ELLAS MCDANIEL, ALIAS BO DIDDLEY
Bo´s Guitar
No me digan.- Es un tipo curioso. Feo, con gafas de concha, que tarda en aplicarse a esto de la música, no del rock and roll, él es un pionero pero mezcla su sonido con otros provenientes de la jungla, de la entrañas más entusiastas. Porque su genio viene de sacarle punta al instinto de supervivencia que tiene que tener un muchacho de color negro que se gana la vida algunas veces en un cuadrilátero dando y recibiendo golpes. De camionero y algunos intentos de sacar una banda de música tocando con amigotes en garitos de mala, o buena, muerte, los fines de semana.
Algo de farra debía de existir porque McDaniel tiene 26 años y 2 hijos y un nonato que viene de camino, y Tootsie. que así se llamaba su 1ª mujer, no debía de estar por la labor de que Ellas anduviese por ahí tocando o lo que quiera que hiciese el mocetón con pinta de noble y algo tonto, si no llegaban a fin de mes, pues bueno, pero nada de tocar en las esquinas y en cuanto tugurio surgiese los fines de semana. Claro que de todo eso saldrían canciones para la posterioridad que Ellas McDaniel grabaría, una a su ex suegra: Hey Mama, Keep Your Big Mouth Shut, por ejemplo.
Pero tengo más curiosidades de este tipo. Tardé algunos años en darme cuenta de que McDaniel era Bo Diddley. Y me llamó la atención que el tipo que firmaba canciones tan soberbias como Before You Accuse Me que en la voz de John Fogerty era un fogonazo y que aparecía en el soberbio Cosmo´ s Factory de la Creedence Clearwater Revival, pues llevaba su firma; como I Need You Baby en el 1º Lp de los Stones.
Así pues Ellas era Bo Diddley, negro, socarrón, con un pinta curiosa: chaqueta escocesa, gafas de concha como he apuntado, guitarras que se hacía el mismo por falta de presupuesto, como cuerdas que enganchaba en cajas que parecían de puros, paquetes más bien, rectangulares, con formas tan curiosas como la Big B, la más conocida, pero tenía otras tipo Cadillac que llamaba Cadillac Tail o la Mean Machine de donde sacaba efectos sonoros sorprendentes.
Sino era bastante con sus pintas, las canciones era buenas de verdad, pero al igual que otro gran músico, Clarence Gatemouth Brown. calificado de bluesman, Diddley toca varios instrumentos al margen de la guitarra, compone con sonidos que abarcan una paleta de colores amplia, de hecho de niño empieza con el violín. Pasa de los sonidos particulares del genuino r&r a sacar efectos de jungla, soul, funk... y encima tiene otra guitarrista en su banda cuando decide a los 26 años que se va a dedicar a la música de manera profesional, haga y diga lo que quiera Tootsie y su suegra. Pasa por ser un explorador y un busca vidas interesante. Ya en 1957 incorpora a Peggy Jones como miembro de su grupo, otra guitarrista tan buena como él. Apenas tiene 17 años la muchacha, pero el sonido de Diddley jamás sería igual sin ella.Tampoco hay que echarse atrás cuando en el combo hay un tipo que se mueve como un leopardo enjaulado, hace voces y toca las maracas: Jerome Green.
No me digan que no resulta curioso, en una América dominada por blancos, más bien reaccionaria y conservadora, McDaniel convierte el milagro de la vida en transfigurar al hombre que es, en un personaje, y el crápula despilfarrador en un narrador de verso corto, en canciones directas con un humor peculiar. Poco a poco y en el sello Chess va dejando singles que aparecerán varios de ellos en un Lp recopilatorio Bo Diddley - 1958.
Claro que durante el camino y ya convertido McDaniel en Diddley fue recogiendo a lo mejores instrumentistas que encontraba en su barrio hasta formar la banda. Me llama la atención el armonicista Billy Boy Arnold, con los citados en las páginas anteriores, más ayudas adicionales cuando graban, gente del nivel como Willie Dixon en el bajo u Otis Spann en el piano. Nada extraño por otra parte, teniendo en cuenta que en el sello Chess ya estaban especializados en el blues y el r&b y emergían estrellas del calibre de Muddy Waters o Little Walker.
El asunto es que este Bo Diddley - 1958 reúne 3 años de largo y laborioso trabajo de McDaniel. Duro, de conciertos en garitos hasta que I´m A Man sale como single en la cara b y toma otra dimensión, porque su, digamos rock and roll, no es al uso. Letras cortas, versos machacones, música de sonidos de jungla, pero este Lp contiene 16 temas sobresalientes del periodo 1955 - 1958. Temazos como los citados, pero le añadimos Before You Accuse Me, Bring It To Jerome, Hey, Bo Diddley; Dearest Darling, Diddley Daddy Sólo tengo un pero a la edición del Lp, la portada. Nada que decir de Diddley, espatarrado y como tocando en directo, pero el mástil me ciega el rostro de Clifton James en la batería y me corta al bueno de Jerome Green.¡Un horror estético! nada achacable a nuestro hombre, que por fin veía un álbum a su nombre en el mercado tras un trienio de duro batallar.
Su sonido y la mezcla de música que tiene en su guitarra se expande en este trabajo, ya nos da una idea de por dónde va este tipo.
GO BO DIDDLEY .- Julio de 1959 .-
Ya sabemos como se las gasta McDaniel. Tiene su sonido, su personalidad y sus guitarras llamativas. Pero existen discos que van allá de las canciones, aquí no sólo escuchamos genuino r&r, la paleta se amplia al r&b sin ningún pudor, y es que hay que tener en cuenta que está en la firma de Chess y que Dixon y Spann (bajo y piano respectivamente) se encuentran en la grabación del Lp.
Como todos los discos de Bo, apenas llegamos a los 30 minutos. Y la magnífica Crackin´Up abre el artefacto, con voces doo-woop y Diddley le saca las notas de su guitarra dejándonos un feeling especial. Luego nos proporciona una balada en toda regla, con esos insisto, coros extraordinarios, toda la magia de la década de los 50 se desparraman por la preciosa y efectiva I´m Sorry. Los sonidos de la jungla, en tum-tum machacón que será sello de factoría McDaniel salen a flote, y como su amigo Berry, coloca algún instrumental en cada álbum, aquí Bo´s Guitar. Los versos que salen de Willie And Lillie nos dejan en el camino del más genuino r&b. Pero la joya aparece, la queja permanente hecha canción, You Don´t Love Me, por si fuera poco, la armónica de Billy Boy Arnold colocan la cuestión en su sitio justo, tampoco viene mal el piano de Spann ni las maracas constantes de Green. Cierra el asunto en su cara A a ritmo de samba, una prueba más de su talento y del elenco de posibilidades que dota a su música, Say Man, sin trampas ni cartón da medida de su afición por la juerga, la bebida, en fin, la buena vida, eso sí, el tema es trotón.
Forja el blues en The Great Grandfather, tema salido de las catacumbas de su garganta; y lo mantiene con otro trallazo bluessero, aquí de manera ortodoxa y tradicional, Oh Yea, de nuevo su voz está en consonancia con su guitarra. Casi se mete de lleno en un r&r de corte clásico: Don´t Let It Go. Me encanta la 2ª voz de Peggy Jones. Pero los aromas de blues se cuecen a fuego lento, Little Girl, de nuevo la armónica de Billy Boy Arnold colocando el listón en su justa medida. Todo se sostiene sobre la calidad, y de esa Diddley va más que sobrado, Dearest Darling continua en la senda como sin darle importancia. De las profundidades nos saca el violín McDaniel para cerrar el asunto: The Clock Strikes Twelve, un blues arrastrado, instrumental, dando pruebas una vez más de su versatilidad. Vaya adiós para esta joya de Lp.
No es la forma, es el fondo.- Ya tiene su sonido propio, moldeado con herramientas únicas, sobre oto su sonido de guitarra que a falta de la liquidez de medios es capaz de transformar en lo que quiera, ella es una prolongación de su personalidad, y tampoco McDaniel se queda corto a la hora de titular sus canciones a su insaciable mitomanía: Bo Diddley, Hey Bo Diddley, Bo´s Guitar, Run Diddley Daddy...
Desde luego su alergia a lo convencional no sólo lo lleva en su breves textos de los temas, sino que lo combina con la habilidad de los sonidos estrambóticos y ritmos desquiciados con espesos mensajes de sexo explicito y conspicuo y un humor, digamos que peculiar, eso sí, el ghetto las acogía con gusto, pero el asunto radicaba en los problemas que tenía para que su obra, sus canciones fueran radiadas en el contexto convencional, apenas tenían acogida y eso resta a Bo Diddley dividendos en forma de royalties
Pese a que apenas en 2 ocasiones alcanzase los lugares de privilegio en las listas, su legado hay que buscarlo en las virtudes básicas de una música provocativa y rudimentaria en el origen, creo que es ahí donde Diddley, con esa aparente simplicidad, en las líneas toscas y repetitivas tiene su encanto. Desde luego sus siguientes Lps, no defraudan y nos dejan un reguero de buen hacer.
She´s Alright
HAVE GUITAR, WILL TRAVEL .- Enero de 1960.-
Con una portada sacada en una calle de Brooklyn, en Nueva York, tenemos a nuestro hombre como promocionándose a sí mismo con la carpeta de su nuevo Lp. Canciones que fue grabando a lo largo de 1955 a 1959.
Como ya es habitual y marca de la casa: canciones trotonas y cortas, apenas en 30 minutos despacha el asunto. ¡Pero que temas! 10 en total con la firma de Ellas McDaniel, y tocando varios palos, pues el inicial She´s Alright es una joya, parece que estamos en un iglesia un domingo por la mañana en un coro de gospel. Toda la banda a máxima potencia, Diddley de maestro de ceremonias, desde luego ningún respiro y un chute de vida.
Se lo toma con más calma en el siguiente, un r&b en toda regla, machacón, dulzón de respuestas y preguntas, Cops And Robbers, pero el grueso del álbum lo sostienen esos temas tan de Bo, ese rock and roll tan particular del que sólo, al parecer él es capaz de sacar, la cuestión rítmica trotona con suspiros, gritos de la selva y esa coz africana que saca en varias canciones, sea Run Diddley Daddy, Mumblin´Guitar ( un instrumental ), donde McDaniel saca todo su talento a las 6 cuerdas de su guitarra inventándose nuevos sonidos. Claro que también encontramos cuestiones que parecen un regate corto, I Need You Baby debe de haber inspirado a grandes compositores, Link Wray, por ejemplo, porque ese corte tiene dueño y discípulos muy avezados.
Say Man, Black Again abre la cara B con ese ritmo trotón donde Diddley y Jerome Green se dan la replica el uno al otro, Canción que puede simplificar mucho lo bien que se lo pasaba la banda, tanto en directo como en las grabaciones. Tal cual. Claro que el sabor de los 50 lo pone en Nursery Rhyme, un tema que podría muy bien haber firmado Chuck Berry. Como muestras con su coetáneo, los instrumentales son parte fundamental de sus álbumes, aquí otra porción: Spanish Guitar, bien secundado por Lester Davenport en la armónica. Diddley, siempre explícito en sus títulos, ya nos muestra el sendero de lo que podremos escuchar, Dancing Girl, explota el ritmo tribal tan característico, reseño la perfección de Peggy Jones en la guitarra, sostén fundamental del sonido de Bo.
Quizás una canción escondida, pero que da el broche final a un estupendo Lp, me refiero a Come On Baby. Rock and roll a la manera que lo entiende Diddley, que para eso es uno de los pioneros en este género y tantas influencias sembró para generaciones venideras.
Claro que durante el camino y ya convertido McDaniel en Diddley fue recogiendo a lo mejores instrumentistas que encontraba en su barrio hasta formar la banda. Me llama la atención el armonicista Billy Boy Arnold, con los citados en las páginas anteriores, más ayudas adicionales cuando graban, gente del nivel como Willie Dixon en el bajo u Otis Spann en el piano. Nada extraño por otra parte, teniendo en cuenta que en el sello Chess ya estaban especializados en el blues y el r&b y emergían estrellas del calibre de Muddy Waters o Little Walker.
El asunto es que este Bo Diddley - 1958 reúne 3 años de largo y laborioso trabajo de McDaniel. Duro, de conciertos en garitos hasta que I´m A Man sale como single en la cara b y toma otra dimensión, porque su, digamos rock and roll, no es al uso. Letras cortas, versos machacones, música de sonidos de jungla, pero este Lp contiene 16 temas sobresalientes del periodo 1955 - 1958. Temazos como los citados, pero le añadimos Before You Accuse Me, Bring It To Jerome, Hey, Bo Diddley; Dearest Darling, Diddley Daddy Sólo tengo un pero a la edición del Lp, la portada. Nada que decir de Diddley, espatarrado y como tocando en directo, pero el mástil me ciega el rostro de Clifton James en la batería y me corta al bueno de Jerome Green.¡Un horror estético! nada achacable a nuestro hombre, que por fin veía un álbum a su nombre en el mercado tras un trienio de duro batallar.
Su sonido y la mezcla de música que tiene en su guitarra se expande en este trabajo, ya nos da una idea de por dónde va este tipo.
Crackin´Up
GO BO DIDDLEY .- Julio de 1959 .-
Ya sabemos como se las gasta McDaniel. Tiene su sonido, su personalidad y sus guitarras llamativas. Pero existen discos que van allá de las canciones, aquí no sólo escuchamos genuino r&r, la paleta se amplia al r&b sin ningún pudor, y es que hay que tener en cuenta que está en la firma de Chess y que Dixon y Spann (bajo y piano respectivamente) se encuentran en la grabación del Lp.
Como todos los discos de Bo, apenas llegamos a los 30 minutos. Y la magnífica Crackin´Up abre el artefacto, con voces doo-woop y Diddley le saca las notas de su guitarra dejándonos un feeling especial. Luego nos proporciona una balada en toda regla, con esos insisto, coros extraordinarios, toda la magia de la década de los 50 se desparraman por la preciosa y efectiva I´m Sorry. Los sonidos de la jungla, en tum-tum machacón que será sello de factoría McDaniel salen a flote, y como su amigo Berry, coloca algún instrumental en cada álbum, aquí Bo´s Guitar. Los versos que salen de Willie And Lillie nos dejan en el camino del más genuino r&b. Pero la joya aparece, la queja permanente hecha canción, You Don´t Love Me, por si fuera poco, la armónica de Billy Boy Arnold colocan la cuestión en su sitio justo, tampoco viene mal el piano de Spann ni las maracas constantes de Green. Cierra el asunto en su cara A a ritmo de samba, una prueba más de su talento y del elenco de posibilidades que dota a su música, Say Man, sin trampas ni cartón da medida de su afición por la juerga, la bebida, en fin, la buena vida, eso sí, el tema es trotón.
Forja el blues en The Great Grandfather, tema salido de las catacumbas de su garganta; y lo mantiene con otro trallazo bluessero, aquí de manera ortodoxa y tradicional, Oh Yea, de nuevo su voz está en consonancia con su guitarra. Casi se mete de lleno en un r&r de corte clásico: Don´t Let It Go. Me encanta la 2ª voz de Peggy Jones. Pero los aromas de blues se cuecen a fuego lento, Little Girl, de nuevo la armónica de Billy Boy Arnold colocando el listón en su justa medida. Todo se sostiene sobre la calidad, y de esa Diddley va más que sobrado, Dearest Darling continua en la senda como sin darle importancia. De las profundidades nos saca el violín McDaniel para cerrar el asunto: The Clock Strikes Twelve, un blues arrastrado, instrumental, dando pruebas una vez más de su versatilidad. Vaya adiós para esta joya de Lp.
Say Man, Back Again
No es la forma, es el fondo.- Ya tiene su sonido propio, moldeado con herramientas únicas, sobre oto su sonido de guitarra que a falta de la liquidez de medios es capaz de transformar en lo que quiera, ella es una prolongación de su personalidad, y tampoco McDaniel se queda corto a la hora de titular sus canciones a su insaciable mitomanía: Bo Diddley, Hey Bo Diddley, Bo´s Guitar, Run Diddley Daddy...
Desde luego su alergia a lo convencional no sólo lo lleva en su breves textos de los temas, sino que lo combina con la habilidad de los sonidos estrambóticos y ritmos desquiciados con espesos mensajes de sexo explicito y conspicuo y un humor, digamos que peculiar, eso sí, el ghetto las acogía con gusto, pero el asunto radicaba en los problemas que tenía para que su obra, sus canciones fueran radiadas en el contexto convencional, apenas tenían acogida y eso resta a Bo Diddley dividendos en forma de royalties
Pese a que apenas en 2 ocasiones alcanzase los lugares de privilegio en las listas, su legado hay que buscarlo en las virtudes básicas de una música provocativa y rudimentaria en el origen, creo que es ahí donde Diddley, con esa aparente simplicidad, en las líneas toscas y repetitivas tiene su encanto. Desde luego sus siguientes Lps, no defraudan y nos dejan un reguero de buen hacer.
She´s Alright
HAVE GUITAR, WILL TRAVEL .- Enero de 1960.-
Con una portada sacada en una calle de Brooklyn, en Nueva York, tenemos a nuestro hombre como promocionándose a sí mismo con la carpeta de su nuevo Lp. Canciones que fue grabando a lo largo de 1955 a 1959.
Como ya es habitual y marca de la casa: canciones trotonas y cortas, apenas en 30 minutos despacha el asunto. ¡Pero que temas! 10 en total con la firma de Ellas McDaniel, y tocando varios palos, pues el inicial She´s Alright es una joya, parece que estamos en un iglesia un domingo por la mañana en un coro de gospel. Toda la banda a máxima potencia, Diddley de maestro de ceremonias, desde luego ningún respiro y un chute de vida.
Se lo toma con más calma en el siguiente, un r&b en toda regla, machacón, dulzón de respuestas y preguntas, Cops And Robbers, pero el grueso del álbum lo sostienen esos temas tan de Bo, ese rock and roll tan particular del que sólo, al parecer él es capaz de sacar, la cuestión rítmica trotona con suspiros, gritos de la selva y esa coz africana que saca en varias canciones, sea Run Diddley Daddy, Mumblin´Guitar ( un instrumental ), donde McDaniel saca todo su talento a las 6 cuerdas de su guitarra inventándose nuevos sonidos. Claro que también encontramos cuestiones que parecen un regate corto, I Need You Baby debe de haber inspirado a grandes compositores, Link Wray, por ejemplo, porque ese corte tiene dueño y discípulos muy avezados.
Say Man, Black Again abre la cara B con ese ritmo trotón donde Diddley y Jerome Green se dan la replica el uno al otro, Canción que puede simplificar mucho lo bien que se lo pasaba la banda, tanto en directo como en las grabaciones. Tal cual. Claro que el sabor de los 50 lo pone en Nursery Rhyme, un tema que podría muy bien haber firmado Chuck Berry. Como muestras con su coetáneo, los instrumentales son parte fundamental de sus álbumes, aquí otra porción: Spanish Guitar, bien secundado por Lester Davenport en la armónica. Diddley, siempre explícito en sus títulos, ya nos muestra el sendero de lo que podremos escuchar, Dancing Girl, explota el ritmo tribal tan característico, reseño la perfección de Peggy Jones en la guitarra, sostén fundamental del sonido de Bo.
Quizás una canción escondida, pero que da el broche final a un estupendo Lp, me refiero a Come On Baby. Rock and roll a la manera que lo entiende Diddley, que para eso es uno de los pioneros en este género y tantas influencias sembró para generaciones venideras.
Road Runner
Explotando todo el talento.- Nos encontramos con el mejor periodo creativo de Bo Diddley, esa música que él fabricaba con la única intención de hacernos felices, a aquellos que con el tiempo sólo hemos logrado escucharlas, y a los afortunados que lo vieron en directo en su época de esplendor.
Pese al torrente de Lps que publica, tengo que decir que en la subsidiaria de Chess, Checker, tal vez su difusión no estuvo a la altura de la calidad del personaje, más centrado su discográfica en "el maestro" Berry, que con todo merecimiento llega al público blanco, mayoritariamente comprador de rock and roll. De hecho, si echamos un vistazo a las listas, Diddley obtiene el beneplácito en canciones como Say Man a finales de los 50 y escasas aportaciones en el resto, segregado a un concepto de r&b, donde lógicamente la gente a la que llegaba, era menor.
No parece importarle mucho en esta etapa que describo a Bo, pero con el tiempo se verá menguado sus cuestiones crematísticas en forma de royalties, de lo que amargamente se quejará en décadas posteriores, pero su influencia genera dividendos en otros grupos, sobre todo en unos meses cuando sus trabajos se extienden a Inglaterra. Como muestra, una canción de su 1º disco recopilatorio que incluía Pretty Thing, donde el grupo que formaría a comienzos de los 60 Dick Taylor tras su fugacidad en los Stones, creando el nuevo combo con el nombre de dicho tema.
Pero muchas de estas primeras canciones, torrencial diría de Bo Diddley, serían el armazón de la denominada invasión británica a comienzos de la década de los 60 en Estados Unidos, lo cual le reportó ganancias y fama, por otra parte bien ganada cons sus numerosos Lps publicados y sus directos.
También, y esto es obvio, ya apunté, en parte está la cuestión de sus letras, muy explicitas en ocasiones, privó a Diddley de una mayor difusión en la radio como medio habitual de escuchar música en esta época, y sus encontronazos con la televisión, en especial en el señalado show de Ed Sullivan, donde no sale bien parador con el presentador. Tal vez por ahí se le fue parte de su potencial, pero que quieren, Diddley es mitomano en sí mismo, no hay más que ver la cantidad de títulos de canciones que hacen referencia a su persona, su sexo, sus manías, etc, y si le quitamos las garras al leopardo en qué se queda.¡Pues eso!
Pese al torrente de Lps que publica, tengo que decir que en la subsidiaria de Chess, Checker, tal vez su difusión no estuvo a la altura de la calidad del personaje, más centrado su discográfica en "el maestro" Berry, que con todo merecimiento llega al público blanco, mayoritariamente comprador de rock and roll. De hecho, si echamos un vistazo a las listas, Diddley obtiene el beneplácito en canciones como Say Man a finales de los 50 y escasas aportaciones en el resto, segregado a un concepto de r&b, donde lógicamente la gente a la que llegaba, era menor.
No parece importarle mucho en esta etapa que describo a Bo, pero con el tiempo se verá menguado sus cuestiones crematísticas en forma de royalties, de lo que amargamente se quejará en décadas posteriores, pero su influencia genera dividendos en otros grupos, sobre todo en unos meses cuando sus trabajos se extienden a Inglaterra. Como muestra, una canción de su 1º disco recopilatorio que incluía Pretty Thing, donde el grupo que formaría a comienzos de los 60 Dick Taylor tras su fugacidad en los Stones, creando el nuevo combo con el nombre de dicho tema.
Pero muchas de estas primeras canciones, torrencial diría de Bo Diddley, serían el armazón de la denominada invasión británica a comienzos de la década de los 60 en Estados Unidos, lo cual le reportó ganancias y fama, por otra parte bien ganada cons sus numerosos Lps publicados y sus directos.
También, y esto es obvio, ya apunté, en parte está la cuestión de sus letras, muy explicitas en ocasiones, privó a Diddley de una mayor difusión en la radio como medio habitual de escuchar música en esta época, y sus encontronazos con la televisión, en especial en el señalado show de Ed Sullivan, donde no sale bien parador con el presentador. Tal vez por ahí se le fue parte de su potencial, pero que quieren, Diddley es mitomano en sí mismo, no hay más que ver la cantidad de títulos de canciones que hacen referencia a su persona, su sexo, sus manías, etc, y si le quitamos las garras al leopardo en qué se queda.¡Pues eso!
Love My Life
BO DIDDLEY IN THE SPOTLIGHT - Julio de 1960.-
La gracia está en que cada composición tiene carácter propio, vida en sí misma, y todo pasado por una batidora de sonidos espectacular al alcance de los más grandes, geniales, músicos, o de Bo Diddley. Porque colocar cajun, zydeco, calipso... sí, también r&r clásico.
Pero el elenco que le acompaña, por otra parte el mismo de siempre; maracas y voces de Jerome Green, los dobles de guitarra de Peggy Jones, más las ayudas adicionales en el estudio del contrabajo de Willie Dixon y el piano de Otis Spann, conforman un excelente elenco de canciones a este In The Spotlight.
Lo único, es que ya no sorprende teniendo a sus predecesores, pero cogido como una unidad es muy buen disco. Y no se anda por las ramas, el trote inicial de Road Runner es toda una declaración de principios, de 12 canciones que conforman el Lp, con la firma de McDaniel en todos ellos.
Temas con sabor añejo, de los que no pasan los lustros y están tan frescos como el pescado recién sacado del mar, Scuttle Bug ( un instrumental ), o Limber; también sabe escribir baladas y ejecutarlas con la precisión de un cirujano, caso de Love Me.
Luego es inevitable lo que este hombre se quiere a sí mismo, referencias varias en todos sus discos, aquí no hay excepción, vaya por ejemplo Craw - Dad. Pero vaya, como comenté al comienzo, predomina el eclecticismo y la mezcla que Diddley se expande en este álbum, Travelin ´West es otro instrumental con toque western. Pero también sabe sonar a su tiempo y espacio, casi al final nos deja Deed And Deed I Do y un rock and roll en toda regla para cerrar el asunto: Love My Life.
Hipnótico.- Puede que su discográfica le estafase con el paso de los años, quizás no estuvo atento a sus finanzas o no supo rodearse de gente que llevase una contabilidad propia, es normal, Diddley se dedicaba a tocar y a aparecer por cortesía de Chess records en un Cadillac Hearse, donde la banda, escasa en directo, era suficiente para que Bo se hiciese el gurú de tocar intensamente, de cambiarse de ropa para la ocasión y con micrófonos caseros que distorsionaban su voz, sacar todo el caudal que era necesario para un buen show.
Hasta el amplificador de su guitarra vibraba, era grande, como él, existían varios distribuidos a lo largo del escenario. Diddley sacaba su guitarra apoyándola sobre su cadera, azotandola y embistiendo sus cuerdas a ritmo que imponía el tema, a veces africano, Jerome Green agitaba sus maracas como un contorsionista de circo secundado por el batería y la magnífica Peggy Jones en la guitarra.
Ya tenía al público en trance, el hipnótico Bo Diddley y su banda parecía un brujo en trance, así era cuando al comienzo de lo 60 éste hombre se ganaba las lentejas, lejos quedaban aquellos tiempos de tocar blues en las esquinas de Maxwell Street y en los pequeños clubs. Ahora era el rey de su pequeño territorio y hasta era capaz de sacar 2 Lps al año.
En diciembre de 1960 sale Bo Diddley Is A Gunslinger, como siempre él de protagonista, ahora hace las veces de pistolero. Y lo que le gusta a esta criatura desdoblarse en varias personalidades, ya desde la carátula del Lp, que como es norma de la casa, en apenas 30 minutos despacha una decena de canciones que no sobrepasan los 3 minutos. Directo y ecléctico en sus canciones.
Pero donde Diddley se veía mejor, sin duda, era en directo, porque sus ventas nunca le mantuvieron, era la carretera la que daba sustento a toda su discografía. Su tremendo dinamismo, la actitud desafiante, su ritmo enfático y penetrante le mantendrá todavía varios años en el calendario de actuaciones febriles.
A nivel creativo, Diddley mantiene el tipo hasta mediados de los 60, cuando en 1964 publica en tándem con su amigo Chuck Berry Two Great Guitars; entre medias, y esta ya va en gustos, destacar Bo Diddley Is A Lover - 1961 y Bo Diddley´s A Twister - 1962. Pero para mí, destacar su Lp de 1962, donde no hay que llevarse a error, pues este hombre puede confundir con publicar el mismo álbum año tras año con un título semejante o igual al que apareció unos años antes. Bo Diddley - 1962 será el último Lp que graba con la magnifica Peggy Jones en la guitarra.
BO DIDDLEY .- Agosto de 1962 .-
Disco de plena madurez. Templado, sereno y desbocado cuando lo requiere la ocasión, McDaniel se marca un soberbio Lp, donde deja entrar una colaboración, en la inicial I Can Tell y el gran Willie Dixon firma en solitario You Can´t Judge A Book By Looking At The Cover.
Nos encontramos lo de siempre, pero inquietante en sus juegos rítmicos. Mr. Kruschev con una armónica rampante de consideración. Pero no acaba aquí la cuestión, Bo Diddley contiene joya tras joya como si esto fuese un muestrario de esmeraldas. El fenomenal instrumental que es Diddling no desentona con el tono medio del trabajo, aunque hay piezas que a las primeras tomas coges enseguida que son de McDaniel, así me ocurre con el tono trotón y simple de Give Me A Break
Siempre jugando con los sonidos que puede extraer de su guitarra, va coleccionado temas jugosos como Bo´s Bounce, otro instrumental, para cerrar la cara A con un temazo en toda regla que te retrae a la carretera, esa vida que puede ser dura, pero divertida es un rato, Please Mr. Engineer. ¡Cuantos senderos enseña este hombre a futuras bandas!
Dando la vuelta al Lp nos encontramos con 7 piezas. Varias piezas de r&r, al citado de Dixon se le añaden Who May Your Lover Be, el coral Babes In The Woods con sabor a los 50 de donde toda la banda procedía y de vez en cuando se descuelgan con una canción especial. Como por este Lp circulan varios temas instrumentales, aquí va otro: Sad Sack. Tal vez entre gira y gira a Diddley le cuesta más realizar letras y es más sencillo sacar una tonada con su guitarra y el elenco del grupo sigue... Maracas especiales para Jerome Green por cierto, en dicho tema. Y para no ser menos, cierra con otro, Bo´s Twist.
Pese a todo, se me hacen cortos los discos de Bo Diddley, serán que son muy buenos.
El gran salto.- Tendrá 2 discos nuevos cuando cruce el Atlántico en dirección a Inglaterra en 1963, y será, según en mi opinión, lo más cerca que estará Bo Diddley de entrar en la historia de r&r, porque dará a su maltrecha alma, si es que ésta existe en alguna forma etérea, de mirar a lo ojos de ese dios llamado libertad y prosperidad.
Junto a Chuck Berry, no hay otros 2 mejores si hablamos de rock and roll negro a nivel de creación, tal vez Gene Vincent y Eddie Cochran, pieles blancas para compensar la balanza, que llegasen a escribir y componer semejante ristra de buenas canciones a lo largo de sus carreras, en algunas longevas, en otras demasiado cortas.
En el otoño de 1963 Bo Diddley abriría conciertos en Inglaterra para Everly Brothers y lo más interesante, unos incipientes Rolling Stones, que tomarían muy buena nota de cómo se prodigaba en el escenario Diddley. No sólo influiría en lo londinenses, sino en un pléyade importante de bandas británicas, digamos The Yardbirds o The Pretty Things.
Esas semillas sembradas en el otoño de 1963 sirvió de gran cosecha cuando en los 2 años posteriores, la denominada British Invasion, pusiera patas arriba América vía Beatles, Animals, Stones... y muchos jóvenes, blancos en su mayoría, no sólo le echaran un vistazo y oído a las canciones de Bo Diddley, Berry y Cía, sino que llegaron los momentos más álgidos en la carrera del hombre nacido en una granja en el sur profundo de USA, McComb, en pleno Mississippi, 35 años antes.
Tal vez y recogiendo esa posible euforia que tenía McDaniel en directo, este año del tour británico captura su primer Lp en vivo, en el Beach Club de Myrtle Beach de Carolina del Sur, el artefacto se llama Bo Diddley´s Beach Party - 1963, con lo cual se garantiza un puesto de privilegio, a la altura de otros coetáneos que registraron Lps en las mismas condiciones por estas fechas, pongamos el Live At The Star Club, Hamburg - 1964 del farraguas Jerry Lee Lewis.
Puede a que no ayudase mucho a elevar el número de ventas en la carrera de Bo Diddley, pero nos alegra la vida y posee una carrera brillante, pues pese a todo, mantiene muy bien el tipo, discograficamente hablando, en todo lo que resta de década de los 60.
BO DIDDLEY & COMPANY .- Diciembre de 1962.-
Fuste y carácter, si vienen acompañados de ideario propio, es lo que McDaniel emplea en este disco, más la novedad en la banda, ya desde la portada, de Norman-Jean Wofford, más conocida como "La Duquesa"; aunque el arrebato arrabalero se lo lleva Jerome Green en el inicial (Extra Read All About It) Ben, que a mi me retrotrae por las voces a un mercado de Palermo con sonidos de productos frescos alimentarios. Cuestión menor si de lo que se trata es de presentar a Norman-Jean, pues en Help Out ya coloca las piedras en las que se basará Bo para sus directos.
Pero el fuste de que algo mención en el inicio continúa en Diana, con ese compadre de Bo que es Green y el ritmo jungla de Bo´s A Lumberjack, ya digo, negocio e ideario propio.
No faltan los r&r clásicos de Diddley en este Lp, varios se me antojan indispensables en el ideario musical de este hombre, vayan algunos ejemplos: Lazy Women,Gimme Gimme, Put The Shoes On Willie También alguna cosa parecida a una balada tal y como Bo la entiende puede apreciarse en el álbum, pongamos que hablo de Mama Mia, I´M Hungry o Met You On Saturday.
Curiosear algunas cuestiones, como que Peggy Jones interviene en algunos cortes añadidos al Lp, como Lazy Women, registrado en 1959 e I´m Hungry en 1960, y es que Diddley no puede manejarse sin alguna mujer cerca.
La gracia está en que cada composición tiene carácter propio, vida en sí misma, y todo pasado por una batidora de sonidos espectacular al alcance de los más grandes, geniales, músicos, o de Bo Diddley. Porque colocar cajun, zydeco, calipso... sí, también r&r clásico.
Pero el elenco que le acompaña, por otra parte el mismo de siempre; maracas y voces de Jerome Green, los dobles de guitarra de Peggy Jones, más las ayudas adicionales en el estudio del contrabajo de Willie Dixon y el piano de Otis Spann, conforman un excelente elenco de canciones a este In The Spotlight.
Lo único, es que ya no sorprende teniendo a sus predecesores, pero cogido como una unidad es muy buen disco. Y no se anda por las ramas, el trote inicial de Road Runner es toda una declaración de principios, de 12 canciones que conforman el Lp, con la firma de McDaniel en todos ellos.
Temas con sabor añejo, de los que no pasan los lustros y están tan frescos como el pescado recién sacado del mar, Scuttle Bug ( un instrumental ), o Limber; también sabe escribir baladas y ejecutarlas con la precisión de un cirujano, caso de Love Me.
Luego es inevitable lo que este hombre se quiere a sí mismo, referencias varias en todos sus discos, aquí no hay excepción, vaya por ejemplo Craw - Dad. Pero vaya, como comenté al comienzo, predomina el eclecticismo y la mezcla que Diddley se expande en este álbum, Travelin ´West es otro instrumental con toque western. Pero también sabe sonar a su tiempo y espacio, casi al final nos deja Deed And Deed I Do y un rock and roll en toda regla para cerrar el asunto: Love My Life.
I Can Tell
Hipnótico.- Puede que su discográfica le estafase con el paso de los años, quizás no estuvo atento a sus finanzas o no supo rodearse de gente que llevase una contabilidad propia, es normal, Diddley se dedicaba a tocar y a aparecer por cortesía de Chess records en un Cadillac Hearse, donde la banda, escasa en directo, era suficiente para que Bo se hiciese el gurú de tocar intensamente, de cambiarse de ropa para la ocasión y con micrófonos caseros que distorsionaban su voz, sacar todo el caudal que era necesario para un buen show.
Hasta el amplificador de su guitarra vibraba, era grande, como él, existían varios distribuidos a lo largo del escenario. Diddley sacaba su guitarra apoyándola sobre su cadera, azotandola y embistiendo sus cuerdas a ritmo que imponía el tema, a veces africano, Jerome Green agitaba sus maracas como un contorsionista de circo secundado por el batería y la magnífica Peggy Jones en la guitarra.
Ya tenía al público en trance, el hipnótico Bo Diddley y su banda parecía un brujo en trance, así era cuando al comienzo de lo 60 éste hombre se ganaba las lentejas, lejos quedaban aquellos tiempos de tocar blues en las esquinas de Maxwell Street y en los pequeños clubs. Ahora era el rey de su pequeño territorio y hasta era capaz de sacar 2 Lps al año.
En diciembre de 1960 sale Bo Diddley Is A Gunslinger, como siempre él de protagonista, ahora hace las veces de pistolero. Y lo que le gusta a esta criatura desdoblarse en varias personalidades, ya desde la carátula del Lp, que como es norma de la casa, en apenas 30 minutos despacha una decena de canciones que no sobrepasan los 3 minutos. Directo y ecléctico en sus canciones.
Pero donde Diddley se veía mejor, sin duda, era en directo, porque sus ventas nunca le mantuvieron, era la carretera la que daba sustento a toda su discografía. Su tremendo dinamismo, la actitud desafiante, su ritmo enfático y penetrante le mantendrá todavía varios años en el calendario de actuaciones febriles.
A nivel creativo, Diddley mantiene el tipo hasta mediados de los 60, cuando en 1964 publica en tándem con su amigo Chuck Berry Two Great Guitars; entre medias, y esta ya va en gustos, destacar Bo Diddley Is A Lover - 1961 y Bo Diddley´s A Twister - 1962. Pero para mí, destacar su Lp de 1962, donde no hay que llevarse a error, pues este hombre puede confundir con publicar el mismo álbum año tras año con un título semejante o igual al que apareció unos años antes. Bo Diddley - 1962 será el último Lp que graba con la magnifica Peggy Jones en la guitarra.
Mr Kruschev
BO DIDDLEY .- Agosto de 1962 .-
Disco de plena madurez. Templado, sereno y desbocado cuando lo requiere la ocasión, McDaniel se marca un soberbio Lp, donde deja entrar una colaboración, en la inicial I Can Tell y el gran Willie Dixon firma en solitario You Can´t Judge A Book By Looking At The Cover.
Nos encontramos lo de siempre, pero inquietante en sus juegos rítmicos. Mr. Kruschev con una armónica rampante de consideración. Pero no acaba aquí la cuestión, Bo Diddley contiene joya tras joya como si esto fuese un muestrario de esmeraldas. El fenomenal instrumental que es Diddling no desentona con el tono medio del trabajo, aunque hay piezas que a las primeras tomas coges enseguida que son de McDaniel, así me ocurre con el tono trotón y simple de Give Me A Break
Siempre jugando con los sonidos que puede extraer de su guitarra, va coleccionado temas jugosos como Bo´s Bounce, otro instrumental, para cerrar la cara A con un temazo en toda regla que te retrae a la carretera, esa vida que puede ser dura, pero divertida es un rato, Please Mr. Engineer. ¡Cuantos senderos enseña este hombre a futuras bandas!
Dando la vuelta al Lp nos encontramos con 7 piezas. Varias piezas de r&r, al citado de Dixon se le añaden Who May Your Lover Be, el coral Babes In The Woods con sabor a los 50 de donde toda la banda procedía y de vez en cuando se descuelgan con una canción especial. Como por este Lp circulan varios temas instrumentales, aquí va otro: Sad Sack. Tal vez entre gira y gira a Diddley le cuesta más realizar letras y es más sencillo sacar una tonada con su guitarra y el elenco del grupo sigue... Maracas especiales para Jerome Green por cierto, en dicho tema. Y para no ser menos, cierra con otro, Bo´s Twist.
Pese a todo, se me hacen cortos los discos de Bo Diddley, serán que son muy buenos.
Give Me A Break
El gran salto.- Tendrá 2 discos nuevos cuando cruce el Atlántico en dirección a Inglaterra en 1963, y será, según en mi opinión, lo más cerca que estará Bo Diddley de entrar en la historia de r&r, porque dará a su maltrecha alma, si es que ésta existe en alguna forma etérea, de mirar a lo ojos de ese dios llamado libertad y prosperidad.
Junto a Chuck Berry, no hay otros 2 mejores si hablamos de rock and roll negro a nivel de creación, tal vez Gene Vincent y Eddie Cochran, pieles blancas para compensar la balanza, que llegasen a escribir y componer semejante ristra de buenas canciones a lo largo de sus carreras, en algunas longevas, en otras demasiado cortas.
En el otoño de 1963 Bo Diddley abriría conciertos en Inglaterra para Everly Brothers y lo más interesante, unos incipientes Rolling Stones, que tomarían muy buena nota de cómo se prodigaba en el escenario Diddley. No sólo influiría en lo londinenses, sino en un pléyade importante de bandas británicas, digamos The Yardbirds o The Pretty Things.
Esas semillas sembradas en el otoño de 1963 sirvió de gran cosecha cuando en los 2 años posteriores, la denominada British Invasion, pusiera patas arriba América vía Beatles, Animals, Stones... y muchos jóvenes, blancos en su mayoría, no sólo le echaran un vistazo y oído a las canciones de Bo Diddley, Berry y Cía, sino que llegaron los momentos más álgidos en la carrera del hombre nacido en una granja en el sur profundo de USA, McComb, en pleno Mississippi, 35 años antes.
Tal vez y recogiendo esa posible euforia que tenía McDaniel en directo, este año del tour británico captura su primer Lp en vivo, en el Beach Club de Myrtle Beach de Carolina del Sur, el artefacto se llama Bo Diddley´s Beach Party - 1963, con lo cual se garantiza un puesto de privilegio, a la altura de otros coetáneos que registraron Lps en las mismas condiciones por estas fechas, pongamos el Live At The Star Club, Hamburg - 1964 del farraguas Jerry Lee Lewis.
Puede a que no ayudase mucho a elevar el número de ventas en la carrera de Bo Diddley, pero nos alegra la vida y posee una carrera brillante, pues pese a todo, mantiene muy bien el tipo, discograficamente hablando, en todo lo que resta de década de los 60.
Put The Shoes On Willie
BO DIDDLEY & COMPANY .- Diciembre de 1962.-
Fuste y carácter, si vienen acompañados de ideario propio, es lo que McDaniel emplea en este disco, más la novedad en la banda, ya desde la portada, de Norman-Jean Wofford, más conocida como "La Duquesa"; aunque el arrebato arrabalero se lo lleva Jerome Green en el inicial (Extra Read All About It) Ben, que a mi me retrotrae por las voces a un mercado de Palermo con sonidos de productos frescos alimentarios. Cuestión menor si de lo que se trata es de presentar a Norman-Jean, pues en Help Out ya coloca las piedras en las que se basará Bo para sus directos.
Pero el fuste de que algo mención en el inicio continúa en Diana, con ese compadre de Bo que es Green y el ritmo jungla de Bo´s A Lumberjack, ya digo, negocio e ideario propio.
No faltan los r&r clásicos de Diddley en este Lp, varios se me antojan indispensables en el ideario musical de este hombre, vayan algunos ejemplos: Lazy Women,Gimme Gimme, Put The Shoes On Willie También alguna cosa parecida a una balada tal y como Bo la entiende puede apreciarse en el álbum, pongamos que hablo de Mama Mia, I´M Hungry o Met You On Saturday.
Curiosear algunas cuestiones, como que Peggy Jones interviene en algunos cortes añadidos al Lp, como Lazy Women, registrado en 1959 e I´m Hungry en 1960, y es que Diddley no puede manejarse sin alguna mujer cerca.
Bo´s A Lumberjack
La vida sigue igual.- O casi, porque nos encontramos en el mejor periodo creativo de Diddley, ese que abarca desde sus inicios discográficos allá por 1955 y podemos alargar hasta 1964 aproximadamente, aunque Checker, la subsidiaria de Chess le permitió seguir sacando Lps un binomio más (64 - 66), aunque las cifras de ventas jamás fueran significativas.
Pero siguiendo la producción americana que es en la que me baso, Bo sacaría al margen del directo ya comentado, 1 álbum en 1963, a saber: Surfin´With Bo Diddley al año siguiente, su compañero de discográfica y amigo, en parte, Berry, sacarían un Lp instrumental: Two Great Guitars, una especie de jam-sessions donde ambos se prodigaban en sendas caras del disco. Tiene su encanto, sin duda.
Fuera como fuese el asunto, quizás más remarcable para guitarristas excelsos, la verdad es que para el resto de los mortales pasó sin pena ni gloria dicho Lp, lo cual es la única grabación que hace Diddley en este año, centrado en sus tours que es lo que realmente le dan de comer.
Algo pasará en su cabeza, pues existe un cambio sustancial a partir de aquí en su r&r.
Estilísticamente Diddley se aproximará al soul y a un cierto aroma de la Motown, puede que buscando ese esquivo éxito mayoritario, sobre todo en la población blanca, excitada con dichos sonidos. Nada extraño por otra parte en Bo, siempre inquieto y en busca de nuevas coordenadas. Si Hey! Good Lookin´- 1965 rebusca en las entrañas, mejor es todavía 500% More Man - 1965.
Quizás porque en el año anterior se publicó mucho, no viene mal sacar algo que reproduzca sonidos más añejos, The Originator - 1966 reúne un buen puñado de canciones que comprende desde 1959 - 1966, varios temas ya habían visto la luz, pero el engendro tiene su encanto en 7 tomas nuevas, más en la línea general del sonido de McDaniel de toda su carrera.
Puede que algo se nos escapase de su aventura discográfica con Berry, pero apenas 3 años después Diddley es requerido por un maestro del calibre de Willie Dixon para recoger una banda que pueda grabar un fenomenal disco junto a piezas del calibre de Muddy Waters y Howlin´Wolf. De hecho el Lp se graba en 2 tandas, en enero y septiembre de 1967, más que nada por cuestiones de cuadrar agendas de tours de todos ellos.
Si el magnífico 500% More Man daba un pista clara de dónde se dirigía Diddley, sin perder su esencia, The Super Super Blues Band la apuntillaba.
De estas largas sesiones salen de hecho 2 Lps, con títulos que hay que tener cuidado, porque son iguales, Super Blues reúne a Diddley con Muddy Waters y Little Walker, en el siguiente, Wolf sustituye al otro armonicista y es el que voy a comentar.
Quizás porque los 3 están, en pleno apogeo de sus carreras y en el anterior Little Walker tiene fastidiado un pulmón y su voz, digamos, no está a la altura del mito.
I´m A Man
THE SUPER SUPER BLUES BAND.- Octubre de 1967.-
A mi nunca me han gustado las reuniones, como esos invitados de postín que pegatina lateral del disco, le indican como un iluminado que ayuda al solista, o grupo en cuestión.
Pero como todo en esta vida, hay excepciones. Y si el que produce el invento en Willie Dixon, la cosa como mínimo necesita de alguna escucha. Y a fe que el Lp es bueno, porque los 3 integrantes del mismo se lo pasan muy bien y no existen "invitados", todos en sí mismos se crean su propia cena, alargando los temas y protagonizando momentos álgidos. Es decir, que la cosa tiene color, más bien negra por aquello de que el blues afora por los 4 costados.
Le echan gracia al asunto, desde el piano de Otis Spann en la inicial Long Distance Call de Muddy Waters, los 3 alternan el estilo convirtiendo el asunto en una larga jam - session de más de 9 minutos. Claro que entra tan exposición de temas conocidos puede caber la sorpresa, el homenajeado en un músico de la década de los 30, James Oden, cuyas canciones no alcanzaron el mérito que se merecían, aquí queda para la posterioridad Goin´Down Slow. Tal vez el mejor tema, es un decir, sea el de Diddley, You Don´t Love Me, porque las virguerías de Wolf a la armónica son memorables como el machacón piano de Spann. Y se lo pasan bien, porque el emblemático I´m Man que le sigue mantiene el pulso con voces de Waters y McDaniel intercambiándose el protagonismo.
Se trabaja el Lp Bo Diddley, su estilo se ve remarcado con ese toque especial que tiene y alarga en Who Do You Love, otro tema con su firma. Para blues cerrado, nada mejor que la firma de Dixon en el supremo The Red Rooster para mayor gloria de Wolf, y no se quedan escuetos, el asunto se alarga por encima de 7 minutos. Estando McDaniel por el estudio, no podía faltar alegría y frescura, en eso convierten Diddley Daddy, otro tema suyo, en una fiesta bien regada de excelentes coros femeninos.
Una joya para el cierre, Dixon deja su impronta, I Just Want To Make Love To You y podemos escuchar la voz de Little Walter, coros, piano, armónica y muy buena armonía con Waters de maestro de ceremonias, epilogo extraordinario para dicho trabajo.
A mi nunca me han gustado las reuniones, como esos invitados de postín que pegatina lateral del disco, le indican como un iluminado que ayuda al solista, o grupo en cuestión.
Pero como todo en esta vida, hay excepciones. Y si el que produce el invento en Willie Dixon, la cosa como mínimo necesita de alguna escucha. Y a fe que el Lp es bueno, porque los 3 integrantes del mismo se lo pasan muy bien y no existen "invitados", todos en sí mismos se crean su propia cena, alargando los temas y protagonizando momentos álgidos. Es decir, que la cosa tiene color, más bien negra por aquello de que el blues afora por los 4 costados.
Le echan gracia al asunto, desde el piano de Otis Spann en la inicial Long Distance Call de Muddy Waters, los 3 alternan el estilo convirtiendo el asunto en una larga jam - session de más de 9 minutos. Claro que entra tan exposición de temas conocidos puede caber la sorpresa, el homenajeado en un músico de la década de los 30, James Oden, cuyas canciones no alcanzaron el mérito que se merecían, aquí queda para la posterioridad Goin´Down Slow. Tal vez el mejor tema, es un decir, sea el de Diddley, You Don´t Love Me, porque las virguerías de Wolf a la armónica son memorables como el machacón piano de Spann. Y se lo pasan bien, porque el emblemático I´m Man que le sigue mantiene el pulso con voces de Waters y McDaniel intercambiándose el protagonismo.
Se trabaja el Lp Bo Diddley, su estilo se ve remarcado con ese toque especial que tiene y alarga en Who Do You Love, otro tema con su firma. Para blues cerrado, nada mejor que la firma de Dixon en el supremo The Red Rooster para mayor gloria de Wolf, y no se quedan escuetos, el asunto se alarga por encima de 7 minutos. Estando McDaniel por el estudio, no podía faltar alegría y frescura, en eso convierten Diddley Daddy, otro tema suyo, en una fiesta bien regada de excelentes coros femeninos.
Una joya para el cierre, Dixon deja su impronta, I Just Want To Make Love To You y podemos escuchar la voz de Little Walter, coros, piano, armónica y muy buena armonía con Waters de maestro de ceremonias, epilogo extraordinario para dicho trabajo.
Mona
Dejando huella.- La obra de este hombre no ha gozado del beneplácito universal que su enorme talento nos ha da ido legando a lo largo de una década. Es puro azogue, tan carnal e incisiva que tal vez llegó demasiado pronto, como el hueso dota al estofado de buen sabor, su primigenio r&r no encandiló tanto como el de otros coetáneos.
Su labor discográfica a partir de mediados de la década de los 70 en el pasado siglo ya no trasciende, pero deja un reguero de sustancias diseminadas a modo de semillas que otros grupos han sabido recoger y plantar en sus campos creativos. The Rolling Stones, Pretty Things, New York Dolls o Chis Spedding... han sabido mantener la llama viva de tan robusto creador.
Diddley siempre ha pertenecido a la cáscara amarga del negocio musical, no hay duda, demasiado propio para un negocio de tan estrechas miras y con reglas muy rectas; ese ritmo sincopado y el huesudo rasgueo de su guitarra más la hipnótica economía empleada en cada uno de sus versos, no ayudaron al empuje final de toda su obra.
Así, no es de extrañar que Bo Diddley se viese vendiendo sus derechos de autor por cuestiones alimenticias, enjundia pendenciera de la discográfica Chess al verse absorbida a una corporación, GRT, y es que hay que llenar la nevera, no hay mito que mitigue el comer y aunque explotado, como otros muchos, por ejecutivos interesados, su obra ya no encandilaba, y esas celebraciones en ocasiones tribales, sujetas al vitriólico óxido ejecutor que exhibía, ya no interesaban a su discográfica de toda la vida.
Por tanto no es extraño que su sólo sacase 2 Lps más en un periodo amplio de tiempo, sea el sonido soul - funk al que intentó llegar con The Black Gladiator - 1970, o experimentos como Where It All Began - 1972, vano sacrilegio de llevar su sonido a territorios del rock y el soul. Así pues, todo acaeció en 1974 cuando Diddley rompió con Chess y su obra acabó por diluirse en la más nada absoluta. Pues aunque siguió actuando en directo hasta hace pocos años, la obra desapareció, en parte porque él mismo no fue ya capaz de engendrar tamaños diamantes que apenas unos lustros antes era capaz de implantar.
Pasados los 75 años se ganaba el jornal encima de un escenario, bien en USA o en festivales variados que le traían a Europa con otros artistas variopintos, pero sería un error obviar su gigantesca producción discográfica, una obligación en todo buen curriculum de coleccionista serio del r&r.
DISCOGRAFIA SELECCIONADA
BO DDILEY .- ( Recopilatorio - 1955 - 1958 ) .-1958
GO BO DIDDLEY .- 1959
HAVE GUITAR - WILL TRAVEL .- 1960
BO DIDDLEY IS A GUNSLINGER.- 1960
BO DIDDLEY .- 1962
BO DIDDLEY & COMPANY.- 1962
TWO GREAT GUITARS .- 1964
500% MORE MAN.- 1965
SIPER BLUES .- 1967
THE SUPER SUPER BLUES BAND.- 1967
Ellas Bates McDaniel - 30 de diciembre de 1928 - McComb -USA .- 2 de junio de 2008 - Archer -USA.-
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