AC/DC: CORRIENTE ALTERNA / WHISKY ESCOCES .- Primera Parte: 1974/1979
It´s A Long Way To The
Top ( If You Wanna Rock´N´Roll)
La distribución de la riqueza nunca es equitativa, ese es uno de los grandes males de la humanidad, creada la misma hay que desarrollarla de manera justa, o casi. La II Guerra Mundial, daba igual quién la ganó y para qué, se supone que por la libertad, igualdad, blach blach… y los que la perdieron, siempre he pensado que somos los mismos y que los ejecutores o huyen, o simplemente fuerzan un tratado de paz.
Inglaterra estaría en el primer grupo, Glasgow
en el 2º. La prosperidad posguerra no llegaba por igual a todo el Reino Unido,
y la industrial ciudad escocesa se encontraba bajo mínimos a comienzos de la
década de los 60. La familia Young, no era una excepción, marginal, vivía en casas
baratas y eran familia numerosa, no daban abasto para tanto comensal, el
progenitor, William, se hallaba con un panorama ciertamente desolador y
apretado. Daba igual que sacase adelante a sus vástagos, 8 en total, echando
peonadas de albañil o de barman, aquello no llegaba ni a final de mes ni a
comienzos. Salvo el mayor, 7 varones y una hembra, Alex, que decidió instalarse
en Londres en busca del santo grial en forma de éxito musical, el resto,
William y Margaret, padres de la camada Young, decide emigrar a Australia,
continente donde los haya, en busca de prosperidad. Al menos el idioma ya lo
llevan, parece que el resto de los recursos, también.
El puerto de Southampton sería de lo último
que divisarían sus ojos escoceses de la Gran Bretaña, rumbo al duro suelo
australiano. No fueron pioneros en nada, varias familias, con el transcurrir de
los años, se marcharon Australia, tierra inhóspita pero prometedora, habría que
hacer las antípodas.
Es posible que una parte de Europa hubiese
derrotado a la otra, pero ambas, y de paso todos, incluidos los que éramos
hijos de quien no participó, pagamos las cuotas de rehabilitación, como en una
comunidad de vecinos.
Unos llegan, otro no. Esquiladores de ovejas,
agricultores, ganaderos, barman, la sociedad australiana entra en un periodo de
expansión económica y cultural que además abrió los brazos a las diversas corrientes
de libertad que llegaban, curiosamente, de la devastada Europa y la triunfal
USA.
Sídney era donde se instalaron la familia
Young, y en sus colegios algunos hermanos se afianzaron en el asunto musical.
No en vano, el hermano que se quedó en Londres, Alex, tocaba el trombón, el
mayor, George sacaba notas a su guitarra eléctrica, y hasta la hija, escuchaba
rock and roll cincuentón, al parecer era bienvenido en la casa de William y Margaret Young.
Pero el eslabón perdido y primerizo, el que
anduvo el camino musical primero, profesionalmente, se entiende, es George
Young, que con emigrantes europeos forma Easybeats, formación pop pionera en
Australia y que durante la década de los 60 alcanzó cierta popularidad, primero
en las antípodas, y luego en Inglaterra, posteriormente la competencia les sepultó, no
podrían convertir más allá su sueño. Incluso cuando los Beatles tocan en
Australia en 1964, cuando varios centenares de jóvenes se echan a la calle para
recibirlos, todavía en la anquilosada sociedad australiana, abren los ojos a los hermanos
Young, que toman nota, algunos querían ser como los de Liverpool.
Todo llegaría, la apuesta de George Young y
Harry Vanda de seguir viviendo de la música, ahora como productores, sería
capital para el devenir de 2 de los
hermanos Young, pues Albert Productions, donde trabajan, escuchan a nuevas
bandas con el fin de publicarles algo. Malcolm tocaba la guitarra eléctrica y
estaba en un grupo: Velvet Undergroung,
nada que ver con John Cale, Lou Reed y Cía. Angus, que apenas llegaba al 1´50
de estatura y tenía 13 años, ya le daba también a la guitarra eléctrica
y llegaba a los ensayos desde el colegio, con pantalón corto, chaqueta, la
cartera, etc; la banda se llamaba Tantrum. Así algunos años, pocos, porque
ni Malcolm ni Angus crecieron mucho más en estatura, pero sí en conocimientos
técnicos de las guitarras eléctricas. No debía de irles mal a la familia,
cuando todos tenían instrumentos que rascar.
Una década después de llegar a Australia la familia
Young, acomodados dentro de lo que cabe, en 1973 Malcolm deshace Velvet
Undergroung con la idea de realizar un combo en la línea de lo que escuchaba, o
sea, Led Zeppelin, Black Sabbath o ya puestos, Deep Purple. Recluta músicos y
entre ellos a Angus, que lo convence para que toque. En realidad era un intento
de imitar a los grandes del rock británicos de comienzos de la década de los
70, pues lo suyo era un boogie de corte enérgico basado en el viejo blues y el
rock and roll más clásico.
Margaret, la hermana, no sólo insistió en que
Angus, apenas de 15 años, saliera al escenario vestido de colegial, sino que
les dio el nombre del grupo por el que serán conocidos en el Planeta, AC/DC,
era lo que ponía en la parte posterior de su aspiradora.
Little Lover
En la veintena.- Eran unos críos jugando con
guitarras, no llegaban a las 2 décadas de existencia y los hermanos Young
probaban a baterías, bajistas y cantantes como si fuesen expertos, pero esa
inmediatez creativa y algo kamikaze les lleva a conocer sujetos de varias
especies. El asunto es que asesorados por su brother mayor, George, graban un
single con 2 temas: Can I Set Next You
Girl y Rockin´In The Parlour.
Conocerán a su futuro mánager, durante los próximos 5 años, en Melbourne, Michael
Browning, quien además los trata por sus actuaciones en el Hard Rock Café.
Giran por la isla - continente con cierto éxito,
se curten en los directos y el chaval, es un decir, que lleva el camión con el
equipo y los AC/DC es Bon Scott, que se ganaba la vida al salto de mata. Ahora
era su chofer, antes había intervenido tocando la batería y haciendo coros con
los Spectors y The Valentines, eso era hace casi una década, allá por 1966,
pero también era de origen escocés, de Glasgow, y por supuesto, estuvo una
temporada en la cárcel, de lo que se sentía muy orgulloso luciendo sus muchos
tatuajes, vamos, todo un tipo duro.
Después de estar entre rejas, se dio un
castañazo con una moto que le mantuvo en coma un ratito, lo cual le dejó fuera
del circuito roquero australiano y cuando se mejoró, era el conductor de unos
veinteañeros que giraban por Australia. Pero pronto se dio cuenta que él podía
ser el cantante, por actitud, experiencia varía, las pintas que llevaba y desde
luego una cierta idea, buenas en este caso, para el grupo.
A comienzos de 1975 sacan su primer disco, High Voltage, sólo en Australia, cortes afilados, directos, boogie en
su máxima expresión. El Lp les dio cierta popularidad y salir de tour por
Australia en mejores condiciones y tener más actuaciones, con el tiempo conocerían a otros
forajidos que potenciaron definitivamente su sonido, la sección rítmica tan
fundamental en un grupo de rock, toma forma con la llegada de Philip Hugh Rudd
en la batería y de Mark Evans en el bajo.
George Young y Harry Vanda producen de nuevo el siguiente Lp:
TNT – 1975, publicado a finales de año.
Todo se dispara en Australia, las antípodas les recogen en todo su esplendor
inicial, las copias superan las 100.000 y el sonido suena compacto, rabioso y
desafiante. Desde allí, sus ecos llegan a Europa, mientras tanto en el resto
del mundo sale una mezcla de sus 2 Lps anteriores, ahí empiezo a desgranar la discografía
de lo que me parece más interesante de AC/DC.
The Jack
HIGH VOLTAGE.- Mayo de 1976.-
La jugada sale redonda. Atlantic que andaba
buscando un grupo potente que cubriera las espaldas entre disco y disco de Led
Zeppelin, y deseaba proseguir con la cadena de grupos potentes en su sello, tuvo
la brillante idea de combinar los dos primeros Lps de AC/DC en este High Voltage. Con 9 temas en total,
firmados por el tándem de los hermanos Young + Scott, salvo Can´t I Sit Next To You Girl de Malcolm
y Angus; 2 cortes pertenecen a la edición australiana de High Voltaje y los 7
restantes de TNT.
La consistencia de las canciones donde
intervienen la nueva formación rítmica de Evans/Dudd, se nota para bien. Los
cortes van cayendo uno tras de otro como frutos maduros, el rocoso que abre la
cara A: It´s A Long Way To The Top (If
You Wanna Rock ´N´ Roll), con toque de gaita escocés a cargo de Bon Scott; el
magnífico The Jack, Live Wire o Little Lover.
El producto
suena compacto, duro pero exquisito, muy alejado de los sonidos heavy al uso, y
esa corriente alterna de blues endurecido les hace únicos. Tal vez la
producción de Young/Vanda, quizás las letras, en su mayoría de Scott, algunas hablan de enfermedades venéreas:
The Jack, otras sobre una forma de
vida y estilo de entender la misma: The
Rocker. Ingeniosas, puntiagudas, libidinosas también, con esa chulería que
puede dar el rock, regado de excelente música, nada de atropellos. Todo ello hace de este High Voltage un espléndido envoltorio de presentación a nivel internacional.
Aguanta tú si
puedes trabajar de 9 a 5.
El cuello duro y la
corbata.
Aguanta tú tus
convenciones morales.
Porque todo es una
sucia mentira.
Night Prowler
Cambio de isla y de continente.- Una nueva generación de bandas se enfrentaba a la apolillada moral británica y con el escupitajo a punto en la boca para salir disparado. AC/DC está a por desembarcar en la isla de Inglaterra y traer su rock contundente a base de blues electrificado y ráfagas continuas, allí se iba a encontrar con The Clash, Strangles, Sex Pistols o The Damned, que aunque tuviesen poco que ver con los AC/DC, encajaba en actitud combativa en música y textos desgarrados, sonido descarnado y furioso, ninguno contaba con un “colegial” que iba de un lado a otro del escenario como si fuese un pato con su guitarra de medio lado, en forma de pistolero. Lo más parecido a esa metralleta era Wilco Johnson de Dr. Feelgood, incluso en las caras que ambos ponían en sus rasgueos sobre las guitarras eléctricas.
El impacto de la locura desatada por estos
australianos entre los británicos, era bestial. AC/DC abarcaba varios frentes. Atlantic supo vender bien el
producto, sin ser punk, High Voltage
logró el efecto esperado con sus altos vuelos de energía, y sobre todo, en sus
directos, pero también encajaba en un público más selecto y de oído fino, que
veía en la banda un poderoso rock que bebía de las fuentes primigenias, de ahí
que en unos meses, publicara el 2º Lp en Europa y 4º en cuanto a la
distribución en Australia, Dirty Deeds
Done Dirt Cheap, eso sí, con una de las portadas más horrorosas jamás
vista; 7 tipos despistados y un perro, los homínidos tapados con una franja negra sus ojos, mientras el can no sabe qué hace allí.
Otro asunto es lo que hay entre los surcos, y
eso es harina de otro costal.
Rocker
DIRTY DEEDS
DONE DIRT CHEAP.- Diciembre de 1976.-
Algunas cuestiones. La edición
británica no contiene Jailbreak y RIP; por contraposición entran Rocker y Love At First Feel. Así están las cosas.
Abren el disco con la canción que da título al
Lp: un rock and roll apañado y le sigue una marcada tendencia al raca-raca tan
característico de AC/DC con dosis de Status Quo: Love At Firt Feel, con texto de Bon Scott lleno de sentido del
humor, siempre en su hilar muy fino el cantante escocés.
Hay temas que son diferentes, Big Balls, una vacilada de medio tempo. Otro distinto es Ride On, donde pulen los instrumentos para un
blues en toda regla, una calma tensa en espera de la explosión definitiva.
Problem Child nos deja uno de esos riffs
legendarios de Angus Young, para ir sentando cátedra. Claro que Rocker coloca las cosas en su sitio, ¡vaya
poderío! AC/DC empieza a colocar himnos a su discografía, con un título tan explícito
poco que añadir.
A mayor gloría del maestro Chuck Berry enlazan
There´s Gonna Be Some Rockin y Ain´t No Fun Waiting Round To Be A
Millionaire, rocks directos sacados de la cabeza de Scott, pero con títulos
kilométricos. La carnaza se cierra con Squealer
con el potencial ya sabido, pero el matiz lo pone Evans con sus notas de bajo.
En la edición australiana la portada muestra a
Scott y Angus jugando al billar, son figuras de comic, con tatuajes
desmesurados.
Ride On
Alto voltaje.- Instalados en Inglaterra desde 1976, plantados
en Londres como si fuesen unos eucaliptos en perfecto movimiento, actúan noche
tras noche en pequeños locales que cada vez se le quedan más pequeños viendo la
energía en bruto de la que son capaces de generar en los conciertos.
El sonido crudo, poco hecho de su guitarra
solista dando saltitos acá y allá con su equipaje de colegial, siendo el más
pequeño de AC/DC y no sólo en estatura, sino en edad, sin embargo junto al frontman
Scott llevan al éxtasis a cuantos adquieren una entrada y les puede ver a pocos
metros, ahora que se puede y antes de que el asunto crezca tanto que la hiedra
tape la fachada principal.
Forjadores de una electrizante eficacia y un
blues metálico, poseídos de los viejos sonidos del Delta pero a ritmo de
grandes saltos, en medio de la decadente escena heavy de mediados de la década
de los 70 y el floreciente punk, su propuesta basada en la sencillez ofrece
justo la alternativa que el rock necesitaba. Ese alto voltaje del que hacen
gala y ya con los 2 discos publicados en el resto del mundo, Atlantic tiene
planes.
Estos pasan por su presentación en tierras
americanas, pero surge el contratiempo de su bajista, Mark Evans, desavenencias
al parecer con el menor de los Young, hace que se vaya del grupo y a marchas
forzadas, el nuevo Cliff Williams, tipo de amplia experiencia y sobrados
recursos tenga que aprenderse los temas de AC/DC en poco tiempo para el tour
americano.
Sus conciertos siguen la línea del año que
llevaban trabajando en Inglaterra, altas dosis de energía, solidez rítmica,
apabullamiento en sus directos. Luego acontece algo que tiene gran importancia
y reseño por lo que vendrá en posteriores actuaciones. En Nueva York le enseñan
a Angus Young la guitarra eléctrica sin cable, un pequeño transistor situado en
la correa de la misma hacía que no tuviese que estar sujeto a la longitud del
cable del bafle con la misma; ahora el “colegial” podía campar por el escenario
a sus anchas mientras punteaba, llevaba el ritmo y hacia caras.
Las ventas se disparan en ambos continentes, AC/DC
está a punto de entrar en la liga mayor y abandonar los pequeños clubs, pese a
todo, en Australia encontraran el acomodo para planificar su siguiente disco,
el que les dejará en el altar por los restos.
Go
Down
Parecían
envueltos del espíritu londinense que en esos momentos se estaba
desarrollando en sus calles, el fenómeno punk. A tenor de los resultados de Let There Be Rock, de hecho nada más
colocar la aguja del tocadiscos sobre Go
Down, demuestran que van sobrados de energía y picardías. Boogie calentón
que adquiere matices en la voz de Bon Scott.
No pierde frescura, es resolutivo, tiene una
buena colección de canciones: Dog Eat Dog,
Bad Boy Boogie, Overdose… se desparraman por los surcos sin perder
efectividad, las corrientes alternas con los whiskys les sientan muy bien.
Otras resaltan las grandes virtudes de AC/DC,
que empiezan a ser una máquina trituradora, la misma que da título al disco: Let There Be Rock, siempre con el matiz
que le imprime Scott en sus textos, llenos de ironía. Temas con indudables
connotaciones para los roqueros, sección rítmica potente y excelente Angus
Young en el manejo de su Gibson. Crabsody
In Blue entraría también en el apartado especial, toda una declaración de
principios para una pomada para las ladillas, sin olvidar la maravillosa Whole Lotta Rosie, donde Scott imprime
su sello particular sobre una enorme mujer de Tasmania, folladora empedernida.
Perfectos conocedores del trabajo efectuado
por “papá Berry” y los profetas de Led Zeppelin, AC/DC da un toque de atención
a su blues pesado y lo tritura a base de ritmos potentes, canciones excelentes
y un sonido y producción de altura, para un disco muy bueno.
Beating Around The Bush
El tour de 1978.- Promocionar el nuevo disco requería una gira por Europa, en total 18 conciertos que contarían obviamente con Inglaterra, pero que habría que añadir Francia, Alemania y los Países Bajos que verían en un escenario a AC/DC.
Luego regresarían a Estados Unidos donde en
unos meses se hicieron con una parroquia interesante, pero no iban solos, eran
teloneros unas veces del tour de Kiss y otras de Rush.
De nuevo en Australia para reponer energías, componer y grabar su nuevo disco, Powerage,
que saldría en la primavera para retornar en el otoño de nuevo a la carretera,
en una larga travesía por Europa, más amplia que la anterior y con varios
conciertos en Inglaterra a finales del año.
Como tenían suficiente material ya publicado,
nada nuevo saldría del estudio de grabación en forma de nuevos temas, pero
recogería las fechorías del grupo, un directo demoledor de dicha gira: If You Want Blood, You´re Got It – 1978.
Con pequeños descansos a finales de año con la composición de nuevo material
que tardaría en ver la luz, ya en el verano de 1979, cuando andaban girando en
su más amplio tour hasta entonces, desde mayo a agosto, por Estados Unidos, con
sus actuaciones diabólicas, saldría Highway
To Hell, dejando asentada en poco más de un lustro una discografía interesante
para cerrar una de su mejores etapas, la de mediados a finales de la década de
los 70.
Riff Raff
POWERAGE.- Abril de 1978.-
Lo que funciona no se toca, o lo
menos posible no sea que se estropee. Todo igual, desde la producción y las
canciones escogidas por Scott con los hermanos Young que firman todos los
cortes del álbum, 9 en total.
En el descanso de su largo tour de 1978, dos
meses al comienzo del 79, para de nuevo en Australia, grabar y pulir Powerage. La apisonadora AC/DC engrasaba
sus máquinas, y algunos temas se convertirían en emblemáticos con el
transcurrir de las actuaciones, por ejemplo Riff
Raff, con el que cerraban la cara A,
sería la encargada de abrir muchos conciertos de ahora en adelante.
Dentro de su boogie rebelde y trotón, Gimme A Bullet es un perfecto ariete para abrir boca en las ondas
radiofónicas, la insinuante Sin City con
sus cambios de ritmo; el blues templado de Gone
Shootin´ con esa chulería callejera que imprime Scott, de lo mejor del
disco. Los riffs de Angus Young se disparan en el final apoteósico de Kicked In The Teeth.
A veces es un rollo
estar en distintos hoteles cada noche.
Pero peor es estar
delante de un torno, cada día de tu vida
durante 50 años. (Scott)
Highaway To Hell
Camino
de la carretera del infierno.- En aquella época, poco más
que un adolescente, debías de compartir alojamiento, comida y explicaciones con
otros seres consanguíneos, pero había momentos y reductos en los que podías
apagar las luces de tu cuarto y trasladarte mentalmente a una sala de rock
donde éste era el gran protagonista.
Si estabas solo,
mejor, colocabas sobre el plato If You
Want Blood, You´re Got It – 1978, te tumbabas en el jergón y con las manos
puestas en el cogote cuan largo eras, no mucho, pero era lo que había,
escuchabas las primeras andanadas de Riff
Raff, AC/DC en directo intentando recoger en vinilo lo que provocaba encima
de un escenario, sudor y energías a raudales en una hora salvaje tocando lo
mejor de su repertorio, o parte de él, que siempre quedan cosas fuera pero no
sobra nada de lo que se vierte en el disco.
Concurso del
público, una portada morbosa con Angus Young con el mástil de su Gibson
atravesando su estómago en medio de un reguero de sangre, mientras Bon Scott va
a lo suyo, que es cantar, y dar paso a piezas como Hell Ain´t A Bad Place To Be, Bad Boy Boogie, The Jack o Rock ´ n´ Roll Damnation… viene a ser un recopilatorio
de lo hecho hasta ahora y con la inclusión de Cliff Williams en el bajo como
miembro de pleno derecho en el grupo.
Daba hasta pereza
levantarse del jergón para dar la vuelta al disco, sobre todo si estabas en
éxtasis; otras veces, la raqueta de tenis servía para arañarla en pos de buscar
las escalas perfectas en tus solos de guitarra.
El disco en su buen hacer, nos
ahorra el solo de bajo y batería tan característico en estas tomas, el sonido
es compacto y ayuda a entender lo que es un concierto de AC/DC.
Con ventas más que
interesantes, y no sólo de este directo, sino del resto de los discos, toca
tomar un poco de espacio pues tienen por delante un largo tour desde el verano
hasta febrero de 1980, donde aparecen por 1ª vez en España. Un sábado a la
tarde, desde el cuartel militar de Víator, en Almería, les observas en el programa
de TVE “Aplauso”. Unos días antes de la grabación del programa, habían cerrado el largo tour en Inglaterra.
Parte del año 1979
el grupo lo pasa encerrado en el estudio de grabación, deciden airear sus
neuronas con nuevas ideas y cambio de productor por 1ª vez, necesitan salir del
ambiente familiar para que alguien, exterior, les afile la navaja, y Atlantic
propone a Eddie Kramer, experto que tenía un curriculum envidiable, en sus
manos habían pasado productos como Jimi Hendrix o Led Zeppelin, suficiente carta
de presentación para los australianos – escoceses, pero no se entendieron.
Hay que tener en
cuenta que el grupo tenía las ideas muy claras, y con los temas escritos apenas
necesitan un par de semanas para enlatar
el asunto y listo, y Kramer no lo entendía. Un tal Lange se hace cargo de la
producción, la discográfica estaba empeñada en colocarles alguien “exterior” a
su vida cotidiana. Y les recluye casi 6 meses para sacar lo mejor de cada
miembro de la banda. Lo que sales es Highway To Hell, una descarga directa, un paso
adelante en la voz de Scott y de Angus extrae un sonido limpio de su Gibson. El
disco luce, es arrollador, desperezan los músculos del cuerpo y logra alojarse
como mariposas en el estómago.
También causa
estragos dentro del grupo, en unos meses cambian al bajista y ahora es el
mánager Browning quien debe de abandonar
al combo. Las giras y ventas de merchandising y discos no está de acuerdo con
el poderío que AC/DC cree demostrar en cada noche, su aliento no se ve traducido
a mejores dígitos, y al parecer le achacan la culpa al manejador de sus
entretelas.
Peter Mensch se
hace cargo de llevar al grupo de ahora en adelante, y les monta una gira como
teloneros de Sammy Hagar, Riot y Pat Travers por Estados Unidos, de indudable
éxito, estamos a las puertas del cielo y la caída para algunos es demoledora.
Get It Hot
HIGHWAY TO HELL.- Julio de 1979.-
Siguen siendo una apisonadora de boogie correoso, degustadores de sonidos crudos. Producción impecable para un disco de 10. Mutt Lange destila la rudeza de sus primeros álbumes sin restarle potencia al envite, mantiene como si estuviese en el filo de la navaja el equilibrio: suave filo de corte desgarrador.
Highway To Hell es un rock poderoso,
tema con el que abren el Lp y dan título al artefacto en cuestión. Pero
desarrollan canciones de nivel extraordinario: Girls Got Rhythm, con la voz de Bon Scott sin pudor alguno, saben
utilizar la corriente alterna como ningún grupo en este momento. Sacuden en Touch Too Much; Angus Young recorre el
traste de su Gibson como un niño travieso mientras Scott le contesta:
voz/guitarra en Beating Around The Bush, viejo como la tos, pero efectivo como el ungüento de la abuela.
Atraviesan como una daga el
R&B más cañero en canciones como Shot
Down In Flames o Get It Hot, entretanto Scott se desgañita vaciando sus impulsos más sinceros y Angus y
Malcolm a lo suyo, uno puntea el otro marca el ritmo raca-raca. Otro pildorazo que te espabila, lo encontramos en If You Want Blood (You´ve Got It), asegurando de que nada se hace al azar y no sobran ni las migas.
Dentro del tono
rocoso del Lp, destacaría en Love Hungry
Man, el desarrollo de Cliff Williams con un bonito arpegio de bajo y el blues poderoso Night Prowler con el que cierran el Lp.
Yo tengo la edición australiana, que difiere un poco del resto publicada en Europa, incluso posee un ligero toque en la portada.
Yo tengo la edición australiana, que difiere un poco del resto publicada en Europa, incluso posee un ligero toque en la portada.
Girls Got Rhythm
El
cielo se nubla.- A lo largo de todos estos años AC/DC había
fomentado un sonido colosal, y suele ocurrir que varias personalidades, a veces
distintas, se complementan, pero no para el infinito.
Malcolm y Angus Young
junto a Cliff Williams llevaban una vida serena fuera de los escenarios, al
margen del tour de 1979, se escondían, descansaban tras las agotadoras giras, y
a saber de colegas de profesión, nada de drogas, incluso el pequeño Angus
desayunaba abundantemente, tomaba té y reservaba energía para sus correrías en
el escenario. Invertían adecuadamente sus ingresos en cosas prácticas y pasaban
todo lo desapercibidos que pudieran en Australia, en esos descansos.
Otra cuestión eran
el batería y el cantante. Phil Rudd era un niño malcriado que lleno de libras o
dólares se compraba scalextrics y algún que otro yate que luego no sabía dónde
lo tenía, sin nadie que le llevase sus cuentas, en plan asesoría económica, al
margen de despilfarrar dinero.
Bon Scott hacía
gala de su procedencia escocesa, el buen whisky y la juerga continua. Tal vez
sino desapareciera de vez en cuando, no lograría llevar tan buenas letras a sus
canciones, muchas de ellas vividas en 1ª persona. Fácil de llevar, no era
difícil encontrarlo tomándose unos tragos con cualquiera, hasta que un día la
vida resbala y da con sus huesos en un asiento trasero de un coche, donde pasa
la noche y fallece de la última juerga. Evitable su óbito, semejante al
acreditado por Jimi Hendrix, pero al fin deceso.
A lo largo de
estos años AC/DC se comprometió con su música, su buen hacer en directo, dándolo
todo sobre un escenario como si no hubiese un mañana, su profesionalidad le
valió que poco a poco fuese copando más espacio. Sus ventas se dispararon, el
directo If You Want Blood ya era
disco de oro en Inglaterra y Francia y el reciente Highway To Hell repetía en el país galo y Canadá mientras que en
Gran Bretaña ya iba por el platino. El resto de su discografía llevaba unos
cuantos millones en todo el planeta y USA empezó a acogerles como uno de los
suyos.
Esto hizo que el
dinero entrase a espuertas en los miembros del grupo. Bien merecido, pero
quizás los ojos de aquello niños, los Young, que abandonaron el puerto de Southamptom
en busca de nuevos porvenires, no se les había olvidado, y sobrevivieron a la catástrofes
que suelen acoger a los grupos con benevolencia económica, también ocurre en
aquellos que no sacan nada más que para sobrevivir, pero en esto ocurre como en
las familias felices, que todas son iguales y las que no lo son, cada uno lo es
a su manera.
A comienzos de la
década de los 80, AC/DC se encontraba sin cantante, en febrero desapareció del
mapa terrenal, no espiritual como suele pasar con aquellos “ángeles o diablos”
que abandonan el circo antes de lo que debieran en los cánones normales de
existencia homínida.
El alma, esa cosa etérea y difusa del grupo estaba rota, siempre juntos desde el comienzo, debió de ser duro más allá de esporádicas espantadas y discusiones. Puede que el final de todo no esté en la muerte, sino en la desesperación, y dejarlo ahora sería cómo renunciar a respirar, demasiado ejercicio de superación, habría que buscar algo o alguien que pusiese remedio al desaguisado, a fin de cuentas no eran los primeros en padecer angustias de este calibre, nada nuevo bajo el sol como decían los griegos, salvo nuevas tecnologías que no sabemos si nos hacen la vida mejor o nos acallan aún más, parece que AC/CD decide echarle un pulso al destino.
El alma, esa cosa etérea y difusa del grupo estaba rota, siempre juntos desde el comienzo, debió de ser duro más allá de esporádicas espantadas y discusiones. Puede que el final de todo no esté en la muerte, sino en la desesperación, y dejarlo ahora sería cómo renunciar a respirar, demasiado ejercicio de superación, habría que buscar algo o alguien que pusiese remedio al desaguisado, a fin de cuentas no eran los primeros en padecer angustias de este calibre, nada nuevo bajo el sol como decían los griegos, salvo nuevas tecnologías que no sabemos si nos hacen la vida mejor o nos acallan aún más, parece que AC/CD decide echarle un pulso al destino.
Nuevo año, nueva
década. ¡Habrá que seguir! Veremos qué nos depara el nuevo futuro…
DISCOGRAFIA SELECCIONADA
HIGH VOLTAGE .- 1976
DIRTY DEEDS DONE CHEAP.- 1976
LET THERE BE ROCK.- 1977
POWERAGE.- 1978
IF YOU WANT BLOOD (Directo) .-1978
HIGHWAY TO HELL.- 1979
Ronald Beford Scott: Kirriemur (Escocia) 9 de Julio de 1946.- Londres (Inglaterra) 19 de Febrero de 1980.-
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