THE FABULOUS THUNDERBIRDS: RITMO Y BLUES
Wait On Time
¿ Por qué no ? Si a finales de la década de los 70 mi fascinación por los blues ya era meritoria, no era nada difícil que empezase a escuchar cuantos grupos caían en mis manos vía vinilos el trepidante R&B.
Si a la lógica aplastante de maestros ya veteranos, tipo John Mayall se les une los primeros trabajos de Fleetwood Mac vía Peter Green, Ten Years After, Mike Bloomfield, Paul Buttfield, de ahí a Canned Heat con la correa transmisora de Rory Gallagher o Dr. Feelgood, no se es de extrañar que en 1979 consiguiese Girls Go Wild de The Fabulous Thunderbirds, cuando un jovencito Kim Wilson, armónica por cierto, se cansó se escuchar a Sonny Boy Williamson o Big Walter en su Detroit natal, y varios estados más alejados, se dirigió al epicentro de esta historia: Tejas, donde otro imberbe blanco, tocaba la guitarra y ya había debutado en el colegio con los Swinging Pendulums.
Claro que sería finalmente en Los Ängeles, bajo la mirada torva de su productor Denny Bruce, y tras muchos meses de dar forma a un grupo, que sería de R&B, basado en el blues blanco y el country de la costa californiana, que The Fabulous Thunderbirds toma forma y fondo.
Fueron casi 5 años hasta que aquello era digerible, y ahí los escuché por 1ª vez. Americanos, no vía británica como había sido la tónica general en mis audiciones, que me aficioné a este cuarteto tejano. Dejan un buen puñado de canciones y otros Lps considerables en una discografía, que como muchas, el comienzo es lo mejor y luego damos saltos de liebre esquivando el destino malévolo, no de los tiros de cazadores, sino de las hadas que emigraron a otros lugares.
El recorrido no fue fácil. a Vaughan y Wilson se les unieron Keith Ferguson al bajo y Mike Buck en la batería, después de muchos ensayos y girar por clubs de la comarca tejana durante años, les llegó la oportunidad de plasmar en un vinilo lo que llevaban un lustro ejecutando con más o menos suerte. Graban en Austin en mayo de 1979 con el sello neoyorkino Chrysalis, con quien su mánager y productor Denny Bruce, pudo ponerlos en órbita.
Pocket Rocket
GIRLS GO WILD.- Octubre de 1979.-
Tejiendo la línea del blues tejano, blanco si se quiere, posee tintes de rock and roll en sus medidas justas, toques soul, donde la poderosa voz de Kim Wilson coloca el contrapunto a una muy cuidada guitarra de Jimmy Vaughan, con los arrastrados solos de armónica de su cantante. Scratch My Back puede ser un ejemplo de la chulería a las 6 cuerdas y el silencio justo que marca el combo, con una sección rítmica carnosa y desde luego contundente.
Mezcla justa de clásicos ya recogidos en las grabaciones originales, sean el citado anteriormente de Slim Harpo, o boogie espinoso :She´s Tuff de Jerry McCain. Todo el Lp tiene un deja vu interesante, no sobra ningún tema de lo 11 de que se compone. Por aquí dejan su huella indeleble canciones con toques sutiles de la guitarra de Jimmy Vaughan: Rick Woman. Esa conjunción con los medios de los que vienen tocando durante casi 5 años, se plasma en la elegancia que la que son capaces de adaptar varias versiones que se fusionan con los temas propios, muy buenos de Kim Wilson: Wait On Time, Pocket Rocket, Walkin´To My Baby, Rock With Me o Let Me In. Claro que también el cuarteto es capaz de crear y desarrollar un tema en común: C-Boy´s Blues, un instrumental bien trabajado o blues tajantes, Full Time Lover.
Dejan una excelente carta de presentación, que sólo hace que aumentar las ganas de tener otro disco de esta gente inmediatamente. Las buenas vibraciones y la diversión contenida en sus surcos, dejan huella, aunque sea para un público minoritario, pero exquisito.
Kim Wilson: Vocal y Armónica
Jimmie Vaughan: Guitarra eléctrica
Keith Ferguson: Bajo
Mike Buck: Batería
Runnin´Shoes
Yeah yeah... Ya destacan con su primer disco, pero les mantiene en el circuito sobre todo de Tejas, que es bastante, pero el anhelo si lo tenían de ascender más, jamás se producirá, lo cual no les deja en la cuneta, persistirán durante el resto de la década de los 80 con una formación clásica para el R&B.
Con el final de uno de sus tours de presentación de Girls Go Wild, Mike Buck abandona la nave, no si antes haber pasado por el estudio y dejar su constancia en varios temas de lo que formará parte de su 2ª Lp, aparecido en 1980. Le sustituye Fran Christina, un tipo que hasta la fecha tocaba en una banda de adaptaciones de temas vaqueros y folclóricos del estado tejano.
Yo creo que a estas alturas TFT tenían claro que el éxito lo amarraban en el directo y que sus trabajos de estudio podían llegar más allá de Austin, y a partir de ahí sus tours se extendían más con la inclusión de poder tener cierta audiencia y pedigrí entre el sector minoritario pero serio, en Europa. Así será, la confirmación vendría con su 2º disco, temas que pasan desapercibidos para la inmensa mayoría, ni siquiera son bien recibidos por la crítica especializada en su tiempo, pero los Lps que transcurren en su primera etapa tendrían un recorrido amplio pasados los años.
Yo creo que a estas alturas TFT tenían claro que el éxito lo amarraban en el directo y que sus trabajos de estudio podían llegar más allá de Austin, y a partir de ahí sus tours se extendían más con la inclusión de poder tener cierta audiencia y pedigrí entre el sector minoritario pero serio, en Europa. Así será, la confirmación vendría con su 2º disco, temas que pasan desapercibidos para la inmensa mayoría, ni siquiera son bien recibidos por la crítica especializada en su tiempo, pero los Lps que transcurren en su primera etapa tendrían un recorrido amplio pasados los años.
Low-Down Woman
WHAT´S THE WORD.- Agosto de 1980.-
Tienen el empaque de realizar buenas canciones y pasarlas por la batidora del R&B, con dejes tejanos, que para eso se forman durante muchas noches tocando en el club Antone´s. A las buenas maneras de Vaughan con su delicado estilismo de tocar la guitarra, sabe darle el tono y el ritmo necesario para ser machacón y certero en Runnin´Shoes, digeribles y divertidos, patrimonio muy suyo con el paso de los años: You Ain´t Nothin But Fine
Por su puesto que hay temas muy buenos, Low-Down Woman posee todo el aroma del blues más duro, tamizado por la garganta de Wilson, se dulcifica, la armónica le añade profundidad, elevan el tono del Lp dándole un señoría, digamos, clásico.
Keith Ferguson también se anima a firmar algún temita, en esta oportunidad con Vaughan, desarrollan el instrumental, que nunca falta en ninguno de sus trabajos: Extra Jimmies. Wilson y Jimmie firman los otros: Last Call For Alcohol y Jumpin ´Bad.
Demuestran empaque: The Crawl, Dirty Work y Learn To Treat Me Right. Dejan un 2º Lp excelente, con algunas versiones y temas propios, todos pasados por su batidora especial de R&B tejano.
I Belive I´m In Love
Siembras.- Me fui haciendo con una colección curiosa de discos de los TFT, pero no en orden cronológico a cómo se fueron pùblicando.
Por eso es importante saber de dónde vienen y hacia dónde se dirigían, Eso se comprueba con los álbumes según iban saliendo al mercado, generalmente presentados en directos con un tour, que en 1980 les ubica en tierras británicas. Y tendrá su importancia, la correa transmisora que durante varias décadas dejaba a grupos o solistas a un lado u otro del Atlántico ha sido y será, generosa. No siempre se triunfa en ningún sitio, los de Austin tienen un cierto pedigrí en Inglaterra, cuando presentan sus canciones ya publicadas en su 2 Lps hasta la fecha. Su sonido, que se puede apreciar bien, es netamente americano, y aun con la producción de Denny Bruce, más genuinamente del blues blanco, terroso, de la tierra de la que proceden.
Butt Rockin´- 1981 cierra un ciclo. La gira británica les pone en contacto con Nick Lowe, baluarte del pub-rock por esta época, imbuido de los nuevos sonidos nueva oleros que se dan como norma general. No parecía el tipo más genuino para producir su 4º disco, pero la siembra ya está echada con este tour en 1980. Su sonido evoluciona, cambia ligeramente y llega algo inesperado: el éxito, casi hasta masivo, pero antes habrá que escuchar su nuevo invento.
Give Me All Your Lovin
BUTT ROCKIN´.- Septiembre de 1981.-
Nada hace presagiar que la cosa se dispararía. A fin de cuentas Butt Rockin´ es otro buen trabajo, ni mejor ni inferior a sus 2 hermanos predecesores, si acaso una cierta afluencia de músicos que colaboran en el hecho de realizar la labor para la que fueron contratados: dar lustre al asunto.
Con un sonido claramente de blues blanco americano, le insertan piano y metales, lo hacen hasta bailable y disfrutable en muchos momentos, y ya está: les llegó el éxito.
La fórmula es la misma, unas cuantas canciones de cosecha propia y alguna adaptación, la hermosa Mathilda, Tip On In, Roll Roll Roll... entra a colaborar Nick Lowe en un tema, y todo lo demás lleva la firma de Kim Wilson o todo el grupo, In Orbit , que cierra el asunto.
A destacar Give Me All Your Lovin, I´m Sorry o Tell Me Why, sólo por ser de cosecha propia y temas nuevos de un Lp, francamente bueno, igual que los anteriores.
You´re Humbuggin´Me
Sigue la fuerza y la diversión.- No por llegar a alcanzar las lista de ventas de álbumes en Estados Unidos, les iba a cambiar el paso de la concepción del grupo. Butt Rockin ´ simplemente les reafirma en su idea de R&B salido de las tablas del club Antone´s tejano, pero les acerca a productores británicos que le dan una nueva dimensión, algún matiz, cuestión de peculiaridad.
Siempre he tenido la apreciación de que Dr. Feelgood y The Fabulous Thunderbirds llevan una conexión. No sólo por practicar el blues acelerado a una parte y otra del Atlántico, los británicos netamente europeos, circulan por esta época saboreando unos éxitos muy trabajados desde finales de los 70, donde dejaron el reguero de sus mejores obras. Los americanos, iniciando un periodo de cierto pedigrí en cuanto a ventas; pero en realidad, unos más asilvestrados y otros más sofisticados, deambulan en el alambre del R&B más pegajoso, aunque TFT mezclan, en sus discos temas propios con adaptaciones, cosas que los británicos huelgan en sus vinilos, dejándolos en su caso, para los momentos álgidos de sus directos, que también son demoledores.
Ellos hacen el blues de nuestros días, tener a Kim Wilson a la armónica y un eficiente guitarrista, que ejerce sus funciones de manera sobria y concisa, dan el toque correcto, llegando a esa hornada de grupos americanos que dedican sus días y noches al blues, gente coetánea como Roomful Of Blues, Duke Robillard... hasta que llegue el relevo una década más tarde con bandas como Little Charlie & The Nightcats.
Con Fran Christina asentado en la batería del combo, y a los mandos de la producción, Nick Lowe, encaran su nuevo proyecto reafirmados en sus constantes vitales, que no son otras que realizar buenas canciones sin perder la fuerza y la diversión que les llevaron a crear el grupo, y de paso, ganarse el sustento.
Can´t Tear It Up Enuff
T-BIRD RHYTHM.- Enero de 1982.-
Algunas cuestiones y no menores. De los 11 artefactos que componen el Lp, 3 llevan la firma de Kim Wilson, el resto son adaptaciones suyas que las hacen propias a su modo de entender el blues y la música en particular. Otros asuntos, es la producción de Nick Lowe, que reduce al armonicista en sus cuotas y le potencia en la voz dura. Cuidados, pero sin perder un ápice de agresividad bien entendida, ganan en profundidad. Otra novedad, ya no hay instrumentales.
La potencia del inicial Can´t Tear It Up Enuff, lo maravilloso que convierten la canción You´re Humbuggin´Me, no descartan el rock and roll en la verbenera My Baby.
Rezuman clase y buen hacer, no les falta el toque de chulería que también saben sacar partido en sus actuaciones en directo y trasladarlas al vinilo. También puede que los pocos meses que hay entre la publicación de Butt Rockin´les pillara algo desprevenidos en cuanto al éxito de éste, de ahí tantas versiones, que ya digo, no restan, suman y mucho, a dejar un álbum decoroso y es que estamos ante una de las mejores bandas de R&B del mundo.
Saben cambiar de carril y de escalón, "Neighbor " Tend To Your Business, esa clase que atesoran sólo lo dan las horas de ensayo y tener oídos atentos. Además rendir pleitesía a los maestros no está nada mal, por ahí quedan expuestos The Monkey, Diddy Wah Diddy; no le van a la zaga las creaciones propias, sean Lovers Crime o Por Boy, escasas pero certeras, sutiles y brillantes.
T-Bird Rhythm es más variado, la paleta de sonidos se extiende y el abanico de posibilidades se abre para dejarnos, una vez más, otro espléndido trabajo.
Kim Wilson: Voz y armónica
Jimmie Vaughan: Guitarra eléctrica
Keith Ferguson: Bajo
Fran Christina: Batería y coros
Tuff Enuff
Los cantos de sirena.- Casi un lustro labrándose un porvenir devino en una tacada de 4 discos, casi de un tirón, en menos de 30 meses colocaron un buen puñado de canciones, adaptaciones curiosas, incluso mejores que las originales en algunos casos, de todas formas las dotaron de vida propia.
Debía de seguir un cierto parón, en este caso discográfico, pues The Fabulous Thunderbirds , que ya son toda una institución en Austin, escuchan el sonido de las sirenas, esos seres etéreos que te envuelven como telas de araña, y son engullidos por la CBS. ¡Palabras mayores! Pero sin sustos, TFT seguirán produciendo excelentes trabajos, si acaso ahora con mayor repercusión internacional.
Los planteamientos se acomodan a los tiempos que corren. El grupo tarda más de 3 años en sacar nuevo disco, aunque siguen con sus frenéticos tours, cada más ampliados a diversos estados americanos y alguna incursión a Europa, y pierden a Keith Ferguson en el bajo, el cual es sustituido por Preston Hubbard, proveniente de Roomful Of Blues. Se estrena con Tuff Enuff - 1986, cuya canción que daba título al Lp, apareció en alguna banda sonora, lo cual potenció el universo de TFT.
Parecían renovados dentro del mismo estilo. Con la producción de Dave Edmunds, obtuvo una excelente entrada en las listas americanas. Estamos ante el último gran trabajo de The Fabulous Thunderbirds en su formación clásica de cuarteto, al cual dotan de más colores, amplían el toque al soul, mantienen el R&B clásico marca de la casa, sutiles con el r&r, Tuff Enuff les abrirá las puertas para telonear a Clapton o a los mis mismísimos Stones.
Look At That, Look At That
TUFF ENUFF.- Enero de 1986.-
El cine puede ayudar a un grupo si llega a colocar algún tema suyo en alguna B.S.O. Eso ocurrió con el single Tuff Enuff que acabaría dando título al Lp en cuestión, el 5º, con el galés Dave Edmunds a los mandos de la producción, consigue colocar a los FTB en las listas, cuestión impensable hace unos años.
Nunca han perdido frescura a la hora de encarar un puñado de temas y elaborar un disco. Aquí tampoco pierden la oportunidad, alguna composición propia y otras ajenas, dejan un maravilloso Lp. Look At That, Look At That donde el cuarteto firma el tema en cuestión, para dejarnos un vacilón R&B con la aportación de piano, que aparecerá en algún otro tema. Teclados y acordeón hacen acto de presencia,, una novedad en la discografía de los de Austin. Tampoco conviene desechar joyitas como Two Time My Lovin con " los lobos" César Rosas y David Hidalgo a los coros, composición de Kim Wilson. La acordeón de Geraint Watkins da el toque preciso en el fronterizo y cajún Amnesia, que cierra la cara A.
La paleta de colores de la que son capaces de ejecutar, les coloca en un tema de Isaac Hayes, en el soul Wrap It Up. Siempre se les reconoce, I Don´t Care, o cerrar con el espléndido instrumental: Down At Antones, toda una declaración de principios, y además con la firma de los 4 componentes.
Stand Back
Evolucionando.- Quizás huyendo de la ortodoxia más maximalista, los TFT acogen el soul como una salida, algo arriesgada, en función de que el R&B ya lo tienen asumido y bien cogido. Tal vez Dave Edmunds cierre el ciclo de productores británicos, Hot Number -1987 , les deja a las puertas de la música negra, así, sin más, con sección de vientos en muchos de los temas que lleva el disco. Piano honky tonk para que nada falte al aire de olor a tugurio, que jamás perderán en su manera de ser, de tocar, de entender esto de la música.
Están orientados hacia el gran público, ellos que no dejan de tocar en pequeños recintos y de vez en cuando, sacan la cabeza en carteles de diversos festivales, o como teloneros de relumbrón para bandas de empuje, sacan nuevas canciones: Hot Number o Love In Common dan muestras de su buen hacer. A fin de cuentas graban el disco en Memphis, así que el sabor ya lo tienen al alcance de la mano, les queda muy apañado el álbum en sí, pero tardarán 2 años en volver a los estudios, y su giro será inmediato. La producción cambiará, se buscará a alguien más roquero, Terry Manning, que ha dejado huella con gente como Johnny Winter o George Thorogood, y encontrarán más músculo.
Hasta ahora los TFT llevaban una media de casi 3 lustros juntos casi los mismos miembros, pero Powerful Stuff será la última oportunidad de escuchar a Jimmie Vaughan junto a Kim Wilson y compañía. Recuperando un sonido más tosco, si se quiere y menos sofisticado que en Hot Number, y recuperan en parte las esencias que se perdieron en la evolución lógica de toda banda.
También Jimmie Vaughan deseaba hacer caja con su hermano Stevie Ray y grabar juntos, cosa que estuvieron a punto de no realizar por el deceso del menor de los hermanos un año después, en el dichoso accidente de helicóptero.
Dos años más tarde, o sea en 1989, sacan Powerful Stuff. El Lp en cuestión es una interesante colección de canciones ideal para colocarlo en el reproductor del coche y recorrer esas inmensas carreteras americanas, con sus rectas interminables para no perderse.
Trabajo musculoso, estamos ante la última colaboración de Vaughan antes de hacer las maletas y dedicarse a su propio recorrido. Mientras, nos dejan algunas cuestiones interesantes, sea el propio tema que da título al disco, y que tuvo el honor de formar parte de una banda sonora de un film con cierto encanto y exitoso: Cocktail. Por los demás, deja buenas formas en el blues Rainin´In My Heart; alguna incursión en el rock poderoso: Rocks This Place, alguna sutileza: Knock Yourself Out. No obstante se nota un cierto cansancio, como si la fórmula ya no diese más de sí, pese a tocar palos como el funk, la raíz del blues o el rock más correoso.
Vaya por delante que The Fabulous Thunderbirds no hacen jamás discos malos, pero obviamente no todos son magníficos y regados con el don de la calidad suprema, cosa que consiguen, a mi juicio, en los 5 primeros Lps. Powerful Stuff contiene 10 temas, 2 sólo son creación propia, de Kim Wilson, por lo que no es de extrañar que en junio de 1990 la banda se disuelve y cierra esta primera etapa muy interesante.
El grupo como tal funciona hasta nuestros días, pleno siglo XXI y acabando la 2ª década, pero ya es la banda de su cantante y armónica Kim Wilson que lo reorganiza en 1991, ahora serán 2 los guitarristas, con Duke Robillard y Kid Bangham, mientras Fran Christina y Preston Hubbard ocupan la batería y el bajo respectivamente, o sea, como antes, y dejan, en mi opinión, el último gran disco como grupo, además de las colaboraciones de los nuevos a la creación de canciones, cuestión que debió de agradecer Wilson.
WALK THAT WALK, TALK THAT TALK.- Diciembre de 1991.-
Renovados y más frescos, parece que la entrada de los 2 nuevos guitarristas al grupo le dan un toque muy enérgico. Lo necesitaban, el relleno de los teclados se nota, Austin De Lone, ayuda a la causa.
Aunque de quedarme con algunos temas notables, por ahí quedan Twist Of The Knife, Work Together, la muy buena: Feelin´Good, notables, a mi juicio, en la versión del tema del bluesman de Memphis Herman " Junior " Parker. Los blues arrastrados de Roller Coaster o Can´t Stop Rockin.
Por supuesto queda Paralyzed, y dejarnos un poso de esperanza de que el combo de Austin puedan seguir creando excelentes temas con alguna que otra alternativa para las adaptaciones.
La primera composición de Duke Robillard deja un toque bailable, funky, Born In Love You, en un intento nada despreciable de seguir abriendo caminos. Buscan la lentitud con las armonías vocales en Need Somebody To Love
Todo cambia.- En la década de los 90 la evolución de todo aquello que me puede gustar muta hacia territorios poco sólidos. La música se transforma en múltiples cabezas como hiedras que arropan las paredes de los edificios, movimientos de todo tipo y pelaje. El grunge, el incipiente rap, la incursión del house, el posterior sosias del indie... no sólo el rock y la forma de entender esta música pasa a otro nivel de potenciales escuchadores y consumidores.
No sólo en el aspecto sonoro la transformación es abrumadora, sino en la manera de adquirir con las nuevas plataformas que las discográficas jamás vieron venir el huracán que se estaba formando. La entrada de lleno en el siglo XXI de internet cambia todo, pero también el cine. Parece que todo tiene que ser gratis.
Bandas formadas a base de actuaciones en los clubs se van extinguiendo, y a duras penas subsisten en las décadas siguientes. The Fabulous Thunderbirds es una de ellas. El estado de Tejas sigue siendo un hervidero de guitarristas furiosos sacados o inspirados en la tradición de un blues brusco, aquel que Lightin´Hopkins, T-Bone Walker, otros emigraron a California con el toque tejano en sus guitarras, sean Lowell Fulson o Albert Collins, y en la década de los 70, gente como Billy Gibbons (ZZ Top), Johnny Winter y los hermanos Vaughan toman el relevo.
De esas fuentes bebieron los Fabuluos Thunderbirds, se limitaron a solidificar su reputación en ejecutores del blues con ritmo, pasión, clase. Y lograron vender sus discos de la manera tradicional, no como ahora, donde los músicos hacen álbumes como si fueran anuncios comerciales para sus conciertos. Así ha cambiado, o evolucionado, el asunto.
A partir de los 90, TFT son la banda de Kim Wilson con sus múltiples variantes de componentes. Una especie de escuela donde han fraguado varios guitarristas con carisma y cierto pedigrí en sus trabajos en solitario, sean Kid Ramos por citar uno solo. Tiene mérito, mantiene la credibilidad de la banda, lo cual probablemente es su mayor tesoro, pero lo mejor, en cuanto a discos se refiere, hace décadas que ya dejaron reflejado todo su talento, atesoran saber y sonido clásico, pero el viento sopla en otra dirección.
Claro, que siempre existe gente equivocada, que está justo enfrente del huracán. Ahí, andamos algunos, doblando esquinas.
Dos años más tarde, o sea en 1989, sacan Powerful Stuff. El Lp en cuestión es una interesante colección de canciones ideal para colocarlo en el reproductor del coche y recorrer esas inmensas carreteras americanas, con sus rectas interminables para no perderse.
Trabajo musculoso, estamos ante la última colaboración de Vaughan antes de hacer las maletas y dedicarse a su propio recorrido. Mientras, nos dejan algunas cuestiones interesantes, sea el propio tema que da título al disco, y que tuvo el honor de formar parte de una banda sonora de un film con cierto encanto y exitoso: Cocktail. Por los demás, deja buenas formas en el blues Rainin´In My Heart; alguna incursión en el rock poderoso: Rocks This Place, alguna sutileza: Knock Yourself Out. No obstante se nota un cierto cansancio, como si la fórmula ya no diese más de sí, pese a tocar palos como el funk, la raíz del blues o el rock más correoso.
Vaya por delante que The Fabulous Thunderbirds no hacen jamás discos malos, pero obviamente no todos son magníficos y regados con el don de la calidad suprema, cosa que consiguen, a mi juicio, en los 5 primeros Lps. Powerful Stuff contiene 10 temas, 2 sólo son creación propia, de Kim Wilson, por lo que no es de extrañar que en junio de 1990 la banda se disuelve y cierra esta primera etapa muy interesante.
El grupo como tal funciona hasta nuestros días, pleno siglo XXI y acabando la 2ª década, pero ya es la banda de su cantante y armónica Kim Wilson que lo reorganiza en 1991, ahora serán 2 los guitarristas, con Duke Robillard y Kid Bangham, mientras Fran Christina y Preston Hubbard ocupan la batería y el bajo respectivamente, o sea, como antes, y dejan, en mi opinión, el último gran disco como grupo, además de las colaboraciones de los nuevos a la creación de canciones, cuestión que debió de agradecer Wilson.
Paralyzed
WALK THAT WALK, TALK THAT TALK.- Diciembre de 1991.-
Renovados y más frescos, parece que la entrada de los 2 nuevos guitarristas al grupo le dan un toque muy enérgico. Lo necesitaban, el relleno de los teclados se nota, Austin De Lone, ayuda a la causa.
Aunque de quedarme con algunos temas notables, por ahí quedan Twist Of The Knife, Work Together, la muy buena: Feelin´Good, notables, a mi juicio, en la versión del tema del bluesman de Memphis Herman " Junior " Parker. Los blues arrastrados de Roller Coaster o Can´t Stop Rockin.
Por supuesto queda Paralyzed, y dejarnos un poso de esperanza de que el combo de Austin puedan seguir creando excelentes temas con alguna que otra alternativa para las adaptaciones.
La primera composición de Duke Robillard deja un toque bailable, funky, Born In Love You, en un intento nada despreciable de seguir abriendo caminos. Buscan la lentitud con las armonías vocales en Need Somebody To Love
Twist Of The Knife
Todo cambia.- En la década de los 90 la evolución de todo aquello que me puede gustar muta hacia territorios poco sólidos. La música se transforma en múltiples cabezas como hiedras que arropan las paredes de los edificios, movimientos de todo tipo y pelaje. El grunge, el incipiente rap, la incursión del house, el posterior sosias del indie... no sólo el rock y la forma de entender esta música pasa a otro nivel de potenciales escuchadores y consumidores.
No sólo en el aspecto sonoro la transformación es abrumadora, sino en la manera de adquirir con las nuevas plataformas que las discográficas jamás vieron venir el huracán que se estaba formando. La entrada de lleno en el siglo XXI de internet cambia todo, pero también el cine. Parece que todo tiene que ser gratis.
Bandas formadas a base de actuaciones en los clubs se van extinguiendo, y a duras penas subsisten en las décadas siguientes. The Fabulous Thunderbirds es una de ellas. El estado de Tejas sigue siendo un hervidero de guitarristas furiosos sacados o inspirados en la tradición de un blues brusco, aquel que Lightin´Hopkins, T-Bone Walker, otros emigraron a California con el toque tejano en sus guitarras, sean Lowell Fulson o Albert Collins, y en la década de los 70, gente como Billy Gibbons (ZZ Top), Johnny Winter y los hermanos Vaughan toman el relevo.
De esas fuentes bebieron los Fabuluos Thunderbirds, se limitaron a solidificar su reputación en ejecutores del blues con ritmo, pasión, clase. Y lograron vender sus discos de la manera tradicional, no como ahora, donde los músicos hacen álbumes como si fueran anuncios comerciales para sus conciertos. Así ha cambiado, o evolucionado, el asunto.
A partir de los 90, TFT son la banda de Kim Wilson con sus múltiples variantes de componentes. Una especie de escuela donde han fraguado varios guitarristas con carisma y cierto pedigrí en sus trabajos en solitario, sean Kid Ramos por citar uno solo. Tiene mérito, mantiene la credibilidad de la banda, lo cual probablemente es su mayor tesoro, pero lo mejor, en cuanto a discos se refiere, hace décadas que ya dejaron reflejado todo su talento, atesoran saber y sonido clásico, pero el viento sopla en otra dirección.
Claro, que siempre existe gente equivocada, que está justo enfrente del huracán. Ahí, andamos algunos, doblando esquinas.
DISCOGRAFÍA SELECCIONADA
GIRLS GO WILD.- 1979
WHAT´S THE WORD.-1980
BUTT ROCKIN´.- 1981
T-BIRD RHYTHM.- 1982
TUFF ENUFF.-1985
WALK THAT WALK, TALK THAT TALK.-1991
WHAT´S THE WORD.-1980
BUTT ROCKIN´.- 1981
T-BIRD RHYTHM.- 1982
TUFF ENUFF.-1985
WALK THAT WALK, TALK THAT TALK.-1991
Kim Wilson: 6 de Enero de 1951 .- Detroit -USA.-
Jimmie Vaughan: 20 de Marzo de 1951.- Dallas -USA
Keith Ferguson: 23 de Julio de 1946 - Houston- USA
Mike Buck: 17 de Junio de 1952 - Austin - USA
Fran Christina: 1 de Febrero de 1951 - Westerly - USA
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