GABINETE CALIGARI: EL CORTE MESETARIO
Golpes
Habías
oído algunas cosas, no muchas, pero las suficientemente interesantes para darte
unas vueltas por las aulas de los cursos superiores. Allí poco encontraste de lo
que te interesaba de verdad, sería en la cafetería de la facultad de Filosofía,
donde por casualidad te comentaron unos chicos mayores que tú, que existían
núcleos de personas que formaban grupos de rock, o algo parecido.
En realidad ibas
en busca de Teto, el primer batería de Burning y que ya habían publicado un
disco: “Madrid – 1978” y que hacía,
como tú, Periodismo. Pero aunque a éste lo viste unas semanas más tarde, y
charlaste con él, eso sí, sin llegar a verles los ojos de los cabellos tan
largos que llevaba. En realidad lo que viste distribuidos en sillas y taburetes, fueron a varios
especímenes de rockabillys patilludos con niñas muy monas (ya saben, éstas
jamás están solas); criaturas de buenas familias que se tiraban varios años
para pasar de un curso a otro, fauna que luego cuando el dinero daba alguna alegría, podías observar
su arte, algunos años más tarde, comienzos de la década de los 80, por ejemplo, en el
Rockola, de efímera existencia y sustancial mitología en el subconsciente
colectivo, madrileño, se entiende.
Allí pululaban
hijos de la progresía más roja, pero niños bien como comprobaste a lo largo de
un lustro en la capital del reino. Eduardo Haro Ibars letrista célebre de
varios grupos de rock nacional, Eugenio, su hermano, Jaime Urrutia y Ferni
Presas y más tarde, al que hacía periodismo e iba un par de cursos por delante de tí ( cuestión de edad, no otra cosa), Eduardo Clavo
Cuando yo les
conocí eran un cuarteto, se llamaban Rigor Mortis y tocaban en la facultad de
periodismo como teloneros de Burning, lo más florido y profesional que existía
en este momento, ya tenían un single editado, “los de La Elipa”, como se les
conocía en el argot estudiantil, y eran una especie de cabecera de no sé qué
rrollo urbano.
Cuando llegué, por
allí pululan desde hacía dos años gentes diversas con publicaciones marginales,
los hermanos Auserón, uno de ellos, Santiago, el mayor, provenía de París, donde
cogió un hálito diferente al resto de las comparsas de manadas que existían por
el campus, el asunto es que los “patilludos” querían realizar un grupo en
condiciones y cantando en castellano.
Mentir
Todos
los chicos están bien.- El pequeño trienio que forman
los últimos años de la década de los 70, se vivían en España, en cuanto a la
música se refiere, entre modernos y clásicos. Sólo apunto al rock, no al resto
de marionetas.
La amalgama de
grupos que se formaban y se disolvían en Madrid iban como las hojas del otoño,
de una acera a otra y de la Avenida principal a una calle lateral.
Por esas cosas de
la vida, poco a poco me fui relacionando con un grupo heterogéneo de personas,
al margen de las cualidades humanas y de época estudiantil, muchas de las cuales derivaron hacia
el rock, esa especie de vida asilvestrada que a mí me llamaba la atención. Los Ejecutivos Agresivos se formaron
durante 1979 alrededor de Carlos Entrena, habitual en los ensayos de Kaka de
Lux en el Ateneo de Prosperidad y en los conciertos de Paraíso, donde su
hermano Sergio hacía coros. Éste, por razones que no vienen a cuento, se
convirtió en amigo mío, y por esa razón vi a lo largo de 24 meses abrir y
cerrar grupos como las hojas que apunté líneas arriba.
Lo que más me llamó la atención era la rivalidad no escrita en este periodo entre bandas “clásicas y modernas”; los de colorines y los que ensayan horas dónde podían y los textos eran, en general, mejor elaborados. Pero sobre todo, en el elenco de relaciones, al margen de mi amiga María, la de la cazadora roja, que tantos grupos me enseñó de su discoteca particular, no tenía ningún problema mi compañera de clase en obtener discos desde Londres y escaparse un fin de semana (o puente) a la capital británica como quien va al Rastro un domingo mañanero. Cuando la llamaba a su casa siempre se ponía la asistenta: “la señorita no está o…” lo que fuese, pero es que a todos estos chicos nueva ola, casi todos eran iguales. Hasta quedar con Sergio Entrena y al otro lado telefónico te colocaban el “señorito ha salido, ¿quiere dejar recado?” Al principio me descolocó, luego lo normalicé en mi cerebro proletario.
Lo que más me llamó la atención era la rivalidad no escrita en este periodo entre bandas “clásicas y modernas”; los de colorines y los que ensayan horas dónde podían y los textos eran, en general, mejor elaborados. Pero sobre todo, en el elenco de relaciones, al margen de mi amiga María, la de la cazadora roja, que tantos grupos me enseñó de su discoteca particular, no tenía ningún problema mi compañera de clase en obtener discos desde Londres y escaparse un fin de semana (o puente) a la capital británica como quien va al Rastro un domingo mañanero. Cuando la llamaba a su casa siempre se ponía la asistenta: “la señorita no está o…” lo que fuese, pero es que a todos estos chicos nueva ola, casi todos eran iguales. Hasta quedar con Sergio Entrena y al otro lado telefónico te colocaban el “señorito ha salido, ¿quiere dejar recado?” Al principio me descolocó, luego lo normalicé en mi cerebro proletario.
Quiero decir que
antes de la creación de Gabinete Caligari, los chavales no pasaban
necesidades, sus familias tenían profesiones liberales o caso de los Entrena,
en la vía judicial, como la mía por otro lado. Pasaba con los Vega, Antonio,
ese poeta maldito que escribía hermosas canciones que acabarían en Nacha Pop;
los Urquijo, nadie como Enrique para desarmarte con unos textos embriagadores de
soledad y de desamor, no digamos con gente que eran niños, la propio Olvido
Gara (Alaska) tenía 14 años y no levantaba un palmo del suelo, pero te
impactaba nada más verla.
El maremágnum del
punk, del rock consistente, la variopinta vorágine de personal callejero, hizo
que cuando me encontraba lejos de Madrid realizando mis “deberes conyugales con
la patria”, me pareciese que me perdía la vida enclaustrado en un ejército
enfermo de nostalgia y gris. Los Ejecutivos Agresivos salían en Aplauso
cantando Mari Pili y cuando aquello acabó como las hojas callejeras, nació
Gabinete Caligari.
Tardé años en
recuperar su sonido, sus discos y en tenerlos entre mis grupos favoritos. Los
había visto nacer, crecer, perderse y recuperarlos, al cabo del tiempo me di
cuenta de que eran un grupo enorme, de media docena de Lps interesantes.
El
pasmo de Triana domina a la muerte,
Iluminado
su arrogante perfil
Juan
Belmonte en el ruedo, una estatua de pasión.
Sólo
él me conmovió.
Sangre Española
QUE DIOS
REPARTA SUERTE.- Diciembre de 1983.-
Disco serio para un
evasivo y ecléctico pop español, Gabinete Caligari demuestra que van en serio y
dejan un disco digno y revulsivo. Con restos de antiguas tinieblas, sonidos
oscuros y nieblas mentales en forma de influencias siniestras: The Cure, Joe
División… y tras el impasse militar de 1982 que los aleja de los escenarios,
del trayecto vital de sus vidas, llega este Lp.
No ajeno de
influencias, se marcan un soberbio trabajo digno de reconocimiento. Desde las
polvorientas arenas del desierto de Tabernas (Almería), con fotos de Alberto
García-Alix, con las bases bien fijadas de batería y bajo sobre las que se
edifican todas las canciones y con colaboradores curiosas, esos chavales de la “movida”
como Ulises Montero: armónica y saxo, Ana Curra: sintetizadores o hasta las
castañuelas de Teresa Verdera para el tema que da título al Lp.
Tierra De Nadie busca su lugar de
ubicación, de hecho es una canción de amor. Pero da las claves del disco, ese
terreno que se disputan y no es ninguno en concreto. Mentir es una joya de tema, una ambivalencia de contenidos y que
plantea una curiosa enjundia. Que Dios
Reparta Suerte con Edi Clavo marcando desde la batería como si fuese un
soldado de infantería, con guitarras cortantes y sobre una melodía curiosa, nos
deja descolocados con las castañuelas de Teresa Verdera, esos aires taurinos de
lo que luego se les llamó Rock Torero.
Expresiones de
tintes oscuros también hay: Héroes De La
Unión Soviética, para contrarrestar con luz y temple rock and roll: Un Día En Texas.
Sangre Española enlaza
con el tema que da título al álbum y añade el ingrediente que los consagra
camino de la fama y de la leyenda, esa etiqueta que parece gustarles. Las
marcas y canciones de todo el disco son un fiel reflejo de lo que es Gabinete
Caligari, una amalgama de curiosidades, un enfrentamiento estético, músicas de
distintas influencias. Los textos de rock torero: Que Dios Reparta Suerte, Sangre Española o Gresca Gitana, los
emparenta con un pop de aquí, de España, no es difícil discernir de dónde
vienen, otra cuestión es a donde van. El punk, el speed directo lo forman otras
canciones desparramadas por el Lp, incluso el tema bélico queda reflejado en Maq uis, Grado 33 o Héroes De La Unión
Soviética. Pero tampoco hay que desechar aquellas que asoman el amor en
forma de balada, nostalgia: Mentir, Pérdidas Blancas o El Arte De Amar.
Todo hace pensar
que el Lp es un desgaje de canciones de años anteriores y de un tiempo después
que acaban en un disco interesante, enredado sin duda en diferentes apuestas
estéticas musicales
Hay
cuatro rosas en tu honor
Dentro
del vaso que te doy:
Dos
son para gemir, dos para sonreír.
Cuatro Rosas
Nuevos
y reivindicativos.- El problema que tenía con los grupos y
solistas españoles era que todos me recordaban a otros ( americanos, ingleses).
No eran todavía evidentes los medios técnicos que acaecieron en el nuevo
milenio, ni el poder catódico y mediático al que nos veríamos sometidos todos
dos décadas después. Pese a todo, a comienzos de la década de los 80 sumaba en mi discoteca más
de un centenar largo de Lps de bandas nacionales.
Pero a lo largo de
los años y dejando el poso de la inmediatez, te das cuenta que algunos grupos
de rock tienen una consistencia más allá del circuito temporal en el que
desarrollan sus existencias. Triana no
hubiese surgido sin Sevilla, ni La Banda
Trapera Del Río sin los arrabales de
Cornellá de Llobregat, ni Leño sin el
asfixiante status del asfalto de una metrópoli como Madrid.
Radio Futura imprimía sonidos de rock con acariciantes tonadas del son cubano, una especie de blues menos arrogante y selectivo. Gabinete Caligari eran una modernidad andante pero sometían sus trabajos a letras muy interesantes, de un pasado inmediato reflejados en la niñez en b/n. No en vano Jaime Urrutia, su cantante y guitarrista, era nieto del empresario de la plaza de toros de Málaga y su padre era crítico taurino del diario Madrid, si, aquel que voló por los aires por orden gubernativa. Su casa, sus pasillos, sus fotografías, estaban llenos de escenas de tauromaquia, para bien o para mal, pero estaban. Así pues no es extraño que en el primer Lp reflejase muchas de las letras acontecimientos soñados, imaginados o vividos con la tauromaquia o alrededores. Sus compañeros de viaje venían de tonadas diferentes, Ferni Presas se tomaba el tiempo educándose en la imagen difusa de Brian Jones mientras su padre dibujaba en una mesa de dibujo edificios, era aparejador. Eduardo Clavo iba para periodista, donde lo vi las primeras veces, con éxito; con sus patillas largas, tangueras, nunca escondió su pasión `por el arrabal porteño, de ahí el toque swing de Sangre Española, es posible que muchas de sus tonadas con las baquetas las imagine o piense mientras cabalga en su moto Triumph.
Radio Futura imprimía sonidos de rock con acariciantes tonadas del son cubano, una especie de blues menos arrogante y selectivo. Gabinete Caligari eran una modernidad andante pero sometían sus trabajos a letras muy interesantes, de un pasado inmediato reflejados en la niñez en b/n. No en vano Jaime Urrutia, su cantante y guitarrista, era nieto del empresario de la plaza de toros de Málaga y su padre era crítico taurino del diario Madrid, si, aquel que voló por los aires por orden gubernativa. Su casa, sus pasillos, sus fotografías, estaban llenos de escenas de tauromaquia, para bien o para mal, pero estaban. Así pues no es extraño que en el primer Lp reflejase muchas de las letras acontecimientos soñados, imaginados o vividos con la tauromaquia o alrededores. Sus compañeros de viaje venían de tonadas diferentes, Ferni Presas se tomaba el tiempo educándose en la imagen difusa de Brian Jones mientras su padre dibujaba en una mesa de dibujo edificios, era aparejador. Eduardo Clavo iba para periodista, donde lo vi las primeras veces, con éxito; con sus patillas largas, tangueras, nunca escondió su pasión `por el arrabal porteño, de ahí el toque swing de Sangre Española, es posible que muchas de sus tonadas con las baquetas las imagine o piense mientras cabalga en su moto Triumph.
Gabinete Caligari
son siniestros y duros en temas como Tierra
De Nadie, Maquis o Héroes De La Unión
Soviética, temáticas trufadas de épica bélica y retros. Pero son capaces de
mezclar efluvios psicodélicos en Mentir
o enraizarse con lo “español” hasta límites evidentes de tortilla de patatas,
600, veranos a la orilla del río y preparar una hornada de tonadas magníficas: Sangre Española, Gresca Gitana o Que Dios
Reparte Suerte. Y son o suenan a modernos, a novedad, a fin de cuentas
hallan su propio sonido, reconocibles, son ellos mismos hasta sus capacidades
técnicas, cuando se les pone en el tocadiscos las influencias desaparecen para
hollar en su propio pensamiento.
Puede que Dios Reparta Suerte es un híbrido que
les deja en tierra de nadie, que las guitarras distorsionadas arrinconaban algunos planos, que estéticamente confundían, ya se sabe que en este país no se
puede ser dos cosas al mismo tiempo y hacerlo bien y creíble, que ese acento
carpetovetónico cuadraba mal con la modernidad, sólo hace falta esperar un
poquito más para salir de dudas.
¡Caray!
Ya no hay estilo ni personalidad,
Pues
muy bien, os diré:
Ser
distinguido es una gran cualidad
Y
yo la cumplo sin dificultad
Mi
alto linaje me deja mirar
Por
encima del hombro de los demás
Caray
CUATRO
ROSAS.- Diciembre de 1984.-
Este disco, de apenas 6
canciones era un todo o nada para Gabinete Caligari. Enfrascados en ensayos
largos tras una gira abrupta y descompensada de promoción de su anterior Lp,
realizan media docena de temas redondos que marcan la madurez interpretativa y
creativa del combo madrileño.
Doublewtronics su
estudio de grabación incorporaba nueva tecnología y hacía que todos los grupos
independientes pudiesen acariciar sus sueños sin grandes desmanes económicos.
Fraguado el trabajo en la calle Tablada 25, barrio de Tetuán, sitio de ensayo y
al tándem de producción Jesús Gómez y los Gabinete con las ayudas de Ulises
Montero y Teresa Verdera, se marcan su mejor disco hasta la fecha.
No faltan
aportaciones curiosas en Cuatro Rosas, el fiscorno de Medrano en la canción que
da título al Lp, más una sección encomiable de vientos. Atrás quedan los
singles del afterpunk británico en la línea de Joe División o The Cure, o la
honda siniestra con imaginería castiza de pasodobles; ahora el salto de calidad
es enorme en los arreglos de vientos de Jesús Gómez en la canción Cuatro Rosas, Medrano con el pasaje de fiscorno
lo convierte en símbolo del grupo.
La dualidad de su
batería, Eduardo Clavo, en las baquetas del grupo Malevaje, influye
decisivamente en otro acierto, la rastrera Tango,
infidelidad y celos para una historia más vieja que la vida. Pinceladas callejeras
y de callejones calientes en Más Dura
Será La Caída o Caray. El órgano
Hammond protagoniza Haciendo El Bobo,
toda una canción pop con referencias a la reina Aretha Franklin y a la novela
negra de Chester Himes. Rematan la faena con ese sonido propio, que avanza
hacia caminos seguros, rock seco de Esclavos
De Tus Pies. Sin darte cuenta el disco acaba, aquello de lo breve dos veces
bueno viene como anillo al dedo.
Un
paso dentro, dos por fuera, mis manos en tus caderas
Un
paso fuera, dos por dentro, limpiando el polvo del pavimento.
Baila
María todo el día sacando brillo al parqué del gimnasio.
Esclavo De Tus Pies
Las Navas de Riofrío.- Roberto Téllez era feo y lo sigue siendo, con
un ojo izquierdo que mira para allá y el otro de frente, algo así como Fernando
Trueba pero sin el carácter y el talento del cineasta. Había acabado Derecho
por la Universidad de Cáceres y en un pueblo perdido del norte de Extremadura
me daba el coñazo con los nuevos grupos de pop español, casi rayando en el
fanatismo de discos Dro, donde la tropa de Loquillo y Los Trogloditas, La
Frontera y hasta Tino Casal, le parecían lo más moderno del país. Se estaba
formando musicalmente, yo venía de la vieja guardia y siempre me preguntaba por
si los había visto en directo. A Gabinete Caligari no, a algunos de los demás
puede, tal vez, pero la hornada de músicos y grupos que salieron a escena
durante la época dorada de los 80 y que se extendió hasta mediados de la
siguiente, no volverá a seducir tanto, en talento, expresión, libertad y
calidad de género, como por estos días tan soleados.
Instalado de nuevo en Madrid, en la Plaza De Olavide, contaba las pesetas que tenía para comer, pagar el alquiler, tabaco, vicios moderados, trabajar y dormir, y no, Gabinete Caligari no estaba en mis oraciones musicales de compra de Lps; si acaso Radio Futura que me parecían muy serios y buscadores de tesoros.
Instalado de nuevo en Madrid, en la Plaza De Olavide, contaba las pesetas que tenía para comer, pagar el alquiler, tabaco, vicios moderados, trabajar y dormir, y no, Gabinete Caligari no estaba en mis oraciones musicales de compra de Lps; si acaso Radio Futura que me parecían muy serios y buscadores de tesoros.
Cuatro
Rosas era disco de oro, el primero de la compañía independiente Dro y en
unos meses el grupo se puso en marcha para la gira correspondiente. No eran
gran cosa en directo, ya los vi más tarde en varias ocasiones. Tocaban temas
con un repertorio curioso, ya con 2 Lps y los singles anteriores, podían
defender bien el espacio al que querían llegar, pero mantenían los pies en la
tierra, aún les quedaban algunos trabajos que editar para su compañía, pequeña
y austera, pero servicial, y que les ayudó a despegar. No ficharon por una
grande cuando ya se dieron cuenta los ejecutivos de las discográficas que el pop
español era rentable, tanto, que a lo largo de la década de los 80 se colaron
ratas de diversos pelajes y tonalidades.
Pasado el tour, Gabinete Caligari se cierra en
banda y se refugia en un pueblo perdido de la provincia de Segovia, Las Navas
de Riofrío, y allí, sin intermediarios ni al parecer contaminaciones hedonistas,
cierran las 10 canciones siguientes que formarán su próximo proyecto
discográfico, que grabaran igual que los anteriores, en el mismo estudio, con
el mismo productor, con más experiencia y con resultados excelentes.
Esta Canción No
Existe
EL CALOR DEL AMOR EN UN BAR.- Marzo de 1986-
Algunas cosas cambiaron, se llenaron de
colorines. Desde la portada, que iba a ser una fotografía de Alberto García-Alix
pero que acabaría en un antro outsiders de la calle Colón, al lado del metro
Tribunal, como contraportada. La caratula sería para Hortelano, dibujante de
moda en los 80, muy de la movida, ilustrador de universos curiosos.
Todo nos hacía ver el colorido que dentro del
Lp nos íbamos a encontrar, desde la tarantela napolitana que abría el álbum y
daba título al disco: El Calor Del Amor
En Un Bar, un pop asequible y supongo con la idea de llenar espacios vacíos
en las pistas de baile, fácil y reconocible en su tonada y pegada. Es evidente
que el sonido se enriquece con sección de vientos, coros a la voz de Jaime
Urrutia o la mandolina de Javier Andreu (La Frontera).
El disco es un microcosmos interesante si se
hoya en el sonido camp de El Juego Y El
Juguete, la somnolencia en la que te envuelve Rey O Vasallo, una hermosa balada con vientos discretos, semejante
a Las Dos Caras Del Mar.
Las generaciones que quedan atrás, cuando te
das cuenta que has perdido el tiempo, que empiezas a ir de vuelta, ya no hay
nada qué decir, qué descubrir: El Último Tranvía.
Referencias a esa infancia que todos tuvimos, ¿Quién no ha escuchado mil refranes
a lo de la tierna edad?; Malditos
Refrenes, aunque ya sabrás, si eres buen entendedor, que pocas palabras
bastarán entre tú y yo.
Antes de que el fútbol se llenase de payasos
en forma de piercings y tatuajes a lo largo de la piel, de espacios deportivos
fantasmas, a los estadios iba gente algo normal para convertirse en anormal los
fines de semana, pero que ayudaban con su jolgorio a dar colorido a las gradas,
el fútbol como diversión y escape: La
Canción Del Pollino. Aires de John Lennon en Por la Paz, tintes antimilitaristas, sobre todo en pleno proceso
anti Otan que se vivía en España por esos días.
Cierran el trabajo como lo empezaron,
emparentando sonidos y coloridos, buen trabajo de Ulises Montero a la armónica
con Esta Canción No Existe.
Bares, qué lugares tan gratos para conversar
No Hay como el calor del amor en un bar
El Calor Del Amor En un Bar
Terminado el trabajo en
enero de 1986 y tras la publicación y la debida promoción, el tour les
despliega en formación de 6 miembros. El calidoscopio en el que se convirtió el
disco El Calor Del Amor En Un Bar con
vientos y teclados, dejó al trío en sexteto para el tour que se avecinaba.
Lograr plasmar sobre el escenario todas aquellas veleidades cromáticas y demás arreglos, Enrique Bastante se convirtió en 2ª guitarra, Esteban Hirschfeld teclados y Ulises Montero en los vientos y armónica. Gabinete Caligari siempre estirados en directo, le dieron un cierto colorido a tanto personal en cuanto se pusieron en gira. Su sequedad innata se veía amortiguada. Debió de ser por esa época, ya cerrado el Rockola, cuando les vería por 1ª vez, a fin de cuentas todos eran músicos surgidos de la “movida”, y aquello prometía.
Lograr plasmar sobre el escenario todas aquellas veleidades cromáticas y demás arreglos, Enrique Bastante se convirtió en 2ª guitarra, Esteban Hirschfeld teclados y Ulises Montero en los vientos y armónica. Gabinete Caligari siempre estirados en directo, le dieron un cierto colorido a tanto personal en cuanto se pusieron en gira. Su sequedad innata se veía amortiguada. Debió de ser por esa época, ya cerrado el Rockola, cuando les vería por 1ª vez, a fin de cuentas todos eran músicos surgidos de la “movida”, y aquello prometía.
Siempre he visto, pese a la mutación escénica
actual, una línea imaginaria que unía su último disco con Qué Dios Reparta Suerte, el denominado rock torero. Hallazgo de buenas
canciones, salvo el single que se oía en todas partes, las demás merecen un
pequeño esfuerzo en su elaboración. El pop español vivía sus mejores años y no
sólo en la cantidad de grupos, sino en un zurrón de excelentes tonadas que han
permanecido a lo largo del tiempo, haciendo de muchas de estas canciones himnos
generacionales, estampas como fotografías de un momento y un lugar, fugaz, pero
eficaz en el devenir de cada uno.
Las ventas del disco Al
Calor Del Amor En Un Bar son muy buenas, superan las 80 mil copias y se ponen
en ese aspecto a la altura del Cuatro Rosas. Ya no había tiempo para más
romanticismos, las independientes, Dro en este caso, sabía que era muy difícil
mantener al grupo en su sello y accedió a su paso a EMI, un año más tarde, en
junio, se meten en los estudios Doublewtronics para la grabación de Camino Soria, ya sin Ulises Montero,
fallecido a finales de 1986, y en plena negociación de los derechos del
Lp con la multinacional, Gabinete Caligari es el primer caso de un grupo
español negociando sus derechos con una compañía para fichar por otra, como si
fuesen los honorarios federativos de un jugador de fútbol en cuestión de
traspaso. Sería en el mes de septiembre que Gabinete Caligari firma con la
multinacional EMI en pleno proceso de publicación del disco y consiguen marcar
los tiempos de los lanzamientos de sus álbumes, en total se aseguran 5 Lps más.
Tócala, Uli
Amiguetes y novietas y en general la afición
Echan de menos el sonido de tu saxofón.
¡Que elegancia! ¡Que chuleta!
Ahuyentabas el mal fario
Cuando tan serio te plantabas en el
escenario, a diario.
CAMINO SORIA.- Octubre de 1987.-
La sobriedad y la
melancolía se unen para despejar todas las dudas, se puede ser creíble y
vendedor. La estoicidad del Cuatro Rosas reaparece en este Camino Soria, los 5
meses de ensayo en la calle Tablada 25, en el local 2, de enero a mayo dan como fruto un
soberbio trabajo, de esos que pasan a la mayoría de edad en la época dorada del
pop español, esa década de los 80 que nos pusieron a la altura de nuestros coetáneos
vecinos en producción y calidad.
Con la misma banda del último tour más la
aportación de Francis García al saxo, Camino Soria es un Lp de nostalgias y de
despedidas, amores perdidos y jamás recuperados, ausencias y desavenencias, abren el asunto con Pecados Más Dulces, letra de Eduardo
Haro Ibars, una excepción dentro de Gabinete Caligari, pero compañero de
correrías. La Sangre De Tus Tristeza entra
en el círculo melancólico rodeada de guitarras acústicas. El bandoneón de
Osvaldo Larrea nos traslada a un puerto, sonido porteño y noctívago para alguien que gira
como un carrusel suplicando un trago, Como
Un Pez. Algunas curiosidades llaman la atención y no deben de dejarse
desapercibidas, Saravá da un toque
ecléctico a su sonido, ese ramalazo romántico que no da ningún sentido al
absurdo que es eso que llamamos vida.
Claro que no todo va a ir de fisuras
emocionales, con sustancia a la Motown rematan su homenaje al amigo de verdad,
al de correrías y angustias, al compañero de carretera: Tócala Uli; la graciosa Suite Nupcial; el órgano
Hammond como protagonista de una buena interpretación de Jaime en Rugido de Tigre. Claro que el asunto
adquiere tintes interesantes con elementos sónicos y un texto muy cuidado, a la
ribera del Duero con una argamasa de guitarras eléctricas incuestionable, el
corno sintético, órgano, batería y el bajo de Edi Presas creando una segunda
línea melódica, se marcan el último tema del disco y título del álbum, Camino Soria, en las tierras estoicas de Machado, con los versos por montera, ese corte mesetario que Gabinete
Caligari introdujo en el rock en España, queda reflejado en este Lp,
inmejorable para una época única en el pop nacional.
Suite Nupcial
Suite Nupcial
Rock
seco.- El Lp se presentó en la
sala El Sol de Madrid una noche de octubre, el 8 para ser exactos, de 1987. Con
las fotos en b/n del disco, muchas de ellas efectuadas una tarde de finales de
agosto, para visualizar localizaciones camino de Soria, y como todo lo bueno,
de manera improvisada, la cámara de Alberto García-Alix disparó intentando captar
ese rock mesetario de Gabinete Caligari, seco, nada de veleidades, imbuidos del
espíritu de Antonio Machado, diferenciados de sus hermanos de “nueva ola” en casi
todo, nada de cantar a Hawai-Bombay o querer ser un bote de Colón; versos como
nudos en la garganta para despejar el camino, un sendero lleno de éxito y de
aplastantes ventas, que se iniciaron como siempre en el circuito de las tiendas
especializas en rock, y que luego, a través del apoyo incondicional de medios
de comunicación, en especial Radio-3, cuando llegaron las navidades, Camino
Soria, ese Lp compacto y bien vertebrado, superaba las 200.000 copias
despachadas.
Lejos quedaban mis amigos, Carlos Entrena, cierto embrión del grupo por aquello de Ejecutivos Agresivos, dedicado a la informática, veía como sus colegas y amigos se llenaban los bolsillos de manera correcta y honesta y triunfaban en aquello por lo que de verdad habían apostado. Su hermano, y mi amigo Sergio, se dedicaba a la jurisprudencia ejerciendo de Auxiliar Administrativo en un Juzgado de la provincia de Cáceres, ya padre de familia, pocos coros hacía en el escenario, si acaso en el salón de su casa. Nuestras vidas se cruzaron y era yo que el asistía a la presentación del Lp, cerca de El Salero, un sitio pequeño con dos espacios, que apenas podía albergar a un centenar de almas, sito en la calle Loreto y Chicote, detrás de la telefónica de la Gran Vía, muestrario de putas con solera y cerca del reguero de pubs que se abrían en plena Malasaña, desplazamiento habitual para el underground madrileño finiquitado el Rockola.
Lejos quedaban mis amigos, Carlos Entrena, cierto embrión del grupo por aquello de Ejecutivos Agresivos, dedicado a la informática, veía como sus colegas y amigos se llenaban los bolsillos de manera correcta y honesta y triunfaban en aquello por lo que de verdad habían apostado. Su hermano, y mi amigo Sergio, se dedicaba a la jurisprudencia ejerciendo de Auxiliar Administrativo en un Juzgado de la provincia de Cáceres, ya padre de familia, pocos coros hacía en el escenario, si acaso en el salón de su casa. Nuestras vidas se cruzaron y era yo que el asistía a la presentación del Lp, cerca de El Salero, un sitio pequeño con dos espacios, que apenas podía albergar a un centenar de almas, sito en la calle Loreto y Chicote, detrás de la telefónica de la Gran Vía, muestrario de putas con solera y cerca del reguero de pubs que se abrían en plena Malasaña, desplazamiento habitual para el underground madrileño finiquitado el Rockola.
Gabinete Caligari está en lo más alto de su
etapa creativa y exitosa si entendemos ésta como viajes, entrevistas, etc; y un
centenar de conciertos a lo largo del tour siguiente, lo cual debe de quedar
una sensación de vacío y abismo, claro que peor hubiese sido el fracaso, pero
eso sí, ésta es una cosa definida, algo seguro, y en las cuestiones seguras
siempre se encuentra la paz. No era el caso de Gabinete Caligari.
Yo prometo, tú prometes
Pero a la hora de la verdad
Las promesas se convierten
En la aguja del pajar.
Palabra De Honor
PRIVADO.- Noviembre de 1989.-
Algunas cosas no cambian y eso me gusta, por
ejemplo, el trío convertido en sexteto tanto en directo como en la grabación
del Lp, es el mismo más ayudas puntuales de metales en algunas canciones. La
producción corre a cargo de Jesús Gómez, se graba como siempre en los estudios
Doublewtronics entre la primavera y el verano del 89 y se lanza en el otoño. Y luego algunas novedades, a su rock seco,
mesetario, se le añade una adaptación de un viejo tema de los Stones: She Smiled Sweetly contenido en su álbum
Between The Buttons, lo cual me hace pensar que los Gabinete escuchan música,
por otro lado difícil en el cerril mundo de los colegas hispanos, tan faltos de
referencias y de técnica. Otra canción viene firmada por Esteban Hirschfeld, el
teclista del combo, Amor Prohibido y Tomando El Airecito por Alberto Urrutia;
el resto lo compone Jaime y la música con sus dos compañeros.
Trabajo pulido, comercial en cuanto que mete
un single, La Culpa Fue Del Cha-Cha
que es un abre pistas, pero que deja secos con Profesional, deja certeros chispazos de ese rock mesetario y
chuleta que ellos saben abonar tan bien: Sólo
Se Vive Una Vez o Palabra De Honor, y riffs agudos en Privado, lleno de voluptuosidad y
guitarras distorsionadas en la balada Mi
Buena Estrella. Luego está el hit, ese single de ariete que amplía el Lp, La Culpa Fue Del Cha-Cha, lubrico tema de rock vacilón con melodías básicas
pregrabadas y una pequeña caja de ritmos.
Aquí las guitarras eléctricas son más
protagonistas que su anterior trabajo, donde en Camino Soria el órgano marcaba la diferencia. A caballo entre 2
décadas intentan y lo consiguen un ajuste de tuercas evidente, cierran un
trabajo encomiable grabado a salto de mata, entre shows veraniegos y el ajetreo
de la vida cotidiana. Privado, con
carpeta negra, al estilo más oscuro de los Stones, a diferencia de su anterior
álbum, blanco; con fotos de Alberto García-Alix y hasta con una balada hermosa
con tintes autobiográficos y de la niñez, Amor
De Madre.
Profesional
Solemnes.-
Con
un gran disco, Privado, emparentado
con Al Calor Del Amor En Un Bar,
incluso invadiendo algunas temáticas de los Stones en su estética e idea
conceptual, enseñan los colmillos, no se aburguesan y buscan nuevas
canalizaciones para sus discos. El bienio 89/90 les coge en la cumbre del pop
nacional con clase y estilo, y hasta las ventas millonarias les secundan,
alejados de los ruidos mediáticos de la Movida decadente y por otra lado rota
en su imagen, sólo con Radio Futura podrían disputar el término de mejor banda
nacional, aunque entraban nuevos grupos, denominados indie en el panorama
nacional.
Gabinete Caligari
sigue con la llama encendida del pop-rock secundando su música por pabellones,
plazas y demás garitos abiertos o cerrados en los que son contratados. Yo los
llego a ver un verano en el Parque de Atracciones de Madrid con una actuación
de 45 minutos, intensos y llenos de energía en cuanto al repertorio, repletos de éxitos
que era lo que el personal quería escuchar. Más exigidos en salas con público
más enterado, seguían en su formación de sexteto desarrollando todas sus
grandes canciones.
El tour de Privado
acabó en la Plaza de Las Ventas de Madrid, 5 de octubre de 1990, pero avispados
como ellos solos, se dieron cuenta de que la nueva década requería un formato
nuevo, un sonido acorde con los tiempos, eso tan difícil de lograr que es
evolucionar en el rock sin perder la esencia primigenia. Desde luego no
herraron el tiro, Phil Manzanera, (Roxi Music) se encargaría de producir su
nuevo Lp, y pasados algunos meses, ya en la primavera de 1991 en los estudios
Kiros de Villaviciosa de Odón (Madrid) muestran parte del proceso: batería y
bajo graban las bases, y las guitarras, voces y demás arreglos junto con las
mezclas, en Londres, en los estudios Metrópolis.
El cambio de
década significará el nuevo rumbo hacia la mediocridad en el rock hecho en
España. A Radio Futura le quedaba un telediario y un Lp, el rey de ceremonias
que reinó en el primer tercio de la década con sus grandes conciertos, Miguel Ríos,
iba cayendo en el desprecio tan enquistado en la escena nacional. Gabinete
Caligari siempre buscando nuevas fórmulas lo intenta con su último gran disco, Cien Mil Vueltas, de inequívoco sabor
british-rock.
Lo que vendría a
lo largo de los años en el panorama nacional no me conmovía, grupos como Héroes Del Silencio tomarían el relevo
generacional, conectarían con las huestes nacidas a finales de los 70 y ahora
les pillaba en la etapa estudiantil y adolescente; yo necesitaba un rock
consistente y… digamos: adulto.
Con un sonido
puro, nada de encorsetamientos, Gabinete Caligari graba en Londres en plena
faena espartana, sin intermedios, desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la
tarde bajo la atenta mirada de Phil Manzanera, quien aportó algún colega y
varias ideas, en esa transición dura que era del rock torero y cañí, seco y caballeroso a la vez, hacia el sonido de
una nueva luz y una época que empezaba a escapárseles.
Queridos
camaradas
¿Por
qué surgió la revolución popular?
¿Qué
fue de nuestro credo?
¿Quién
nos guiará? ¿Quién nos guiará?
Queridos Camaradas
CIEN MIL VUELTAS.- Noviembre de 1991.-
Uno se da cuenta enseguida cuando tiene la
carpeta entre sus manos que las cosas han cambiado, al menos estéticamente. Del
blanco o negro, del western fronterizo almeriense con el Mediterráneo al rojo
intenso, dando la imagen que querían los Gabinete
en este momento. En las cocheras del London – Chiswick Bus Deport existían
varios ejemplares de autobuses de 2 pisos tan típicos de la capital británica,
allí sobre varios Routesmaster ya en desuso se hizo la portada del Lp, e
intentan captar ese aire británico.
Adiós al sonido seco y castizo, todo se
envuelve en arreglos de cuerda, trombón o clarinete: Cien Mil Vueltas. Pero encuentro temas directos sin tantos artificios,
¡ojo, que no están mal! ; pero descolocan. ¡Que
Vida Tan Divertida! Con esas dobles vueltas en los textos que tanto le
gustan a Jaime Urrutia, con colaboración al trombón de Rico Rodríguez, una
canción efectiva con cierto aire de ska. Dentro de las novedades, el propio
(al margen de la producción) Phil Manzanera está a la percusión, ayuda en un
vals que se convierte en una canción pop dulce, Al Final De Todo.
Por si había alguna duda en su envoltorio
exterior, se despejan con Lo
Mejor De Ti, desprende el aroma beatle y más con las guitarras eléctricas
Rickenbacker y la armónica de Esteban Hirshfeld. El mejor tema para Queridos Camaradas y su obsesión con los
estados totalitarios, el acordeón de Daniel Montemayor (Mermelada) le da un
aire de frio, marcial, podía entrar en cualquier banda sonora de Emir
Kusturika. Lo más parecido a su pasado inmediato se encuentra en Balada Del Señor Dudas, rock seco con
sabor a calamares y tapas los domingos por la mañana. Doce Más Uno con un toque honky - town va en la misma línea.
Llevas barro en los pies
Como un animal abandonado
Tienes ganas de llorar
Cuéntame que pasó
Te han tratado mal buscas refugio y calor
Como un animal
Como Un Animal
MÁS
CERCA DEL SEPU Y DE ALMACENES ARIAS QUE DE EL CORTE INGLÉS.- La entrada de la nueva década no supuso un
cambio sustancial en la música de Gabinete
Caligari, a fin de cuentas esa correa invisible que sigue poniendo en
movimiento las ruedas de la bicicleta aunque lleves unos segundos sin pedalear
les sitúa en la cima del pop en castellano.
Pero la inercia va
cambiando, los jóvenes se quedan colgados del grunge, los reyes del asunto
pasaran por Madrid en febrero de 1994, todo un bofetón a la indolencia
mainstream del rock en los 80. Los grupos nacionales tiraban a cantar en inglés
y luego estaba el indie patrio: Australian Blonde, Los Planetas… el que más y
el que menos intentaba llevar el sonido de Seattle a la modernez patria.
Con un buen disco,
Cien Mil Vueltas y su sonido fresco
aún y novedoso, Gabinete Caligari
siguieron el la brecha toda la década de los 90 cuando ya ni las emisoras de
radio especializadas y sobre todo, las ricas subvenciones de los Ayuntamientos
patrios recibían a los grupos pop, rock, con las manos abiertas como antaño. Tampoco ayudó
el desfase creativo de discos que ya no aportaban nada al proyecto underground
del comienzo, siempre he creído que Gabinete están más cerca de los almacenes
de barrio que en las estanterías de los grandes almacenes. Sólo, al parecer,
Santiago Auserón (Radio Futura) entendió que aquello se acababa en el formato
que había funcionado tan bien durante la década anterior. Ahí debieron de echar
el cierre los Gabinete, pero siguieron por esa inercia de “los pedales” y salió
desgajado Gabinetíssimo – 1995,
álbum maldito y estéril, pese al intento de regresar a menos artificiosidad en
su formato, de nuevo en trio, rock de economía; ya estaban en el mainstream
nacional, ese sambenito ya no se lo quitaban, para cerciorar lo dicho, seguían
cosechando éxito en directo, su enorme discografía todavía los paseaba por
Plazas de toros, Pabellones y circuitos de amplios aforos, pero a nivel
creativo aquello no iba a ningún lado.
El último cartucho
se saldó con Subid La Música – 1998 y
pese a golpes de efecto de compañeros de generación que acudieron en su ayuda, Álvaro Urquijo (Los
Secretos) que con su Rickenbacker toca en 3 canciones; o Ariel Rot, en el tema Underground, dejan su mala baba a todo
ese fenómeno indie patrio, incluye a exégetas radiofónicos, los textos siempre
tan importantes en Gabinete Caligari,
se había llegado a un callejón que no tenía salida. Lo mejor sería dejarlo y que cada
cual iniciase repertorio propio, si podía, quería o le apetecía, el grupo como
tal más allá de 1999 no poseía más chicle en la boca que masticar.
Dejar 6 Lps
buenos, algunos impecables y de un tirón, no está nada más que al alcance de
los grandes, y Gabinete Caligari supo
dar al rock castizo y chuleta su última faena memorable.
DISCOGRAFIA SELECCIONADA
QUE DIOS REPARTA SUERTE .- 1983
CUATRO ROSAS .- 1985
AL CALOR DEL AMOR EN UN BAR .- 1986
CAMINO SORIA .- 1987
PRIVADO .- 1989
CIEN MIL VUELTAS .- 1991
Jaime Urrutia Valenzuela .- 21 de Junio de 1958 - Madrid (España)
Fernando Presas Vías .- 4 de Noviembre de 1957 - Madrid (España)
Eduardo Rodríguez Clavo .- 25 de Octubre de 1958 - Madrid (España)
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