A PROPÓSITO DE GEORGE HARRISON
Vaya por delante y de antemano, que nunca he sido un ferviente fans de los Beatles, ya, ya sé, soy Stone, en esto de la música como en el fútbol puedes elegir: si un lado está un tipo como Richards o Messi, has elegido. No un resultado: " una forma de vida, una de jugar ".
George Harrrison : Living in the Material Wold, documental de Martín Scorserse de 208 minutos, divido en dos partes y que se estrenó hace algunas semanas en el cine Golem de Madrid, pero que yo lo he ido visionando de a poquitos en uno de los canales del Plus que estos días lo están poniendo. Y lo veo cómodo, sentado en mi hamaca con un pitillo y una copita, asimilandolo.
Empieza con una tulipas, la cámara se va acercando, un poco más, otro, como si estuvieses con una dígital buscando el encuedre perfecto; y de pronto aparece un Harrison cuarentón con barba y melena y ahí se queda la imagen, mirandoté.
Comento esto porque de los The Beatles, el único tipo que me llamó la atención desde adolescente era éste. Rota la parnafelaria que rodeaba y rodea a Lennon, buenos discos en solitario pero el "estilo" venía marcado por Yoko Ono; muy visceral, va a arrebatos cocaínomanos aunque no niego cierta genialidad, sobre todo en la banda a raíz del 66, antes son un grupo de pop-baboso sin más. De Paul poco, siempre da la impresión de vas a quedar con él a tomar el té a las cinco, demasidado británico para mi gusto; y de Ringo que siempre hacia muy bien el payaso. Su hijo si es un buen batería, lo he visto en directo con los Who y no desentona. Pero Harrison era otra cosa, un tipo que apenas firmaba canciones demolido por el tanden : McCatrney - Lennon. Ya sé, no es muy políticamente correcto, ¿ y ... ? ; vivimos demasiados apegados a costumbres que parecen verdades absolutas, y el documental de Scorserse viene a demostrarlo.
Comento esto porque de los The Beatles, el único tipo que me llamó la atención desde adolescente era éste. Rota la parnafelaria que rodeaba y rodea a Lennon, buenos discos en solitario pero el "estilo" venía marcado por Yoko Ono; muy visceral, va a arrebatos cocaínomanos aunque no niego cierta genialidad, sobre todo en la banda a raíz del 66, antes son un grupo de pop-baboso sin más. De Paul poco, siempre da la impresión de vas a quedar con él a tomar el té a las cinco, demasidado británico para mi gusto; y de Ringo que siempre hacia muy bien el payaso. Su hijo si es un buen batería, lo he visto en directo con los Who y no desentona. Pero Harrison era otra cosa, un tipo que apenas firmaba canciones demolido por el tanden : McCatrney - Lennon. Ya sé, no es muy políticamente correcto, ¿ y ... ? ; vivimos demasiados apegados a costumbres que parecen verdades absolutas, y el documental de Scorserse viene a demostrarlo.
Tampoco veo la mano del director por aquí muy acertada: " El ültimo Vals 78 film sobre el último concierto de The Band con numerosos invitados,- No Direction Home - sobre Dylan, y el "Shine a Light " muy convencional para mi gusto sobre los Stones, anódino diría, como éste sobre Harrison, pero con matices.. Los dos primeros excelentes, los dos últimos con sí con sá.
El documental está muy " controlado " por Olivia Harrison, su mujer,al parecer tenía muchas reticencias y dudas sobre el material a exponer. Eso no quita nada del indudable interés histórico y testimonial y es un acercamiento para los nuevos fans o un gozo para los más especialistas. Se centra más en su etapa en solitario. Sólo " And i Love Her " es un tema que metió en época Beatles, excelente guitarra española y ya al final de la banda logró encajar . Here Come The Sun - o Something, que además salió como single. Por ahi hablan: Paul, Ringo, una excelente Yoko Ono y el burocráta de Claptón, más parecido a un ejecutivo de banca que a un viejo rockero. Aparecen cortes de sus disivisiones, discusiones en ensayos y un amplio sentido del humor de Geoge. Flota un ambiguo sentimiento familiar de amor-odio que existía entre ellos hasta la inflexión de la ruptura.
Es en la segunda parte donde Harrison aparece en plena espiritualidad y dando rienda suelta a su genio. Compleja, intensa, está lleno de contradicciones - como todos por otra parte - , excesos y originalidades. Su primer número uno en GB " My Sweet Lord " está influido por los rítmos y las creencias de Hare Krishna , da rienda suelta a su duende. Monta el concierto de Bangladesh - año 71 - con dimensión mística, con su amistad a Ravi Shankar que le enseña a tocar el sitar. Es ahí donde Scorserse se muestra más director, pues intenta acercarnos a su espiritualidad pero de una manera racional, quizás el mejor momento de Gerorge Harrison. Se muestra libre, sin ataduras y es capaz de escribir " Taxman ", una canción que habla sobre impuestos y el tío se va a vivir a Suiza años después, tiene humor.
Fue hace años cuando me acerqué a su figura por un hecho difícil de explicar. Salí entusiasmado por la pelicula de los Monty Python :" La Vida de Brian ", en los créditos George Harrison era el productor. Un tipo que es capaz de hipotecar su casa para finanziar la película, cuando era archimillonario y ahora venido a menos,debe de ser un buen tipo y amante de verdad de lo que hace. O de juntarse años después con Dylan o Petty o Orbison para crear una alegoría de vida en los " Traveling Wilbunys ", una banda que parecía más de jubilados que otra cosa simplemente para pasarlo bien.
Un tipo que se ría de Clapton porque Pattie Boyd, entonces su pareja se fue con el guitarrista y salió " Layla ", este hombre tenía muchas cosas que decir y se nos fue hace años. Valga este monumental documetal y ver despacio y a ratos, para recordarnos que a veces los focos nos ciegan de los que son los verdaderos genios y nos deslumbran otros con sus muchos oropeles y vacíos de contenido.
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