TED NUGENT: " DOUBLE LIVE GONZO!
Cuando a comienzo del otoño de 1978 cae en tus manos y se derrite sobre tus oídos el torrente del doble en directo de Ted Nugent, todo se rebulle en tu interior para dejarte claro que eres urbanita de pro y que la condición de adolescente ( entonces de ciudad ) iba contigo y tu cazadora de cuero. Nada mejor que un doble en directo cuanto antaño tenían su aquél y se grabaron las mejores obras que el rock ha podido reflejar. Double Live Gonzo sale en un tiempo y espacio donde Peter Frampton campea a sus anchas con otro doble en vivo al igual que acaban de hacer los Stones, o su paisano de Detroit: Bob Seger. En el caso de Ted Nugent lo tiene muy fácil, para su maestría claro. Guitarras en llamas, apocalipsis, versos desatados; incluso las fotos del interior del doble Lp desparramando la cabellera del tigre detroitino sobre un fondo rojo en la portada. Toda esa hiperactividad desglosada en fuego, pasión... que va en la dirección adecuada en un excelente disco de rock en todas sus dimensiones.
Con 3 discos publicados lanza este Double Live Gonzo - 1978 con tomas de algunos shows en Estados Unidos: Nashville, Texas o Dallas dan cuenta de estas 4 caras urbanitas, demoledoras, que le colocan en el olimpo de los grandes, él, que nunca ha sido un virtuoso de la guitarra eléctrica, ni un cantante al uso, ya lo deja claro con ese Gonzo que en el argot yanki significa flipado o loco, o tal vez cuerdo para lo que pretende Ted Nugent, que es agujerear tus oídos y tu alma, si es que a estas alturas de tu existencia, conservas ambas cosas.
Cat Scratch Fever
TED NUGENT: ¡ DOUBLE LIVE GONZO ! Septiembre de 1978.-
Hay que estar muy seguro de lo que haces y cómo, porque Ted Nugent es capaz de meter sólo 2 temas en la cara B y en la C; siendo un directo y sin que te aburras.
La cosa tiene su miga, desde luego, pero no se deja nada en las cuerdas vocales ni desde luego en la guitarra eléctrica. Just What The Doctor Ordered ya hace acopio de ambas cosas. Pero cuando digo que estamos ante un gran disco en directo ( sustentando por buenos temas claro ), Nugent y el grupo que le secunda deja la piel en canciones demoledoras: Wang Dang Sweet Poontang, ráfagas llameantes de Gibson con sus espirales ascendentes y descendentes y lo que para mí le eleva a monstruo en esta época de su carrera, la magnífica Cat Scratch Fever.
Sólo en el inicio ya deja muestras de su buen hacer, destacaría Baby, Please Don´t Go adaptación de Big Joe Williams con el que cierra la cara A. En la siguiente tanda nos encontramos con sólo 2 temas de la cosecha de Nugent: Great White Buffalo y el extraordinario abanico de tonos en los 14 minutos que se marcan en Hibernation, ahí apreciamos una clase de guitarra, la suya, la Gibson Byrdlands, sus cabezales Peavey 6505 y el juego de pedales que lleva no menos juguetón: Jim Dunlop y los Boss, toda una pericia para entretener a quienes tuvieron la oportunidad de verle con su banda en directo y al resto... para deleitarnos con su disco. Porque Nugent está aquí caleidoscópico, versátil, hasta diría que sutil.
La tralla demoledora la deja sin un átomo de concesiones a Stormtroopin´ porque los " solos de guitarra " no están acabados, y de nuevo la versatilidad de la que escribía la encuentro en las espirales ascendentes que va dejando en Stranglehold. Al margen de los aullidos finales, 2 canciones de cosecha propia en la cara C. Mención especial al final para Detroit, Motor City Madhouse, lo que fue un impulso a la economía local y nacional y acabó en eso... un manicomio.
Así eran antes los discos dobles en directo.
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