AC/DC: CORRIENTE ALTERNA / WHISKY ESCOCES .- Primera Parte: 1974/1979







It´s A Long Way To The  Top ( If You Wanna Rock´N´Roll)




 La distribución de la riqueza nunca es equitativa, ese es uno de los grandes males de la humanidad, creada la misma hay que desarrollarla de manera justa, o casi. La II Guerra Mundial, daba igual quién la ganó y para qué, se supone que por la libertad, igualdad, blach blach… y los que la perdieron, siempre he pensado que somos los mismos y que los ejecutores o huyen, o simplemente fuerzan un tratado de paz.
 Inglaterra estaría en el primer grupo, Glasgow en el 2º. La prosperidad posguerra no llegaba por igual a todo el Reino Unido, y la industrial ciudad escocesa se encontraba bajo mínimos a comienzos de la década de los 60. La familia Young, no era una excepción, marginal, vivía en casas baratas y eran familia numerosa, no daban abasto para tanto comensal, el progenitor, William, se hallaba con un panorama ciertamente desolador y apretado. Daba igual que sacase adelante a sus vástagos, 8 en total, echando peonadas de albañil o de barman, aquello no llegaba ni a final de mes ni a comienzos. Salvo el mayor, 7 varones y una hembra, Alex, que decidió instalarse en Londres en busca del santo grial en forma de éxito musical, el resto, William y Margaret, padres de la camada Young, decide emigrar a Australia, continente donde los haya, en busca de prosperidad. Al menos el idioma ya lo llevan, parece que el resto de los recursos, también.
 El puerto de Southampton sería de lo último que divisarían sus ojos escoceses de la Gran Bretaña, rumbo al duro suelo australiano. No fueron pioneros en nada, varias familias, con el transcurrir de los años, se marcharon Australia, tierra inhóspita pero prometedora, habría que hacer las antípodas.
 Es posible que una parte de Europa hubiese derrotado a la otra, pero ambas, y de paso todos, incluidos los que éramos hijos de quien no participó, pagamos las cuotas de rehabilitación, como en una comunidad de vecinos.
 Unos llegan, otro no. Esquiladores de ovejas, agricultores, ganaderos, barman, la sociedad australiana entra en un periodo de expansión económica y cultural que además abrió los brazos a las diversas corrientes de libertad que llegaban, curiosamente, de la devastada Europa y la triunfal USA.
 Sídney era donde se instalaron la familia Young, y en sus colegios algunos hermanos se afianzaron en el asunto musical. No en vano, el hermano que se quedó en Londres, Alex, tocaba el trombón, el mayor, George sacaba notas a su guitarra eléctrica, y hasta la hija, escuchaba rock and roll cincuentón, al parecer era bienvenido en la casa de William y Margaret Young.
 Pero el eslabón perdido y primerizo, el que anduvo el camino musical primero, profesionalmente, se entiende, es George Young, que con emigrantes europeos forma Easybeats, formación pop pionera en Australia y que durante la década de los 60 alcanzó cierta popularidad, primero en las antípodas, y luego en Inglaterra, posteriormente la competencia les sepultó, no podrían convertir más allá su sueño. Incluso cuando los Beatles tocan en Australia en 1964, cuando varios centenares de jóvenes se echan a la calle para recibirlos, todavía en la anquilosada sociedad australiana, abren los ojos a los hermanos Young, que toman nota, algunos querían ser como los de Liverpool.
 Todo llegaría, la apuesta de George Young y Harry Vanda de seguir viviendo de la música, ahora como productores, sería capital para el devenir de 2 de los hermanos Young, pues Albert Productions, donde trabajan, escuchan a nuevas bandas con el fin de publicarles algo. Malcolm tocaba la guitarra eléctrica y estaba en un grupo: Velvet Undergroung, nada que ver con John Cale, Lou Reed y Cía. Angus, que apenas llegaba al 1´50 de estatura y tenía 13 años, ya le daba también a la guitarra eléctrica y llegaba a los ensayos desde el colegio, con pantalón corto, chaqueta, la cartera, etc; la  banda se llamaba Tantrum. Así algunos años, pocos, porque ni Malcolm ni Angus crecieron mucho más en estatura, pero sí en conocimientos técnicos de las guitarras eléctricas. No debía de irles mal a la familia, cuando todos tenían instrumentos que rascar.
 Una década después de llegar a Australia la familia Young, acomodados dentro de lo que cabe, en 1973 Malcolm deshace Velvet Undergroung con la idea de realizar un combo en la línea de lo que escuchaba, o sea, Led Zeppelin, Black Sabbath o ya puestos, Deep Purple. Recluta músicos y entre ellos a Angus, que lo convence para que toque. En realidad era un intento de imitar a los grandes del rock británicos de comienzos de la década de los 70, pues lo suyo era un boogie de corte enérgico basado en el viejo blues y el rock and roll más clásico.
 Margaret, la hermana, no sólo insistió en que Angus, apenas de 15 años, saliera al escenario vestido de colegial, sino que les dio el nombre del grupo por el que serán conocidos en el Planeta, AC/DC, era lo que ponía en la parte posterior de su aspiradora.



Little Lover


En la veintena.- Eran unos críos jugando con guitarras, no llegaban a las 2 décadas de existencia y los hermanos Young probaban a baterías, bajistas y cantantes como si fuesen expertos, pero esa inmediatez creativa y algo kamikaze les lleva a conocer sujetos de varias especies. El asunto es que asesorados por su brother mayor, George, graban un single con 2 temas: Can I Set Next You Girl y Rockin´In The Parlour. Conocerán a su futuro mánager, durante los próximos 5 años, en Melbourne, Michael Browning, quien además los trata por sus actuaciones en el Hard Rock Café.
 Giran por la isla - continente con cierto éxito, se curten en los directos y el chaval, es un decir, que lleva el camión con el equipo y los AC/DC es Bon Scott, que se ganaba la vida al salto de mata. Ahora era su chofer, antes había intervenido tocando la batería y haciendo coros con los Spectors y The Valentines, eso era hace casi una década, allá por 1966, pero también era de origen escocés, de Glasgow, y por supuesto, estuvo una temporada en la cárcel, de lo que se sentía muy orgulloso luciendo sus muchos tatuajes, vamos, todo un tipo duro.
 Después de estar entre rejas, se dio un castañazo con una moto que le mantuvo en coma un ratito, lo cual le dejó fuera del circuito roquero australiano y cuando se mejoró, era el conductor de unos veinteañeros que giraban por Australia. Pero pronto se dio cuenta que él podía ser el cantante, por actitud, experiencia varía, las pintas que llevaba y desde luego una cierta idea, buenas en este caso, para el grupo.
 A comienzos de 1975 sacan su primer disco, High Voltage, sólo en Australia, cortes afilados, directos, boogie en su máxima expresión. El Lp les dio cierta popularidad y salir de tour por Australia en mejores condiciones y tener más actuaciones, con el tiempo conocerían a otros forajidos que potenciaron definitivamente su sonido, la sección rítmica tan fundamental en un grupo de rock, toma forma con la llegada de Philip Hugh Rudd en la batería y de Mark Evans en el bajo.
 George Young y Harry Vanda producen de nuevo el siguiente Lp: TNT – 1975, publicado a finales de año. Todo se dispara en Australia, las antípodas les recogen en todo su esplendor inicial, las copias superan las 100.000 y el sonido suena compacto, rabioso y desafiante. Desde allí, sus ecos llegan a Europa, mientras tanto en el resto del mundo sale una mezcla de sus 2 Lps anteriores, ahí empiezo a desgranar la discografía de lo que me parece más interesante de AC/DC.





The Jack



HIGH VOLTAGE.- Mayo de 1976.- 
 La jugada sale redonda. Atlantic que andaba buscando un grupo potente que cubriera las espaldas entre disco y disco de Led Zeppelin, y deseaba proseguir con la cadena de grupos potentes en su sello, tuvo la brillante idea de combinar los dos primeros Lps de AC/DC en este High Voltage. Con 9 temas en total, firmados por el tándem de los hermanos Young + Scott, salvo Can´t I Sit Next To You Girl de Malcolm y Angus; 2 cortes pertenecen a la edición australiana de High Voltaje y los 7 restantes de TNT.
 La consistencia de las canciones donde intervienen la nueva formación rítmica de Evans/Dudd, se nota para bien. Los cortes van cayendo uno tras de otro como frutos maduros, el rocoso que abre la cara A: It´s A Long Way To The Top (If You Wanna Rock ´N´ Roll), con toque de gaita escocés a cargo de Bon Scott;  el magnífico  The Jack, Live Wire o Little Lover.
 El producto suena compacto, duro pero exquisito, muy alejado de los sonidos heavy al uso, y esa corriente alterna de blues endurecido les hace únicos. Tal vez la producción de Young/Vanda, quizás las letras, en su mayoría de Scott, algunas hablan de enfermedades venéreas: The Jack, otras sobre una forma de vida y estilo de entender la misma: The Rocker. Ingeniosas, puntiagudas, libidinosas también, con esa chulería que puede dar el rock, regado de excelente música, nada de atropellos. Todo ello hace de este High Voltage un espléndido envoltorio de presentación a nivel internacional.



Aguanta tú si puedes  trabajar de 9 a 5.
El cuello duro y la corbata.
Aguanta tú tus convenciones morales.
Porque todo es una sucia mentira.



Night Prowler



Cambio de isla y de continente.- Una nueva generación de bandas se enfrentaba a la apolillada moral británica y con el escupitajo a punto en la boca para salir disparado. AC/DC está a por desembarcar en la isla de Inglaterra y traer su rock contundente a base de blues electrificado y ráfagas continuas, allí se iba a encontrar con The Clash, Strangles, Sex  Pistols o The Damned, que aunque tuviesen poco que ver con los AC/DC, encajaba en actitud combativa en música y textos desgarrados, sonido descarnado y furioso, ninguno contaba con un “colegial” que iba de un lado a otro del escenario como si fuese un pato con su guitarra de medio lado, en forma de pistolero. Lo más parecido a esa metralleta era Wilco Johnson de Dr. Feelgood, incluso en las caras que ambos ponían en sus rasgueos sobre las guitarras eléctricas.
 El impacto de la locura desatada por estos australianos entre los británicos, era bestial. AC/DC abarcaba varios frentes. Atlantic supo vender bien el producto, sin ser punk, High Voltage logró el efecto esperado con sus altos vuelos de energía, y sobre todo, en sus directos, pero también encajaba en un público más selecto y de oído fino, que veía en la banda un poderoso rock que bebía de las fuentes primigenias, de ahí que en unos meses, publicara el 2º Lp en Europa y 4º en cuanto a la distribución en Australia, Dirty Deeds Done Dirt Cheap, eso sí, con una de las portadas más horrorosas jamás vista; 7 tipos despistados y un perro, los homínidos tapados con una franja negra sus ojos, mientras el can no sabe qué hace allí.
 Otro asunto es lo que hay entre los surcos, y eso es harina de otro costal.




Rocker



DIRTY DEEDS DONE DIRT CHEAP.- Diciembre de 1976.-
 Algunas cuestiones. La edición británica no contiene Jailbreak y RIP; por contraposición entran Rocker y Love At First Feel. Así están las cosas.
 Abren el disco con la canción que da título al Lp: un rock and roll apañado y le sigue una marcada tendencia al raca-raca tan característico de AC/DC con dosis de Status Quo: Love At Firt Feel, con texto de Bon Scott lleno de sentido del humor, siempre en su hilar muy fino el cantante escocés.
 Hay temas que son diferentes, Big Balls, una vacilada de medio tempo. Otro distinto es Ride On, donde pulen los instrumentos para un blues en toda regla, una calma tensa en espera de la explosión definitiva.
  Problem Child nos deja uno de esos riffs legendarios de Angus Young, para ir sentando cátedra. Claro que Rocker coloca las cosas en su sitio, ¡vaya poderío! AC/DC empieza a colocar himnos a su discografía, con un título tan explícito poco que añadir.
 A mayor gloría del maestro Chuck Berry enlazan There´s Gonna Be Some Rockin y Ain´t No Fun Waiting Round To Be A Millionaire, rocks directos sacados de la cabeza de Scott, pero con títulos kilométricos. La carnaza se cierra con Squealer con el potencial ya sabido, pero el matiz lo pone Evans con sus notas de bajo.
 En la edición australiana la portada muestra a Scott y Angus jugando al billar, son figuras de comic, con tatuajes desmesurados.




Ride On




Alto voltaje.-  Instalados en Inglaterra desde 1976, plantados en Londres como si fuesen unos eucaliptos en perfecto movimiento, actúan noche tras noche en pequeños locales que cada vez se le quedan más pequeños viendo la energía en bruto de la que son capaces de generar en los conciertos.
 El sonido crudo, poco hecho de su guitarra solista dando saltitos acá y allá con su equipaje de colegial, siendo el más pequeño de AC/DC y no sólo en estatura, sino en edad, sin embargo junto al frontman Scott llevan al éxtasis a cuantos adquieren una entrada y les puede ver a pocos metros, ahora que se puede y antes de que el asunto crezca tanto que la hiedra tape la fachada principal.
 Forjadores de una electrizante eficacia y un blues metálico, poseídos de los viejos sonidos del Delta pero a ritmo de grandes saltos, en medio de la decadente escena heavy de mediados de la década de los 70 y el floreciente punk, su propuesta basada en la sencillez ofrece justo la alternativa que el rock necesitaba. Ese alto voltaje del que hacen gala y ya con los 2 discos publicados en el resto del mundo, Atlantic tiene planes.
 Estos pasan por su presentación en tierras americanas, pero surge el contratiempo de su bajista, Mark Evans, desavenencias al parecer con el menor de los Young, hace que se vaya del grupo y a marchas forzadas, el nuevo Cliff Williams, tipo de amplia experiencia y sobrados recursos tenga que aprenderse los temas de AC/DC en poco tiempo para el tour americano.
 Sus conciertos siguen la línea del año que llevaban trabajando en Inglaterra, altas dosis de energía, solidez rítmica, apabullamiento en sus directos. Luego acontece algo que tiene gran importancia y reseño por lo que vendrá en posteriores actuaciones. En Nueva York le enseñan a Angus Young la guitarra eléctrica sin cable, un pequeño transistor situado en la correa de la misma hacía que no tuviese que estar sujeto a la longitud del cable del bafle con la misma; ahora el “colegial” podía campar por el escenario a sus anchas mientras punteaba, llevaba el ritmo y hacia caras.
 Las ventas se disparan en ambos continentes, AC/DC está a punto de entrar en la liga mayor y abandonar los pequeños clubs, pese a todo, en Australia encontraran el acomodo para planificar su siguiente disco, el que les dejará en el altar por los restos.



Go Down



LET THERE BE ROCK.- Diciembre de 1977.-
 Parecían envueltos del espíritu londinense que en esos momentos se estaba desarrollando en sus calles, el fenómeno punk. A tenor de los resultados de Let There Be Rock, de hecho nada más colocar la aguja del tocadiscos sobre Go Down, demuestran que van sobrados de energía y picardías. Boogie calentón que adquiere matices en la voz de Bon Scott.
 No pierde frescura, es resolutivo, tiene una buena colección de canciones: Dog Eat Dog, Bad Boy Boogie, Overdose… se desparraman por los surcos sin perder efectividad, las corrientes alternas con los whiskys les sientan muy bien.
 Otras resaltan las grandes virtudes de AC/DC, que empiezan a ser una máquina trituradora, la misma que da título al disco: Let There Be Rock, siempre con el matiz que le imprime Scott en sus textos, llenos de ironía. Temas con indudables connotaciones para los roqueros, sección rítmica potente y excelente Angus Young en el manejo de su Gibson.  Crabsody In Blue entraría también en el apartado especial, toda una declaración de principios para una pomada para las ladillas, sin olvidar la maravillosa Whole Lotta Rosie, donde Scott imprime su sello particular sobre una enorme mujer de Tasmania, folladora empedernida.
 Perfectos conocedores del trabajo efectuado por “papá Berry” y los profetas de Led Zeppelin, AC/DC da un toque de atención a su blues pesado y lo tritura a base de ritmos potentes, canciones excelentes y un sonido y producción de altura, para un disco muy bueno.




Beating Around The Bush




 El tour de 1978.- Promocionar el nuevo disco requería una gira por Europa, en total 18 conciertos que contarían obviamente con Inglaterra, pero que habría que añadir Francia, Alemania y los Países Bajos que verían en un escenario a AC/DC.
 Luego regresarían a Estados Unidos donde en unos meses se hicieron con una parroquia interesante, pero no iban solos, eran teloneros unas veces del tour de Kiss y otras de Rush.
 De nuevo en Australia para reponer energías, componer y grabar su nuevo disco, Powerage, que saldría en la primavera para retornar en el otoño de nuevo a la carretera, en una larga travesía por Europa, más amplia que la anterior y con varios conciertos en Inglaterra a finales del año.
 Como tenían suficiente material ya publicado, nada nuevo saldría del estudio de grabación en forma de nuevos temas, pero recogería las fechorías del grupo, un directo demoledor de dicha gira: If You Want Blood, You´re Got It – 1978. Con pequeños descansos a finales de año con la composición de nuevo material que tardaría en ver la luz, ya en el verano de 1979, cuando andaban girando en su más amplio tour hasta entonces, desde mayo a agosto, por Estados Unidos, con sus actuaciones diabólicas, saldría Highway To Hell, dejando asentada en poco más de un lustro una discografía interesante para cerrar una de su mejores etapas, la de mediados a finales de la década de los 70.





Riff Raff



POWERAGE.- Abril de 1978.-
 Lo que funciona no se toca, o lo menos posible no sea que se estropee. Todo igual, desde la producción y las canciones escogidas por Scott con los hermanos Young que firman todos los cortes del álbum, 9 en total.
 En el descanso de su largo tour de 1978, dos meses al comienzo del 79, para de nuevo en Australia, grabar y pulir Powerage. La apisonadora AC/DC engrasaba sus máquinas, y algunos temas se convertirían en emblemáticos con el transcurrir de las actuaciones, por ejemplo Riff Raff, con el que cerraban la cara A, sería la encargada de abrir muchos conciertos de ahora en adelante.
 Dentro de su boogie rebelde y trotón, Gimme A Bullet es un perfecto ariete para abrir boca en las ondas radiofónicas, la insinuante Sin City con sus cambios de ritmo; el blues templado de Gone Shootin´ con esa chulería callejera que imprime Scott, de lo mejor del disco. Los riffs de Angus Young se disparan en el final apoteósico de Kicked In The Teeth.


A veces es un rollo estar en distintos hoteles cada noche.
Pero peor es estar delante de un torno, cada día de tu vida durante 50 años. (Scott)




Highaway To Hell


Camino de la carretera del infierno.- En aquella época, poco más que un adolescente, debías de compartir alojamiento, comida y explicaciones con otros seres consanguíneos, pero había momentos y reductos en los que podías apagar las luces de tu cuarto y trasladarte mentalmente a una sala de rock donde éste era el gran protagonista.
 Si estabas solo, mejor, colocabas sobre el plato If You Want Blood, You´re Got It – 1978, te tumbabas en el jergón y con las manos puestas en el cogote cuan largo eras, no mucho, pero era lo que había, escuchabas las primeras andanadas de Riff Raff, AC/DC en directo intentando recoger en vinilo lo que provocaba encima de un escenario, sudor y energías a raudales en una hora salvaje tocando lo mejor de su repertorio, o parte de él, que siempre quedan cosas fuera pero no sobra nada de lo que se vierte en el disco.
 Concurso del público, una portada morbosa con Angus Young con el mástil de su Gibson atravesando su estómago en medio de un reguero de sangre, mientras Bon Scott va a lo suyo, que es cantar, y dar paso a piezas como Hell Ain´t A Bad Place To Be, Bad Boy Boogie, The Jack o Rock ´ n´ Roll Damnation… viene a ser un recopilatorio de lo hecho hasta ahora y con la inclusión de Cliff Williams en el bajo como miembro de pleno derecho en el grupo.
 Daba hasta pereza levantarse del jergón para dar la vuelta al disco, sobre todo si estabas en éxtasis; otras veces, la raqueta de tenis servía para arañarla en pos de buscar las escalas perfectas en tus solos de guitarra.
 El disco en su buen hacer, nos ahorra el solo de bajo y batería tan característico en estas tomas, el sonido es compacto y ayuda a entender lo que es un concierto de AC/DC.
 Con ventas más que interesantes, y no sólo de este directo, sino del resto de los discos, toca tomar un poco de espacio pues tienen por delante un largo tour desde el verano hasta febrero de 1980, donde aparecen por 1ª vez en España. Un sábado a la tarde, desde el cuartel militar de Víator, en Almería, les observas en el programa de TVE “Aplauso”. Unos días antes de la grabación del programa, habían cerrado el largo tour en Inglaterra.
 Parte del año 1979 el grupo lo pasa encerrado en el estudio de grabación, deciden airear sus neuronas con nuevas ideas y cambio de productor por 1ª vez, necesitan salir del ambiente familiar para que alguien, exterior, les afile la navaja, y Atlantic propone a Eddie Kramer, experto que tenía un curriculum envidiable, en sus manos habían pasado productos como Jimi Hendrix o Led Zeppelin, suficiente carta de presentación para los australianos – escoceses, pero no se entendieron.
 Hay que tener en cuenta que el grupo tenía las ideas muy claras, y con los temas escritos apenas necesitan un  par de semanas para enlatar el asunto y listo, y Kramer no lo entendía. Un tal Lange se hace cargo de la producción, la discográfica estaba empeñada en colocarles alguien “exterior” a su vida cotidiana. Y les recluye casi 6 meses para sacar lo mejor de cada miembro de la banda. Lo que sales es Highway To Hell, una descarga directa, un paso adelante en la voz de Scott y de Angus extrae un sonido limpio de su Gibson. El disco luce, es arrollador, desperezan los músculos del cuerpo y logra alojarse como mariposas en el estómago.
 También causa estragos dentro del grupo, en unos meses cambian al bajista y ahora es el mánager Browning quien debe de abandonar al combo. Las giras y ventas de merchandising y discos no está de acuerdo con el poderío que AC/DC cree demostrar en cada noche, su aliento no se ve traducido a mejores dígitos, y al parecer le achacan la culpa al manejador de sus entretelas.
 Peter Mensch se hace cargo de llevar al grupo de ahora en adelante, y les monta una gira como teloneros de Sammy Hagar, Riot y Pat Travers por Estados Unidos, de indudable éxito, estamos a las puertas del cielo y la caída para algunos es demoledora.





Get It Hot



 HIGHWAY TO HELL.- Julio de 1979.-
 Siguen siendo una apisonadora de boogie correoso, degustadores de sonidos crudos. Producción impecable para un disco de 10. Mutt Lange destila la rudeza de sus primeros álbumes sin restarle potencia al envite, mantiene como si estuviese en el filo de la navaja el equilibrio: suave filo de corte desgarrador.
 Highway To Hell es un rock poderoso, tema con el que abren el Lp y dan título al artefacto en cuestión. Pero desarrollan canciones de nivel extraordinario: Girls Got Rhythm, con la voz de Bon Scott sin pudor alguno, saben utilizar la corriente alterna como ningún grupo en este momento. Sacuden en Touch Too Much; Angus Young recorre el traste de su Gibson como un niño travieso mientras Scott le contesta: voz/guitarra en Beating Around The Bush, viejo como la tos, pero efectivo como el ungüento de la abuela.
 Atraviesan como una daga el R&B más cañero en canciones como Shot Down In Flames o Get It Hot, entretanto Scott se desgañita vaciando sus impulsos más sinceros y Angus y Malcolm a lo suyo, uno puntea el otro marca el ritmo raca-raca. Otro pildorazo que te espabila, lo encontramos en If You Want Blood (You´ve Got It), asegurando de que nada se hace al azar y no sobran ni las migas.
 Dentro del tono rocoso del Lp, destacaría en Love Hungry Man, el desarrollo de Cliff Williams con un bonito arpegio de bajo y el blues poderoso Night Prowler con el que cierran el Lp.
 Yo tengo la edición australiana, que difiere un poco del resto publicada en Europa, incluso posee un ligero toque en la portada.




Girls Got Rhythm



 El cielo se nubla.- A lo largo de todos estos años AC/DC había fomentado un sonido colosal, y suele ocurrir que varias personalidades, a veces distintas, se complementan, pero no para el infinito.
 Malcolm y Angus Young junto a Cliff Williams llevaban una vida serena fuera de los escenarios, al margen del tour de 1979, se escondían, descansaban tras las agotadoras giras, y a saber de colegas de profesión, nada de drogas, incluso el pequeño Angus desayunaba abundantemente, tomaba té y reservaba energía para sus correrías en el escenario. Invertían adecuadamente sus ingresos en cosas prácticas y pasaban todo lo desapercibidos que pudieran en Australia, en esos descansos.
 Otra cuestión eran el batería y el cantante. Phil Rudd era un niño malcriado que lleno de libras o dólares se compraba scalextrics y algún que otro yate que luego no sabía dónde lo tenía, sin nadie que le llevase sus cuentas, en plan asesoría económica, al margen de despilfarrar dinero.
 Bon Scott hacía gala de su procedencia escocesa, el buen whisky y la juerga continua. Tal vez sino desapareciera de vez en cuando, no lograría llevar tan buenas letras a sus canciones, muchas de ellas vividas en 1ª persona. Fácil de llevar, no era difícil encontrarlo tomándose unos tragos con cualquiera, hasta que un día la vida resbala y da con sus huesos en un asiento trasero de un coche, donde pasa la noche y fallece de la última juerga. Evitable su óbito, semejante al acreditado por Jimi Hendrix, pero al fin deceso.
 A lo largo de estos años AC/DC se comprometió con su música, su buen hacer en directo, dándolo todo sobre un escenario como si no hubiese un mañana, su profesionalidad le valió que poco a poco fuese copando más espacio. Sus ventas se dispararon, el directo If You Want Blood ya era disco de oro en Inglaterra y Francia y el reciente Highway To Hell repetía en el país galo y Canadá mientras que en Gran Bretaña ya iba por el platino. El resto de su discografía llevaba unos cuantos millones en todo el planeta y USA empezó a acogerles como uno de los suyos.
 Esto hizo que el dinero entrase a espuertas en los miembros del grupo. Bien merecido, pero quizás los ojos de aquello niños, los Young, que abandonaron el puerto de Southamptom en busca de nuevos porvenires, no se les había olvidado, y sobrevivieron a la catástrofes que suelen acoger a los grupos con benevolencia económica, también ocurre en aquellos que no sacan nada más que para sobrevivir, pero en esto ocurre como en las familias felices, que todas son iguales y las que no lo son, cada uno lo es a su manera.
 A comienzos de la década de los 80, AC/DC se encontraba sin cantante, en febrero desapareció del mapa terrenal, no espiritual como suele pasar con aquellos “ángeles o diablos” que abandonan el circo antes de lo que debieran en los cánones normales de existencia homínida.
 El alma, esa cosa etérea y difusa del grupo estaba rota, siempre juntos desde el comienzo, debió de ser duro más allá de esporádicas espantadas y discusiones. Puede que el final de todo no esté en la muerte, sino en la desesperación, y dejarlo ahora sería cómo renunciar a respirar, demasiado ejercicio de superación, habría que buscar algo o alguien que pusiese remedio al desaguisado, a fin de cuentas no eran los primeros en padecer angustias de este calibre, nada nuevo bajo el sol como decían los griegos, salvo nuevas tecnologías que no sabemos si nos hacen la vida mejor o nos acallan aún más, parece que AC/CD decide echarle un pulso al destino.
 Nuevo año, nueva década. ¡Habrá que seguir! Veremos qué nos depara el nuevo futuro…




DISCOGRAFIA SELECCIONADA






HIGH VOLTAGE .- 1976

DIRTY DEEDS DONE CHEAP.- 1976

LET THERE BE ROCK.- 1977

POWERAGE.- 1978

IF YOU WANT BLOOD (Directo) .-1978

HIGHWAY TO HELL.- 1979





Ronald Beford Scott: Kirriemur (Escocia) 9 de Julio de 1946.- Londres (Inglaterra) 19 de Febrero de 1980.-




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