IGGY POP LA IGUANA SOBREVIVE





  La iguana asoma de nuevo la cabeza, observó con su penetrante mirada las diversas capas con que el rey lagarto sucumbió al bacanal de excesos y ella parecía llevar el mismo camino, pero tuvo que enterrarse una larga temporada. No podía seguir el ritmo alocado, demasiado caos a su alrededor no para él, sino para los demás miembros que tuvieron la desgracia de encontrarse con el animal, cruzarse, mirarse o simplemente estar ahí.
 James Osterberg debería reciclarse en una nueva piel si quería sobrevivir. Una vida con un lento proceso de restablecimiento. Si deseaba agujerear de nuevo las calles e inundarlas de fuego convendría asistir a un nuevo cambio, su existencia de urdimbre debería de fundirse de nuevo en las luces de neón que le diesen el suficiente camuflaje para poder disfrutar de unas horas de paz. Tras el psiquiátrico, al que estuvo sometido durante una larga temporada, le curase algunas células y añadiese algo al deteriorado cerebro. No se le debe juzgar y menos atacarle de cobardía, no podríamos esperar que tras The Stooges se convertiría en un junkie a tiempo total, sería perpetuar una pantomima incombustible y que le llevaría primero al patetismo y seguro que a la tumba antes de tiempo.
 Lo primero era salir del agujero para respirar, cazar, comer, descansar y volver a drogarse una vez curado, para que engañarnos. Cuando vuelva a ensanchar sus pulmones, parte de él se convertirá en una pantomima, siempre deseando estar cerca de otros que le ayuden, dependerá de la sangre como un vampiro que pueda escoger a cuellos excelsos, David Bowie, Ron Asheton, James Williamson… Da igual, la iguana con tal de sobrevivir es capaz de olvidar su pasado, incluso su memoria es la de un pez. Segundo transcurrido, tiempo olvidado.
 Latidos de urbe, locuras, agonías de individualidad para realizar un rock apasionante en algunos momentos.

 Metadona Blues.-
 Buscando el sol de california se encontró durmiendo en las calles, nada nuevo, sin dónde ir ni de dónde venir, simplemente que acabase en un centro mental era cuestión de días. ¿ Para qué quería James Osterberg ser el nuevo cantante de The Doors ? ¿No habían tenido bastante con el rey lagarto para colocar ahora “la iguana” al frente ? ¡Dinero, 
merchandising, fama…! Lamer las heridas de los restos de otros, no, tanta carroña para el animal. Deseaba metadona en sus venas, espacio y sosiego. El intento de suicidio que no era otra cosa nada más que llamar la atención, ¡ eh, estoy aquí… me muero ! sólo hizo que se acelerase su entrada en el centro psiquiátrico y el que duque blanco, bien vestido, higiénico y siempre pulcro, le visitase. Observó que la iguana comía, se restablecía, cogía un cierto color y hasta se lo llevó de gira por Estados Unidos presentando su nuevo disco. Pero no saltaría, no, sólo estaría recluido ante un teclado para volver a las drogas, lo que ha sido toda una vida de restablecimientos, caídas y subidas.
 Esta ha sido su carrera musical. Insólita sería poco. Saltando de la sordidez más real al vitalismo más desesperado, con un tono tan amargo y una vecindad tan peligrosa que no se ha podido establecer una línea clara de sus trabajos , y mucho menos etiquetar su música, dejando rastros de defecaciones ilustres y otras colonias de rico perfume en el cual da gusto no solo olerlas, sino derramarlas por el cuerpo.

 La resurrección del Kamikaze.-
 Superada la imagen de perdedor absoluto, demostrado que su cuerpo puede ingerir cantidades industriales de valiums, bustaids, heroína, etc.; que es capaz de dormir en cualquier callejón sucio y oscuro, alimentarse de lo que otros tiran, al borde de las destrucción, detenido por la policía, ¡que menos!; restablecido con la gira con David Bowie y asumido que atrae a numerosas luciérnagas hacia su fango, James Williamson graba con él Kill City – 1976 , una amalgama de 11 canciones donde Iggy Pop está en la misión de cantante y letrista en apenas 3 temas : Beyond The Law , Consolation Prizes y Jesus Love The Stooges . Eso sí, el sol californiano no afecta a las cuerdas vocales de la iguana, bien curtida de las aguas fecales de la contaminación de Detroit, se estiran lo suficiente para que nadie se muestre alertado de ningún tipo de sofisticación; apenas son unos simples apuntes de solf-rock, nada claro que llevarse a la boca ni degustar con cariño y decir “ que rico “ .
 Alguna aparición pública en 1976 con Patti Smith y a comienzos de 1977 David Bowie se lo lleva a Europa para participar en su disco Low . Cambian las calles industriales por el sofisticado y viejo continente, tutelado por el duque blanco instalados una temporada en Francia y Alemania, toma cuerpo lo que sería un Lp diseñado por el británico y cantado por el americano, The Idiot – 1977 . Intento vano de Iggy de encontrar su identidad por sí solo. Demasiado ayuno, tal vez excesivo a la hora de ejecutar el universo creativo, tal vez demasiado rescatado cuando estaba hundido y casi aniquilado, apenas a dos pasos de la más miserable extinción, se le colocó la rodaja que conocía y podía tener una salida airosa. Los dos discos que se grabaron en la etapa berlinesa fueron eso sí, bicéfalos. No son obras de Iggy Poop, más bien son una terapia que excepto Bowie, nadie hubiese tenido la paciencia de digerir y aleccionar. Por ahí, bien, musicalmente, yo encuentro a Iggy castrado y anulado. Frío hasta la morgue, inerme. Y pese a que no añoro su época Stooger, hay que recordar que Ron Asheton es casi el compositor de la mayoría de los temas y Williamson del último trabajo; sólo Fun House lleva la firma inconfundible de Iggy Pop, en textos y música, en una labor individual que no parece que las diversas descargas eléctricas que recibiese en el pasado hospitalario, ni las frías calles berlinesas, ni la sola presencia de Bowie, le anulasen hasta estos extremos.


The Paseenger.-

 Parece mentira lo que puede cambiar de unos meses a otros. Como piel camaleónica, pasamos de The Idiot, un lp oscuro, gris, difícil, a Lust For Live que recupera la esencia de James Osterberg, su mala leche, una iguana enamorada de la vida, de las ganas de seguir sacudiendo la cola. Recupera ciertos tics stoogianos, una nueva muda por la que seguir transitando en este mundo.
  
LUST FOR LIFE .- Septiembre de 1977.- 

 Parte del encanto de Iggy radica en la vena callejera que no pierde, estamos ante un joven ya con cierto pedigrí, heroinómano, que intenta sobrevivir a base de sus propias experiencias y de los que le rodean. Poco más puede hacer no sólo si quiere seguir grabando y viviendo de este invento, sino simplemente existir. Los textos reflejan situaciones conocidas. Emociones callejeras como Fall In Love Whit Me donde se contempla a una mujer bonita, con pieles baratas y zapatos de plástico que cierra el Lp; o Lust For Life que da título al disco y abre el mismo, añadimos dosis de autodestrucción.
 Ha vuelto, la iguana ha sacado la cabeza y golpea. No sólo nos da un chute de vida, sino de realidad. Al ver llegar a Johnny Yen de nuevo con el licor y las drogas y la máquina de carne va a hacer un striptease a cambio de seguir, seguir… así se abre con Lust For Life ; así sigue con Sixtien donde hallamos los tientes stoogianos que tanto me llenan. La traca la coloca en Some Weird Sin donde la mano de Bowie no sólo la noto en que la música es suya,  hablo del tono, el encaje es muy de David. Pero la joya, la emoción , el tema que me envuelve y me arroja al vacío : The Passenger. Lo tiene todo: comercialidad, si hasta hay coros la la la ; calidad, sangre, en directo es un corrimientos de filas entre sus múltiples seguidores. Excelente tema.
 Los tonos grises, berlineses, el omnipresente aristócrata del pop sigue manipulando a la iguana callejera. Sofistica su sonido, le da un glamour y una elegancia de la que carece por estilo, clase y condición. Me lo adultera, le da otra vuelta, Tonight encajaría perfectamente con Some Weird Sin en cualquier álbum de Bowie sin ningún resquemor. De hecho todo el disco, Lust For Life supera con mucho la mediocridad reinante, y con el paso de los lustros más que de los años, acaba convirtiéndose en un gran trabajo. Alejados a veces del sonido callejero que tanto me emocionan en Iggy, encontramos piezas neoclásicas como Success , el escalofriante goospel Turn Blue a medio camino entre el Lou Reed más suicida y callejero y los esfuerzos vocales de Iggy por parecer un buen cantante y no la rata de alcantarilla que es.
 Neighborhood Threat recupera le electricidad y cierra con el estupendo Fall In Love Whit Me donde este chute de vida, le da energía para seguir y sobre todo, cierta estima entre los críticos y admiradores que no sabemos cómo, sigue vivo.


Sigue siendo una rata.- ( Y muerde ) .-  No puedo evitar sentir cierta simpatía por los tipos hombres-bala, aquellos que ponen todos sus huevos en la misma cesta y calle abajo corren como perseguidos por el diablo y aun así, esperan salvarse primero, y dejarlos todos a salvo y sin romper. Iggy los descoloca, los destroza porque , claro, quiere hacer tortillas. Muerde. Se aleja del encantamiento de David Bowie. Se embarca en una gira, sale una especie de directo  Tv Eye Live – 1977 , algo que ni él ni la casa de discos, ni los críticos ni sus seguidores entendimos. Se larga de RCA, se coloca en una gira con Fred Sonic Smith para recuperar el auténtico sonido Detrooit que se le había descarrilado por completo en sus 2 discos de estudio; harto de girar con una banda que no estaba a su altura, músicos californianos estilo cow-boys. Recupera el tono, haya el toque, aprende a hacer negocios, ¡ por fin! a darse cuenta de qué va esto del rock.
 En el intento pierde todo. Es decir, toda la pasta que genera se esfuma, emancipado de Bowie no le queda otro remedio que huir de éste como antes lo hizo de la debacle de The Stooges.  La vida de James Osterberg no es otra cosa que una huida como cualquier película de Sam Peckinpah, a veces sale por piernas, otras a balazos ( metafóricamente hablando). Parece que lleva atados a sus tobillos unas enormes bolas de acero que le sujetan a público y críticos. A comienzos de 1979 regresa de nuevo al lugar del crimen, Berlín, y subsiste con maniobras tan poco honorables como convencer a la entonces su pareja, Esther, para que venda sus joyas y a su mánager Davies, para que haga lo propio con su equipo estéreo. En la capital alemana sobrevive a base de judías que compra gracias a que vende hasta las sábanas y por recomendación de Fred Sonic, comienza a aprender a tocar la guitarra eléctrica. Así horas y horas hasta que los nudillos le duelen y las yemas echan sangre, literal. O sea, rock and roll llevado a los extremos, eso que me encanta, fronterizo, pero con resquicios suficientes para que la habitación se ventile y haya una ventana abierta por si hay que saltar.
 La rata lo pasa mal, pero sigue mordiendo. Ahora ya no es el problema de la búsqueda constante de heroína. Cuando se tiene dinero no falta camello que acuda. Ahora es sólo respirar. Su mánager, Peter Davies, consigue un contrato con Arista, pero para mí lo mejor, es que convence a James Williamson para que le produzca el nuevo disco. Y eso, es otra cosa.


  I´m Bored.-


  No trabajo para ti, trabajo contigo.-
  Recuperado en parte su maltrecho cuerpo parece encajar bien los golpes, unos se los da él solito, otros le aporrean en las espaldas o directamente a la cara. A comienzos de 1979 Iggy Pop tiene compuesto material suficiente para meterse en los estudios, su nueva compañía Arista, donde el veterano Clive Davies gobierna y eso siempre ha sido una bendición para los rockeros con estilo ( que hubiese sido de The Kinks sin él, por ejemplo); se le da un billete de avión para que la “iguana”, bien resguardada, vuele a Los Ángeles y con casi 20 temas compuestos comience a trabajar con James Williamson, que además ejercerá las labores de producción.
 Para que no hubiese equívocos de antiguos compañeros de banda, Iggy debía de tener claro que con Williamson el trabajo sería de igual a igual, algo que al amigo James Osterberg no le quedaba muy claro. A fin de cuentas se trataba, o así lo entiendo yo a estas alturas, de meter con un sonido, aunque sea con calzador, rock adulto o que de una vez Iggy pudiese colocar sus trabajos en el mainstream o tener al menos algunas canciones en las radios, porque es muy romántico y heroico lo de vivir en el underground absoluto, pero hasta las ratas necesitan comer.

 NEW VALUES.- Abril de 1979.-
 Iggy lleva toda su vida cometiendo pecados, es un buen momento para explorarlos y eso es lo que hace en este disco. Implora a sus demonios interiores, alejado de David Bowie y sus circunstancias, ha aprendido una cierta sofisticación, pero para qué engañarnos, sigue siendo un salvaje con un cierto estilo. Aquí hace autoexpurgación, un escrupuloso examen de conciencia intentando comprender lo que le rodea, como todos por otra parte, a partir de sí mismo.
 Con una banda más a su medida, al margen de James Williamson, encontramos al Detroit Scott Thurston a las guitarras y teclados; Jackie Clark al bajo y Klaus Kruger a la batería. Con este elenco se trata de perfeccionar Kill City y rescatar ciertas actitudes pérdidas desde Raw Power, homogeneizarlo y darle un toque “americano”, sin domesticar del todo a la fiera pues perderíamos todas las esencias. Y crooner ya había y sigue habiendo, muchos.
 Iggy Pop pretende realizar un disco autodidacta donde analiza el paso de los años y en ese paso del tiempo es donde encuentra una indiscutible elegancia que hasta entonces se nos había escondido. De hecho ya desde el primer tema Tell Me A Story nos indica una lucidez narrativa importante, un largo viaje a su tenebroso y profundo interior. Todavía arrastrando lastre de Bowie, pero marcando cierto territorio. El mismo tema que da título al disco, New Values, ya nos indica que Osterberg recupera su pasado, sus letras y su música se acercan a lo que más nos gusta, sonido sucio, cochambroso, arrastrado; con un toque de guitarra certero y una capa de dulzura en unos sintetizadores voladores. Dentro de esta introspección que es el Lp, Girls nos lo muestra autobiográfico arrastrando consigo esas constantes de esas chicas de las que se enamora para disgusto de sus padres, a fin de cuentas tú papi es rico y tú madre está de buen ver. Los ojos penetrantes de la iguana que desea oler y comer el condimento. El rock aparece en su mayoría en el aburrimiento que desata la letra de I´m Bored con sus buenos momentos vocales y guitarreros.
 Con 12 temas, 6 por cada cara, la producción cuidada y el trabajo de elaboración de las canciones, nos encontramos con una tonada que sería llevada por el duque blanco en su disco Tonight, me refiero a Don´t Look Down, con profusión de coros, sintetizadores. O sea, que hay variedad, ni que decir que éste tema en manos de Bowie e Iggy no tienen nada que ver, salvo el título. Dentro de ese eclecticismo del que hace gala, las notas introductorias del bajo y el teclado nos llevan a una atmósfera curiosa y envolvente en The Endless Sea , transita por otros senderos no explorados hasta ahora.
 Rock and roll andrajoso con saxos y alaridos sostienen Five Foot One ; algunos temas flojos que si no se hubiesen publicado no pasaría nada, desentonan como How Do Ya  Fix A Broken Part; otros rescatados de 1974 dentro de esta autobiografía cantada que es New Values, como Ángel ( dedicada a Esther ), baladita al canto y entre ritmos de boogie soul : Curiosity . La imaginación exótica asalta en la bailable African Man, delirio afro-beat; para cerrar con el ajuste de cuentas que es el rockito Billy Is A Runaway . New Values es un disco a descubrir dentro del amplio laberinto en el que se ha convertido la obra de James Osterberg, o sea, Iggy Pop.
  Salido de las  más profundas catacumbas la “ iguana” respira aire fuera, en el asfalto, convirtiéndose en homínido por momentos donde intenta llevar una vida arraigada en el duro trabajo del rock. A partir de ahora será disco y gira para promocionarlo, incluso se instala en Londres durante 1980 para preparar su siguiente álbum, conocer a su hijo, Eric, sí, tiene uno de 10 años que está con su madre, faltaría más. Se imaginan a este tipo llevando a una criatura al colegio cada mañana y recogerlo un rato después.
 Ahora es un adulto en busca de una personalidad cuya obviedad le intriga y le tortura.




  Happy Man.-



 De la autoflagelación a la fiesta.-
  Esto parece ir así. Un pasito para adelante, otro para atrás. Al buen entendimiento del disco anterior y la gira correspondiente saltan chispas de egos entre Osterberg y Williamson en su siguiente trabajo, Soldier – 1980,  que se vio reflejado en el resultado final. Con una pandilla de palurdos británicos es con quien al final graba dicho trabajo, gente como Glen Matlock ( Sex Pistols ), Steve New ( Rich Kids ) y Barry Andrews ( XTC); incluidos de verdad en el asunto Ivan Kral ( Patti Smith ) y Klaus Kluger. 
 Algunos temas destacables dentro de la medianía del álbum, Get Up And Get Out, algunas piezas caídas desde la época de The Stooges: Dog Food o I Need More. Todo me parece demasiado inmediato, letras poco trabajadas y otro tanto de las canciones. La nueva gira, con el consiguiente desgaste, le deja una larga temporada por Nueva Orleans donde se supone trabaja material para el nuevo LP. Ese mismo año se publica en agosto  No  Fun, una especie de recopilación de sus 2 primeros discos en solitario.
 A finales de los 70 hace acto de presencia por nuestro país convirtiéndose con el paso de las décadas en un asiduo. En estos momentos, como todo, era una novedad exótica en este país en b/n; gris, triste, pero que empezaba a surgir una tímida sonrisa, nada mejor que la “iguana” nos regalase unos cuantos lengüetazos bífidos sobre nuestros pálidos y asustados rostros pueblerinos. En junio de 1981 en la sala Rockola de Madrid acudí para verle en la presentación de su nueva gira y trabajo, el enérgico Party – 1981 . Comprobamos no sin cierta gracia, que le falta un diente, se maquilla para imitar un ojo morado, se contorsiona un poco menos que antes, pero parece igual de loco. Aquí no se busca la perfección o la belleza del sonido, sino más bien la fuerza capaz de arrasar a los bien pensantes. Y la solución es aplicarse a un rock duro, contundente, con canciones bien conocidas más allá de como ande el sonido de la sala esa noche.

 PARTY – Junio de 1981 .-
  Nuevo trabajo destacable. Ya desde el comienzo, Pleasure parece poner las cosas en su sitio o lo que vamos a seguir escuchando, aviso para navegantes. Será un Lp contundente, fiestero y con cierta gracia. Quizás demasiado fuera del circuito de los discos de Iggy como grandes, pero es que él no tiene obras maestras contundentes y redondas como otros muchos de sus contemporáneos; hace canciones y en algunas de ellas acierta y a veces las reúne todas juntas en un disco y quedan la mar de bien. Party es de esos, sin ninguna mitología ni andanzas pobres.
 La 1ª bofetada salta con Pleasure . Mantiene en el grupo a Ivan Kral que siempre es una garantía de solidez, tanto a las guitarras como a los teclados. La misma que se mantiene a lo largo del Lp, canciones como Rock And Roll Party , Eggs On Plate , descarada auto adulación; perfectas recreaciones del mejor rock  americano contemporáneo  como el primer single en salir: Bang Bang o Houston Is Hot Toninght. Vientos por doquier en Sincerity , generosas dosis de soul que retoma de viejos hits, tales como Sea Of Love o Time Won´t Let Me y dentro de la dispersión de eclecticismos al que nos vamos acostumbrando, hasta un country con trompetas alegre y vacilón como es Happy Man. Para que no falte de nada, el impregnado legado de Bowie aparece en Pumpin´ For Jill ,donde hace amago de modular bien la voz e intentar cantar.
Consigue colocar el álbum en las listas del Bilboard llegando al número 166, no está mal, estamos hablando de Iggy Pop y sólo meter algún trabajo entre los 200 primeros es un éxito; hablamos de Estados Unidos, no de jugar al monopoly. 



  Tight Pants.-



 Buscando en las estanterías.-
 Este tipo, de los más olvidados sobrevive y pasaran largos años hasta que consiga un nuevo trabajo que llevarse a los oídos interesantes. Entre medias acabará en mis manos una obra publicada en 1977, I Got A  Right, de  los tiempos en que Osterberg y Williamson eran capaces de componer todo un disco entero sin matarse y que es excelente.
 Buscando en las estanterías de las muchas tiendas de discos que existían en las grandes ciudades a mediados de los 80 cuando todavía el cd no nos tenía invadidos, uno tenía la manía, que persiste con los años, de perder largos minutos y a veces alguna hora, sumergido en el submundo underground de echar una ojeada a los Lps almacenados, con suerte por orden alfabético para facilitar tu entusiasmo y tu tiempo, y conseguir algunas cosas de difícil catalogación.
 Así acabó este I Got A Right de Iggy Pop entre mis manos. Con James Williamson en las guitarras, Scott Thurston a los teclados, Steve Tranio al bajo más la aportación a la batería de Brian Glascock. Lp que si hay que hacer caso a las referencias halladas está en medio de Fun House y Raw Power, es decir en la época Stooge, lo cual no está nada mal. Si estas canciones son desechos entre medias de los dos Lps, descartes o como quiera llamarse, bienvenido sea este nuevo documento, con 10 canciones y dedicado a la memoria del malogrado bajista Daved Alexander.
 Rock de 1ª mano, sonido de las catacumbas, esparcidos los sentimientos por el suelo, todo es sucio y undergroung. I Got A Right que da título al disco es un rock contundente, duro. También nos encontramos con delicadezas como I´m Sick Of You, es decir, lo que ellos entienden por regalarte un ramo de flores que acabará con los pétalos esparcidos por el asfalto. Maravillas celestiales con coros y todo pero  con contundente batería y guitarra furibunda, rabia, dolor, mucho… I´ve Got Nothing. Saxo desgarrado y callejero, Johanna ; la eyaculación prosigue con amplios registros : Beyon The Law, Gimme Some Skin , Tight Pants, Scene Of  A Crime , Kill City … Miren, si quieren asustar a algún niño y sobre todo si desean que el vecino de al lado cambie de opinión sobre usted, sencillo : coloque I Got A Right a volumen potente y observen…
 Rock cazurro y salvaje, altamente recomendable.
 A partir de la grabación y publicación de Party- 1981 pasaran largos años, un lustro, entre recaídas, giras, alguna grabación olvidable y la nueva reaparición en forma de disco y su posterior tour. Animal que no quiere ser disecado, que ya entrado en la treintena larga se mueve entre la iguana y contusionándose ante el micrófono con sus múltiples piruetas ,y el tipo que desea la casa de discos, ¡ que haga algo vendible, por dios y el diablo! ¿ Pero saben con quién están tratado estos ejecutivos de corbata y trajes Armani? Aún estamos escribiendo sobre James Osterberg, tipo salvaje y que al día de hoy, mediados de los 80, desprecia vídeos promocionales, poses poperas, estupideces varias, ya las tiene y muchas en su forma de vida privada, pero mastica la carne cruda, tal cual, sin asar, con una desnudez apabullante y con un miembro viril en consonancia con su parece ser, extraordinaria virilidad. No, no hará acto de presencia hasta que consiga un disco interesante que llevarse a la boca para degustar. Hasta 1986 no merece la pena escoger algo de Iggy Pop.




 Real Wild Child.-


  El viento sopla de culo.-
 No estuvo perdido en estos primeros años de los 80. Si a nivel discográfico no había nada que destacar hasta 1986 que coge una carrerilla interesante que le mantiene con muy buenos trabajos, desde el Blah Blah Blah hasta el Beat Em Up, sin grandes sobresaltos e incluso adentrándose en el mundo del celuloide, unas veces como compositor y otras como actor ocasional de tipos tan raros de calificar como él. Pero ese es otro asunto.
 A mi juicio es el momento álgido de la carrera a nivel creativo e incluso personal de James Osterberg. En 1984 se casó con la japonesa Suchi Asano, a la que conoció en una gira por tierras niponas. Además apareció en el horizonte de nuevo David Bowie para encauzar a la criatura extraviada, no en vano grabó con el británico el éxito China Girl incluido en su lp Let's Dance;  lo que supuso para la  “iguana”  todo un empuje económico para sus mermadas arcas.
 La publicación en octubre de 1986 de Blah Blah Blah contiene un single de ariete que le lanza por 1ª vez a los puestos altos de las listas americanas: Real Wild Child y que tira del álbum. Con la producción de Bowie, posee una amalgama de colores new-wae en pleno corazón de los 80 y quizás un cierto abuso de sintetizadores, se marca un Lp interesante. El sonido está claramente dulcificado pese a tener buenos temas y destacables, tales como al margen de la canción citada: Fire Girl, Cry For Love o el que da título al Lp, Blah Blah Blah o con el que cierra el trabajo: Winners And Losers.
 Al margen de sus diversas actuaciones en las posteriores giras de presentación del nuevo disco, actúa en varios filmes que daré un repaso en otro capítulo. Estuvo entretenido en esta época, que ya digo, es la más fructífera y creativa.



Easy Rider.-

 Que la carrera de James Osterberg es dispersa más allá de los clásicos consensuados: Lust For Life, New Values o Party ; hasta ahora para mí los discos más destacables, al margen de diversas discusiones que puede ocasionar The Idiot, su nuevo trabajo lo devuelve a donde creo que jamás debe de salir, ese espacio reducido de buen rock, minoritario, reducido, incluso en actuaciones de salas de pequeño o medio pelaje que es donde la “iguana “ desarrolla su habita particular y coto de caza privado. Dejando al margen las muchas necesidades que pudiese tener a nivel crematístico, como todos, de sus posibles presiones de la casa de discos y de la sofisticación en las producciones del viejo Bowie, es el canal del rock poderoso donde Iggy Pop es alguien. No tiene la calidad ni el intelecto, ni la mala leche por otra parte, de su amigo Lou Reed, ni puede dar la imagen de androide y poeta de Patti Smith, él tiene que ser él con su mordedura picante o será una serpiente sin colmillos. Y además por si fuera poco, no toca ningún instrumento ni es un vocal destacado. Son los textos, su pose, su compromiso consigo mismo lo que salvan el asunto de no convertirlo en una pantomima pueblerina o de caer en el más absoluto de los maldítismos.

 INSTINCT .- Junio de 1988 .-
 No busca concesiones, ni fórmulas FM, ni canciones concretas, nos damos un buen baño de rock con temas directos en una nueva prestidigitación hallando una vez más el sonido punk , regresando al sendero de ser él mismo.
 Armado de una gran banda que le respalde, sólida y potente con Steve Jones a las guitarras, que le da ese toque metálico sin pasarse, ajustando el grupo a Iggy ; Instinct va al grano. Desde el comienzo con Cold Metal, con los riff necesarios y precisos,  además de salir como 1º sencillo del álbum; o con canciones un poquito más oscuras, High On You con mayor modulación vocal. Como si cada tema tuviese un instrumento como protagonista, cabría destacar la batería en Strong Girl con un ritmo constante y hasta tribal.  Tom Tom con ritmo machacón se convierte a mi juicio en uno de sus mejores temas, con contundencia pero sin abusar, un medio tempo perfecto. La maravilla aparece con Easy Rider, una canción sencilla encerrada en un buen frasco de esencia.
 No pierde un ápice de contundencia en todo el disco. La 2ª cara se abre con un rock poderoso, Power & Freedom, para continuar en el buen tono general que es el guitarrero Lowdonw. La presencia perenne de rocker serio y efectivo se la marca una vez más en el tema que da título al disco, Instinct, con un buen grupo respaldándole el da él do de pecho, maquilla con una capa de oscuridad una sofisticada canción convirtiéndola en clásica. Tuff Baby te llega con unas guitarras que parecen los hermanos Young ( AC/DC ) quienes las manejan , nos transportan a un excelente ritmo con la contundencia de la sección rítmica y la poderosa voz de Iggy, que maneja perfectamente todo el tema. Squarehead con la que finaliza el Lp, sólo hace que confirmar el buen estado de forma en el que se halla en estos momentos a nivel compositivo, la senda al buen camino que es el rock, ese que él sabe también desarrollar.
 Instinct nos deja un buenísimo sabor de boca, duro, conciso y a la yugular.

  • Iggy Pop: voz
  • Steve Jones : Guitarra
     Seamus Beaghen : teclados
  • Leigh Fox: Bajo
  • Paul Garisto : tambores


Instinct.-

  La gira pertinente lo tiene ocupado gran parte de los próximos meses, de lo cual podemos sacar algo interesante. El 19 de julio de 1988 graba un soberbio disco que acabará siendo doble, en el Chanel de Boston. Varios temas de su anterior Lp, Instinct caen en el álbum, pero también varias referencias a su grupo matriz: The Stooges. Así no cuesta nada volver a escuchar con un buen sonido viejos temas de la banda de Detroit: 1969, 1970, No Fun o I Wanna Be Your Dog.
 Con parte de la banda que grabó en estudio su anterior trabajo, repite Paul Garisto a la batería, Shamus Beghan a los teclados y con las nuevas incorporaciones de Andy Mc Coy en las guitarras y Alvin Gibbs al bajo, se montan un estupendo directo.
 Caen 16 temas , al margen de los ya reseñados, no faltan joyas como Kill City, Penetration, Power And Freedom, You Pretty Face,  Easy Ryder.          
 Rock potente, cazurro, sucio, del que tanto hemos disfrutado en algunas de sus muchas visitas por nuestro país. Con una buena banda que le respalda en directo, se le nota feliz, suelto y haciendo que pasemos un excelente rato. Iggy Pop en esencia pura y cristalina, la “iguana” retozando en el lodazal que tanto ama.


5 Foot 1 .-


La iguana se va al cine.-
 En esta década de los 80 pudimos ver a James Osterberg en el celuloide de maneras diversas. Su diversificación de actividades le vino primero de la mano de Alex Cox trabajando en la película Sid y Nancy ( 1986); nada menos que Martin Scorserse lo recoge para la nueva versión que hace en el mismo año de un buen film, El Color Del Dinero, en un duelo espectacular de Paul Newman y Tom Cruise.
 Seguirá su idilio en los años posteriores con apariciones en films como Cry Baby ( 1990 ) de John Waters;  en el siempre enigmático y difícil Jim Jarmusch : Coffe And Cigarrettes ( 1993 ); en la película de Rachel Talalay : Tank Girl ( 1994) y de nuevo con Jarmusch en la excelente Dead Man ( 1994), donde podemos encontrar a un Johnny Deep increíble y la aportación( creo que la última ) de un enorme Robert Mitchum.
 Iggy Pop también ha tocado, y  nunca mejor dicho, el asunto de la composición de bandas sonoras. Algunas interesantes, dentro de la creatividad en la que se ve envuelto en los últimos años, en 1989 se saca del pecho la b.s. de Black Rain película de Ridley Scott. James Ivory le reclutará años después para su film Esclavos de Nueva York ( 1992) y Johnny Deep hará lo propio para The Brave ( 1997 ). Como curiosidad a mediados de los 90, se le puede ver en el film del español Óscar Aibar, Atolladero ( 1995), una película de ciencia ficción con características  de western fronterizo.




Candy.-



 Con las espuelas puestas y el rock de montura.-
 Como si le hubiesen iluminado y hallase por fin el sendero de la lucidez, más rockero y maduro que nunca, con una cierta perspectiva de su pasado y de lo que podía significar para sus muchos seguidores, sin atosigar, pero sí para tenerle en cuenta para cada nuevo trabajo que editase y saliese de gira. Algo así como los turrones por Navidad, a ver que acontece. Sus nuevos Lps son extraordinarios, llenos de energía y fuerza. Al margen de sus pinitos y cameos en diversos films siempre tuvo el tiempo necesario para componer y sentarse a contar cosas interesantes en sus textos. Cada vez mejor rodeado de músicos que le aportan cosas, no deja de sorprendernos gratamente a quienes sabíamos que ahí había un gran rocker más allá de la vida que pudiese tener con The Stooges.
 BRICK BY BRICK .- Julio de 1990.-
 Como su título indica, poco a poco y picando ladrillo a ladrillo se había labrado un porvenir. No sólo entró en las listas americanas en puestos relativamente interesantes, es que además despachó 500.000 copias y fue el primer disco de oro de la “iguana”, su posterior gira durante gran parte de 1991 le llevó a grabar un dvd de la actuación en París.
 Artistas de renombre le ayudan a tejer un buen disco. Los Guns N´ Roses : Slash y McKagan más la producción en tecnicolor de Don Was, a esto hay que seguir añadiendo al buen guitarrista, Waddy Wachtel y el batería Kenny Aronoff; la suma vocal de la exquisita y siempre explosiva  Kate Pearson ( B-52 ), difícil no fabricar un buen disco si a esto todavía añadimos el poderío que se gasta en estos momentos de su carrera Iggy Pop.
 Dejando parece que por un rato atrás los años 80  que fueron convulsos y confusos para Iggy. Experimentó con géneros musicales alejados del rock y en el plano personal estuvieron muy marcados por su lucha contra las adicciones. Hasta que con el lanzamiento de Instinct  regresó  al rock poderoso con un gran disco, lo que supuso su resurgimiento tanto a nivel popular como comercial. Dos años después sale al mercado uno de sus mejores trabajos, este Brick By Brick, donde Iggy luce una madurez  artística impresionante, combinando muchos de los elementos de su pasado y con una banda y unas colaboraciones externas realmente espectaculares. 
 No deja de resultar curioso que en este Lp los textos hablen de un país envilecido y unos habitantes entristecidos por el  miedo y atenazados por neuras diversas, la portada del álbum es ya de por sí significativa. En cualquier caso, el sexo y un cierto romanticismo también ocupan su espacio.
 Gran parte del disco está compuesto en solitario por Iggy Pop, de hecho toda la cara A ; así el comienzo es espléndido con una maravilla de canción como es Home, un rock conciso, certero. La preciosa y efectiva Main Street Eyes , que cuenta con la aportación de David Lindley a la mandolina y unas partes de violín. Tributos al pop,  I Won´t Crap Out , para llegar a la bomba que es Candy, preciosa canción con la aportación vocal de Kate Pierson, single y lanzadera del Lp.
 Rock áspero con guitarras que crujen en Butt Town , Slash hace acto de presencia bien secundado por Wachtel. Cuidando de que nada desentone y encaje como un guante en este disco, la popera The  Underfeated nos sitúa en disposición de seguir disfrutando. Ojo al dato, en las partes vocales colaboran 19 músicos en los coros. La paz y el sosiego nos llega con la balada Moonlight Lady.   La 1ª aportación ajena en cuanto a composición nos llega con  Something Wild de John Hiatt, esos tempos medios que también empieza a modular con su voz Iggy. El rock nunca se va, buena prueba la encontramos en la cortante Neon Forest, a destacar la buena guitarra eléctrica de Waddy Wachtel. De nuevo un cambio de ritmo, la exótica Starry Night con una impresionante slide a cargo de Lindley. Como comenté al comienzo, Lp de muy diversas y excelente aportaciones que es lo que se debe de hacer cuando uno colabora en cualquier disco, es decir, sumar.
 La potencia se reserva de nuevo para el final,  Pussy Power con un Iggy marcando con la guitarra eléctrica junto a Slash.
 My Baby Wants To Rock And Roll firmada a medias con Slash, para terminar con Brick By Brick , una canción acústica con 2 guitarras y teclados, suficiente para dar título al disco y terminar con una composición bonita de Iggy.
 Soberbio disco, consigue lo que casi es siempre difícil, pero más conseguirlo del todo, que ninguna canción desmerezca en el álbum, nada sobre, y además te quedas con ganas de volver a colocarlo otra vez en el plato. ¡ Buena señal !


Mixi´n The Colors


LES´T GO .-
  Siempre he creído en este personaje que la espina dorsal de su música se sostiene en el conflicto entre la supervivencia y el individualismo. A semejanza de los westerns que transcurren en desiertos, un infierno indomable de polvo, arena y rocas, lagartos y serpientes de cascabel y un sol cegador e inclemente; bien, pues Iggy lo transforma en una gran urbe maloliente a caucho, a neumático requemado, nubes de humo tóxico que ascienden al cielo en busca de oxígeno y él allí abajo, contemplándolo todo, alargando su hocico de iguana donde vislumbra el futuro a través de las grandes cristaleras de los edificios donde el sol, cuando lo hay, refleja su cuerpo de réptil por entre las escombreras.  Ahí se encuentra a gusto, sus textos, las canciones que saca lo mejor y lo peor de él, como si fuese un animal de sangre caliente que no tiene ataduras pero si gente por la que parar, detenerse un rato.
 Su parte de comedia griega, aquella que le invita una y otra vez a jugar con el destino y éste a rebelarse contra él, sabiendo como todos ya sabemos cómo acaba esto, observando y concluyendo que lo interesante es “mientras tanto”;  su fascinación por los perdedores y el sentido trágico del asunto, no importa tú palabra, sino a quien se la des.
 Y James Osterberg se la ha dado primero a sí mismo, y luego al rock, sino, no se explica los dos perfectos Lps grabados en los años anteriores barnizados con el doble en directo y las siguientes obras en los años venideros.


Louie Louie.-


 AMERICAN CAESAR.- Doble .- Septiembre de 1993.-
 Su nuevo aspecto había mutado en los últimos años. Su pelo corto se había ido transformado en largos, y a veces era oscuro, a veces teñido de rubio, lo cual le facilitaba la entrada en cualquier parte sin dar demasiadas explicaciones. Sus andares de réptil y el componente androide, también ayudaba.
 Marcarse un doble disco en estudio, casi todos los temas compuestos por Iggy, no está al alcance de todos. La mecánica de buen rock la encontramos desde el inicio, aunque hay que matizar que juega con nosotros con una pequeña introducción, Character, para rápidamente sacudir el polvo de las estanterías : Wild America , Mixi´n The Colors . Las texturas y los matices los hayamos en la lenta Jealousy con las cuerdas de una guitarra acústica sobre volando la voz de Iggy Pop.
 Todo lo que encontraremos a los largo de los 17 cortes, es un sonido sólido y un variado conjunto de canciones , algunas más duras a caballo de su sonido, digamos stooge, como Hate, Sikness, Boogie Boy o Perforation Problems. O las ya reseñadas, para entrar en otras más acústicas, al margen de Jealousy, encontramos It´s Our Love y Social Life. Algunos experimentos, que también los hay, Funkin Alone , Caesar y Girls Of N.Y. Rock de corte clásicos, Plastic & Concrete o Higway Song.
 Otras son sorprendentes, la maravillosa versión, adaptación más bien, que es Louie Louie;  o la dulzura que desarrolla junto a Lisa Germano en Beside You.

  • Iggy Pop - guitar, vocals
Eric Schermerhorn  - guitar
  Malcolm Burn- guitar, keyboards, harmonica
  • Hal Cragin - bass
  • Larry Mullins - drums, percussion
  • Jay Joyce - guitar on "Wild America" & "Mixin' The Colours"
  • Bill Dillon - guitar on "Mixin' The Colours"
  • Darryl Johnson - percussion on "Mixin' The Colours"
  • Henry Rollins - backing vocals on "Wild America"
  • Katell Keineg - backing vocals on "Mixin' The Colours"
  • Lisa Germano - backing vocals on "Beside You

I wanna Live


 Todavía queda gasolina.-
 En estos instantes y con los últimos trabajos editados por Iggy Pop, gozaba de un beneplácito a nivel de crítica y actuaciones interesante. Nunca antes había alcanzado este reconocimiento, jamás masivo, faltaría más, pero si lleno de buenos augurios que no defraudaría en sus muchas giras hasta publicar un nuevo disco. Su “perrito travieso” haría las delicias de aquellos que no dábamos crédito a tanta hermosura, fuerza, en un tipo que en directo seguía siendo una iguana aún a riesgo de fastidiarse del todo una cadera que ya tenía muy maltrecha por esta época.
   Por si fuera poco, la película Trainspotting  estrenada en 1996 incluía un tema suyo, Lust For Lifey , y un año más tarde recibía una especie de tributo de dos bandas extraordinarias: Joan Jett And The Blackhearts y los Red Hot Chili Peppers se presentaron en We Will Fall. Todo hacia indicar que su nuevo trabajo debía de estar a la altura, y sí, rock contundente y poderoso. Sin lugar a dudas el mejor momento de James Osterberg a lo largo de su carrera convertido ya en una leyenda de culto.


Knucklehead.-




 NAUGHTY LITTLE DOGGIE .- Marzo de 1996.-
 Pocas concesiones a la galería, más bien ninguna. El inicio trepidante de rock, todos de una tacada y sin descanso : I Wanna Live, Pussy Walk, Innocent World y Knucklehead, sin descanso, todas canciones poderosas en música y las letras. Un Iggy desatado pero con cordura de hacer un rock adulto, de un tipo que estaba en medio de la cuarentena y hablaba de lo que le pasa normalmente, y el mundo que él ve y a veces intuye.
 No es hasta un casi medio tiempo, que tampoco lo acaba de ser del todo, To Belong, que se toma un ligero respiro, pero las guitarras y la base rítmica siguen a buen ritmo.  Cosa que no decae con otro rock consistente a más no poder, el poderío de Keep On Believing.
 Como si se tratase de otro Instinct o Brick By Brick, rock y más rock, sin las sutilezas que empleaba en ocasiones en su anterior American Caesar, también porque era doble y había más espacio y tiempo, este Naughty Little Doggie es una maravilla de álbum rockero. Casi hasta deseamos que llegue una canción tan bonita y sutil como Outta My Head para poder parar y abrir un poco los poros y respirar despacio, pero sólo un ratito. La balada, con la composición a medias de su guitarrista por esta época, Eric Schermerhorn, la delicada Shoeshine Girl, guarda un cierto aire oriental, no si se sería por la pareja que aún conservaba.
 La tralla de nuevo en : Heart Is Saved y  la calma después de la tormenta abundante en Look Away, más que nada para dejarnos relajaditos esperando una nueva escucha.
 Iggy Pop en esencia, penúltimo disco bueno o casi sublime, digo,  entero, sin fisuras, ni cortes innecesarios ni accesorios múltiples. Rock contundente, aquel que esperamos de un tipo como él. Vivito y coleando.
 Venga, la última cabalgada.-
 Antes de dar por finiquitado el asunto, cuando la cola aún puede tumbarte de un buen latigazo, antes de dejar de comer la carne cruda, beber cuanto líquido cupiese en la vejiga y se  pudiese desaguar por la punta del pene, ese que es tan grande y hermoso según han contado en algunas memorias, “crónicas”, reputado crítico musical de los 70/80 y otro cuando hizo memoria de la combustión de The Stooges ; observaron de 1ª mano desde sus asientos al ver salir de la cama en pelotas, tal cual, a James Osterberg. Bien, pues antes de que se divorciase de la japonesa, encontrase a una negraca que le saca cabeza y hombros ( lo he visto con mis ojitos en alguna rueda de prensa previa a alguna gira española, una cualquiera ); antes de grabar en forma de crooner We Have  All The Time – 1998
mierdecillas que va dejando la iguana por aquí y por allá. Bien, pues ahora comería la carne asada, luego buenas verduras, más tarde dejamos las drogas duras, hacemos vida sana. Desayuna zumo de frutas, naranjas, dormir 8 horas, ¡ acompañado por favor ¡; gimnasia, siesta, footing, gimnasio, antes de acabar con los huesos en Miami viviendo como un rajado, antes de todo eso, la “ iguana “ nos dará un último zarpazo en la cara con otro soberbio disco de rock.
 No se crean todo lo que acontece después de finales de los 90 y el resto del siglo XXI. Todavía es capaz de sorprendernos, incluso anunciando a Paco Rabanne, montoncitos con sus defecaciones, programas varios de televisiones absurdas con presentadores estúpidos y telespectadores subnormales. Antes de todo eso,  incluso con su banda de origen, convencer a los hermanos Asheton y de acabar reclutando a James Williamson; aún nos queda una rodaja por degustar de colonia fina y rockera, aún tenemos a Iggy Pop en estado puro.




Howl.-


      BEAT´ EM UP- Julio de 2001 .-
 Hablamos de un disco bastante ecléctico, con sonidos constantes urbanitas, todo muy enraizado en el asfalto, huele a alquitrán, a ciudad, a chicos malos. Rock contundente desde el comienzo, la dura Mask ya nos indica por donde puede ir todo el álbum. Pero hay muchos matices en este último coletazo de la “iguana”.
 Si bien la línea central es un hard-rock poderoso, varios temas se cuelan por la ranura de dicho concepto, al margen de la señalada, podemos añadir a L.O.S.T., Howl, Beat Em Up, tema que da título al disco y que raya entre el hard más contundente y una especie de hip-hop. Me huele a goma quemada, a asfalto, urbanita lamiendo las esquinas. La perdición la hayamos donde el viento dobla las aristas con The Jerk.
 Hay abundancia de contundencia, como si Iggy Pop quisiese con este disco desquitarse de tonterías anteriores, es el un rockero no sé si de capa y espada, pero de tomo y lomo desde luego. La contundente Death Is Certain ,deja las cosas muy claras. En el mismo sendero hayamos Weasels, Drink New Blood, Ugliness.
 También tenemos cortes calmados, la bonita Football. Hay que matizar que Iggy había escrito mucho sobre sexo, tetas y demás artilugios, algunos femeninos, y que en alguna ocasión, ( entrevistas) comentó que ya sólo tocaba el tema de las mujeres pero ¿ el fútbol (americano, se entiende) no se le ocurrió, ni insinuado? Ahora parece un buen momento.     Buena prueba es esta canción, que a medida que avanza se va endureciendo. Podemos meter en el mismo saco a Savior, la tierna Talking Snake y V.I.P., con la que termina un disco contundente pero no exento de ajustes que lo entroncan con los sonidos de comienzos del siglo.                                               
 Temas con matices, la rockera Go For The Throat, puede ser un tema por el que suspiren muchas bandas para poder alcanzar semejante nivel sin perder los papeles por entre medias. La curiosa It´s All Shit, con una guitarra eléctrica ocupando el trono y una batería marcando un ritmo contundente, todo sobre la voz de Iggy.








  DISCOGRAFIA SELECCIONADA                                                                   




LUST FOR LIFE .- 1977

I GOT A RICHT .- 1977

NEW VALUES .- 1979

PARTY .- 1981

AT THE CHANNEL -  BOSTON
M.A. 1988 - DOBLE - DIRECTO

INSTINCT .- 1988

BRICK BY BRICK .-  1990

AMERICAM CAESAR .-  DOBLE .- 1993 


NAUGHTY LITTLE DOGGIE .- 1996

BEAT EM UP .- 2001





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