vez que iba a
ver a The Who en directo. Ya sabemos, o naces en otro sitio, o apareces
en este Planeta en forma de homínido unos 10 años antes para vivir el fenómeno
de 1ª mano y eso, además, de que te interese el asunto, mira tú si te da por la
caza del zorro o criar crisantemos, que también. El asunto era que en esta
primavera florida de mayo alrededor del Palacio De Los Deportes de la
Comunidad De Madrid, The Who vienen a tocar a España, antes lo hicieron
en el verano pasado. Las crónicas y el rumor del boca a boca hablan de que
están estupendos, que su “live” merece la pena, y para qué engañarnos, ver a
Townsdhend y Daltrey todavía es un privilegio y tal vez nunca más. La banda
tira de espaldas, el acompañamiento es sublime, la batería de Zak Starkey (hijo
de Ringo Star) lo convertían en un trepidante soplo de energía; Pino Palladino
al bajo, John Rabbit en los teclados, a la guitarra rítmica Simon Townsdhend,
por no faltar, ni siquiera un corte de luz en mitad del tema Who Are
You, cinco minutos medio a oscuras, no me digan que no tiene encanto, ¡ y a
44.50 euros la entrada! Rock and roll…
Cada cual se va formando y teniendo a sus
grupos favoritos, con el tiempo The
Stones, The Beatles… y tengo días
que primero van The Kinks y otras The Who, eso por lo que respecta a la
época primeriza y formativa, a todos, salvo a los escarabajos, los he visto en directo, y en buena forma, incluso
espectacular a algunos. O ahora, o quien sabe, nunca más probablemente.
Por allí cayeron I Can´t Explain, The Seeker, Relay, Fragments, The Real Me, 5:15 y Drowned, con imágenes proyectadas en la parte posterior del escenario de la película Quadrophenia. ¿Qué decir…? Te estaban pasando la banda sonora de tú vida en imágenes de jóvenes enloquecidos corriendo con sus vespas por las calles, o trotando simplemente sobre el asfalto, ahora saltabas sobre el pavimento del Pabellón de Deportes y si tenías espacio hacías un molinillo al aire imitando a Townsdhend, no desentonabas, llegó un momento que levitabas, era sublime… Man In The Purple Dress, Mike Post Theme, Baba O' Riley, Eminence Front, Substitute, My Generation / Cry If You Want … aquello no acabó ahí, los bises se alargaron con la tralla de The Kids Are Alright, Pinball Wizard, Amazing Journey, Sparks, See Me Feel Me, Listening To You y Tea and Theatre. ¡ Felices, no, lo siguiente: The Who.
Por allí cayeron I Can´t Explain, The Seeker, Relay, Fragments, The Real Me, 5:15 y Drowned, con imágenes proyectadas en la parte posterior del escenario de la película Quadrophenia. ¿Qué decir…? Te estaban pasando la banda sonora de tú vida en imágenes de jóvenes enloquecidos corriendo con sus vespas por las calles, o trotando simplemente sobre el asfalto, ahora saltabas sobre el pavimento del Pabellón de Deportes y si tenías espacio hacías un molinillo al aire imitando a Townsdhend, no desentonabas, llegó un momento que levitabas, era sublime… Man In The Purple Dress, Mike Post Theme, Baba O' Riley, Eminence Front, Substitute, My Generation / Cry If You Want … aquello no acabó ahí, los bises se alargaron con la tralla de The Kids Are Alright, Pinball Wizard, Amazing Journey, Sparks, See Me Feel Me, Listening To You y Tea and Theatre. ¡ Felices, no, lo siguiente: The Who.
The Kids Are Alright
La cosa toma cuerpo.- Poco se podía sospechar que The Who acabase siendo la 3ª gran banda
de la historia del rock británico, envuelta en la inevitable invasión de los grupos
de las islas, en Estados Unidos. Ese chico pálido, alto, Pete Townshend, de
unos 15 años, tenía ideas en la cabeza y un banjo que tocaba en el Congo Club,
de Acton, con un compañero de clase, John Entwislte, que le daba a la trompeta.
Tiempo después formaron The Detours,
ahora uno se dedicaba a darle notas a la guitarra eléctrica y el otro pasó a
las 4 cuerdas, el otro guitarrista era Roger Daltrey, también compañero de la
escuela, la batería la llevaba Doud Sanden y los gorgoritos los colocaba un tal
Colin Dawson, eso debía de ser por 1963. Un año después se llaman ya The Who y después High Numbers. La gente también venía y se iba, hasta que el mejor
batera del rock, Keith Moon entra y vuelven a ser el grupo con el nombre que
todos conocemos.
Pero sería como High Numbers que grabasen su primer single, I,m The Face, se hicieran la fama de salvajes en directo y las
circunstancias, esas tan aleatorias en ocasiones, proporcionó que Pete
Townsdhend rompiese de manera accidental su guitarra al golpearla contra el
techo del local. Aquello, que sólo fue eso, casual, se convirtió en tenerlo que
hacer a diario, un rito, algo parecido a lo que le ocurriese a Hendrix, el
fuego como elemento de diversión. ¡Vaya gracia, quemar la Stratoscaster…! Pero
el show debe de continuar. Lo que le hacía falta para saltar la espita de la excitación
a un batería eléctrico como Moon, que para no ser menos, sacudía a la batería
patadas hasta acabar hecha astillas en las primeras filas; Daltrey, más
comedido, usaba el cable de micrófono a modo de látigo. Lo sigue haciendo
todavía.
Ya con manager y todo, volvieron a llamarse The Who y a finales de 1964 se grabaron
las primeras composiciones de Pete Townsdhend, se editó I Can´t Explain llegando al número 8 de las listas británicas.
Seguiría otro single Anway, Anyhow, Anywher.
Aquí ya empieza a clavarse el sonido Who,
o eso creo, el ritmo de la batería es exuberante, el bajo criminal, voz soul y
la guitarra eléctrica con el acoplamiento exacto con el amplificador,
innovador. Unas cuantas semanas consecutivas, 18 para ser exactos, en el
Marquee Club, les catapulta hacia un éxito del boca a boca y la entrada a la
grabación de su primer Lp.
Out In The
Street
MY
GNERATION .- Diciembre de 1965.-
En una época en que un single podía servir para catapultarte a lo más alto, The Who ya tenían cierta experiencia en el asunto. El disco en sí es propio de sus coetáneos. Me explico. Influencias beat elementales, voces, coros, suenan canciones muy Beatles. ¿ Es bueno, es malo? Según como esté cocinado el asunto. El lp contiene 12 artefactos producidos por Shel Talmy y cuenta con la ayuda de gente que trabaja en los estudios como músicos de sesión, a saber: Jimmy Page o Nick Hopkins, para saborear a fuego lento temas muy pop, I Don´t Mind, La – La – La Lies, The Kids Are Alright . Sonidos sucios en la línea R&B: The Good´s Gone, It´s Not True, Legal Matter o The Ox; un instrumental, con la que cierran el trabajo y donde ya se escucha a un desencadenado Keith Moon, enseñaba el camino de sus futuras obras; destaco también la buena labor de Nick Hopkins.
En una época en que un single podía servir para catapultarte a lo más alto, The Who ya tenían cierta experiencia en el asunto. El disco en sí es propio de sus coetáneos. Me explico. Influencias beat elementales, voces, coros, suenan canciones muy Beatles. ¿ Es bueno, es malo? Según como esté cocinado el asunto. El lp contiene 12 artefactos producidos por Shel Talmy y cuenta con la ayuda de gente que trabaja en los estudios como músicos de sesión, a saber: Jimmy Page o Nick Hopkins, para saborear a fuego lento temas muy pop, I Don´t Mind, La – La – La Lies, The Kids Are Alright . Sonidos sucios en la línea R&B: The Good´s Gone, It´s Not True, Legal Matter o The Ox; un instrumental, con la que cierran el trabajo y donde ya se escucha a un desencadenado Keith Moon, enseñaba el camino de sus futuras obras; destaco también la buena labor de Nick Hopkins.
Versiones, a los
que eran tan familiares, el gran James Brown se verá adaptado en la mencionada I Don´t Mind y en Please, Please, Please, y el bueno de Bo Diddley en la eterna I´m A Man. Las joyas sin duda son My Generation, Out In The Street. A fin de cuentas,
Pete Townsdhend se marca la autoría de 9 canciones, cosa que ninguno de sus coetáneos
hicieron en su álbum primigenio, ahí es nada. Marca ya el sonido de The Who pese a ser un trabajo irregular
y de cierta indefinición, pero recomendable, sin duda.
It´s A Boy
La
verdad.- Sea dicha. The Who nunca estuvo en mi cabecera en la entrada de la
adolescencia. Bien porque Tommy era
monumental o Quadrophenia visceral,
el asunto es que de yo iba con el punk de los 70, el R&B, y más pendiente
del Fhoto-Finish de Rory Gallagher o
el Stupidity de Dr. Feelgood, que de
estos mastodontes, que todo sea dicho, en esta época editaban el difícil de
asimilar por sus múltiples seguidores: Who
Are You – 1978, que sin ser un mal disco, acechaban numerosos problemas al
grupo y dejaba un mar de dudas sobre su futuro. Yo, no tenía ningún álbum.
Sería más adelante, bastante a decir verdad.
De todas maneras, la discografía de los británicos es muy irregular, con discos excelentes y grabaciones perdidas acá y allá, singles contundentes y Lps difusos, al inicial My Gneration – 1965, le sigue una producción desencajada, dispersa, desconozco por qué cada miembro del grupo debe de componer dos temas cada uno, sería cuestión de contrato con la disquera, eso sí, Entwistle se marca Boris The Sipder en su trabajo posterior, A Quick One – 1966. Deduzco que a Pete Townshend le rondaba en la cabeza la ópera-rock monumental, clásica pero puesta al día a día que observaba a su alrededor, prueba de lo digo puede ser la canción A Quick One While He´s Away del mismo Lp.
De todas maneras, la discografía de los británicos es muy irregular, con discos excelentes y grabaciones perdidas acá y allá, singles contundentes y Lps difusos, al inicial My Gneration – 1965, le sigue una producción desencajada, dispersa, desconozco por qué cada miembro del grupo debe de componer dos temas cada uno, sería cuestión de contrato con la disquera, eso sí, Entwistle se marca Boris The Sipder en su trabajo posterior, A Quick One – 1966. Deduzco que a Pete Townshend le rondaba en la cabeza la ópera-rock monumental, clásica pero puesta al día a día que observaba a su alrededor, prueba de lo digo puede ser la canción A Quick One While He´s Away del mismo Lp.
Tampoco mejoran
las expectativas puestas en el siguiente álbum: The Who Sell Out – 1967. Tal vez Townshend no quiere ser el único
que tire del carro, el máximo exponente a la hora de componer, pero parece que
es eso o que el grupo no avanza, sí en directo demuestran ser una máquina muy
bien engrasada, pero a la hora de plasmar en un papel a las musas, sólo le toca
al guitarrista esperar a que las musarañas se hagan visibles y palpables.
No parece que todo
el rollo del verano del amor y de las flores vaya con el planteamiento de The Who a tenor de lo que van
publicando, aunque claro, como evadirse del encanto y embrujo de obras como Sgt.Pepper´s de The Beatles, de ahí que
ellos tengan el matiz oriental en la canción I Can See For Miles, para riffs interesantes me quedo con Tattoo; pero lo dicho, si fuera por lo
que el grupo tenía hasta ahora grabado, difícilmente The Who estaría en estas páginas. Aun así, sus siguientes discos
serán mejores pero admito cierta dificultad, son obras magnas, de digestión
pausada, progresiva en ayudas y alejadas del impacto que suponía en la década
de los 60 el single o EP. El rock comienza a hacerse mayor, el Lp toma claro
protagonismo y el efecto inmediato lo marca una vez más, un doble disco de fuego lento y oídos despiertos.
¿ Por qué ciclópea ?. Bueno, por dos razones como define el diccionario de la Real Academia De La Lengua Española. Primero porque para mí The Who esconde un sonido poderoso pero que casi no emerge, es un grupo de rock cuidado y engañoso, alejado de planteamientos simples en el márquetin de la escena, no son directos en sus álbumes, rebuscados sí. Si entendemos por ciclópeo las antiquísimas construcciones que se distinguen por el enorme tamaño de las piedras que entran en ellas, por lo común sin argamasa. Hay que penetrar en su rock para captar las esencias y tal vez no todos lo consiguen ni lo saborean, prueben a darle el doble Lp de Tommy a cualquier homínido menor de treinta años, verán...
Bell Boy
Todavía no había
llegado la disolución, pausas largas e interminables, decesos, reactivación y
todo recogido en un denominador común: intentar mantener y sumar en la
dirección correcta de articular otra forma de creatividad en el rock, pasado ya
el intento de alterar la actitud generacional con la que nacieron y se dieron a
conocer.
Pete Townshend : 19 de Mayo de 1945 - Londres (Inglaterra).-
Roger Harry Daltrey : 1 de Marzo de 1944 - Londres (Inglaterra).-
John Alec Entwistle : 9 de Octubre de 1944 - Londres (Inglaterra).- 27 de Junio de 2002 - Las Vegas (Estados Unidos).-
Keith John Moon : 23 de Agosto de 1946 - Londres (Inglaterra).- 7 de septiembre de 1978 - Mayfair - Londres (Inglaterra).-
¿ Por qué ciclópea ?. Bueno, por dos razones como define el diccionario de la Real Academia De La Lengua Española. Primero porque para mí The Who esconde un sonido poderoso pero que casi no emerge, es un grupo de rock cuidado y engañoso, alejado de planteamientos simples en el márquetin de la escena, no son directos en sus álbumes, rebuscados sí. Si entendemos por ciclópeo las antiquísimas construcciones que se distinguen por el enorme tamaño de las piedras que entran en ellas, por lo común sin argamasa. Hay que penetrar en su rock para captar las esencias y tal vez no todos lo consiguen ni lo saborean, prueben a darle el doble Lp de Tommy a cualquier homínido menor de treinta años, verán...
La segunda, y no
menos importante, porque son unos gigantes de la música hecha en este siglo
pasado, el XX, como el coloso de la mitología griega de un solo ojo. Quizás
haya que perforar la argamasa y ver lo que hay dentro, que es mucho, pero tal vez se te diluya en otras
cuestiones.
Pinball
Wizard
TOMMY
.- Mayo de 1969.-
Habrá de nuevo que situarnos en el entorno, Peter Townshend ya había avisado en el anterior trabajo, A Quick One, con el tema A Quick One While He´s Away, con 9 minutos de duración y el concepto de obra completa genérica, girando sobre un mismo tema. Por lo tanto cuando en la primavera de finales de los 60 abarca Tommy, considerada la 1ª ópera rock de la historia, desarrollar la ambiciosa fabula de un disminuido transformado en ídolo espiritual de masas, encierra una moraleja pesimista sobre la manipulación de las ideas y el carisma, todo, por supuesto, trasladado al engranaje de esa maquinaria llamada rock.
Habrá de nuevo que situarnos en el entorno, Peter Townshend ya había avisado en el anterior trabajo, A Quick One, con el tema A Quick One While He´s Away, con 9 minutos de duración y el concepto de obra completa genérica, girando sobre un mismo tema. Por lo tanto cuando en la primavera de finales de los 60 abarca Tommy, considerada la 1ª ópera rock de la historia, desarrollar la ambiciosa fabula de un disminuido transformado en ídolo espiritual de masas, encierra una moraleja pesimista sobre la manipulación de las ideas y el carisma, todo, por supuesto, trasladado al engranaje de esa maquinaria llamada rock.
La grandeza de The Who es desarrollar semejante
engendro, tal vez, y sólo tal vez, el S.F.
Sorrow de los Pretty Things se reconoce cierta influencia. Tras dos largos
años de trabajo, al margen de los tours, Pete Townshend se había salido con la
suya y convencido al resto del combo para desarrollar las partituras de Tommy.
El Lp contiene 60 acordes distintos de guitarra, 23 temas en total y un sinfín de
instrumentos muy ajenos en aquella época al rock. Qué se puede destacar de
dicho álbum, tal vez canciones o “zonas concretas”, pero temas han quedado para
el recuerdo eterno, tales como The Acid
Queen, Pinball Wizard, I´m Free,
Tommy Can You Hear Me?, Do You Think Its Alright?...
Desde luego mejor
manera de acabar la floreciente década de los 60 del siglo XX no podía ser,
toda ella rica en transformaciones musicales e ideologías. Al nivel del Electric Ladyland de Hendrix, por ser
trabajo doble también y experimental; los muchos matices de Sgt. Peppers de The Beatles o el Satanic Majesties de The Stones… The Who es una banda madura,
intelectualmente recomendable el salto de calidad, puede que hasta pretencioso, pero también
con temas directos igual que en sus inicios, Pinball Wizard o I´m Free pueden calmar a los más ansiosos. A
fin de cuentas, Tommy no deja de ser la historia de un niño ciego, sordo y
mudo. Y a eso hay que ponerle música.
Young Man
Blues
Tours.- Ya giraban fuera de las islas británicas, y
con 5 Lps publicados y Tommy alto en las listas de ventas americanas, el show
por esas tierras no se hizo esperar. Practicamente llevaban todo 1969 en la
carretera, desde enero a mayo en Inglaterra y luego dando el salto a USA para
volver en el verano a las islas británicas y de nuevo regresar a mediados de
octubre al norte, incluyendo esta vez Canadá.
Poco o nada variaría la entrada de la década de los 70. Esta vez se estirarían un poco más por la vieja Europa donde sólo en Francia, Holanda, Dinamarca y Alemania les acogería con los brazos abiertos pero de nuevo serían 9 conciertos en Inglaterra entre abril y mayo donde reventarían tímpanos como aperitivo del nuevo salto a Estados Unidos, ya en estadios amplios, arrancarían en el Metropolitan Opera House de Nueva York el 6 de Junio hasta finalizar un mes más tarde, en Lenox- Masschusetts en el Tanglewood Music Shed.
Tras unos pequeños días de descanso, regresarían de nuevo, recogiendo todo el fruto de sus muchos años anteriores, y desde mediados de julio hasta diciembre, preferentemente giraran a lo largo de toda Inglaterra. Tanto ir y venir, más de 2 años de forma consecutiva, dejaba muy claro la espectacularidad de sus shows, el caos final del mismo, la contundencia de Keith Moon a la batería, los típicos molinillos de Townsdhend al tocar la guitarra y la imponente forma de cantar y mover el cable del micrófono de Daltrey, todo esto es crucial para entender y comprender con exactitud la magnitud del aura de agresividad que seguía al grupo. No era extraño que entre falta de tiempo para componer y grabar nuevos temas, las extenuantes giras, que su nuevo álbum fuese un Live, muy oportuno, y que mostrase a The Who en esos monstruos en escena en lo que se habían convertido en unos años.
Poco o nada variaría la entrada de la década de los 70. Esta vez se estirarían un poco más por la vieja Europa donde sólo en Francia, Holanda, Dinamarca y Alemania les acogería con los brazos abiertos pero de nuevo serían 9 conciertos en Inglaterra entre abril y mayo donde reventarían tímpanos como aperitivo del nuevo salto a Estados Unidos, ya en estadios amplios, arrancarían en el Metropolitan Opera House de Nueva York el 6 de Junio hasta finalizar un mes más tarde, en Lenox- Masschusetts en el Tanglewood Music Shed.
Tras unos pequeños días de descanso, regresarían de nuevo, recogiendo todo el fruto de sus muchos años anteriores, y desde mediados de julio hasta diciembre, preferentemente giraran a lo largo de toda Inglaterra. Tanto ir y venir, más de 2 años de forma consecutiva, dejaba muy claro la espectacularidad de sus shows, el caos final del mismo, la contundencia de Keith Moon a la batería, los típicos molinillos de Townsdhend al tocar la guitarra y la imponente forma de cantar y mover el cable del micrófono de Daltrey, todo esto es crucial para entender y comprender con exactitud la magnitud del aura de agresividad que seguía al grupo. No era extraño que entre falta de tiempo para componer y grabar nuevos temas, las extenuantes giras, que su nuevo álbum fuese un Live, muy oportuno, y que mostrase a The Who en esos monstruos en escena en lo que se habían convertido en unos años.
Magic Blues
LIVE AT LEEDS.-Mayo de 1970.-
Tras
la sofisticación que supone el doble Tommy,
era lógico, entre otras cosas, como apunté por razones logísticas, el sacar un
nuevo álbum en directo. Sin entrar en comparaciones, para mí la música nunca es
competencia, situémonos en el entorno de unos discos claves como los de Led
Zeppelin, Black Sabbath, la demoledora máquina de los Stones; así pues hay que
afinar mucho si The Who desea permanecer en el olimpo de los grupos británicos.
A fe que lo consiguen.
Live At Leeds, el Lp contiene 6 temas
distribuidos en 3 versiones: Young Man
Blues de Mose Allison; Summertime
Blues de Eddie Cochran y Shakin´ All Over de Fread Heath &
Johnny Kidd. Substitute,
My Generation y Magic Blues de cosecha propia. Perfecta la sección: bajo/batería, lo
cual nos deja un soporte ideal para los punteos tallados de Mrs. Townsdhend en
un amasijo sanguinolento y los gorgoritos de Daltrey. Ese es el Lp original.
Con el añadido de las nuevas tecnologías en la década de los 90, las ediciones
posteriores alargan el asunto, incluyendo a estos 6 temas, a 14. Nada
desmerece, un muy buen disco de The Who, en una época en que los “directos”,
tenían un sentido, un decoro, un cuidado, es decir, lo mismo que hacías con tu
pareja al principio de todo, cuando parecía que aquello era de verdad ¡ ah, y
para siempre…!
A Quick One, While He´s Away
En el Olimpo.- The Who ahora mismo son una máquina en directo
y sólo hace faltar reafirmarse con buenos trabajos discográficos. A la marea
incesante de venta de copias del doble Tommy,
más de 5 millones a comienzos de la década de los 70 y el buen augurio del Live At Leeds, seguirán en los próximos
años el llevar la ópera rock a su versión orquestal y cinematográfica. Su
creación no se desvanecerá y para mí, están en su mejor momento como grupo.
Su tour por
Inglaterra a comienzos de 1971, serán sólo 8 conciertos en Londres, en el Young
Vic, para proseguir, ya entrada la primavera y el estío, para dar de nuevo el
salto a Estados Unidos durante todo el verano y proseguir en Gran Bretaña al
comienzo del otoño y vuelta de nuevo a USA a finales del año. Entre medias se
lanza el recopilatorio Meaty, Beaty, Big
And Bouncy – 1971, una colección de sencillos de la banda, y el percance de
que un chico fallece en la cola de un concierto en su paso por América, los
problemillas con la portada de su nuevo Lp de estudio, al parecer la idea de
fotografiarse saliendo de una vagina no era la más adecuada para parámetros comerciales,
hizo que Who´s Next cambiase de
carpeta en su edición del verano. En cualquier caso, el álbum es un trabajo
redondo y compacto, y más si tenemos en cuenta que la idea original de Pete
Townsdhend era otra especie de ópera, llamada Lifehouse, pero las canciones
sueltas, sin nexo en común hicieron para mí el mejor trabajo de The Who, con
los 4 músicos en su esplendor y explotando todas las cualidades de los miembros del combo, puestos
al servicio de unas composiciones contundentes y agresivas.
Baba O Riley
WHO´S NEXT.- Agosto de 1971.-
Se añaden unos cuantos de clásicos, a
saber Babe O Riley, Whon´t Get Fooled Again o Behind Blue
Eyes y no tienen nada que ver con lo anteriormente publicado por The Who.
Con el estreno del productor, que algo tendría
que ver, Glyn Johns, supuso una calidad enorme y sobre todo, las ventas
millonarias que junto con sus directos demoledores les seguían aupando en el
Olimpo de los dioses del rock.
Algunas canciones ya hablan del imposible de
la famosa revolución, sí es que alguna vez pudo alcanzarse tal objetivo, si
entendemos por ellos una mejor vida entre los humanos. Al margen de ideologías
o filosofías de bar, Whon´t Get Fooled Again venía a colocar no sólo los puntos
sobre las íes, sino a dejar las cosas claras de por dónde caminaría el mundo
dirigente no en años, en décadas posteriores.
Desde luego, tras el trallazo que supone
Tommy, regresar al estudio con este Who´s Next, es todo un acontecimiento. Otro
álbum redondo y éxitoso y que no querría dejar de resaltar que en él se
incluyen las mejores baladas del grupo, a saber: Behind Blue Eyes y Song Is
Over.
- Roger Daltrey — Voz, Armónica en «I Don't Even Know Myself»
- Pete
Townshend — Guitarras, Órgano, Sintetizadores , Coros, Piano en
«Baba O'Riley», voz principal en «Going Mobile»
- John
Entwistle — Bajo, Coros, Instrumentos de viento, Voz
principal y piano «My Wife»
- Keith
Moon — Batería y Percusión
Behind Blue
Eyes
Cierta dispersión, necesaria.- The Who no
son un grupo fácil. Para nada. Tienen que tomarse su tiempo, yo lo hice, en
años y alguna década. No son los “elefantes” de Led Zeppelin ni los “paquidermos”
de Black Sabbath, de sí o sí o no te entran jamás, aunque esconden tantos
matices como el sayo de las abuelas.
Para empezar The Who evoluciona en cada trabajo, nada más escuchar varias veces espaciadas Who´s Next, desde el comienzo claro, con esa Baba O'Riley ya nos avisa de que, si bien éstos no son los Who de My Generation, ni los de Tommy, sintetizadores, piano y esa gamuza a clavicordio que envuelve a Townsdhend con su guitarra, la contundencia de Keith Moon y hasta ese violín al final… Nunca buscan el camino sencillo, el single rompedor, para nada, el rock and roll estresante y directo; hasta convierten el blues en algo propio en apenas 2 minutos en Love Ain't For Keeping.No desechan ayudas externas, por allí anda el magnífico Nick Hopkins en The Song Is Over, así pues nada extraño que después de la presentación del nuevo trabajo y las largas giras en estos años precedentes, todos los miembros del grupo deseasen una cierta lejanía y respirar otro ambiente, coger otros aires para proseguir, incluso, realizar algunos trabajos en el orden individual discográficamente hablando.
Para empezar The Who evoluciona en cada trabajo, nada más escuchar varias veces espaciadas Who´s Next, desde el comienzo claro, con esa Baba O'Riley ya nos avisa de que, si bien éstos no son los Who de My Generation, ni los de Tommy, sintetizadores, piano y esa gamuza a clavicordio que envuelve a Townsdhend con su guitarra, la contundencia de Keith Moon y hasta ese violín al final… Nunca buscan el camino sencillo, el single rompedor, para nada, el rock and roll estresante y directo; hasta convierten el blues en algo propio en apenas 2 minutos en Love Ain't For Keeping.No desechan ayudas externas, por allí anda el magnífico Nick Hopkins en The Song Is Over, así pues nada extraño que después de la presentación del nuevo trabajo y las largas giras en estos años precedentes, todos los miembros del grupo deseasen una cierta lejanía y respirar otro ambiente, coger otros aires para proseguir, incluso, realizar algunos trabajos en el orden individual discográficamente hablando.
Tanto Townshend, Entwistle como Moon graban sendos Lps
en solitario y sacan como The Who nuevos singles: Let Seet Action/When I Was A Bo; Join Together/Baby Don´t You Do It y
Relay/Waspman. Antes
de que llegase 1973 y se embarcasen en el doble Quadrophenia, hasta Daltrey sacaría disco en solitario y a daría
sus primeros pasos como actor, cosa que perduraría en años posteriores, una
rendija que explotaran Mick Jagger y David Bowie con el tiempo. Como nunca he tenido mucho interés en este tipo de
obras al margen del grupo, no tengo ningún comentario que aportar de interés.
The One
QUADROPHENIA.- Noviembre de 1973.-
De nuevo emerge el gran edificio, la banda ciclópea, el andamiaje espectral de argamasa escondida en un enorme tubo como en las construcciones de las columnas que sostienen los puentes. Townsdhend queda muy alejado, pero mucho, del espero morirme antes de hacerme viejo, la juvenalita del movimiento mod unido al pop más encarnizado. Los polos encarnizados que representan Daltrey, un tipo metido en el sistema y catalogado de gentleman y un guitarrista con problemas de todo tipo, pero sobre todo un atormentado pasado familiar que le perseguirá toda su vida sirven de combustible al grupo.
De nuevo emerge el gran edificio, la banda ciclópea, el andamiaje espectral de argamasa escondida en un enorme tubo como en las construcciones de las columnas que sostienen los puentes. Townsdhend queda muy alejado, pero mucho, del espero morirme antes de hacerme viejo, la juvenalita del movimiento mod unido al pop más encarnizado. Los polos encarnizados que representan Daltrey, un tipo metido en el sistema y catalogado de gentleman y un guitarrista con problemas de todo tipo, pero sobre todo un atormentado pasado familiar que le perseguirá toda su vida sirven de combustible al grupo.
Quadrofhenia
es una puesta a punto de The Who. Me explico. Viene a significar las
personalidades de los 4 tipos que forman el grupo. La historia del chico, ese
héroe callejero en busca de su destino, con su vespa, su trabajo mal pagado,
sus anfetaminas para saltar al vacío existencial que es su día a día, su
entorno familiar, su amor extraviado en un callejón con la chica que al parecer
sentía algo por él, salvo el polvo rápido, demuestra una falta de madurez
absoluta que Townsdhend coloca en violencia, romanticismo, locura e
inestabilidad. Algo que cada miembro de The Who tenía en aquel momento y por el
mismo orden: Roger, John, Keith y Peter.
La pluma incisiva del guitarrista les envuelve
y juntos en el estudio de grabación durante un año preparan la obra magna que
es Quadrofhenia. Algo sustantivo, un
salto cualitativo en el rock, sin duda, pero como ciclópeos que son, necesita
de tiempo y espacio para que cuaje su argumentación en forma de que la masa
compacta de canciones y narraciones quede pegada a las paredes, en esta ocasión
auditivas. Townshend intenta expresar su malestar por una generación que se ha
hundido irremediablemente en el mar de confusión que es Jimmy, que por más que
busca no encuentra nada que le señale como elegido, iluminador de su propio camino, y lo poco que intuye no le
gusta, de ahí que con su más preciado galardón, su vespa, que lo mismo le sirve
para ganar dinero de mensajero como para andar por los caminos pedregosos del
amor, acabe en un acantilado volando por los aires. El final ya se sabe cuándo
se toman demasiados riesgos y altura, la caída es demoledora, y peor, no se
puede levantar porque no hay nada que levantar, tal vez no merezca la pena
colocarse otra vez en pie.
Quadrofhenia
ahonda en el malestar, pero hay rock en esa monumental obra doble, conceptual,
donde Townshend da muestras de su enorme talento compositor. Nada de singles,
de canciones que rompan la linealidad del disco como puede hallarse en Tommy, su sonido denso y trabajado la
convierte en la menos accesible de Tho Who. No olvida que el eje argumental que
significo My Generation es el pie de
partida para dignificar el movimiento mod que vio nacer y proclamar al grupo
como sus héroes, a fin de cuentas es más
un homenaje que un ajuste de cuentas. Será una obra culmen no sólo en la banda,
sino en todo el rock, desde un punto de vista, artístico, es el altar del
grupo; que vendieran sólo en la 1ª semana 1 millón de copias no deja de ser
anecdótico, no para sus cuentas corrientes claro, pero insustancial en el
engendro de eso que denominamos, buena música.
Puede que todo lo publicado a partir de aquí,
de ahora en adelante, convierta a The Who en una banda más, en un nivel medio
alto, pero serían eso, uno más. Quadrofhenia
es especial, digno trabajo que requiere esfuerzo, más aún que Tommy sin el espaldarazo que es Who´s Next.
Bell Boy
La anarquía fosilizada.- Reina
una cierta dejadez en el grupo, sobre todo en cuanto a giras se refiere. Poner
en pie Quadrofhenia resulta más difícil de lo que pudiera parecer en un
principio, la carretera que hasta ahora había sido su alidada y fuente de
financiación amplia en The Who, pasa a ser un segundo plano en la realidad cotidiana
de la banda. Basta echar un vistazo para darnos cuenta de lo poco que tocaron y
de manera espaciada en los próximos años. En 1973 salvo un concierto esporádico
en Holanda, apenas 10 shows en Inglaterra a comienzos del otoño y una gira
menor por Estados Unidos, aún serían más escuetos en 1974, con la novedad de un
mini tour por Francia de 6 actuaciones a principios del año y en primavera
apenas se dejaron ver encima de los escenarios con 4 conciertos en el Madison Square Garden
de Nueva York.
Prueba de que la indolencia anárquica reinaba en el seno de The Who son las ya de por sí dificultades personales entre los miembros del grupo, sus rencillas y trabajos individuales al margen de veleidades cinematográficas en Roger Daltrey. Tal vez la sorpresa llegase en forma del tipo más callado y estoico del combo, el escéptico John Entwistle, que siempre me ha parecido de la misma cuerda de Bill Wyman, será por tocar el bajo o por ser británicos, pero me parecen en algunos aspectos de su formación musical almas gemelas, en su vertiente de encarar quienes son ellos dentro del grupo de estas dimensiones en las que The Who se habían convertido.
El bajista se pone manos a la obra en estos parones de giras extenuantes hasta hace poco tiempo y bucea en los archivos del grupo hasta dar con una selección de temas, que o bien habían sido descartes de anteriores grabaciones o simplemente aunaban curiosidades. Me refiero al Lp que vio la luz en septiembre de 1974, el Odds & Sods. La portada es un toque de ironía, pero también refleja la cruda realidad de The Who, embutidos en cascos de jugadores de rugby americano, como en una batalla de 4 egos difícilmente reconciliables.
Prueba de que la indolencia anárquica reinaba en el seno de The Who son las ya de por sí dificultades personales entre los miembros del grupo, sus rencillas y trabajos individuales al margen de veleidades cinematográficas en Roger Daltrey. Tal vez la sorpresa llegase en forma del tipo más callado y estoico del combo, el escéptico John Entwistle, que siempre me ha parecido de la misma cuerda de Bill Wyman, será por tocar el bajo o por ser británicos, pero me parecen en algunos aspectos de su formación musical almas gemelas, en su vertiente de encarar quienes son ellos dentro del grupo de estas dimensiones en las que The Who se habían convertido.
El bajista se pone manos a la obra en estos parones de giras extenuantes hasta hace poco tiempo y bucea en los archivos del grupo hasta dar con una selección de temas, que o bien habían sido descartes de anteriores grabaciones o simplemente aunaban curiosidades. Me refiero al Lp que vio la luz en septiembre de 1974, el Odds & Sods. La portada es un toque de ironía, pero también refleja la cruda realidad de The Who, embutidos en cascos de jugadores de rugby americano, como en una batalla de 4 egos difícilmente reconciliables.
A fin de cuentas
cada uno dio rienda suelta a sus anhelos discográficos individuales. Pete
Townshend ya publicó en 1972 Who Came
Firts y con diversos altibajos, el propio cantante hacía poco sacó Daltrey – 1973, el mejor álbum suyo, al
que continuaron con cierta crudeza y pasable de Ride A Horse Rock HOrse – 1975. Menos afortunado estuvo, suele ser
habitual en los baterías, la estupidez del disco de Keith Moon, el más que
decepcionante y dilapidado Two Sides Of
The Moon – 1975. Townshend seguiría en los años posteriores con una carrera
en solitario muy de altibajos y de proyectos irregulares, nada hay que
reprocharle al buen guitarrista sus intentos y veleidades en solitario, pues soy
de la opinión que jamás se reservó ningún buen tema para él mismo, todo lo puso
al servicio del colectivo y de esa máquina que es The Who. Basta echar unas oídas
a los discos indicados y rastrear las carreras individuales. Tal vez la
sorpresa viene en el “rastreador”, ese hombre más callado y sereno en escena,
Entwistle, saca como si fuese un George Harrison en la sombra, un cañero, lúcido y apañado Lp: Smash Your Head
Against Wall – 1971, en el que se marcaba el Heaven And Hell, un guiño sin duda a The Who, pues era la canción
con la que empezaban casi todos sus conciertos por esa época.
No lo verán juntos
en la carretera hasta entrado el otoño de 1975, la presentación en directo del The Who By Numbers, como siempre empezando
en Inglaterra, pero esta vez Alemania y Holanda se unen al club, para dar el
salto hasta finales de año a Estados Unidos. Y bien podría decirse que esta
fuese la última gira de The Who como tal, el propio John Entwistle cada vez le
costaba más conciliar su vida familiar con los largos tours, además de las sustancias
tóxicas de Keith Moon, el alcoholismo lacerante de Pete Towsdhend, el único
sobrio y al margen de todo tipo de drogas ilícitas parecía su cantante, que
quería seguir en forma en sus proyectos individuales y cinematográficos. La
anarquía era absoluta tras la grabación y tour posterior, pocas ganas de seguir
juntos en proyectos compartidos y bajo la bandera de The Who.
No voy a entrar en
las embarradas relaciones y personalidades de los componentes del mismo, ni en
sus viajes en busca de la luz de Towsdhend en los gurús espirituales en el
verano de 1975, debió de coger fuerza por lo que respecta al resto del tour
americano posterior, pero queda claro
que ahora a comienzos de 1976, la banda
peligra, y no sólo por la carencia de grabaciones nuevas, sino en el terreno que mejor dominaban: el directo.
I´m The Face
ODDS
& SODS.- Septiembre de 1974.-
Hay cosas deliciosas, pop puro en I´m The Face para arrancar el disco, canción versioneada de 1964, a mí me parece una delicia de tonada. Hay muchas en esa línea, Summertime Blues, Faith In Something Bigger, Glow Girl … Las hay más fuertes y que desarrollan claramente el sonido de The Who, por ejemplo Leaven Here, Baby Don´t You Do It, My Way, Love Ain´t For Keeping. No faltan joyas del calibre de Young Man Blues, Cousin Kevin Model Child, Long Live Rock.
Hay cosas deliciosas, pop puro en I´m The Face para arrancar el disco, canción versioneada de 1964, a mí me parece una delicia de tonada. Hay muchas en esa línea, Summertime Blues, Faith In Something Bigger, Glow Girl … Las hay más fuertes y que desarrollan claramente el sonido de The Who, por ejemplo Leaven Here, Baby Don´t You Do It, My Way, Love Ain´t For Keeping. No faltan joyas del calibre de Young Man Blues, Cousin Kevin Model Child, Long Live Rock.
Yo les recomiendo la versión
redigitalizada de 1998, mucho más extensa que en el Lp original, incluye un
total de 23 canciones y da una idea amplia de los comienzos del grupo.
Las adaptaciones no dejan de ser curiosas, a mi juicio el
Under My Thumb de los Stones es un delicatesen. Pero la
verdad, todo el disco es una joya, uno de los más recomendables de The Who, sin
duda.
Cousin Kevin
Model Child
Bordeando la treintena.- Al margen
de la publicación del disco Odds &
Sods que mantenía al grupo en el mercado, el director cinematográfico Ken
Rusell ponía en circulación la historia del niño incomunicado y algo
extravagante que era Tommy – 1974 con
un desfile de estrellas interesantes, como Jack Nicholson u Oliver Reed, pero
también Tina Turner, Clapton, Keith Moon y claro, Roger Daltrey. El que ya no
se veía como fenómeno de retratar episodios de teenagers era Pete Townsdhend,
pero el cantante decidió que era él el mejor para encarnar en la pantalla al
niño, una cosa sería interpretar en un escenario el disco entero y otra en
pantalla. El asunto es que con esa cabellera rizada perfectamente estilizada
durante gran parte del film no resulta muy adecuado ni natural. Mejor cuando
rueda McVicar, ahí sí, pues parte de lo que fue Daltrey de chaval se verá
reflejado en los conflictos juveniles que él vivió en 1ª persona, más creíble, sin duda.
Bordeando la
treintena todos sus miembros, a fin de cuentas tanto en la pantalla grande como
el disco de rarezas y descartes, les mantiene en candelero. También quisiera
destacar y esto suele normal en casi todos los grupos, que rara vez en las
apariciones discográficas individuales superan, ni igualan a lo que son capaces
de grabar como banda; The Who no son una excepción, mejor colocar el nuevo Lp, Who By Numbers en el mercado y seguir.
De hecho, la promoción del álbum los colocará en su última gran gira de esta
etapa durante gran parte de 1976, con una forma excelente de Keith Moon, quien
ya por estas fechas daba lugar a muchas dudas dentro del combo británico no
sólo por sus excentricidades, su estado de forma aún seguía siendo interesante
para el machaqueo perpetuo de un largo tour, comenzado a finales de febrero en
Suiza y finiquitado en Canadá en octubre, para un total de 36 shows.
Squeeze Box
THE WHO BY NUMBERS .- Octubre de 1975.-
Buenos trallazos, sin duda, nos encontramos en este buen trabajo. Slip Kid de inicio, con un perfecto Keith Moon y ese piano del maestro Nick Hopkins. Retoman el modelo del Lp de canciones sueltas, sin el nexo de unión compacto de sus dos óperas, lo cual les otorga una creatividad más abierta, menos constreñida al guion original, la pomposidad y desunión argumental da paso a un grupo de rock de 4 elementos con ayudas externas concretas que suman y no restan.
Buenos trallazos, sin duda, nos encontramos en este buen trabajo. Slip Kid de inicio, con un perfecto Keith Moon y ese piano del maestro Nick Hopkins. Retoman el modelo del Lp de canciones sueltas, sin el nexo de unión compacto de sus dos óperas, lo cual les otorga una creatividad más abierta, menos constreñida al guion original, la pomposidad y desunión argumental da paso a un grupo de rock de 4 elementos con ayudas externas concretas que suman y no restan.
However Much I Booze mantienen el tipo y
lo superan con Squeeze Box y con Dreaming From The Waist.
Los temas más
sosegados los hallamos en cortes como Imagine
A Man, They Are All In Love;
Townshend se atreve a dejar su guitarra eléctrica y coger de vez en cuando la
acústica e incluso a acariciar con suavidad el piano en algunos tramos de este
Lp. Riffs que aparecen en forma de molinillos
al viento en Sucess Story, How Many
Friends e In A Hand Or A Face, y esa mandolina en la exquisita Blue Red And Grey poniendo fuego y
pasión.
Puede que cueste
sacar canciones rompedoras y sirvan de ariete el álbum, pero el contenido
almacenado en sus 10 cortes es estupendo. Jamás llegarán ya al culmen que
supuso Who´s Next, pero junto a éste,
The Who By Numbers es su mejor disco.
Al margen comen en pesebre diferente sus dos óperas rock, donde la argamasa
cuesta más secar y atemperar para sujetar claramente el sonido de The Who.
How Many
Friends
La
carretera les mantiene juntos.- El tour de 1976 tras la publicación del disco
The Who By Numbers en el otoño del año anterior les mantiene durante semanas
entre hoteles, pruebas de sonido, salidas de tono, noches salvajes, para
algunos, y excelentes directos. Ahora mismo el grupo mantiene un duro pulso por
la hegemonía en esto del rock. Con unos Led Zeppelin intocables, tanto
discográficamente como en vivo, con unos Stones que se resisten a bajar del
pedestal, el dominio británico se mantiene entrada la década de los 70 y
llenando pabellones y estadios en Estados Unidos.
Su todavía
vibrante discografía les alargaría el periodo en las listas con un discreto Who Are You – 1978. Dos años después de
su anterior trabajo y del último tour, no volverían hasta mayo de 1979 y con
Kenney Jones en la batería por el deceso del original, Keith Moon. El ex Faces
cumple muy bien con su papel, es un excelente batera, diametralmente distinto a
su predecesor en cuanto a técnica y sonido en directo, pero claro, no es lo
mismo.¿ Debieron hacer The Who lo que sus compañeros zeppelinos con la muerte
de John Bonham ? Pues a la gallega: depende… y de qué… Antes de irse Moon de
manera definitiva, aunque yo sostengo que tras el tour – 1976 no encajaba en los planteamientos del grupo,
seguía alargando la adolescencia de manera injustificada para el resto de los
miembros del grupo, es mi opinión, no se puede seguir tirando televisiones
desde el hotel cada noche además de otras desgracias a su alrededor, ni
mitificar comportamientos indecentes en un nuevo rico a costa de la pobre clase
trabajadora que tiene que recoger tus boñigas después, pese a tener mucha pasta,
no todo se reduce al dinero, The Who mantiene el tipo con sus siguientes
entregas, a saber: Who Are You – 1978
donde destacaría el tema que da título al Lp y 2 más: Sister Disco y Music Must
Change. No esconde para nada los muchos problemas que acechan al grupo, la
irregularidad, pero ahí seguían, siendo un baluarte dentro del rock pero muy
maltratados por las nuevas generaciones de punks que les acechaban los
tobillos.
Para mantener el
mito y la parafernalia rockera, debo de decir que Keit Moon tocaría la última
vez con The Who en una fiesta privada celebrada en Shepperton en mayo de 1978, con motivo de añadir imágenes a la película que se estaba documentando sobre el
grupo, el genial The Kids Are Allright. Allí ya se veía que su sobrepeso y mermado
de sus múltiples facultades, poco o nada les servía al resto de la banda. Era
la crónica de una muerte anunciada, si te quieres ir con 32 años, que el amigo
imaginario que los adultos nos damos en forma de dios, te acoja o te desprecie.
La música es un
flujo incesante de emociones, un ente mutante, que habitualmente acaba siendo
domesticado y clonado. Quizás The Who dio varios latigazos en forma de no
claudicar, pero ni la técnica exquisita de Jones en la batería ni los
posteriores álbumes reflejaban el esplendor de antaño. No eran malos discos,
pero a los elegidos hay que someterlos al análisis de lo sublime de manera
constante, sino para qué seguir. ¡ Ah, el dinero, la pasta, el parnet…!
Un joven todavía desconocido director de cine, Jeff Stein, pone en marcha el documental sobre The Who, laborioso trabajo recomendable el recopilar tanto material audiovisual que no tiene desperdicio y el que recomiendo, sin duda. The Kids Are Alright – 1979 reune entrevistas realizadas en televisión, actuaciones del grupo en legendarios escenarios como Woodstock o Monterrey y hasta la actuación en el Rock And Roll Circus de su amigos los Stones.
Un joven todavía desconocido director de cine, Jeff Stein, pone en marcha el documental sobre The Who, laborioso trabajo recomendable el recopilar tanto material audiovisual que no tiene desperdicio y el que recomiendo, sin duda. The Kids Are Alright – 1979 reune entrevistas realizadas en televisión, actuaciones del grupo en legendarios escenarios como Woodstock o Monterrey y hasta la actuación en el Rock And Roll Circus de su amigos los Stones.
Por si fuera poco entre
la marabunta de punks y nueva wae reinante, la monumental Quadrafhonia se adapta a la gran pantalla en 1979, un encuadre
entre la cultura de la estética y el mundo mod. Refleja muy bien lo que era la
Inglaterra de mediados de la década de los 60: gris, turbulenta, mecánica,
fría, todavía con el susto de la II Guerra Mundial, y eso que ganaron, pero a qué
precio, siempre pagamos los mismos y encumbramos a los más protegidos que serán
los que aparezcan en los libros de esa historia, que ya saben, siempre la
cuentan los que han ganado por encima de tú cadáver. Quadrafhonia siempre me
deja la misma sensación cuando la reviso, el eterno desencanto de la juventud,
casi da igual el lugar y la nación o lo que sea que se llame que
denominamos Estado.
Face Dances – 1982 ya con Kenny Jones a
la batería con todos los pronunciamientos deja claras las cosas. No marchan
como grupo de rock. Aquello es un barco a la deriva y cada uno es un timonel
que mira para cualquier sitio distinto al que tienes al lado. Si se añaden
demasiados teclados y se aplaca la furia de los 3 miembros originales, qué nos
queda de The Who… pues Face Dances.
Claro, no es que ha Townshend se le haya ido el genio, siempre nos quedará
retazos como You Better You Bet, pero
es muy poca leche para tanta que tiene la vaca, o se supone que contiene en las ubres.
Como quiero ser
riguroso y cronológico, olvídense del It´s
Hard – 1982, si a todos estos monstruos la década de los 80 los machaca,
con este Lp tienen materia sufiente la parafernalia de punkys para reírse del Townshend
y Daltrey, largo rato. Bien, pues uno que es muy suyo, faltaría más, es en esta
etapa y época en que empiezo a escuchar a The Who. ¡ Toma ya ¡ Y de a poquitos me hago con lo mejor y
descrito en este artículo y con el tiempo me deshice de lo que no me interesaba,
gustaba y disgustaba. Todo lo siguiente en las 2 próximas décadas de vuelvo,
grabo, recopilo y actúa en no sé qué cuestiones benéficas, no me interesan. The
Who acabarón con el Lp The Who By Nunbers
– 1975 por lo que a grupo de rock respecta. Luego la vida te dará una 2ª
oportunidad en forma de cubrir el expediente y despedirte como lo que eres, un
mastodonte de la música pop, o rock, o como sea. Dejarás atrás atropellos en
las décadas de los 60, juicios por pedófilo en el caso de Townshend, muertes,
inevitable cuando hablamos de grupos, sino para qué tanta literatura de bar.
Moon, Entwistle… y que siga la fiesta, idiota. Incluso 11 muertos en esas
reapariciones en los 90. Pero cuando llega el nuevo milenio, hay que estar
aseado, limpios, presentar un nuevo disco que merezca la pena la espera,
tampoco dejarse llevar por glorias pasadas ni hacerse muchas ilusiones, pero
desafiando a las leyes naturales la banda ciclópea se presenta con lo que tiene
todavía en pie, Endless Wire.
Fragments
ENDLESS WIRE .- Octubre de 2006.-
Cuidado
que el título me hace gracia, de verdad se creen el alambre sin fin, a tenor de
que llevasen, ¿cuántos? 24, 25 años sin publicar nuevo disco de estudio, no me
digan que no tiene su miga. Puede que The Who fuese una banda desgajada hace
tiempo con idas y venidas pero la prueba del algodón se la fábrica Peter
Townsdhend junto a su amigo ¿? Roger Daltrey, y lo realiza escribiendo un disco
doble para mí. Por un lado es un Lp normal, con cosas interesantes, esa
abertura me encanta, Fragments,
recoge en su casi 4 minutos la amalgama poderosa de las grandes obras de la
banda.
El guitarrista compone el disco a retazos, entre gira y gira, supera con mucho a los últimos discos en estudio con Kenney Jones, recluta al bueno de Pino Palladino como único bajista, un guitarra rítmica, Simon Townsdhend; no puede contar con el batería que se quería y aún daría más contundencia y sobre todo sonido compacto al trabajo: Zak Starkey ( ya estaba girando con Oasis); para hacer rock contundente nos encontramos con Mike Post Theme,Two Thousand Years y la poderosa It´s Not Enough.
En esta parte 1ª que calificaría, copan un espacio especial las canciones acústicas, donde Daltrey da el do de pecho como siempre a las muchas cualidades compositivas de Peter, canciones bellas sin más, o menos, tales podemos apuntar a A Man In A Purple Dress, Black Widow´s Eyes, God Speaks Of Marty Robbins y You Stand By Me.
Luego viene una 2ª parte, también se indica en el disco, de especie de miniópera, que es otra cosa. De ahí lo de doble, a fin de cuentas son 19 cortes los que contiene el trabajo. Esta cuestión la titulan Wire & Glass, en total suman 10 canciones explosivas y emocionantes a ratos, de corta duración en su mayoría, pero directas, donde una vez más Peter Townshend explota la vena conceptual que él tiene del rock.
Endless Wire es un último álbum a la altura de la leyenda de un grupo, para disfrutarlo de principio a final sin sobresaltos ni complejos de ningún tipo. Ahora parece que sí, entre 2015/16 echa el cierre definitivamente.
El guitarrista compone el disco a retazos, entre gira y gira, supera con mucho a los últimos discos en estudio con Kenney Jones, recluta al bueno de Pino Palladino como único bajista, un guitarra rítmica, Simon Townsdhend; no puede contar con el batería que se quería y aún daría más contundencia y sobre todo sonido compacto al trabajo: Zak Starkey ( ya estaba girando con Oasis); para hacer rock contundente nos encontramos con Mike Post Theme,Two Thousand Years y la poderosa It´s Not Enough.
En esta parte 1ª que calificaría, copan un espacio especial las canciones acústicas, donde Daltrey da el do de pecho como siempre a las muchas cualidades compositivas de Peter, canciones bellas sin más, o menos, tales podemos apuntar a A Man In A Purple Dress, Black Widow´s Eyes, God Speaks Of Marty Robbins y You Stand By Me.
Luego viene una 2ª parte, también se indica en el disco, de especie de miniópera, que es otra cosa. De ahí lo de doble, a fin de cuentas son 19 cortes los que contiene el trabajo. Esta cuestión la titulan Wire & Glass, en total suman 10 canciones explosivas y emocionantes a ratos, de corta duración en su mayoría, pero directas, donde una vez más Peter Townshend explota la vena conceptual que él tiene del rock.
Endless Wire es un último álbum a la altura de la leyenda de un grupo, para disfrutarlo de principio a final sin sobresaltos ni complejos de ningún tipo. Ahora parece que sí, entre 2015/16 echa el cierre definitivamente.
God Speaks Of
Marty Robbins
Epilogo,
más o menos.- El
cuento se acaba definitivamente. Ya no habrá más grupo, quedaran las
grabaciones, canciones eternas hasta donde llegue este desaguisado de Planeta
regido por hombres curiosos o un meteorito nos aniquile, sucederá, sin duda.
Bien, pues hasta que nuestros oídos sigan abiertos y las mentes amplias de
mejoras, The Who formará parte de ese elenco de grandes temas, ya dije,
¿eternos? Ahora ya no hay vuelta atrás, ni Townshend ni Daltrey seguirán con el
grupo, tal vez ya no lo necesiten, ni siquiera en directo que era el alimento
principal de los fundadores, incluyendo a Entwistle que fue el último que se
marchó en una noche trotona y salvaje, y nada menos que en un hotel de Las
Vegas, USA.
No habrá concierto
sorpresa como en 1985 en el Live Aid, en esos festivales benéficos que de vez
en cuando se inventan maestros del marqueting. Ni con motivo del vigésimo aniversario
del cumpleaños de aquel niño sordo, mudo y ciego que era el protagonista de la
ópera rock Tommy, allá por 1989 cuando Peter Townshend le dio por desempolvar
el estado de hibernación del combo, aun con Kenney Jones en la batería. Aquel
tour les demostró que la legión de seguidores era larga y pese a que el set de
las canciones era deTommy, por qué no
añadirle unos cuantos éxitos que todos querían escuchar en directo. Claro que
todo esto tenía sus matices, The Who se rodeaba de demasiada gente, desde un 2º
guitarrista para ayudar el principal, una sección de vientos y coros. Quedaba
mejor así la exposición pública de la ópera, sin duda, pero perdía efectividad
en directo. También al amigo Townshend se quejaba de su audición, iba
quedándose sordo, así de claro, tocar fuerte era discutible pero
inevitable, los graves del bajo de Entwistle eran así, si no aquello sería desvirtuar el tema. De aquella gira nos quedan cosas interesantes para los
amantes de la banda, por ejemplo, un triple Lp, Joing Together – 1990 y para los más fetichistas: The Who Featuring Tommy – 1989 en vídeo
y saborear en pantalla, aunque sea en tu casa, a una de las mejores bandas de
rock de siempre, además con el añadido de algunos moñas como Elton John y Billy
Idol, o alguien más serio como Steve Winwood. Ahora a la batería estaba Simon
Phillips, pero es que el tour era más un formato en forma de exponer Tommy con
todo su elenco por la que fue concebida, que una gira al uso en formato de
cuarteto, que es lo que son The Who.
Acabada la misma cada cual se dedicó a realizar discos en solitario o a actividades actorales, o
mejor, a vivir, que son dos días. Hasta que Peter Townshend no se sintió bien,
en estado de armonía de su mente y cuerpo, no descolgó el teléfono para reunir
al grupo y esta vez sí, dar un tour como se debería o se esperaba de un combo
como The Who. Eso sí, el guitarrista no se sentía del todo a gusto y algo de
escepticismo debía de tener en su cerebro, pues dichos eventos, se realizaron en 1996, se llamó Peter
Townsdhend´s Live Premmiere Of Quadrophenia With All Star Cast, y recibió al
trío superviviente en el emblemático Hyde Park londinense, a unas 100.000
personas. Ahora en las baquetas se encontraba el legítimo heredero de Keith
Moon, el gran Zak Starkey, y como sucedió en la reunión de la década anterior,
ahora con toda la parafernalia técnica exponían como su nombre indica el doble
Lp de la ópera rock Quadrophenia.
También tuvo invitados, entre ellos David Gilmour. El asunto debió de cuajar,
unos meses después ahora con el nombre de The Who, se embarcarán en un tour por
Estados Unidos, demostrando una vez más que sin material nuevo que ofrecer,
seguían siendo un grupo de directo.
Y cuando todo
parecía que esto se acaba, son contratados para un show en Las Vegas,
concretamente el 29 de Octubre de 1999 en
el Gran Garden Arena, algo inusual que un antiguo dinosaurio estuviese expuesto
en una galería monstruosa, unos Who excelentes de final del milenio que ofrecen conciertos excelsos, todo tuvo su continuación en el 2000, pero el tour sólo lo
verán aquellos que se acerquen o estén en Inglaterra y Estados Unidos, de junio
a noviembre.
The Who habían
vuelto por todo lo alto en cuanto a directo se refiere lejos de las giras
temáticas de Tommy – 1986 y Quadrophenia – 1996/97, ahora tocaban
muchos temas de distintas épocas y Lps, y a salto de mata estarían en años
venideros. A comienzos del 2002 en Inglaterra y en el verano de dicho año en USA, y lo mismo se repetirá en 2004 con la novedad de incluir pequeños retazos en
Australia y en Japón, hasta que por fin aparecen por tierras Ibéricas, media
Europa y cómo no, Estados Unidos. Todo a lo largo de 2006/07 sobre pasando el
centenar de conciertos.
Sorprende que
nunca hayan sido contratados en toda Sudamérica ahora que en la 1ª década del
nuevo milenio tocan hasta en Asia, Nueva Zelanda y Australia además de
Inglaterra y Estados Unidos a lo largo de 2008/09. Más contento Peter Townshend
ahora que por fin tenía material nuevo que defender encima de un escenario
producto de su último y definitivo disco, Endless
Wire - 2006.-
Buen epilogo, más
o menos, para cerrar un ciclo vital en la existencia de algunos.
DISCOGRAFIA SELECCIONADA
TOMMY - DOBLE LP .- 1969
LIVE AT LEEDS .- 1970
WHO´S NEXT .- 1971
QUADROPFENIA .- DOBLE LP .- 1973
ODDS & SODS .- 1974
ODDS & SODS .- 1974
THE WHO BY NUMBERS .- 1975
ENDLESS WIRE .- 2006
Pete Townshend : 19 de Mayo de 1945 - Londres (Inglaterra).-
Roger Harry Daltrey : 1 de Marzo de 1944 - Londres (Inglaterra).-
John Alec Entwistle : 9 de Octubre de 1944 - Londres (Inglaterra).- 27 de Junio de 2002 - Las Vegas (Estados Unidos).-
Keith John Moon : 23 de Agosto de 1946 - Londres (Inglaterra).- 7 de septiembre de 1978 - Mayfair - Londres (Inglaterra).-
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